Un muy agitado Dante bajó las escaleras a pasos apresurados, su mirada se relajó cuando me vio sentada desde el umbral de la cocina.

—Pensé que te había pasado algo—dijo en un suspiro mientras avanzaba hasta donde yo estaba.

—Solo vine a por algo de comer.

—Buenas noches rey—hizo una reverencia la sirvienta.

Él solo asintió.

—¿Estás bien?

Estoy segura de que mis mejillas acaban de tornarse más rojas que una cereza.

—Si—susurré apartando la mirada.

—¿Podrías hacerme un café a mí cuándo termines?

—Por supuesto Alpha.

La chica colocó un plato con una comida que desprendía un delicioso aroma.

—¿Qué es?—pregunté curiosa.

—Pasta al pesto luna.

—Muchas gracias.

Llevé el tenedor a mi boca y me deleité con el sabor, miré de reojo a Dante y tenía una sonrisa, sus ojos estaban verdes.

—¿Cómo se llama tú lobo?—la pregunta salió sin pensarla.

—Dil, ¿por qué preguntas?

—Por tus ojos, se ve claramente que está intentando tomar el control.

—Es difil mantener el control si tu mate está en celo.

La chica le entregó el café.

—Puedes retirarte señorita—ordenó a la sirvienta.

Antes de que se fuera le volví a agradecer por la comida.

El Alpha llevó la taza de café a sus labios.

🐰Sus carnosos y deliciosos labios.

Coneja calienturienta.

—Tu aroma es malditamente adictivo.

—¿A qué huelo?

—Depende, tú olor natural es a bosque y cerezos, pero tus hormonas huelen a dulce y chocolate.

*Está jugando con mi autocontrol en estos momentos*

—No tienes que controlarte mi luna.

—Escuchas lo que pienso—me sorprendí—La conexión avanza muy rápido.

—No es solo por la conexión, al ser un Alpha sangre pura si me concentro puedo conocer alguno de los pensamientos de los miembros de mi manada, al tú ser mi mate no necesito concentrarme ya que los pensanientos me llegan solos—explicó mientras seguía tomando café.

*Porque razón se ve tan sexy tomando café*

Escuché una carcajada y me sonrojé.

Otra ola de calor volvió a amenazarme.

—No de nuevo—murmuré para mi misma.

—Creo que la temperatura está subiendo de nuevo—me dedicó una mirada coqueta.

No respondí por la vergüenza.

—Vamos a la habitación mi reina.

Subimos y apenas entré me acorraló contra la pared.

—Eres jodidamente adictiva—dijo el rey con una voz más gruesa y los ojos completamente amarillos.

—Hola Dil—saludé comprendiendo que era su lobo el que tenía el control.

—Por fin estás con nosotros mi amor—respondió olfateando mi cuello lo que hizo que corrientes viajaran a mi parte baja.

—Vamos a la cama bonita —ordenó.

—Dil—gemí cuando sus labios hicieron contacto con los míos.

🐰Ahora se pone la cosa buena.

—Es demaciado dulce tu olor, estoy manteniendo mi autocontrol para no marcarte ahora mismo.

Solté un jadeo cuando me estrelló contra la cama subiéndose sobre mí.

—Besas de puta madre, acabo de encontrar una droga en tus labios.

Yo no podía responder, estoy sumergida en una ensoñación de placer.

Bajó el cierre de mi vestido atacando mi cuello.

*Maldito punto débil*

Fue repartiendo besos hasta mi abdomen y se detubo en el elástico de mis bragas.Las retiró con cuidado y sin apartar sus ojos amarillos de los míos.

—¡Joder mi luna!—exclamó con su voz ronca.

—Dil, para—pedí.

—No te haré nada pequeña, nada que tú no quieras.

🐰Halla ahí el problema.

—Muero por probarte.

Se acercó a mi rostro y me besó salvajemente.

—Abre las piernas preciosa.

Hice caso omiso a su orden y apreté en un puño las sábanas cuando su lengua hizo contacto con mi sexo.

Nuevas sensaciones se apoderaron de mí.

—Al-pha—tartamudeé cuando siguió atacando mi intimidad.

—Sabes malditamente bien—murmuró mientras volvía a besarme.

Pellizcó mi pezón de manera divertida y repartió carisias por mis muslos.

Unos espasmos de placer que ya me tenían exahusta.

*Maldito celo*

—Vamos a dormir linda—dejó un último beso en mi frente y me acurrucó en sus fuertes brazos, sus ojos volvieron a su color natural indicándo que ya el que tenía el control nuevamente era Dante.

Dos orgasmos en menos de diez horas.

(...)

La luz que daba directamente a mi rostro hizo que abriera los ojos pesadamente.
Observé el reloj de la pared y son las once con treinta minutos. Estoy sola en la habitación por lo que entré a bañarme y cuando salí observé un hermoso vestido sobre la cama.

Recogí mi cabello y salí en busca de Dante.

—Buenos días— saludé a una de las sirvientas.

—Buenos días Luna.¿Quiere algo de comer?

—Si por favor—murmuré apenada.

—Buenos días—saludó la luna entrando e inmediatamente hice una reverencia.

—¿Eres una nueva sirvienta tesoro?

—No señora—respondió la chica que estaba preparado mi desayuno—ella es...

—Mi luna— respondió Dante tomándome de la cintura y posando su cabeza en mi hombro.

—Lo siento cariño, no quería confundirte—se disculpó la madre de mi mate.

—No se preocupe reina—susurré un poco apenada.

—Ya pronto no lo seré cielo.

—¿Por qué no le dijiste quién eras desde el principio?—preguntó mi mate por la conexión.

—No me dio tiempo a contestar—le respondí sincera.

—¿Cuál es tu nombre?

—Soy Aria Elizabeth Collins.

—¿No recuerdo nadie con ese nombre en la manada?—interrogó.

Me puse un poco nerviosa por el tema de que me mantuvieron oculta y todas las condenas que conlleva.

—Madre, Aria debe desayunar después hablamos con más detalles.

—Pero no me dejes con la duda—dijo con fastidio.

—Soy una de las hijas adoptadas del beta—respondí sin mirarla.

No dijo nada, supongo deba estar hablando con su hijo por el link.

—Muchas gracias—agradecí por el desayuno.

—¿Cómo dormiste?—se incorporó Dan a mi lado.

—Bien, por cierto sé que me dijiste que no pero en serio necesito que mi padre sepa donde estoy o se morirá de angustia.

—Le mandaré un mensaje mi luna.

Asentí más aliviada.

—De todos modos te verá el día de tu presentación a la manada.

—Espera ¿QUÉ?

___________________________

Nota:

Hola a tod@s.

Cómo están?

Gracias por llegar hasta aquí y no olviden comentar y votar.❤🌟

Besitos😘 Sabri🐰🐺