CAPITULO I
— CAMPAMENTO —
Anya estaba profundamente dormida cuando su madre comenzó a moverla para que despertara.
— ¿Que...? —. Murmuro la chica muy bajo.
— Levántate, ya es hora. — Su madre salió de la habitación y la chica volvió a taparse para continuar descansando, pero de repente sintió que dos brazos la alzaban.
— Levántate, hermanita. — Dijo el hermano de la chica, Cedric.
— Bajame, porfavor. — Pidió la chica mientras trataba de bajar. Su hermano reía mientras dejaba a la chica en el suelo.
— Arreglate. — Cedric comenzó a caminar hacia la puerta. — Será un largo camino.
Después salió de la habitación de su hermana y la chica se permitió bufar mientras comenzaba a cambiar su pijama por la ropa que había decidido la noche anterior.
Ese día irían al mundial de Quidditch dónde se disputarian Bulgaria contra Inglaterra. Cedric y Annya eran realmente fanáticos de ese deporte mágico, ambos pertenecían al equipo de Quidditch de la casa de Hufflepuff.
Cedric y Annya no eran como la mayoría de parejas de gemelos. Cedric y Annya siempre tuvieron gustos similares y personalidades iguales. A ambos les gusta el Quidditch, ambos son Hufflepuff, también son conocidos por su amabilidad y no está de más mencionar que ambos tienen pareja.
Cuando Annya estuvo lista, salió de su habitación y se dirigió hacia la cocina donde su madre le servía el desayuno y ahí la esperaba el resto de su familia. Su pequeña familia era conformada por su padre; Amos Diggory, trabajaba en el ministerio justamente en el departamento de control y regulación de criaturas mágicas, su madre; Anne More-Diggory, se dedica simplemente al hogar en la crianza de sus dos hijos y para finalizar Cedric, su hermano gemelo.
— Apresurate, Annya. — Amos hablo mientras se levantaba de su lugar y llevaba lo que utilizo para desayunar al lugar donde se lavan. Annya asintió mientras trataba de comer un poco más rápido.
Annya y Cedric se pararon a la vez e hicieron lo mismo que su padre, tomaron sus mochilas mientras se dirigían a la salida de su hogar.
— Cuídense, los esperare aquí. — La señora Diggory beso la mejilla de sus dos hijas y después se despidió de su esposo.
Comenzaron a alejarse de su casa mientras caminaban, Annya no sabía que tanto camino recorrerian pero era bueno que Cedric estuviera con ella.
— Este año implementaremos nuevas técnicas y tendremos nuevos miembros en el equipo. — Cedric decía mientras subían una colina empinada.
— Si, debemos tratar de ganar la copa de Quidditch. Por lo menos una vez antes de salir de Hogwarts. — Cedric paso su brazo por los hombros de su hermana mientras sonreía.
— Lo lograremos, pequeña.
Ninguno de los hermanos sabían cuánto tiempo habían caminado, pero Amos parecía estar cada vez más feliz y casi brincaba de la emoción cuando encontró una bota vieja.
— Justo aquí, hijos. — Amos les dijo, Cedric tomo la bota en sus manos mientras el señor Diggory veía su reloj de bolsillo. — No deben tardar.
Annya frunció el ceño pero no pregunto nada, estaba segura que la bota era un traslador y sabía que probablemente no solo los llevaría a ellos al lugar.
La chica Diggory se sentó en una roca un poco grande para esperar el momento en que debía tocar el objeto, Cedric la siguió e hizo lo mismo mientras sacaba una petaca con agua y se la ofrecía a su hermana.
— Toma. — Annya la tomo y le dio un sorbo, para después devolvérsela a su hermano. En ese momento llegaban varias personas y la mayoría pelirrojas, y no debian ser muy inteligentes para saber que eran los Weasley.
— Así que ellos son Cedric y Annya. — El señor Weasley extendió su mano y saludo a los gemelos Diggory.
— Mucho gusto. — Respondieron ambos al unísono.
Después se presentaron y Amos comenzó a hablar con Harry Potter.
— Esto le contarás a tus hijos, que venciste al gran Harry Potter...
— Padre, por favor. — Annya tomo del brazo a su padre mientras lo alejaba. — No actúas así.
°
Los Diggory se habían instalado en el campamento y Annya estaba fuera de la tienda de acampar observando a los magos que pasaban. Ya había visto a Cho Chan, también saludo a Oliver Wood y a dos alumnos de Gryffindor, Seamus y Dean.
— Hola, bella. — Annya sonrió y esa persona la tomo por la cintura mientras le daba una vuelta.
— Adrian. — La chica se volteo y paso sus brazos por sus hombros mientras depositaba un beso en su mejilla. — ¿Cómo has estado?.
— Ahora estoy mucho mejor. — Annya sonrió.
Amos no tardó en salir de la carpa y Adrian se acercó a saludarlo. Y justo en ese momento llegaron Zacharias Smith junto a Susan Bones, compañeros de la casa de Hufflepuff.
— ¿Cómo estás, Annya?. — Zacharias le dio un abrazo a la chica y ella hizo lo mismo.
— Muy bien, Zach. ¿Ustedes que tal?. — Después se permitió darle un abrazo a Susan, hablaron muy poco y después se alejaron mientras decían que estaban buscando a Hannah.
— ¿Quienes eran?. — Annya cerro los ojos mientras soltaba un suspiro silencioso.
— Son compañeros de casa, Adrian. — Adrian miraba por dónde se habían ido ambos tejones.
— ¿Era necesario el abrazo?.
— ¿Que te ocurre?. — Preguntó la chica.
— ¿Que me ocurre a mi? — Adrian río. — ¿Que te ocurre a ti?, ¿por qué abrazas a la gente así?.
— Son mis amigos. — Annya respondió.
— ¿Te gustará que yo sea así con mis amigas?. — Annya solo miraba a su novio.
— Adrian, porfavor...
— NO, ANNYA. — Adrian Pucey le grito a Annya Diggory y apesar que no era la primera vez, ella siempre se asustaba como si lo fuera.
Annya miraba a Adrián y el chico respiraba cómo animal enfurecido. Amos Diggory se había marchado y por eso el chico se permitió reaccionar así.
Adrian Pucey dio la media vuelta y dejo a la chica Diggory sola enfrente de su tienda.
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