Capítulo doce - ( La presentación)
—Despierta dormilona.
—¿Qué pasa Mía?
—Hay que comenzar a alistarnos para la presentación.
Bufé y cuando quité las sábanas de mi rostro hizo una cara de espanto.
—¿Qué ocurre?—me preocupe.
—Tu, tu, tu—tartamudeó.
—¿Mi qué?
—Tu cabello—susurró con los ojos a punto de salir de su órbita.
🐰Hoy hay luna llena.
Lo olvidé por completo.
🐰Por lo menos tienes el control de tu cuerpo. No sé como es que aún tienes la cabeza puesta en su lugar.
Tal vez porque está sujeta a los hombros, sino estoy segura ya la habría olvidado en algún lugar.
🐰Al parecer la marca funcionó en el aspecto de que la que tiene el control eres tú y no yo.
—Eres aún más linda.
Tomó un mechón de mi cabello ahora gris y se puso a mirarlo con detenimiento.
—¿En qué momento te pintaste el cabello?
—Es una larga historia, en realidad no me lo pinté simplemente en luna llena me cambia, al igual que los ojos.
—Es cierto, los tienes de un amarrilo intenso.
—¿Por qué no te has levantado de la cama todavía?—gruño mi suegra entrando también.
"Hoy será un día largo"
(...)
Ya estoy prácticamente lista, llevo un vestido elegante blanco con un escote en la espalda y de mangas largas. El cabello suerto y una corona adornando mi cabeza, la corona real.
A Dante no me han dejado verlo en todo el día pero aún así siento su frustración y desesperación a través de la marca.
—Ya están llegando los invitados.
—Ya comienzan mis nervios.
Solté un suspiro tratando de mantenerme tranquila y serena.
—Todo va a estar bien.
—Vuelve a repetirlo haber si me convences.
Salió y unos minutos después entró mi mate por la puerta de la habitación con un traje del mismo color que el mío.
—Te extrañé—su voz gruesa me hace saber que el que tiene el control es Dil.
—Yo a ti también lobito.
Me besó con ferocidad y desesperación.
—Cariño tenemos que bajar, devuelvele el control a Dante—pedí acariciando su mejilla y robándome unos ronroneos de su parte.
Sus ojos volvieron a ser de un azul electrizante.
—Estás hermosa mi reina.
—Gracias—respondí apenada.
—Creo que mi hemana se pasó con el escote del vestido—el enojo en su tono me hizo sonreír—me gusta el color de tu cabello, aunque el rojo te es más característico.
—Bajen ya par de tortolos—Gritó Mía.
Nos incorporamos a la sala y había un aproximado de trecientas personas.
—Son bastantes personas.
—Las que faltan por llegar amor.
—¿Usted es Elizabeth?—preguntó uno de los guardias agitados.
—Si—murmuré.
—Hay alguien en la puerta que asegura ser su hermano.
—Yo no tengo hermanos.
—Se llama Álvaro, Álvaro Monroe Santos.
Abrí mis ojos impresionada.
—Háganlo pasar—ordenó Dante.
Tiene los mismos apellidos de mi familia genética.
¿Será qué es mi hermano de sangre?
Entró un chico pelirrojo de ojos verdes un poco más claros que los míos, es mí versión masculina.
—Eli—susurró y a una gran velocidad intentó acercarse a mí cosa que mi mate impedió colocándose de manera protectora delante de mí.
—Es un vampiro¿Qué hace un vampiro en mi territorio?
—Más cuidado como le hablas a tu cuñado.
¿Este chico es mi hermano?
Intenté apartar a mi mate para poder verlo mejor.
—¿Cómo sabes que somos hermanos?
—¿No crees que me parezco mucho a ti?—dijo obvio—además llevas la marca de mi familia.
—¿Cuál marca?
—Eli no tienes una marca de nacimiento en forma de mariposa en el parte posterior del pie.
—Si—susurré sin comprender como lo sabía.
Se giró y nos enseñó a todos su marca.
—Es exactamente igual—se sorprendió Dante.
—Debemos comenzar la presentación ya—exigió mi suegra.
Miré y lo que eran trescientos ahora eran tres mil.
—Démosle la bienvenida al Rey Alpha Dante Worf y Luna Aria Elizabeth Collins.
Mi mate y yo nos sorprendimos ante nuestro llamado pero aún así me tomó de la mano dedicándome una sonrisa y caminando en dirección a donde estaba el señor. El jardín estaba decorado por mesas gigantes donde se encontraban Alphas de las diferentes manadas, a los alrededores estaban la gente de nuestra manada y en el centro estaba mi suegro y la familia real.
Fuimos hasta lo que supongo sea un altar lleno de los tulipanes que tanto me gustan. El hombre que hizo el llamado tomó una navaja e hizo un pequeño corte en la mano derecha de Dante y se acercó a mí.
—¿Esto es necesario?—pregunté preocupada.
—Es un pequeño corte Luna, es parte de la presentación.
Miré a Dante y este solo me dedicaba una mirada cálida.
—Déjame hacerlo a mí—pidió retirando la navaja de las manos del hombre.
—No va a pasar nada muñeca, confía en mí.
Le tendí mi mano y hice una pequeña mueca cuando sentí la navaja cortar un poco y luego Dante vacío mi sangre en la otra copa.
Me tendió la copa que tenía su sangre y él tomó la mía.
—Un brindis por el Alpha y la Luna.
Inmediatamente todos se levantaron de sus puestos y alzaron sus copas.
Obviamente todas tenían champán o vino blanco mientras la mía tenía sangre.
¿Tengo que tomarme esto?
🐰Es una tradición.
A la mierda las tradiciones a mí nadie me avisó de beber sangre Berny.
🐰No seas cobarde es solo un poco.
Todos bebieron y Dante esperaba atento mi reacción.
Miré a mi padre que llevaba su típica mirada de enojo y me lo bebí todo de un solo trago.
Hice una mueca cuando terminé.
—Aria Elizabeth Worf.
Todos aplaudieron y yo solo miraba a mi padre.
—Ya puede besar a la luna.
Esto parece una boda civilizada.
🐰Lo es, solo que en vez de anillos se bebe sangre.
Dante se acercó y dejó un castro beso sobre mis labios.
—Que la diosa luna los bendiga siempre.
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Nota:
No olviden comentar y votar.
Besitos y muchas gracias por leer.🐰🐺
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