Capítulo diez - (Soy completamente tuya)
La camisa de Dante me queda enorme, recogí mi cabello en un moño mal hecho y salí bostesando.
—¿Me vas a explicar?—volvió a insistir.
Suspiré sentándome a su lado.
—Desde que tuve mi primera transformación a inicios del año en cada luna llena mi cabello cambia de color, Berny toma el control de mi forma humana, es algo que como cambia forma debería saber controlar pero no puedo hacerlo, mi cabello se vuelve gris y mis ojos completamente avellanas.
—Podemos cambiar la presentación.
—O podemos hacerlo así, después de que me marcarques alomejor pueda controlar a Berny.
—Puede funcionar
—se quedó pensativo—de todas maneras voy a averiguar bien sobre eso, vamos a dormir.
Me acomodé alejándome lo más posible de él pero como si supiera exactamente lo que planeaba hacer me aferró más a su cuepo pasando un brazo por mi cintura.
—Buenas noches bonita, todo saldrá bien.
Eso espero lobito, eso espero.
(...)
Ha pasado una semana y tres días desde que vino mi familia de visita, pasado mañana es mi presentación como luna y mis nervios son notables.
En esta semana y media he conocido mejor a Dante, me ha hablado sobre su vida y yo le he contado las pocas cosas que he vivido de la mía.
Mi luna podrías bajar, te tengo una sorpresa—me comunicó por el link.
Me acomodé los jeans que me quedan un poco anchos y bajé.
Observé un camino de tulipanes desde el final de la escalera.
¿Qué es esto?
🐰Algo muy cursi.
Sonreí al darme cuenta de que el camino me llevaba al jardín.
—Bienvenida señorita—sonrió Mía vestida de sirvienta de la casa.
Fruncí el seño y reí por las muecas de su cara.
—¿Mía dónde está tu hermano?—pregunté.
—Yo no soy Mía señorita, pero si busca al señor lo está esperando el shofer para llevarla hasta él—respondió en un tono divertido.
¿A qué estás jugando lobito?—interrogué mediante el link.
Seguí hasta donde estaba Joseph, el shofer de Dante.
Después de unas horas nos detuvimos en un lugar desierto, no había nadie en los alrededores.
La playa
Al bajarme del auto Joseph arrancó desapareciendo de mi campo de visión. Seguí el camino de tulipanes hasta dar con una especie de cama cubierta con sábanas y almohadas en el medio, observé a un muy sonriente Dante vestido con ropa elegante y un ramo de los hermosos tulipanes que vi por todo el camino en sus manos.
—Bienvenida mi reina—dejó un castro beso sobre mis labios.
Me sonrojé por la cercanía.
—¿Qué es todo esto?
—Mi sorpresa, no te gustó —murmuró triste.
—Me encanta, es la primera vez que vengo a la playa.
Me giré ovservado el hermoso lugar, el mar hace constraste con el azulado cielo y el color de los ojos de mi mate.
—Nunca habías venido a la playa—se sorprendió.
—Nunca había salido de los límites del bosque.
—Quería que fuese algo especial—susurró apartando un mechón rebelde de mi cabello.
Es cierto, antes de mañana tenemos que unirnos en cuerpo y alma.
—Vamos a cenar, mi madre preparó comida para nosotros.
—Tu madre siempre alimentando mi estómago.
Ambos reímos, yo estaba un poco nerviosa.
Luego de comer la deliciosa lasaña que preparó mi suegra y hablar de temas sin sentido las estrellas se podían ver hermosas en el cielo.
—Son muy lindas las estrellas.
—Brillan tanto como tú.
Me acerqué y planté un tímido beso sobre sus labios, era la primera vez que daba yo el primer paso. Comenzó a intensificarse y sus manos se aferraron a mi cintura. Con vergüenza desaté los botones de su camisa y retiré la corbata dejando su torso al descubierto. Recorrí con mis manos su torso mientras él se aseguró de quitarme mi blusa. Me acosté sobre la cómoda cama en la arena y comenzó a repartir un camino de besos por mi plano abdomen. Retiró mi sujetador y yo desaté el botón de su pantalón, con mi ayuda me quitó los jeans y quedé solo en bragas bajo su atenta mirada.
Las inseguridades se apoderaron de mi sistema haciéndome apartar la vista.
—Eres perfecta mi Luna—murmuró basándome con ternura.
Se terminó de deshacer de la única prenda que me quedaba y también de su boxer. Rebuscó en su pantalón sacando un pequeño envoltorio.
—Si quieres que me detenga solo debes pedirlo.
Asentí y se posicionó en mi entrada para luego introducir su miembro despacio y torturante en mi interior. Una lágrima rodó por mi mejilla cuando ya estaba completamente adentro.
Espero a que me adaptara a su tamaño y luego comenzó a moverse lento.
Luego de unas embestidas me comencé a desesperar.
—Más rapido—pedí en un jadeo.
Sonrió y se agarró más a mi cintura agudizando sus movimientos.
—Quiero escuchar mi nombre en tu boca bonita.
—Dante—gemí.
La brisa fresca en mi rostro, nuestros cuerpos compaginados, el sudor y placer, mis gemidos ahogados por sus besos.
Sus cormillos se clavaron en mi cuello causando al inicio un fuerte dolor que luego de unos segundos se transformó en extremo placer.
Una presión se instaló en mi vientre.
—Déjalo estar preciosa.
Atacando su orden sentí el orgasmo arrasar.
Se acostó a mi lado, ambos teníamos las respiraciones hechas un desastre.
—Eres completamente mía.
—Soy completamente tuya—sonreí.
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Nota:
En el próximo capítulo las cosas se comienzan a poner interesantes.🐰🐺
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