XXXVI ━━ THE TRAGEDY II
El dorso de su mano ardía, ya no había recibido más castigos, pero las palabras prevalecían en forma de cicatriz en su mano. Había logrado ocultarla durante bastante tiempo, pero seguía allí, no desaparecía. Deamon no era el único, se rumoreaba que los castigos de Harry Potter eran similares, la frase que estaba grabada en cicatrices en su mano era la de no decir mentiras, cuando los únicos que las decían eran los malditos funcionarios del ministerio. Esos desgraciados no merecían el perdón de nadie.
También había oído que Lee Jordan había sufrido el mismo destino que él y Potter. Le gustaba la idea de hacer sufrir el mismo a Dolores Umbridge para que supiera lo que se sentía ser torturado.
── Hoy cumplo otro día más queriendo morir ── soltó cuando se dejó caer junto al asiento vacío al lado de Theodore Nott y Pansy Parkinson. No, ellos no eran de su completo agrado, pero Acacia estaba con ellos y no podía hacer nada.
── Kang te ha estado buscando, quiere habla de un asunto contigo, de seguro va a declararte su amor otra vez con la esperanza de no ser rechazado ── Pansy se burló, aunque sentía lástima por ambos.
No estaba segura de si a Kang Hajoon de verdad le gustaba Deamon, pero si sus sentimientos eran reales y no tenían segundas intenciones ¿Por qué era tan difícil de aceptarlo? Podían vivir un romance adolescente homosexual a los quince años en una época oscura, pero había muchos factores que impedían esto, el primero era el evidente rechazo de Hills hacía el coreano, además de que estaba metido en un pozo bastante hondo en el que lo único que abundaba, eran las drogas y los malos hábitos.
── ¿Así como tú lo hiciste con Draco?
── ¡Tenía doce años!
── Tenías trece y eso no fue hace mucho ── le recordó ──. Y no sé por qué esperan que terminemos juntos cuando no estamos listos para una relación, una sana y libre de adicciones. Quizás no esté completamente sobrio y lúcido, pero sé que siempre esperan ese final de mierda. Esto no es un maldito cuento de hadas.
Theodore acomodó su corbata, incómodo mientras que Pansy ponía los ojos en blanco y Acacia engullía la comida de la mesa de Slytherin. Mientras todo eso ocurría, una figura un poco más alta que Deamon se posicionaba a su lado. Sí, el rubio medía un metro setenta y ocho, pero seguía siendo muchísimo más bajito que la persona que estaba a su lado.
Kang Hajoon.
Su aspecto era el mismo de siempre, su metro ochenta y tres era evidente. Nada era nuevo, salvo por su cabello que ya no era casi blanco, sino que ahora lucía de un tono castaño oscuro, aunque se veía más como un color negro. Eso realmente no importaba, pero se veía demasiado lindo.
── Hola ── saludó a los chicos que estaban en la mesa de su casa y luego miró a Deamon con una sonrisa incómoda ──. Te ves muy bien hoy.
Deamon lo miró extrañado, con una ceja alzada.
── ¿Acaso me veía feo ayer?
── No quise decir eso... ── murmuró el muchacho ──... ¿Sabes qué? Olvídalo. Necesito que vengas conmigo, es muy importante.
¿Qué podía ser tan urgente como para arrastrarlo lejos del Gran Comedor a una sala en desuso? Quizás iba a asesinarlo por no corresponder sus sentimientos, era comprensible ¿Qué clase de insensible te brinda miradas cada dos por tres y te daba esperanzas, para luego pisotearlas cruelmente? No, Deamon no era tan imbécil.
── Me duele la mano ¿Sabías? ── habló cuando el contrario soltó su agarre y cerró la puerta tras de sí.
── ¿Y cómo quieres que no te duela si fuiste sometido a magia negra? La maldita pluma de Umbridge no es inofensiva, eso lo descubrí en cuanto vi que no había ningún tintero ── Kang Hajoon alzó su mano dejando ver una frase homófoba que Deamon no fue capaz de leer completamente ──. No pienses que te acoso, pero me he fijado mucho en ti estos días y sin querer noté tu incomodidad en la mano, así que supuse que ella te había hecho algo similar ¿Le dijiste a tus padres sobre esto?
── No ── negó, incómodo por la situación y por la cercanía de Hajoon ──. Solo les advertí que la vieja quería despedir a mi padre, pero Hogwarts es el único lugar que le daría una oportunidad de trabajo en algo que le gusta y que no le juzga por su consumo de drogas. A Devon le encanta desempeñar su papel de psicólogo escolar y le gusta que sus pacientes se sientan en confianza de maldecir y abrirse sin pudor, eso lo sé porque fui uno de ellos, porque como ha estudiado desde que le dieron el cargo, sabe que un psicólogo no revela información a menos que la vida de la persona peligre.
── Tu vida peligra, pero...
── Sí, lo hace y fue él quien le avisó a mi madre de que me estaba drogando.
── Ya, pero el punto es que no le has dicho nada a tus padres sobre eso ── apuntó a su mano ──, y Umbridge ya no es solo profesora, el ministerio le dio el título de suma inquisidora y ha hecho miles de decretos absurdos ¡Ni siquiera puedo estar cerca de ti! ¿Y sabes la razón? Uno de ellos es que la homosexualidad será castigada cuando antes a Dumbledore le daba igual, por eso tuve que traerte aquí. El director tendrá mil defectos, pero no es un homofóbico conservador como esa mujer.
── ¡Chicos! ── era Hannah Abbott ── ¡Dios mío! Hermione no pudo traérselos, pero la esencia de Murtlap está lista, de hecho, ahora mismo los demás fueron aprisionados por esa mierda de Brigada Inquisitorial o qué sé yo ¡El padre de Acacia está en riesgo vital!
Acacia, su padre, prisioneros, ¿esencia de qué?
── Mierda ── susurró Hajoon ── ¡Ve con los padres de Deamon y cuéntales todo! No hay tiempo ¡Deamon! ¿Adónde vas?
── Acacia me necesita ── contestó mientras se disponía a salir por la misma puerta que Hannah.
── No, Acacia necesita que te sanes, tus cortes van a infectarse si no los tratamos ahora, así que tú te quedas aquí, conmigo ── ordenó usando un tono más autoritario, cosa que le recordó a su madre y por reflejo, hizo caso a sus mandatos ──. Siéntate allí.
No replicó, solamente hizo lo que le pidió a regañadientes. La silla de madera se sentía más dura que de costumbre o tal vez era porque aquel salón se veía más viejo que los demás y no había sido renovado.
Kang Hajoon llevaba un tazón algo grande en su morral y vacío el líquido amarillo allí. Miró a Deamon que estaba distraído observando el aula y cogió su mano izquierda para sumergirla en el tazón.
── ¿Qué haces?
── Te estoy ayudando, necesitas remojar tu mano allí para ir sanándote ── Deamon no se quejó de nuevo ni removió su extremidad, solo se quedó mirando al chico que tenía delante en otra silla frente al banco.
El silencio no se tornó desagradable, pero sí triste cuando Deamon le sonrió débilmente porque todavía ardían sus cortes en el dorso.
── Tal vez lo que te diré empeore mucho más el ambiente, pero creo que estás calmado y no me gritarás ── el rubio ladeó la cabeza, confundido ──. Cuando te conocí y supe que me había enamorado de ti, solo tenía unos doce años, pero supe que me romperías el corazón. Aun sí, me quedé a vivir la historia siendo conocedor de su final porque creí que podría cambiarlo. Lo siento si he sido una molestia desde entonces, porque de verdad pensé que esto no me afectaría.
── Hajoon, creo que tienes que darte el tiempo de conocer a las personas por lo que son porque creo que antes de todo, nunca habíamos hablado. No puedes dejarte guiar por lo que otros te dicen sobre alguien o por lo que esa persona te deja ver. No soy la persona indicada para ti, tienes todo un futuro por delante...
── ¿Y tú no? ── interrumpió él.
── Claro que no, primero debo sanar de muchas cosas, iniciar rehabilitación y toda esa mierda. No puedes amarme durante mi ausencia, no creo que tengas la paciencia necesaria para esperarme.
── ¿En serio acabas de decir que no soy capaz de esperarte cuando llevo casi cuatro años haciéndolo?
Deamon iba a decir algo, pero una explosión los alertó a los dos que se pusieron de pie de inmediato olvidando por completo el tazón con la esencia de Murtlap y las heridas del rubio.
── ¿Qué mierda fue eso?
── No lo sé, pero suena a que tu madre mató a alguien ── pero las explosiones eran continuas, como fuegos artificiales... ¡Los gemelos Weasley!
Salieron del aula dirigiéndose al Gran Comedor que estaba hecho un desastre, pero la mayoría parecía estar feliz, salvo por algunos miembros de Slytherin. Hannah Abbott corría en busca de algo, o de alguien y Devon sostenía a sus dos hermanas como podía pues Alina estaba furiosa y no paraba de quejarse a su lado.
── ¿Qué ocurrió? ── Cho Chang, que era la persona más cercana a ellos, se aclaró la garganta.
── Pasaron muchas cosas, pero los miembros del ejército de Dumbledore fueron a salvar al padre de Acacia, el problema es que cuando estaban tratando de comunicarse con él para poder localizarlo, fueron descubiertos por Umbridge, así que los aprisionaron ¡Pero gracias a los gemelos lograron escapar! Aunque... los expulsaron de Hogwarts.
── ¿Qué? Umbridge no puede hacer eso, bueno, sí por el título de mierda que le dieron, pero Dumbledore de seguro va a hacer que vuelvan a estudiar ¿No? Les queda muy poco.
── Sí, eso es verdad, pero ellos mismos dijeron que no iban a seguir estudiando y dejaron a Peeves a cargo de las bromas. Básicamente se dieron de baja. Ah y tu madre casi asesina a Dolores Umbridge por haberte torturado a ti, a Kang Hajoon y a los demás, ahora no tengo ni la menor idea de en dónde está esa bruja malvada.
Kang Hajoon analizó todo, pero tenía dudas sobre una cosa.
── ¿Adónde dices que fueron Harry y los demás?
── Al ministerio... ── contestó y sus ojos se abrieron de par en par ──... oh mierda.
Y tras eso, el caos que se armó fue algo que el Deamon drogado habría soportado porque no lo entendería, pero el que estaba allí era el muchacho sobrio con cortadas en su mano.
── Mi amor ¿Te encuentras bien? ── Alina lo abrazó y luego agarró a Hajoon juntándolos en un incómodo abrazo grupal al que Devon se hubiera sumado de no ser por las niñas.
── Si mamá, estaba haciéndome curaciones con Hajoon, así que... ¿Por qué me miras así?
── ¿Por qué no nos dijiste nada cuando informaste que Umbridge quería despedir a tu padre? Pudimos ahorrarnos todo esto, tus primos no habrían sido expulsados y quizás Harry estaría a salvo, incluso Sirius...
── Lamento que la interrumpa profesora, pero creo que tendría que pensar en el miedo que provoca una mujer que es capaz de torturar a un alumno de solo quince años. Deamon podrá ser muchas cosas, pero sigue siendo un niño atemorizado, su preocupación en ese entonces no fueron sus cortes, sino su padre.
── Tienes razón Hajoon ── murmuró la mujer antes de mirar a su hijo ──. Lo siento Deamon.
Cuando las cosas finalmente se calmaron y con ayuda de hechizos avanzados restauraron ciertas cosas que se habían destruido, Dumbledore y una docena de alumnos llegaron, entre ellos, estaba Acacia, su hermano y dos de sus primos, Ron y Ginny. El rostro de Acacia estaba impregnado en tristeza, rabia y temor.
── ¿Acacia...? ── los brazos de la muchacha lo rodearon y un sollozo se escuchó en pleno Gran Comedor.
── Murió ── soltó entre hipidos ──. Mi padre murió y no pude salvarlo.
Por eso su ansiedad estaba a tope, algo malo iba a pasar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro