- ¡Estoy de regreso mamá! - el pequeño niño ingresó a su hogar dejando a un lado su maleta para correr hacia la habitación de su madre, pero frunció su frente al no encontrarla.

Prometió que volvería temprano para ir de compras por nuevos juguetes, además que tenía hambre y su madre no había cocinado nada.

Así que decidió esperar una hora más viendo la televisión, pero la hora transcurrió y no hubo rastro de su madre.

Pasaron dos, tres, cuatro horas hasta que la noche se hizo presente y Jungkook miraba preocupado por la ventana hacia la playa y la calle poco transitada

Abrió sus ojos después de haberse dormido cuando una patrulla y varios policías se dirigían a su casa. El menor salió de la habitación y abrió la puerta de la casa antes de que los adultos tocaran el timbre.

- ¿Jeon Jungkook? - el menor asintió encogiéndose cuando vió las miradas tristes de los policías - ¿Tu madre es Jeon SoYeon? - nuevamente asintió

- ¿Dónde está mi mamá?

- Escucha hijo - Murmuró el policía llevando sus manos a los hombros del menor - Tu madre viajaba a una velocidad muy alta, el piso estaba resbaloso y las llantas del carro estaban muy desgastadas, debía haberlas cambiado hace un buen tiempo, chocó con otro vehículo... -

El pelinegro lo miró esperando a que termine, sintiendo su estómago revolverse, su corazón rompiéndose en muchos pedazos.

- No sobrevivió - Jungkook no apartó la mirada, sus puños se cerraron, sus ojos se cristalizaron y su voz no salía - Nos contáctamos con tu padre, Lee SoJin, él se hará cargo de tí

La mente de Jungkook se desconectó.

¿Padre? ¿Acaso tenía padre?

Solo tenía a su madre, siempre estuvieron los dos, él acompañándola en su trabajo y cantando con ella cuando viajaban, su madre acompañándolo en sus deberes, en su escuela y cuando iban al parque, festejando cada uno de sus cumpleaños únicamente los dos, pero no era necesario tener a más personas, eran felices tener un pequeño pastel y cantarse cumpleaños feliz.

Jungkook se prometió cuidar a su madre cuando sea muy grande, pero la arrebataron cuando solo tenía 12, ahora... ¿Por quién iba a vivir?

- No tengo papá, no tengo familia - habló con rudeza y cerró la puerta con seguro, los policías comenzaron a golpear fuertemente y el menor lo único que hizo fue tomar el abrigo de su madre y salir por la ventana hacia la playa, y corrió hasta llegar a la orilla del mar, se arrodilló escondiéndose a lado de una roca y miró al mar.

Su mirada se perdió por bastante tiempo en el mar, en su mente lo único que mostraba eran los momentos con su madre, su risa, su llanto, su voz.

¿La volvería a escuchar?

¿La volvería a ver?

Por favor que sea solo un sueño.

Pero después de horas de permanecer en la playa, solo y con su cuerpo entumecido, decidió regresar a casa y suspiró aliviado cuando no había ningún rastro de algún policía. Se dirigió hasta la puerta principal pero recordó que había asegurado por dentro de la casa por lo que bufó y se giró pero se encontró con una maleta.

La tomó sin cuidado e ingresó por la ventana, se recostó en su cama y abrió la maleta encontrándose con una carta que rompió su corazón por completo cuando la letra de su madre se hizo presente.

Para mí adorado y hermoso hijo, Jeon Jungkook

De tu descuidada y depresiva madre, Jeon SoYeon

Entonces fue ahí, cuando el llanto y los gritos se escucharon en la pequeña habitación por parte del menor.

No había sido un accidente.

Le quedó claro cuando en la maleta había ropa nueva, uniforme, comida, dinero y cuando al final de la carta decía:

Se un niño, jóven y adulto educado y caballeroso, ama a quien sea, que no te importen los demás, siempre estaré orgullosa de ti.

Vive por mi, Jungkookie, vive por los dos porque no tuve el coraje y la valentía de hacerlo.

Te amaré en esta vida y en la otra.

Atte. Tu madre

Suspiró mirando confundido y quizá con curiosidad al chico que nuevamente se encontraba sentando en la banca con vista a la playa.

Se quedaba horas y horas mirando el cielo y el mar, no importaba que hiciera un poco de frío o lloviera, él siempre estaba ahí con su mirada inexpresiva, su cabello negro alborotado un poco más largo de lo normal que llegaba a sus mejillas, su ropa siempre de color negro, y a su lado su maleta negra. Suponía que aún se encontraba en el colegio.

Votó aire poniendo sus manos en la cintura y caminó hacia su casa con su rostro confundido y preparó la mesa poniendo platos y vasos pero dejó de hacerlo al recordar al chico.

- Abuela - la anciana hizo un sonido para que su nieto siga hablando - ¿Conoces al chico que siempre pasa en la banca al frente de la playa?

- Oh... Es Jungkook, esa era la banca apodada como Jeon, su madre y él siempre pasaban ahí después de la escuela - la anciana dejo de sonreír- pero su madre falleció, siempre eran los dos y ahora, el pequeño sonriente Jungkookie ya no está

El castaño abrió sus ojos mirando hacia la ventana.

- Debe sentirse solo, muy solo - Murmuró sintiendo la tristeza de aquel chico.

Esa tarde y las siguientes volvió a verlo, siempre sentando en la banca con su maleta, y su cabello revuelto por la brisa del mar.

El lunes siguiente después de terminar el  trabajo de medio tiempo con su abuela, sacó su libreta de escritos y se sentó en la 'banca Jeon', se suponía que estaba pensando ideas para su nueva novela pero en lo único que pensaba era en encontrarse con aquel jovencito y cuando logró verlo con su uniforme, se levantó y rápidamente hizo una pequeña inclinación.

- ¡Hola! Te he visto sentarte todas las tardes aquí y... - dejó de hablar cuando al alzar su mirada, Jungkook siguió con su camino ignorándolo - Y... Quería hablar contigo.

Taehyung bufó bajando sus hombros, sintiéndose ignorado e inútil.

'Quizá mañana'

Salió totalmente cansado dejando a un lado las botellas que su abuela le mandó a dejar en el patio.

Se quejó por el dolor de su espalda y abrió sus ojos cuando se encontró con Jungkook dejando la banca, por lo que ingresó rápidamente, tomó el bolso que había preparado desde temprano y corrió hacia el menor que caminaba cabizbajo.

- ¡Oye! ¡Ah! - paró rápidamente cuando Jungkook se giró con su mirada inexpresiva - Oh... Yo... Uh... Ten un poco de comida, debes estar hambriento... Mamá... Quiero decir mi abuela cocinó

- ¿Eh? ¿Por qué lo haces? - el menor frunció su frente mirando entre la bolsa y el rostro preocupado del chico alto

- Uh... ¿Acaso no tienes hambre? - Jungkook suspiró

- Un poco si...

- Pero si no quieres está bien, puedes... - Taehyung apretó la bolsa entre su pecho pero Jungkook lo interrumpió.

- ¿Me lo darás? - Taehyung lo miró por unos minutos pero luego asintió rápidamente, el chico tomó la bolsa e inclinó su cabeza despidiéndose de Taehyung.

'Uh

Jungkook es un chico... Muy bonito'

Taehyung sonrió al encontrarlo nuevamente en la banca por lo que se abrigó y caminó hacia Jungkook con un poco más de confianza.

- Hola - el menor no lo miró - ¿Puedo sentarme aquí?

El pelinegro le hizo un espacio y Taehyung se sentó apoyando sus palmas en sus rodillas al encontrarse demasiado nervioso.

- ¿Que es lo que ves todas las tardes aquí?

- Nada en específico - su voz salió ronca y débil, el frío de las tardes le estaba afectando

- ¿No te sientes muy solitario estar aquí? He visto que ni siquiera te llevas con tus compañeros de colegio - Jungkook apretó su ropa entre sus manos y bajó su cabeza

- ¿Que? - Taehyung se giró a verlo cuando su voz salió tosca y enojada

- ¿Eh?

- ¿Me has estado espiando? ¿Solitario? - rió cínicamente levantándose, Taehyung estaba totalmente confundido - Sabía que eras como las demás personas ¿Viéndome con pena y dolor, sin siquiera saber cómo me siento? Asqueroso...

Taehyung se quedó completamente mudo, mientras veía al pelinegro levantarse enojado, dejando atrás al confundido castaño.

El mayor pasó su mirada al mar y su mente lo llevó a esa tarde en su colegio.

- ¿Kim Taehyung? Ese niño parece mujer - todos los chicos se rieron - Creo que es gay

- ¿Que? ¡No digas! ¡Que asqueroso! ¡Yo me siento a su lado! - el chico que tanto amaba y le gustaba gritó

- Tienes que pedir un cambio, vaya a ser contagioso

- Si si si mañana mismo le digo a la maestra

Taehyung cerró la puerta con delicadeza girándose hacia el ingreso nuevamente. Es obvio que ese día no iba a ingresar a clases.

¿Quien quisiera tener clases con un gay como él?

- ¡Taehyung!... Despertaste, otra vez tuviste tu colapso - el mayor se levantó mirando a la chica pelinegra que se encontraba enojada.

- ¿Estás bien Taehyung? - habló la rubia quitando la pequeña toalla de su frente

- ¿Cómo va a estar bien si únicamente come una vez al día y se desvela escribiendo sus novelas gays? -  YuNa habló limpiando con poca delicadeza el rostro de Taehyung.

- YuNa sus novelas son muy buenas, no seas mala, cariño - EunHa murmuró reprendiendo a su novia.

- Estoy bien, fue un desmayo simple, jeje - Taehyung se levantó peinando su cabello

- ¿Jeje? ¿Jeje? - EunHa abrazó a su novia por los hombros y la llevó separando a la chica del menor

- Disculpala, está de mal humor porque aún no come - Taehyung asintió despidiéndose de ambas chicas que peleaban pero después comenzaron a reírse.

Taehyung miró por el ventanal y el sol pegaba directamente en su rostro.

¿Se desmayó por tanto tiempo?

Se cambió de ropa a una cómoda, ese día se dedicaría a escribir grandes y largas planas de novelas.

Pero las horas pasaron y lo único que hizo fue dibujar a su gato con un corazón.

Estaba frustrado y enojado con si mismo. ¿Que clase de pregunta fue esa?

'¿No te sientes muy solitario...?'

'Idiota, idiota, idiota'

- ¿Que es eso? - Taehyung alzó su cabeza asustado cuando la voz profunda de Jungkook se escuchó.

Estaba Jungkook parado al frente suyo con una maceta pequeña, tenía su cabello recogido y algunos mechones caían por los lados y por la frente, algunos de ellos tapando sus ojos.

Realmente se lo veía muy tierno y lindo.

- ¿Eh? - miró las hojas vacías - Ah es un escrito...

- Escuché que eres escritor - Taehyung alborotó su cabello y sonriendo avergonzado

- Solo escribo novelas sin sentido - el menor suspiró acercándose y dejó la maceta en la mesa a lado de los lápices de Taehyung.

- Esto es por la comida y... Lo siento - el castaño lo miró con curiosidad, observando como el rostro del contrario se expresaba - Hablé demás ayer, no quería decirte nada grosero...

- ¡No! Yo tengo que disculparme dije cosas sin sentido - Jungkook lo miró, y por primera vez sus miradas se conectaron.

- Yo... Solo yo sé cómo es sentirse solitario y triste, conozco muy bien aquellos sentimientos como para ir observando miradas de pena y compasión, y tú...

- ¡No no! - Taehyung gritó levantándose - Yo... Estaba interesado en ti... Uh quería saber más de tí, quería ver si podía hacer algo, no lo hice con mala intención

El silencio reinó entre ellos pero la sonrisa de Jungkook hizo que el corazón de Taehyung se agitara

- Me alegro, porque también quería saber de ti - El mayor llevó su mano a su pecho ante el fuerte golpeteo de su pecho pero una voz femenina arruinó por completo el ambiente.

- Kim Taehyung... ¡Oh! Eres el chico bonito - YuNa dió pequeños saltitos acercándose a Jungkook, enseguida lo abrazó y llevó sus manos a sus mejillas - De verdad que eres muy lindo, Jungkook

El menor tenía sus ojos totalmente abiertos, sus mejillas rojas y su cuerpo tenso.

- ¡YuJu! ¡Déjalo déjalo! Lo estás asustando - Taehyung se acercó para soltar a su amiga del chico asustado - Llamaré a EunHa para que te controle

- Ugh pero tengo que decir y afirmar cuando alguien es guapo - Jungkook rió al percatarse en como Taehyung lo sostenía - ¡Ah! En buena hora que estás aquí Jungkook. Mi pobre Taehyung tiene que ir a pescar y odia ir solo...

- ¡Eun...! - la pelinegra tapó la boca del mayor

- Y quería saber si puedes acompañarlo - YuNa habló con una sonrisa mientras tenía a Taehyung a su lado tapado su boca

Jungkook rió levemente y asintió suave, mirando como Taehyung se volvía rojo

- ¡Woo! Espera saco las herramientas - la chica dió saltos hacia la casa no sin antes dar una palmada en el trasero de Taehyung.

- Uh... YuNa es... Es un poco intensa, si no puedes acompañarme, está bien se lo diré...

- No me importa acompañarte, además no tengo nada que hacer en mi casa - el menor habló encogiéndose con sus manos en los bolsillos.

Taehyung votó aire pensando en que pasaría toda la tarde con Jungkook.

- Kim Taehyung

- ¿Mhm? - el castaño miró a Jungkook que estaba arrodillado a su lado mientras este sostenía una caña de pescar

- Es es tu nombre ¿Cierto? - Taehyung lo afirmó.

- Jungkook...

- Jeon Jungkook - Murmuró Jungkook llevando su mirada hacia su lado donde estaba una jóven mujer con un niño de unos tres años que corría entre risas intentando escapar del mar.

- ¿Cuántos años tienes? - Taehyung pasó su mirada al mejor que solo se observaba su cabello negro recogido

- 17 - El mayor tragó saliva

'Es menor de edad, debí suponerlo, su carita de bebé me lo decía'

- ¿Tu, Taehyung?

- 21

- Oh... Debería llamarte hyung - El castaño rió en una afirmación - Pero la verdad es que parecías de 16

'¿Me debo sentir ofendido o halagado?'

- ¿G-gracias...?

- No era un halago - Taehyung llenó sus mejillas con aire.

Menuda personalidad de Jungkook

La nariz de Jungkook se escuchó como su estuviera ¿Llorando?

- ¿Taehyung? - el castaño lo miró pero se despreocupó cuando el pelinegro estaba perfecto - Eres un asco pescando

El ojo izquierdo de Taehyung palpitó.

- ¡¿No pescaste ni uno?! - Jungkook se encogió al escuchar el grito de YuNa - Menudo hombre ¡¿Abuela no pudo conseguirse otro chico que ayude?!

- Uh... Creo que tengo que irme - Murmuró el pelinegro esperando que los escuche pero se sobresaltó cuando YuNa salió de la cocina a mirarlo con expresión enojada

- Por supuesto que no te irás jovencito, comerás aquí - EunHa salió detrás de su novia con una sonrisa

- Hay mucha comida Jungkook, además Taehyung cocina unos deliciosos dumplins - EunHa habló mientras se acercaba con una sonrisa, tomó su mano y lo llevó a la cocina viendo a Taehyung con un delantal de pollitos, friendo los dumplins.

No pudo evitar reírse, Taehyung al escucharlo se sonrojó y se giró para dedicarse a lo suyo.

Jungkook decidió ayudar un poco en la comida a la abuela y a EunHa con alguna receta que sabía de su madre.

La comida poco después estuvo lista y se sentaron en el comedor.

- ¡A comer! ¡Buen provecho a todos! - todos gritaron en la mesa con una sonrisa y tomaron rápidamente los palillos

- B-buen provecho a todos - susurró Jungkook abrumado.

¿Hace cuánto no comía con alguien a su lado?

EunHa le pasó unos palillos, con un plato de pasteles de arroz y le sonrió con ternura.

- Ugh estos dumplins no cambian - Taehyung rodó los ojos al escuchar a YuNa

- Entonces no comas, YuJu - habló el castaño mirando de reojo a Jungkook que miraba con admiración a los platillos.

- ¿Sabías Jungkook? Que este chico de aquí - señaló con su palillo a Taehyung - ¿Pregunta por ti todos los días? - Jungkook abrió sus ojos viendo a Taehyung qué sus mejillas se volvían rojas

- ¡YuNa! ¡Cállate!

- 'Ay cómo estará Jungkook' ¿'Habrá almorzado algo'? - YuNa lo imitó y Jungkook se encogió pero se fijó en la mirada de EunHa que le sonreía en disculpa.

- Lo siento son muy ruidosos, sirvete porfavor Jungkook, estás en casa - El menor asintió con energía y cuando llevó un trozo de dumplins, se sintió feliz al recordar a su madre.

Las risas y quejas se escuchaban, el sonido de los platillos y los halagos a quien había cocinado era parte de su conversación. Jungkook no se sintió solo después de mucho tiempo.

Su mirada pasó a Taehyung y se centró en ver su expresión mientras comía, su sonrisa cuadrada cuando YuNa soltaba algún chiste y EunHa la regañaba, en como su abuela limpiaba su mejilla cuando comía desordenadamente, en como sus cabellos castaños caían por su frente en pequeñas ondas que lo hacían ver demasiado atractivo.

Se sintió en casa, como con su familia después de mucho tiempo.

- Santo Cristo, me he llenado demasiado - habló Taehyung apoyandose al espaldar de la banca

- Hyung - el mayor lo miró - Mañana... Me iré a un orfanato de Seul

Y el corazón de Taehyung sintió desesperación.

- ¿Eh? Pero... Tu... ¿Me darías tu número de celular? - Jungkook rió pasando su mirada a los ojos del castaño.

- Un niño como yo no puede tener eso, no puedo hacerlo solo, debí haber ido cuando mi madre se fue pero tuve miedo y ahora que los ví, a ti y a tu familia... Decidí recuperarme y ser todo un hombre para ti hyung - Taehyung suspiró.

- Eres un hombre, uno muy valiente. Lo lograrás Jungkook... Yo... Yo estaré aquí - el menor asintió levantándose para despedirse con una reverencia.

Caminó por el borde de la calle y Taehyung lo observó hasta que desapareció de su vista.

- ¿Estaré dispuesto a permanecer aquí, Jungkook?