Abrí los ojos suspirando y dándome cuenta de dónde estaba y con quien, no podía recordar en qué momento me habia quedado dormida pero bueno... tampoco es que importara mucho.

Levanté la mirada encontrando el rostro relajado, tranquilo y dormido de Zane. Me dolía la cabeza y sabía que era por haber llorado bastante.

Me pasé la muñeca por la mejilla y miré fuera de la cueva, podía ver la luz mañanera reflejándose atraves de la cascada, y el típico sonido de los pájaros por la mañana también aparecen, a pesar del ruido que creaba la cascada.

Entonces sentí movimiento y escuché un suspiro profundo, al volver la vista a Zane, este estaba despertando, me miró y sonrió adormilado.

- Hola... -

Le devolví la sonrisa por un momento y volví a abrazarlo y cerrar mis ojos.

- Hola... -

Él besa mi cabeza con ternura y acaricia mi brazo mientras vuelve a apoyar su cabeza contra la pared. Yo acaricié su pecho mientras pensaba pero lo miré.

- Tenemos que regresar - Dije.

- Hm... quedémonos un momento más - Se acomoda junto a mi y me abraza por la cintura escondiendo su rostro en mi cuello - Es tranquilo y te tengo a ti -

Sonreí ligeramente y acaricié el cabello de su nuca, su aroma me relajó mucho más de lo que ya estaba y decidí esperar por un tiempo más.

Volvimos al silencio pero entonces él lo rompe luego de un momento.

- Me alegro que te enfrentaras a mi familia... -

- ¿Huh? -

Se levanta para mirarme y sorpresivamente me toma de las mejillas para acercarme y me besa, yo confundida le seguí el beso.

- Es mi familia... pero no por eso tienen el derecho de tratarte como lo hicieron, por eso... me alegro que les respondieras -

Sonreí un poco apenada pero resoplé.

- Y... más que le partieras la mano a Nathan, yo casi lo dejo sin rostro, pero tú te viste más sexy defendiéndote -

Reí corta y lo abracé mejor, ambos suspiramos un momento antes de separarnos.

- Creo que ya es momento de irnos... - Dijo.

Asentí, nos levantamos y salimos de la cueva, Zane me mira y me muestra su mano, yo sonreí y la agarré, entrelazamos nuestros dedos y regresamos a la manada caminando y disfrutando de nuestra caminata, hablábamos de vez en cuando pero a la vez preferíamos el silencio para admirar nuestro alrededor y disfrutar nuestra compañía. Hasta que finalmente llegamos a la manada.

- ¿Qué quieres hacer ahora? - Pregunta Zane.

- Yo iré a trabajar, tú tienes que hablar con tu familia -

Él cambia su expresión a una más seria y aparta la mirada, yo lo detuve y lo di vuelta para quedar frente a frente.

- Ellos deben entender por ti que lo que hicieron no te gustó, no tengo idea de si cambiará algo pero el saber que te peleaste con las personas más importantes de tu vida, por mi culpa... no me agrada nada, Zane -

- Pero tú eres la persona más importante en mi vida... -

- Desde hace unos pocos años, ellos desde que naciste, Zane... ellos son tus padres y tú los quieres, está bien enojarse y demostrar tu disgusto, pero es mejor intentar arreglar las cosas si es posible y antes de que sea tarde... o sino te arrepentirás de lo que suceda en un futuro -

Él me mira y me abraza, yo le correspondí pero entonces escuchamos pasos rápidos.

- Zane... - La voz de su madre nos hace reaccionar.

Yo iba a separarme pero Zane me retiene un momento más y se aferra a mi, supongo que aún estaba molesto... no quería obligarlo pero el estar enojado y no intentar arreglarlo solo los lastimará más.

- Zane... hazlo por mi ¿Si? - Escuché su suspiro pero se endereza, y mira por encima de su hombro a sus padres.

Ambos estaban esperando la reacción de su hijo, se veían ansiosos, más su madre.

- Vamos, Beta... haz el intento, yo estaré en la casa - Apoyé mi mano en su pecho y sonreí antes de darme vuelta, pero solo di un paso cuando sentí que agarraba mi muñeca, me jalaba y me besa mientras sostiene mi cintura.

- Nos vemos después... - Dice.

Apoyé mi mano en su mejilla y le di un beso en la otra, antes de susurrar un "nos vemos" y alejarme, miré atrás viendo a Zane dándose la vuelta y caminando hacia sus padres serio.