Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2



Enid Pearce.

Un fuerte ruido me despierta, me siento en el banco respirando asustada y mirando a mi alrededor. Las velas que encendí antes de irme a dormir se han apagado por lo que básicamente estoy rodeada por la oscuridad. Otro ruido a mi derecha me hace girar el rostro en esa dirección y me asustó todavía más cuando no veo nada pero me siento observada.

—¡¿Hola?! —susurro a la nada.

Miro a mi alrededor pero el silencio es mi única respuesta. Hasta que escuchó el claro e inconfundible murmullo de pasos. Mi corazón late sin control en mi pecho y tapó mi boca con ambas manos haciéndome pequeñita en el banco.

Cierro mis ojos con fuerza y abrazo a Chapi contra mí, pidiéndole a Dios que no sea una de esas horribles cosas. Los pasos continúan acercándose y mi corazón parece que va a salirse de mi pecho cuando un golpe y un quejido me hacen abrir los ojos.

Allí en la distancia cerca del altar principal de la capilla se encuentra una sombra. Mis ojos se abren como platos conforme la veo moverse hacia donde están las velas. No puedo respirar y siento que voy a desmayarme en cualquier momento.

—Por favor Dios, que no sea un monstruo, que no sea un monstruo —suplico con los ojos cerrados muy fuertes.

Entonces de alguna forma un extraño resplandor ilumina un poco mi vista oscurecida y la sombra se hace todavía más grande y el miedo aumenta. Un sollozo se me escapa haciendo que lo que sea que acaba de encender una vela se gire para verme.

Cierro los ojos y me agacho en el banco tratando de ocultarme mas se muy bien que sea lo que sea que está allí ya sabe que estoy allí. El murmullo de los pasos se inicia nuevamente y se acercan cada vez más a donde estoy, pecho a Chapi de mi pecho y respiro profundo.

Paso a paso siento como se acerca a mi y el terror me invade, las lágrimas caen sin control de mis ojos aunque estén cerrados y mi pequeño cuerpo tiembla. De pronto todo se vuelve un silencio aterrador y en cuestión de segundos algo se apoya sobre mi hombro.

El grito que sale de mi boca llena la silenciosa capilla y mis ojos se abren para ver una mano llena de sangre sujetarme. Lloro desconsoladamente cuando esta mano afianza su agarre en mi hombro y una ronca voz llena el lugar.

—¿Quién eres? —giro mi rostro para encontrarme con sombras dentro de una capucha.

No puedo ni hablar cuando la criatura frente a mí libera mi hombro me echo hacia atrás llena de miedo.

—Tranquila, tranquila —susurra quitando la capucha de su rostro y dejando a la vista a una mujer.

Su cabello luce desaliñado, su cara está manchada de sangre y hay un corte extraño en su frente. Sus manos tiemblan sin control y sus ojos se ven llenos del mismo miedo que deben tener los míos.

—¿Estás sola? —pregunta a su alrededor de pronto dando un paso hacia atrás con desconfianza— ¿Quién eres? —insiste.

No puedo hablar pero si puedo moverme y es lo que hago, pero la mujer se pone en alerta y empuja el banco en el que estoy haciendo que me caiga al suelo. Mis rodillas dan contra el frío piso y me quejo de dolor. Cuando me giro la mujer no está allí.

Me pongo en pie asustada y miro a mi alrededor entonces siento un fuerte golpe en la parte de atrás de mi cabeza y todo se hace negro.


***


Camino con Chapí entre mis brazos, el sol del mediodía brilla alto en el cielo y aunque creí que al salir de la capilla encontraría un pueblo lleno de personas lo encuentro completamente vacío o al menos eso creo.

—Quizás no vivan muchas personas aquí Chap — murmuró mirando a mi alrededor.

Estoy nuevamente en la calle principal. Aquí hay algunas tiendas, pero todas, aunque lucen en muy buen estado. Están cerradas, por lo que suspiro y sigo caminando a ver si encuentro a alguien. En la primera intersección de la calle que encuentro tengo dos caminos.

Derecha o izquierda, guiada por ese algo que desde que estoy sola me guía tomo el camino de la derecha. Este me lleva a un camino de tiendas. Mis ojos se desvían de las vitrinas de ropa hasta el otro lado de la calle donde el enorme nombre de una tienda de dulces resalta.

Mis labios se curvan en una sonrisa y cruzó la calle corriendo, emocionada. Hace tiempo que no veo una tienda de dulces como esta y es como diría mi hermano...

El cielo.

Al llegar a la vitrina rio al ver el montón de cosas que aún hay dentro. Miro a mi alrededor porque se me hace extraño estar en un lugar así de bien y que esté solo. Suspiro y camino hacia la puerta deseando con ganas que esté abierta. Coloco mi mano sobre el pomo y cierro los ojos.

—Que esté abierta, que esté abierta, que esté abierta...—repito bajito deseando que así sea.

En cuanto la puerta se abre rio suavemente divertida porque es maravilloso. Ingreso a la tienda y después de mucho tiempo me siento muy bien. Camino por el primer pasillo que encuentro y mis ojos se abren como platos cuando veo las gomitas de osos de colores que tanto me gustaba comer. De inmediato tomó dos paquetes y continuó caminando por el pasillo recolectando distintos dulces.

Para cuando termino mi mochila está repleta de estos. Miro a mi alrededor y caminó hasta la caja donde se supone que debería pagarlos y suspiro.

—Gracias por ayudarme —tras decir eso me giro y salgo de la tienda con peso extra en mi mochila.

Destapo uno de los paquetes de gomitas al mismo tiempo que mi estómago ruge pidiendo comida. Miro a mi alrededor en busca de algún supermercado y doy con él, al final de la calle. Este al igual que el resto se encuentra solo, pero su puerta está abierta al igual que la tienda de dulces.

Una vez dentro voy directo al área de panes donde tomo una bolsa y reviso la fecha de vencimiento. Hace poco comí algo que estaba vencido y estuve tres días con dolor de barriga y vomité un par de veces así que por mucha hambre que tenga ahora no como cualquier cosa que encuentro.

Reviso los pasillos y tomó algunos botes de sopas instantáneas, puré de papas deshidratado, enlatados y tengo la buena suerte de encontrar jugos. Sonrió feliz porque no había encontrado tanta comida en mucho tiempo por lo que junto todo en un carrito y lo empujó hacia la puerta, pero justo antes de salir me detengo.

Miro a mi alrededor sintiendo que alguien me mira.

—¿Hola? —pregunto asustada.

Pero nadie responde así que nerviosa salgo de la tienda empujando un carrito. La sensación de estar siendo observada por alguien me persigue por lo que troto empujando el carrito de supermercado de vuelta a la capilla. Una vez terminó de recorrer el camino hasta la puerta me detengo de golpe al ver mi bici tumbada en el suelo.

Mi carrito rojo también está volcado con las pocas cosas que deje en él, regadas en el suelo, por lo que miro a mi alrededor muy nerviosa y asustada. Sin importarme mucho el desastre que encontré, subo las cosas e ingreso a la capilla una vez dentro cierro la puerta y me recuesto de esta respirando agitada.

La sensación de estar siendo perseguida no se desvanece de mí y tengo que quedarme un buen rato en el mismo lugar con los ojos cerrados por miedo a abrirlos y encontrarme con alguno de esos seres horribles. Aunque las casas de Dios son lugares que evitan me he topado con alguno en estos lugares.

Camino hacia el banco donde dormí y me siento a deleitarme con un bote de sopa instantánea que me sabe tan rico como las sopas que hacía mi mami. Tras comer y llenar mi barriguita con algunos dulces me tumbo en el banco mirando el techo de la capilla.

Anoche dormí bastante, pero he descansado tan poco últimamente que mis ojos empiezan a cerrarse de a poco.

Abro los ojos asustada y con un fuerte dolor en mi cabeza, miro a mi alrededor pero no reconozco donde estoy, parpadeo tratando de ver bien pero no consigo distinguir lo que me rodea. Luego de un rato soy capaz de ver una pared con un papel tapiz de líneas de colores, y muchos cuadros con imágenes de personas.

Me siento y me doy cuenta que estoy en una cama muy cómoda, a mi costado hay un tocador y una mesa de noche donde hay muchos adornos de porcelana. Entonces unos pasos me hacen girar el rostro hacia la puerta que permanece entreabierta.

Mi corazón empieza a latir con más rapidez conforme los pasos se acercan y el miedo aumenta en mí, trato de abrazar a Chapi pero me doy cuenta que no está cerca de mí, sino que se encuentra sobre una pequeña poltrona al otro lado de la habitación.

Cierro los ojos deseando poder tener a Chapi y de inmediato empiezo a rezar.

—Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino...—la puerta se abre y quedó en silencio, aterrorizada y temblando.

—Despertaste —la voz de una mujer amable suena a mi alrededor y abro los ojos sorprendida.

Allí justo frente a la cama en la que estoy se encuentra una chica, con un bonito vestido de flores, cabello largo de color rubio y unos cálidos ojos azules que me miran con preocupación.

—¿Cómo estás? —pregunta— yo soy Arwen —hace una pausa y baja la mirada— ¿cómo está tu cabeza? —entonces recuerdo.

Mis ojos se abren como platos y me pego mas a la cama porque esta es la misma mujer que vi en la iglesia.

—¿Quién eres? —pregunto bajito con miedo a escuchar la respuesta.

Al verme de inmediato se sonroja y empieza jugar con sus manos sin mirarme.

—Lo siento, en serio no se como paso, pero termine golpeándote en la cabeza —su mirada se posa sobre mi.

—¿Quién eres? —insisto y ella suspira.

—Vivo aquí, te traje después de notar que no eras una de esas cosas y te había lastimado, ¿estas sola no? —como no respondo ella continúa—, no iba a dejarte en la iglesia sola así que te traje aquí, cure tu golpe y espere que despertaras, parecía que tenías pesadillas —hace una pausa y desvía su mirada—. Quien no tendría pesadilla viviendo en un mundo como este.

—Me llamo Enid —susurro captando su atención.

—Que lindo nombre —me sonríe y luego camina hasta la cama y se sienta a mis pies— ¿estás sola no? —cuestiona mirándome con tristeza— puedes quedarte aquí conmigo, no tengo demasiado pero estarías segura —sonrió porque desde que perdí a mis padres esta sería la primera vez que estaría bajo un techo que podría llamar casa.

—Eso sería muy lindo —respondo haciendo que Arwen sonría ampliamente.

—Pues bienvenida a tu nuevo hogar Enid.

Arwen a pesar de tener un gran corazón, está condenando a Enid a un trágico futuro si permanece a su lado.


Nota del autor: holaaa mi gente bonita como están? espero que super, no les comente en la publicación anterior pero estaré publicando una vez a la semana, mas no estoy segura que día será pero será una publicación por semana. 

Ahora si vayamos al capitulo, que ha sido todo eso? teorías de los que ocurre en Blackville? 

Quien es Arwen? y que escondes bonita?

Que creen que este pasando en esta historia?

Y ese ultimo comentario? Tamy ya nos quieres volver loca... si, soy!

Les amo gracias infinitas por el apoyo un beso enorme

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro