Capítulo 25
Cuando la comida fue servida es ahí que me doy cuenta de la cantidad de cubiertos sobre la mesa, recuerdo que era tan mala en esto de la etiqueta para recordar como se colocaban y para que era cada uno que en la mansión tuvieron que ponerme otras tareas por hacer.
Miré a Zane por ayuda, pero él estaba intentando quitarse de encima a la Rebeca que comenzó a hablarle en francés seguramente para que yo no entendiera nada.
- ¿Qué sucede, preciosa? - Hice una mueca por Nathan.
- Amber - Corregí.
- Como sea ¿No vas a comer? - Pregunta él y quise golpearlo.
- ¿Qué pregunta es esa? Es obvio que si - Dije rodando los ojos.
Miré los cubiertos tragando grueso pero entonces vi a una de las tías agarrar unos cubiertos y comer con esos, yo suspiré y agarré los míos para empezar a comer, al parecer fueron los correctos ya que dejaron de mirarme y comieron ellos.
- Me alegra ver que se llevan tan bien - Dice la madre mirando a Rebeca y Zane, ella sonríe y él igual pero con esfuerzo.
Miré de reojo el movimiento bajo la mesa junto a Zane y vi que ella estaba subiendo su pierna sobre la de él, me aguanté las ganas de gruñir y estaba por hacer algo cuando una de las primas me llama la atención.
- Oye... ¿Ambar... ? -
- Amber -
- Si, eso... ¿Has pensado en hacerte cirugías? La nariz por ejemplo, también por delante... - Hace señas a los pechos - Y por atrás... o la lipo, o sino también ponerte bótox, creo que te hace bastante fal... -
- Fabiola, cierra la maldita boca - Todos se callan al escuchar la voz de Beta de Zane.
- Oye, no uses esa voz con nosotros. Somos tu familia - Le advierte su padre - La voz de Beta no es para usarla con tu familia -
Pude sentir la molestia y frustración de Zane, noté que apretó los puños pero resopla.
- Si, padre. Lo siento -
Yo agarré su mano por debajo de la mesa y le sonreí, aunque yo también estaba por mi límite.
- Bueno, tampoco es que Fabiola haya dicho algo malo o una mentira - Dice la madre y las tías asienten, bajé la mirada al plato frente a mi para ocultar mi expresión de estar perdiendo la paciencia.
- Oye, Zane... - Rebeca llama su atención de nuevo y mueve su pierna sobre la de él, vi el esfuerzo de Zane por quitarla pero esa estúpida se enreda por él para evitarlo.
Pero entonces yo sentí una mano en mi pierna sobresaltándome. Traía un vestido que por ahora permanecía cuatro dedos sobre mis rodillas.
- Aunque no te vendría mal un poco de arreglos... creo que estás preciosa, preciosa... - Habla en mi oído a la par que sube su mano queriendo meterse por debajo de mi vestido.
- Oye, oye, Ambar, Ami, Amelie... ¿No quieres que te de unas clases de maquillaje o peinado? Lo necesitas -
- ¿Tienes auto? Yo tengo un audi último modelo -
- ¿Pueden callarse de una vez? -
- Ay Zane, tranquilo, solo quieren conocerla y ayudarla. Se ve que necesita bastante -
- ¿Están seguros que no está por el dinero de Zane o su estatus? -
- Diosa, pensé lo mismo -
- Zane... salgamos alguna vez, solos tú y yo -
- Preciosa... ¿Vamos arriba... ? Puedo entretenerte -
- Oye ¿Y si... ? -
Es... Todo...
Agarré la muñeca de Nathan apretándola con fuerza y consiguiendo que haga una mueca, levanté su mano para alejarla de mi cuerpo y finalmente se la doblé hasta atrás hasta que escuché un par de huesos tronar.
- ¡Agh! -
- ¡¿Pero qué le haces a mi hijo, loca?! -
- Vuelve a intentar tocarme y te partir ambas manos hasta que no puedas usarlas de nuevo - Lo solté y me levanté, miré a todos que me veían con distintas expresiones - Realmente son una familia de mierda, no sé como Zane pudo aguantarlos tanto tiempo -
- ¡No te atrevas a insultarnos en nuestra casa! - La madre se levanta.
- Oh pero si no dije una mentira - Remedé su tono de voz.
- ¡Zane! ¡Calma a tu mujer! -
- La que debería calmarse es usted... porque... yo no soy la que está gritando como histérica - Sonreí con burla.
- ¡Tú... ! -
Escuchamos un golpe en la mesa que asustó a los demás menos a mi, el padre de Zane se me acerca a paso decidido y furioso.
- Padre... -
- ¡Tú cállate! - Lo hace sentarse de nuevo con un empujó que hace que tire algunas cosas de la mesa.
Se coloca frente a mi tratando de intimidarme, y no iba a mentir... antes me hubiera dado miedo. Ahora solo siento asco por él y todos aquí.
- No mereces estar con mi hijo... ¡Bastarda maleducada! - Levanta la mano para golpearme sobresaltado a todos pero yo agarré su muñeca antes sorprendiéndolo porque una Omega pudo detenerlo.
- Y te haces llamar un ex Beta honorario... Pueden decir todo lo que les salga de su puta boca, pero yo no tengo porque soportar esto - Le solté la mano de golpe, agarré mi bolso que había dejado en la silla y me alejé.
Pero antes de salir, me detuve un segundo al poder escuchar un estruendo.
- ¡Zane suelta a Nathan! -
- ¡Tú no me digas que hacer anciano! ¡Ese imbécil tocó a mi mujer y tú la intentaste golpear! ¡Realmente son todos unos... ! -
Cerré la puerta ya sin interés en lo que sucedía allí. Ese ya no era mi asunto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro