- Zane no creo poder soportarlo, pero podrías ganarte esa oportunidad... - Dije algo apenada y apartando la mirada.

- ¿Qué quieres que haga? Haré lo que sea con tal de conseguir que me perdones y des esa oportunidad... Con tal de poder enamorarte... - Dijo agarrándo mis manos.

- No lo sé, Zane, no lo sé -

Me di vuelta y di un paso en retroceso pero como él no me soltó la mano izquierda, me jaló hacia él apricionandome en sus brazos, pero di un paso torpe y caímos en el sofá, yo sobre él.

- No te alejarás de mi, no me lo puedo permitir. Eres mía Amber... y lucharé por conseguir tu corazón, no importa el tiempo o lo que tenga que hacer... -

Le contestaría... si no fuera porque repentinamente me toma por la nuca y une nuestros labios, contraje mis facciones ya que esto era muy tentativo y me frustraba que comenzara a seguirle el beso.

¡Agh! ¡Odio que tenga este efecto sobre mi!

"Habla por ti, yo estoy súper feliz de que lo tenga... grrrr~" Ronronea Leah.

¡Diosa! La loba calentona que me tocó.

No me di cuenta hasta que las manos de Zane estaban en mi cintura acariciandola y las mías en sus hombros sosteniendome.

Nuestros labios se movían con tanta sincronía que parecería que fueron creados para estar juntos. Encajaban perfectamente.

Su tacto me daba una sensación que me encantaba y me aterraba cada vez más. Sentí como sus manos se deslizaban hasta estar dentro de los bolsillos de mis jeans.

Mis manos pareciera que se movieron solas hasta su cuello y entrelazando mis dedos tras este. Por la falta de aire nos separamos y nos miramos a los ojos.

- ¿Me darás una oportunidad? - Preguntó.

- Hm... haz lo que quieras - Murmuré apartando la mirada pero bajé la mirada y miré su pecho mientras pensaba - Pero... a la mínima que me falles... olvídate que soy tu Mate, no pienso darte otra oportunidad - Dije más seria de lo normal cosa que lo pareció sorprender.

- Prometo nunca fallarte, Amber -

La puerta de la cocina se abre y yo quise salir de encima de Zane pero me lo impide, y me sonríe de forma pícara.

- ¿Se reconciliaron? - Pregunta Alek.

- Si... creo que sí - Dije levantándome al fin y Zane detrás de mi.

- Bien, ahora vamos a comer que tengo hambre - Dijo Mayka sonriendo pero su mirada pasa a mi como si me preguntaba como estaba, le sonreí para calmarla y ella suspira.

- Vamos -

Nos levantamos y fuimos a la cocina para preparar algo de comer. Bueno yo, porque aquí nadie más quiso cocinar. Son realmente perezosos.

- Te amamos y lo sabes - Dice Mayka.

- Si, si, lo sé - Dije.

Al terminar de cocinar, serví los platos y me senté junto a Zane quien me sonríe y me toma la mano sorpresivamente por debajo de la mesa.

Sonreí inconscientemente a la vez que me sonrojaba y comencé a comer al igual que los demás.

***

***

Narra Mayka

Unos días más pasaron desde el encuentro con los cazadores. Las cosas mejoraron pero no mucho a decir verdad.

Zane y Amber sí mejoraron, ella ya está perdiendo el miedo de enamorarse de Zane mientras que él siempre le dedica toda su atención...

Pero Alek... él ha estado actuando distante, según él y los chicos es porque hay demasiados problemas en la manada.

Como por ejemplo que se vieron enemigos en las fronteras y hubo rastros de cazadores deambulando por el bosque cerca de la manada.

Y yo decidí creerle.

También me dediqué a explorar la manada, es muy linda... y su gente convive y es muy amable, pero jamás puedo pasear sola, siempre tengo que estar acompañada de algún guerrero.

Ahora me dirijo a la oficina de Alek donde él está... como siempre. Quería ver si me dejaba salir sin guardias porque ya me estoy cansando un poco... no me dan mucha libertad.

Toqué la puerta y después de un "Adelante" entré en la habitación.

- Alek... - Él no despega la vista de su escritorio.

- Mi Luna estoy ocupado - Dijo sin más.

- Lo sé... - Dije suspirando, caminé hacia él - Quería salir a pasear por la manada... -

- Si esta bien, te mandaré a un guardia... - Lo interrumpí.

- Esa es la cuestión... quiero salir... sin guardias -

- No - Dijo y yo fruncí el ceño.

- ¿Pero por qué no? Alek estoy cansada de que siempre me tenga que acompañar un guardia, nadie se me acerca y yo quiero convivir - Dije.

- No y punto - Dijo. Me levanté de la silla donde me había sentado.

- ¡¿Por que no me dejas hacer lo que yo quiero?! ¡Estoy cansada de siempre estar vigilada! ¡Tu no eres mi dueño para decirme que hacer! - Él golpea la mesa bruscamente como si fuera a romperla, yo me sobresalté.

- ¡Basta Mayka! - Me asusté y sorprendí a la vez.

Jamás me llamó por mi nombre, siempre me dice "mi Luna".

- ¡Soy tu Alpha! ¡Así que te prohíbo que salgas sola y me levantes la voz! - Dijo molesto.

Mis ojos picaban por las lágrimas de impotencia.

- Te odio, no sé porque acepté quedarme aquí. Esto no es diferente... - Dije apretando los puños y me fui corriendo. Escuché sus gritos pero los ignoré.

Salí por la puerta trasera y corrí lejos.

Escuché el grito de Alek hacia sus guardias quienes enseguida acataron la orden, se transformaron en lobos y corrieron hasta mi.

- ¡No se atrevan a tocarme! - Dije pero abrí los ojos de par en par al momento en que mi voz saliera más fuerte, ronca y potente, y que ellos agacharan la cabeza en forma de sumisión.

¿Esto es ser la Luna de una manada de Licans... ? Como sea, no me importa. No quiero ser esto si no puedo ser libre a mi manera.

Seguí corriendo entrando en el bosque y pasé los límites del territorio. Escuché las pisadas fuertes de Alek pero no me impidió seguir corriendo, hasta que escuché gritos familiares... me sorprendí por un disparo que fue frente a mi, mi pie chocó contra una piedra y yo caí por una bajada rodando y golpeándome con todo, pero terminé frente a alguien, vi sus pies frente a mi, yo intenté por lo menos apoyar mis brazos en el suelo.

- Así que... Aquí estás -