XLIV ━━ YOUNG LOVE DOESN'T LAST
Así que el amor joven no duraba para siempre y, aun así, Deamon quería creer que sí, quería creer que Kang Hajoon todavía lo amaba de la misma forma en la que se amaban sus padres. Devon y Alina llevaban años amándose y su historia era bastante similar a la de ellos dos, pero variaba en algunos aspectos mínimos. Deamon estaba haciendo su mejor esfuerzo por mantenerse sobrio, por alejarse de todo ese mundo al que se había adentrado a los trece años, ya no era un niño tan pequeño, tenía dieciséis y viendo la aceleración del tiempo y cómo es que los meses pasaban con tanta velocidad, sin detenerse, pronto sería un adulto. Debía velar por su propio bienestar, a la mierda los demás y las cargas innecesarias que no le correspondían.
Sería un drogadicto funcional como su padre si no lograba cambiar sus malos hábitos, pero no tendría nada atándolo. Su única motivación para cambiar debía ser él mismo, o quizás Hajoon, no lo sabía.
Llevaba mucho tiempo sobrio, la abstinencia quería que recayera, pero estaba haciendo su mejor esfuerzo por no recaer una vez más en las drogas diciéndose así mismo que al final ya no lo hacía tan solo por su familia ni mucho menos por amor, aunque en el fondo, sentía que había una razón en Kang Hajoon. Ya no negaría más sus sentimientos, comenzaría una vida nueva desde cero siendo una persona más honesta y mucho más amable como nunca lo había sido en su vida ¿Qué perdía con intentar mejorar y cambiar ahora? Ya no le quedaba nada, había desperdiciado sus mejores años de vida drogándose y siendo una persona desagradable con las personas a las que decía amar, pero ni siquiera demostraba ese amor que juraba sentir.
El amor joven no duraba para siempre, lo cual era una gran verdad, pero Deamon iba a probar que eso no era cierto en todos los casos, solo debía esperar al primero de septiembre para poder encontrarse con Hajoon y confesarle sus sentimientos, los cuales había estado negando durante tres años.
Tres años en los cuales Kang debía de haberlo superado y, aun así, no lo había hecho todavía. Ni siquiera cruzó ese pensamiento alguna vez por su cabeza, pero en la de Deamon se había asomado más de una vez.
── Te llegó una carta ── le avisó Devon. Llevaban casi tres días sin Alina, pero habían sobrevivido, ninguno había muerto en el proceso y eso era una buena señal, por ahora.
── Debe ser de Acacia ── Deamon tomó el sobre, el papel era nuevo, como si lo hubiesen comprado hace poco, casi sobre la marcha en la que se escribió la carta.
Cuando la abrió, se dio cuenta solo por la forma de saludar más que por la caligrafía, que esa carta no provenía de su amiga. Ella no era tan prolija, sus saludos eran más espontáneos y su letra no era muy legible, pero esa carta tenía algo en particular que lo hizo darse cuenta casi al instante que Acacia no la había escrito. Ella no tachaba sus pensamientos en las cartas, las enviaba así sin tapujos, en cambio, el remitente mostraba vergüenza por ponerlos en papel y se obligaba a borrarlos como si sintiera pena de escribirlos.
"Estimado Deamon Hills, es la primera vez que te escribo una carta, bueno, primera vez que te la envío para serte sincero. Eso se lee tan mal. No quiero desviarme de mi propósito, ya que el objetivo de este tonto e insignificante papel, como quieras considerarlo, estoy poniendo palabras en tu boca, es un poco sonso y estúpido. Quería saber cómo estabas, supe que llevabas un buen tiempo sobrio y que estabas un poco más centrado respecto a tu salud mental. ¿Es eso cierto? No es que quiera poner en duda las palabras de Acacia, pero yo quería y necesitaba saberlo de tu propio puño y letra.
¿Es tonto de mi parte que quiera saber de ti? ¿Es estúpido que todavía me gustes?
─ Kang Hajoon".
── ¿Deamon? ── susurró Devon, al ver su expresión desconcertada ── ¿Ocurre algo? ¿De quién es la carta?
── Es de Kang Hajoon.
Ahí comprendió por qué ese cambio repentino en su aura y en todo su semblante.
── ¿Y qué dice?
── Nada, solo tonterías como siempre. No tiene ninguna importancia ── pero estaba mintiendo, ansiaba responderle y confesársele, pero no quería hacerlo en una insípida y vulgar carta.
Los tontos se declaraban por cartas, pero los cobardes se quedaban callados. Y Deamon no era ninguno de los dos.
── ¿Seguro que no la tiene? ── preguntó su padre, con un asomo de preocupación en el timbre de su voz.
── Sí, sí después le escribiré y ya está ── respondió ──. Ahora estoy muy ocupado haciendo nada como para ir por un pergamino y escribirle.
¿Pero cuándo iba a dejar de sentir que involucrarse con Kang Hajoon no era lo correcto por el propio bien del otro chico y no de él? ¿Cuándo dejaría de verse así mismo como una amenaza para el chico del que estaba enamorado? Siempre serían una constante en su vida si no tomaba la decisión de dejar atrás todos sus miedos y temores e ir por ese amor joven e ingenuo que llevaba ya varios años esperando por él.
Unas solas palabras bastaban y tendría a Hajoon en la palma de su mano, si es que él todavía lo quería como había asegurado hace ya un tiempo atrás. Pero Deamon sabía que declarar su amor no era el final de todo, siempre habría algo más. Y para poder tener la fuerza de voluntad para declararse debía primero adquirir la suficiente fortaleza mental e iniciativa para comenzar la rehabilitación. Porque la abstinencia y la sobriedad temporal que llevaba manteniendo durante casi dos meses terminarían por quebrarse si no buscaba la ayuda profesional que especialistas podían brindarle.
Un ciego no podía guiar a otro.
Devon no iba a poder ayudarlo jamás a superar sus adicciones cuando ambos estaban en el mismo lodo cenagoso al que habían caído de pequeños. Si uno de los dos tenía salvación, significaba que el otro también. Costara lo que costara, Deamon sería el primero en comenzar con la rehabilitación para poder ayudar de alguna forma a Devon antes de que fuese demasiado tarde. Debía ser honesto, la muerte de varios ídolos suyos como Kurt Cobain habían tenido cierto impacto en su vida que lo llevó a reflexionar en innumerables veces por qué debía dejar las drogas de una vez por todas.
No quería terminar igual.
── ¿Le escribiste a Kang Hajoon? ── fue más como un recordatorio que una pregunta por parte de Devon, como si supiera de alguna forma que no lo había hecho.
Deamon estaba sentado en uno de los sillones de la sala de estar, cuidando de sus dos hermanitas bebés que dormían mientras esperaban su hora de comer. Era Christopher quien siempre preparaba los biberones, pero en esa ocasión tendría que ser Deamon ya que su hermano había ido a quedarse en la casa de Acacia.
── No, lo había olvidado ── respondió, recordando que Hajoon le había enviado una carta esa mañana ──. Estoy tratando de buscarles un hogar a los gatitos de Canopus mientras cuido de las gemelas.
── Pero podríamos quedárnoslos, no creo que a Alina le molesten cuando toda su vida ha tenido gatos. Ella tenía uno negro cuando íbamos en Hogwarts y amaba cuando se recostaba con ella, yo creo que no habría ningún problema en quedarnos con ellos.
Pero Deamon no estaba tan seguro de ello.
── Sí, podríamos, pero es mucha más responsabilidad de la que podemos afrontar. Mamá no está en casa desde hacia varios días, las gemelas necesitan cuidados y atenciones y Christopher está en esa etapa de la adolescencia en la que da más vergüenza ajena su lado enamorado que su lado cerebrito y ni hablar de nosotros dos, papá ── Deamon pasó una mano por su cabello amarillento, lucía sucio, como si no pudiera desprenderse de ese efecto secundario que le había dejado las drogas ──. Cada día estamos peor, ya sea por mi abstinencia o por tus alucinaciones por culpa del éxtasis.
No se creía capaz de hacerse cargo de la familia, menos de unos gatitos inocentes que no tenían la culpa de haber nacido como miembros de los Hills. Además, tenía tantas incertidumbres todavía a causa de su propio mal comportamiento y ese autodesprecio que no era capaz de abandonarlo ni por un segundo.
── Acacia lleva queriendo un gato desde que te regaló a Canopus y Andrómeda siempre se lo niega porque dice que no es responsable, pero puedes caerle un día a la casa y sabes que Andy es incapaz de negarte algo. Ella te adora, al igual que Nymphadora que te ve como a un hermanito pequeño.
── Es un consuelo saber que alguien por allí me ve como su hermano menor indefenso y no como el hermano mayor que decepcionó a la familia.
── Deamon tú sabes que Christopher no piensa eso de ti, ya no más.
── ¿Y se supone que eso soluciona algo? Siempre me verá como eso, puedo sentir el resentimiento que me tiene todavía por haber arruinado las cosas para la familia. Mamá y él me veían como una esperanza y ahora no les queda nada ── murmuró, sintiéndose impotente sabiendo que todo era su culpa y de nadie más ── ¿Cómo quieres que no piense que me desprecia? Ahora él lleva una mochila en los hombros que no le pertenece.
Deamon se enderezó un poco en el sillón, acomodando su espalda para poder conversar mejor con su padre.
── Esa mochila no le pertenece a ninguno de los dos, solo a mí y a tu madre. Ustedes no son los padres de Catelyn y Tywin, ellas son responsabilidad de nosotros que somos sus padres, tanto de ellas como de ustedes dos ── Devon suspiró, como si encontrara algo de consuelo en hacerlo ── ¿Acaso no entienden que aun son niños pequeños? Te faltan dos años para tener dieciocho y créeme que podría mantenerte toda mi vida porque no me apura que comiences una vida adulta o inicies en la vida laboral. Se siente bien tener a alguien a quien cuidar.
── Tendrás a Catelyn y a Tywin toda la vida para cuidarlas, son demasiado pequeñitas todavía como para pensar en problemas de adolescencia con ellas, en cambio yo ya debería de haber arreglado mi vida, tendría que estar saliendo con alguna chica y pensando en casarnos y esas porquerías, pero en cambio estoy tratando de salir de las drogas y estoy enamorado de un chico.
── No tienes que casarte con una mujer para ser feliz.
── Aunque quisiera un hijo, ¿sabes? Amaría tener un hijo, no me importaría cambiar pañales ni enseñarle a leer, lo cuidaría mejor de lo que he cuidado a Canopus. Al menos sabría de inmediato su sexo biológico a menos que a mi edad se de cuenta de su verdadera identidad, no lo sé.
── ¿Te drogaste? ── preguntó Devon, sorprendido de escuchar por primera vez a su hijo contarle algo como eso. Nunca esperó que Deamon pensara en tener una familia, quizás no con una chica, pero si tener un hijo propio ──. Lo siento, a veces olvido que estás sobrio más tiempo que yo.
── No, no me he drogado, solo es un deseo secreto que nunca he manifestado, pero ahora no debo de centrarme en eso, tengo otras cosas por las que preocuparme como solucionar las cosas con Kang Hajoon y ver lo de la rehabilitación ── Deamon se levantó del sillón,
── ¿A dónde vas?
── Tengo que escribirle una respuesta a Hajoon, creerá que lo estoy ignorando si no le envío una respuesta pronto.
── Bien, trata de aplicar todo lo que conversamos entonces, por favor.
── Lo intentaré.
"Querido Kang Hajoon,
me alegró leer tu carta, eres de los pocos amigos que me han escrito este verano, porque somos amigos, ¿no? Espero que sí, aunque hayamos terminado mal en incontables ocasiones. Yo estoy bien, mucho mejor de lo que he estado en años y sí, es verdad que llevo vario tiempo sobrio, gracias por preocuparte por mí.
¿Tú cómo estás? ¿Algo nuevo que contar?
Y no, no es estúpida ninguna de las dos cosas, supongo.
Deamon H."
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro