Dos días encerrada en esta habitación, solo he visto a Mía cuando me trae la comida o conversa un poco conmigo, se ha hecho mi amiga.

Dante salió a resolver problemas de otras manadas y dejó en claro que yo no podía salir de la habitación, he visto televisión, leído libros, visto revistas y ya realmente no sé que hacer para no agobiarme entre estas paredes.

—Buenos días— saludó Mía entrando con el desayuno.

—Malos días quieres decir.

—¿Qué te ocurre?

—Estas paredes me están agobiando, yo vivía encerrada en la cabaña pero por lo menos veía a mi familia y hacía los deberes de la casa.

—No te preocupes, Dante llega hoy.

Esa noticia me alegró un poco.

—Come todo el desayuno y date un baño, cuando llegue mi hermano lo voy a convencer para ir de compras.

—¿A la ciudad?—pregunté.

—Si. ¿Nunca has ido?

Negué con la cabeza llevando la taza de café a mis labios.

—Razón de más para ir.

Toques en la puerta hicieron a Mía sonreír.

—Llegó antes de lo que pensaba.

Me puse nerviosa.

—Hola mi Luna—saludó.

—Los dejo solos—murmuró Mía marchándose.

—¿Cómo has estado?

—Agobiada dentro de estas paredes.

—Lo siento, tenía miedo a regresar y no encontarte.

No respondí solo le dediqué una mirada fría.

—Tenemos que hablar de temas importantes.

—¿Pasó algo?—me preocupé.

—El consejo se enteró de tu presencia y aparición por lo que investigaron, sé que no quieres que te presente como Luna pero las cosas se complicaron.

—¿Qué pasó con mi padre?

—Será llevado a la corte, pero podemos evitarlo

—¿Cómo?

—Si hacemos la presentación formarías parte legal de mi manada, podría decir que yo le pedí a tu padre que te ocultara para que no te hicieran nada mis enemigos.

—Está bien—acepté, mi padre lo es todo para mí.

—Hay algo que debe pasar antes de la presentación.

Lo miré esperando que continuara.

—La unión en cuerpo y alma.

Ya sé a lo que se refería, la unión en cuerpo es teniendo relaciones sexuales y la unión en alma es la marca.

—Todo sea por mi padre.

Me miró un poco triste.

—Todo por tu padre—susurró.

—¿Cuándo será la presentación?

—Lo máximo que puedo posponerla es dos semanas. Tu padre irá a corte en tres semanas.

🐰Dil está triste

No puedo hacer nada Berny.

🐰En realidad si puedes, dale una oportunidad.

—Sé que no sabes nada de mí y prácticamente me acabas de conocer pero en dos semanas podríamos intentar conocernos mejor—propuso con sus ojos brillosos— Dame una oportunidad para demostrarte que cambiar tu vida vale la pena.

—Está bien Dante, pero quiero ver a mi familia—volví a insistir.

—Haremos una cena familiar.

—Estoy de acuerdo.

—Mía quiere ir a la ciudad, deberías comprarte algún vestido.

—No tengo dinero y no me voy a aprovechar de nadie.

—No te aprovechas de nadie, el dinero con el que Mía va de compras es el mío y proximamente tuyo. Por cierto puedes cambiar la casa a tu gusto, mis padre se mudarán pronto a Italia.

—Tus padres no tienen que irse de la casa.

—Es una tradición, además mi madre sueña con recorrer el mundo.

—Sería una buena idea.

—Cuando le seda mi puesto al próximo o próxima Alpha podremos hacer lo mismo que ellos.

—No creo.

—Ya veremos mi Luna, te dejo para que te cambies.

Me coloqué un vestido de flores y unas zapatillas blancas.

—¿Ya estás lista cuñadita?

—Si.

—¡Vamos a mi pasatiempo favorito¡—exclamó con una voz chillona.

(...)

La ciudad es hermosa y todas las edificaciones captaron mi atención.
Mía no dejado de entrar de tienda en tienda y eso que ya el chico que nos acompaña va lleno de bolsas.

—Aún no has comprado nada—regañó.

Me encogí de hombros.

—Ven, vamos a esta—me jaló.

—Hola buenas tardes. ¿Qué desean?—preguntó la dependiente.

—Queremos ver los mejores vestidos de fiesta.

Me probé más de veinte vestidos y ninguno a convencido a Mía.

—Mía este está bonito—murmuré cansada.

Tengo puesto un vestido rojo con un escote en la espalda, es de mangas largas y por encima de la rodilla.

—Empaca los últimos diez—le indicó a la dependiente.

—Es mucho Mía—espeté.

—Vamos a la peluquería—ignoró mi comentario.

Suspiré siguiendola.

(...)

Llegamos a la mansión luego de unas largas horas y mis pies no podían más.

—¿Cómo te fue?—preguntó Dante entrando a la habitación.

—Mía ama las compras.

—Lo sé—se carajeó por mi expresión.

—Bueno, veo que compraste bastantes cosas.

—Es muy convincente tu hermana—le dije alargando el muy.

—Tu padre accedió a la cena.

*Por fin buenas noticias*

—¿Hablaste algo más con él?

—Solo le comenté sobre nuestro plan y me dijo que hay algo importante que debes saber.

Me pregunto que será, mi papá es demasiado serio y cuando dice importante debes preocuparte.

—Bueno creo que voy a dormir.

—¿Cenaste algo?

—Sí, Mía compró pizza en el centro comercial.

Se fue y yo me puse mi pijama pero algo no me dejaba dormir. Habían fuertes vientos y la lluvia caía con más intensidad.

Le tengo miedo a las tormentas.

🐰¿Y si vas a buscar a nuestro mate?

Berny creo que eso sería vergonzoso.

Un relámpago me hizo saltar en mi lugar.

Creo que no te queda otra opción.

Me coloqué mis zapatillas y salí en dirección a la habitación de Dante.

—Hola—susurré detrás de la puerta.

—Pasa—dijo el Alpha.

Entré y lo observé sentado en la cama con unos papeles en las manos.

—¿Qué pasa bonita?

Otro relámpago se reflejó desde la ventana y volví a saltar en mi lugar.

—Le tienes miedo a las tormentas—susurró—Ven, acuestate aquí conmigo.

Me acerqué a donde estaba y me acosté en su cama. Dejó los papeles a un lado de la mesita de noche y me abrazó.

—Todo está bien mi reina, yo te protegeré siempre—besó mi frente y comenzó a darme carisias por mi cabello que hizo que en pocos minutos cayera en los brazos de Morfeo.

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Nota:

Buenas a tod@s, si les está gustando me encantaría que me lo hagan saber.

No olviden comentar y votar🐰🐺❤.