Unas risas se escuchaban, provenían de la habitación de Acacia. Supuso que Sirius y probablemente la muchacha junto a Christopher o el mismo Harry estaban allí, pero cuando entró todo su cuerpo se paralizó al ver que estaba equivocado y que los Black no estaban con las personas que creía; estaba estático en el umbral, queriendo desaparecer antes de que lo vieran, pero fue demasiado tarde cuando quiso huir.

── ¡Deamon! Allí estabas, justo quería ir a buscarte y contarte que...

── ¿Qué mierda hace él aquí? ── Kang Hajoon lo miró, no supo interpretar aquel gesto, así que solamente lo ignoró.

── Bueno, yo lo invité ¿Hay algún problema con eso? No es como que esté aquí por motivos de la orden, sus padres son muggles y de seguro si inicia una guerra mágica él se irá con los suyos.

Vaya, la sacaba demasiado larga, era suficiente con decir que era su invitado y ya, no era necesario todo lo demás. Aunque Hermione también era nacida de muggles y era evidente que se quedaría a luchar, pero Deamon prefería que Hajoon no lo hiciera.

── Ya, igual yo estaba buscando a mi madre porque no he visto a Catelyn, eso es todo, adiós.

Sirius no entendía a los jóvenes de ahora, eran demasiado dramáticos o tal vez él también lo era y estaba exagerando. Luego vio como el semblante del otro amigo de su hija se ensombrecía y sintió lástima, quizás Kang Hajoon era el muchacho que estaba enamorado de Deamon y viceversa, solo que el rubio no quería admitirlo, podía ser que le aterraba la idea de hacerlo. Había que comprenderlo un poco, era un adicto a las drogas, homosexual y quizás no estaba mentalmente bien.

Nadie que fumaba más de lo que comía lo estaba realmente.

── Oye Hajoon, si realmente quieres a Deamon ¿Por qué no te aferras firmemente a él? No pierdes nada con intentarlo. Tú decides si quieres arrepentirte luego de hacerlo o no, trata de conservar eso que tanto deseas, inténtalo mientras puedas ya que Deamon aún está a tiempo de dejar las drogas, porque puedes recogerlo después de soltarlo en este momento, pero ya no va a ser lo mismo si cae en un pozo sin fondo.

El consejo de su hija era bueno, pero no era el que necesitaba el muchacho.

── No, Deamon primero necesita rehabilitación y sanar, ya después es cosa de él querer tener una relación, es allí donde Hajoon debería intentarlo.

── Pero padre, una rehabilitación es muy costosa, sobre todo para personas que no tienen los recursos.

── Bueno, se puede cambiar el dinero mágico por dinero muggle en Gringotts y viceversa ── Acacia lo miró como queriendo explicar la situación de su amigo, porque los Hills no eran tan diferentes a nivel económico de los Weasley ──. Mira, cuando veas que Deamon está dispuesto a dejarlo, podrás tomar el dinero que quieras de mi bóveda en el banco y cambiarlo, no me importaría ayudar a tu amigo.

── ¿Lo dices en serio? ── pues claro que lo decía en serio, hasta Hajoon se sorprendió por sus palabras.

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La cocina de la casa estaba semivacía. Deamon estaba en un extremo de la mesa lo más alejado posible de Hajoon, cosa que ni él ni Acacia pasaron por alto, eso era muy feo, pero no podían hacer nada.

── ¿Cómo quieres tu café, Deamy? ── preguntó la rubia, le había servido un té a Hajoon porque la cafeína le hacía mal.

── Como mi corazón, por favor ── bromeó.

Acacia sonrió mientras comenzaba a preparar el café, realmente no esperaba que le diera algo, solo estaba jugando cuando dijo esa estupidez, hasta Hajoon dejó escapar una risa. A estas alturas, Deamon se había acercado al asiático para ver qué era lo que estaba leyendo tan concentrado. Cuando Kang Hajoon se percató de la repentina cercanía, lo miró y Deamon hizo lo mismo, regalándole una sonrisa sin abrir la boca. Si lo veía de cerca, el asiático podía apreciar pequeñas y poco perceptibles pecas, además de sus ojos que eran de un extraño verde azulado.

── Toma y dejen de parecer dos novios a nada de besarse, un poco más de respeto, hagan eso en privado ── Ambos se sobresaltaron y trazaron una distancia considerable. Acacia sirvió una taza de café, el cual se veía normal a simple vista.

── Vaya, en verdad creí que me darías una taza vacía o algo así.

── Lo sé, de hecho, sí que lo pensé, pero en su lugar preferí ponerle diez cucharadas de sal ── Deamon asintió con una expresión de satisfacción ¿Tan salado era él?

── Bien jugado, Black.

── ¡Es que dijiste que querías un café como tu corazón! Supongo que por eso me recuerdas al océano.

── Aww ¿Es acaso porque soy profundo y hermoso? ── Hajoon se echó a reír a carcajadas, ganándose un pequeño zape de su novio, es decir, de Deamon ── ¡Ríete de nuevo y te golpeo!

── No es por eso, es porque eres salado y asustas mucho a las personas ¡Acabas de amenazar a tu novio! Eso no se hace.

── Amenazo constantemente al tuyo, esto no es la gran cosa ── Acacia y Kang se miraron un instante ── ¿Qué? ¿Acaso están planeando asesinarme o por qué se miran?

── Nada, es solo que no negaste que somos novios ── dijo Hajoon, hablando por primera vez desde que se habían sentado en la mesa.

Las mejillas de Deamon ardieron teñidas de rojo, eran incluso más rojas que el cabello de su madre. Hajoon igual estaba sonrojado, pero como su piel era mucho más pálida que la Hills, se notaba más que a él.

── Eres lindo cuando te sonrojas, Hajoon ── y tras eso, cogió la taza por el mango y huyó, como siempre.

Podía decirte que gustaba de ti y salir corriendo, porque huir era lo único que Deamon sabía hacer.