El primero en venir corriendo a estrujarme en sus brazos fue mi padre.

—¿Pequeña qué te han hecho?—me analizó con los ojos llenos de preocupación.

—Estoy bien papá.

—Sabes que podemos saltarnos esta estúpida cena que será en bano verdad.

—¿Qué? No papá, esta cena no es en bano.

—Volvamos a casa bonita, él no puede retenerte a la fuerza, está contra la ley, y por mi no te preocupes yo buscaré la manera de no ser condenado.

El Alpha le dedicó una mirada cargada de odio mi padre.

—Ella no irá a ninguna parte—un gruñidp fuerte salió de su garganta, se escucharon dos voces decir eso.

Estaba hablando Dil y Dante al mismo tiempo.

—No papá, no voy a irme a ninguna parte—traté de sonar lo más segura posible.

—Pero este no es tu lugar, sabes perfectamente lo que pueden ocacionar los mates.

Mi padre las pocas veces que me habló de las almas destinadas lo hizo con odio, mi madre no es su pareja destinada ya que ambos decidieron rechazar a la suya.

—Puedo hablar a solas con mi papá—le pedí suplicante al Alpha.

Asintió y caminé hasta el jardín con mi papá detrás.

—Yo estoy bien aquí papá, sabes perfectamente que no puedo rechazar al Rey Alpha y él no está dispuesto a rechazarme a mí, además irás a la cárcel si no formo rápido parte de su manada.

—Eli sabes perfectamente que no tienes que hacer esto por mí, no quiero que arriesgues tu vida y tu libertad por algo que tiene más maneras de resolverse.

Amaba cuando me llamaba Eli, ese era mi verdadero nombre, cuando mi padre me encontró en el bosque el nombre que llevaba mi cansata era Elizabeth Monroe Santos. Nunca he querido saber nada de mi verdadera familia. Desde pequeña me comenzaron a decir Aria y ese fue el nombre que se me otorgó para ser parte de su familia.

—Papá, una omega no puede ser libre, mi especie no nace para ser libre y si me sigues ocultando solo te traeré más problemas, creo que la única manera de ir por el mundo sin tener miedo es convirtiéndome en la Luna.

Suspiró entendiendo mi punto de vista.

—Vamos a la cena, seamos una familia de verdad—le supliqué.

Asintió y salimos.

—Hermanita—me abrazó Melody.

Esto es nuevo, mi hermana no suele ser más cariñosa, casi siempre la que más hablaba conmigo y me trataba bien era Melissa pero ella estaba concentrada en el chico todavía.

—¿Quién es él?—le pregunté a Dante por el link.

—Sky, ella es Aria tú Luna—le dijo al chico y este de inmediato hizo una reverencia—Mi reina el es mi Delta.

—Mucho gusto—le sonreí.

—Vamos a cenar—ordenó Dante y todos pasamos a la mesa.

Luego de unos minutos que se me hicieron eternos en el silencio terminamos y fuimos nuevamente a la sala a conversar. Melissa y el tal Sky desaparecieron.

🐰Estoy empezando a creer que son mates.

Yo también.

—En trece días será la presentación de Aria a la manada, están invitados todos—le comunicó mi mate a mi familia.

He olvidado hablarle sobre lo que le ocurre a mi cabello con la luna llena.

🐰Eres tonta, eso es algo importante.

—Ya Aria te habló de que eso no puede pasar en trece días—es la primera vez que mi madre habla en toda la noche y es para decir algo que no debía.

Dante me miró esperandp explicación y yo suspiré.

—¿Qué pasa que no puede ser ese día?—interrogó mirándome.

—Podemos hablar de eso después.

—No es nada malo pero no quisiera comentarlo delante de tus padres—le dije a través del link.

Asintió preocupado.

—¿Dónde esta Melissa?—mi padre frunció el seño.

—Fue al sanitario un momento—la excusé.

—Ve a avisarle que nos vamos.

Me levanté y fui a buscar a mi hermana.

Sentí un ruido en la última habitación de la planta de arriba y cuando entré vi a Sky sobre Melissa y esta no llevaba blusa.

—Lamento interrumpir pero mi hermana tiene que irse.

Meli se arregló y salió.

—Lo siento—se disculpó.

—Es tu mate—más que una pregunta fue una afirmación—A papá le dará algo.

Luego de despedir a mi familia subí a la habitación.

—¿Vas a dormir en tú habitación?—preguntó Dante tomándome por los hombros.

—¿Dónde más voy a dormir?—dije sarcástica.

—Tal vez caiga una tormenta en la madrugada, creo que es mejor que te vengas a la mía.

Sonreí entendiendo su punto.

—Puede pero eso no lo vi en las noticias.

—Yo estoy seguro que lo dijeron.

—En ese caso.

Me cargó a estilo princesa.

—Yo puedo caminar—me quejé.

—Lo sé.

Entramos y me dejó sobre su cama.

Observé con más claridad la habitación.Era azul como la mía solo que esta tenía más detalles en blanco y una pintura de un enorme lobo en la pared.

—¿Ese es Dil?—pregunté detallando al gran lobo blanco de la pintura.

—Si—respondió rebuscando en unos cajones de ropa.

—Que majestuoso—susurré inconsciente.

—Gracias, pensaba que lo habías visto el día que te perseguí en el bosque.

—Cuando huyes no te detienes a mirar a quién te persigue.

—Buen punto—me tendió una camisa blanca.

—Te quedará un poco grande pero dormirás cómoda, aunque estarías mejor sin ropa.

Me sonrojé ante su comentario y tomé la camisa corriendo hacia el baño.

—No he olvidado que me debes una explicación—me recordó antes de entrar.

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Nota:

¿Qué le pasará a Aria en luna llena?

Te invito a averiguarlo en el próximo capítulo.🐺🐰