Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: Miedo

Maldita sea mi jodida suerte. Uno de esas cosas se me abalanzó encima. Ambos chocamos contra un montón de peluches que estaban en exhibición. Como si fuese planeado, las luces se apagaron y escuché a muchos de esos seres correr hacia mi dirección. Me levanté como pude y corrí entre la oscuridad, tratando de encontrar otra salida. Estas cosas hacían un sonido con sus garras cuando corrían, algo así como el raspar de una piedra contra el suelo. De esta manera, pude saber que eran 6 malditos los que me seguían.

Corrí entre un pasillo grande, pensaba en ocultarme entre las carnes frías, pero, justo frente a mí, un par de ojos amarillos voltearon en mi dirección, seguido de un grito agudo, comparable a un chillido. Los vellos se me erizaron, tenía la piel de gallina, las golosinas ya estaban en mi garganta, cuando el ser corrió hacia mí tan rápido, que apenas y alcancé a escapar de un zarpazo. No podía ver nada, me había ido muy al fondo, solo distinguía las siluetas oscuras de las estanterías y los muebles. Tomé las escaleras al segundo piso, con la esperanza de perderlos un rato. Sin embargo, no contaba con que esas cosas sabían escalar cual monos. En cuanto llegué a la cima, ya una estaba esperándome, agazapada cual felino, dispuesta a saltarme encima. Logré frenar en el acto y me lancé hacia atrás, a la par de que ese maldito saltaba hacia mí. Caí sobre el barandal, golpeándome el codo con el tubo. Este se durmió al impacto y un hormigueo tensó todo mi brazo, mientras que yo ahogaba un grito y me mordía el labio para aguantar el dolor. Doblé mi brazo sobre mi cuerpo y seguí corriendo hacia la sección de muebles, en donde conseguí entrar en un armario.

La respiración se me cortaba, parecía que mi corazón saldría de mi pecho, necesitaba aire, tenía frio, mi brazo no dejaba de temblar, sentía como un líquido salía de mi frente y recorría mi mejilla. Me toqué, para descubrir que tenía una herida en la cabeza, del tamaño de mi dedo índice. Estaba saliendo mucha sangre, necesitaba suturarla antes de que perdiera más sangre de la que me gustaría. Aunque, bien sabía que no puedo salir, no con ellos ahí afuera. Puede que ya sepan dónde estoy, tal vez y hasta ya se han posicionado del otro lado de la puerta y estén esperando a que me asome para poder sacarme los ojos con esas garras. Me recuerdan un poco a los "Lickers", de hecho, su forma de moverse es similar a estos.

Escuché un ruido en esta sección, hay 3 aquí, caminan lentamente, parece que me están buscando. Me mantengo quieto en mi escondite, tratando de calmar mi respiración y apretando la herida de mi cabeza con la manga de mi chamarra. Necesitaba salir de ahí, curar mi herida, tomar un poco de agua y vomitar. Las criaturas rodeaban mi armario, parece que les atraía al... la sangre.

Una de éstas dio tres toquidos en la madera, otra se alejó y la última se mantenía estática, exactamente a mis espaldas. Tengo que quitármelas de encima, no puedo quedarme esperando aquí hasta que anochezca, puede que el fallo eléctrico haya sido en toda la ciudad y no me agrada la idea de estar aquí encerrado, sin poder hacer algo antes de que anochezca. Uno ya comenzó a mover el armario, lo mece de un lado al otro, yo mantengo mis extremidades presionadas contra la pared, para que mi cuerpo no se golpee con el movimiento y delate mi estancia aquí. A decir verdad, creo que ya se dio cuenta de mi presencia, debido a la sangre que ahora está goteando sobre la madera.

"Sangre." Pensé.

Entonces, hice un plan rápido en mi cabeza: Haría una distracción con mi sangre. Me quité mi chamarra, aun sosteniéndome de las tablas con los codos, y comencé a limpiarme la sangre del rostro con esta, intentando empaparla toda. El tambaleo se hacía más fuerte, parece que quiere tirar el closet, yo me apresuraba en mi plan. Me quité los zapatos, cuidando de que no cayeran, y amarré sus agujetas alrededor de mi chamarra, la cual estaba hecha bola, con las manchas de sangre por fuera.

"Espero que esto funcione." Respiré profundamente y me armé de valor.

Abrí cuidadosamente la puerta del armario y arrojé lo más lejos que pude aquella carnada. Los zapatos sonaron tan fuerte al caer, que el eco llamó hasta a los que no estaban en la planta de arriba. La criatura que estaba conmigo, dejó de moverme y corrió hacia mi chamarra. Era mi oportunidad, las demás estaban subiendo escaleras, corrí como loco hacia el otro extremo del pasillo, en donde había otras escaleras. Ya podía saborear mi victoria. Mas hubo un fallo, un error que se me había pasado por alto: Una de aquellas cosas había venido por estos rumbos y, cuando se dirigía hacia donde estaban los demás, me vio y se interpuso en mi camino hacia las escaleras.

-¡Hija de puta!- Grité con gran rabia. Volvía el dolor de cabeza.

Mi grito alertó a las demás, que no esperaron ni un segundo para venir tras de mí. No me quedó de otra, así que salté sobre el barandal, cayendo sobre uno de los cajeros. Con la caída solo me hice unos rasguños y me corté la palma de mi mano, podía sentir el dolor llegar hasta mis dedos, que se había engarrotado. Me apoyé de la barra y me lancé hacia las puertas, escuchando las fuertes caídas de aquellas cosas. Ya casi estaba fuera de este infierno, estaba a unos pasos de salir. Mi velocidad aumentaba con cada gruñido a mis espaldas, no iba a dejar que el dolor me afectara, no dejaría que mi plan fuese para nada, simplemente, no dejaría que mis esfuerzos fuesen en vano. Di una zancada hacia la libertad, falsa como mis esperanzas en ese momento. Las puertas... ¡Las putas puertas estaban cerradas! Solo logré estampar mi cráneo sobre el cristal y apenas logré cuartearlo. Quedé sin palabras, uno de mis ojos se había cegado por la sangre que bajada desde mi ceja, una nueva herida de qué preocuparme. Ya estaban a unos pasos detrás de mí, no había salida, lo único que me quedaba por hacer era lo que aprendí de una película. Me di la vuelta y me dejé caer de sentón sobre el frio suelo, mis pies sentían un gran alivio al hacer esto, aunque mis músculos seguían ardiendo. Uno de esos bichos se lanzó hacia mí, con las zarpas de frente, era el momento: Lo tomé por las zarpas, me impulsé hacia atrás y lo empujé con los pies hacia la puerta de cristal. Juntando su velocidad con la fuerza que ejercí, logré romper el cristal con el cuerpo de aquel ser. Sin pereza alguna, salí de ahí tan rápido como se me fue posible. Chillidos, gruñidos, patas corriendo en el pavimento, era lo único sonido que transitaba en el aire.

-¡Corre maldito!- Me daba ánimos a mí mismo- ¡Corre!- Mis piernas dolían como no tienes idea- ¡Más rápido!- Mi garganta estaba seca, al igual que mis labios.

Mi vista se hacía borrosa, la sangre se colaba en mis labios, humedeciéndolos al contacto.

-Es un líquido- Susurré.

Abrí mi boca, dejando que el sudor y la sangre entraran. Metálico y salado, una combinación nada agradable, más no veía cómo iba a mantenerme hidratado.

Pasé 4 cuadras y ya no escuchaba el sonido de aquellas cosas siguiéndome. Aun así, seguí corriendo hasta llegar a donde había comenzado todo, aquella casa oscura donde había despertado. Llegué exhausto, el pecho me dolía, apenas y podía pasarme el aire sin que me irritara aún más la garganta. Mi cuerpo temblaba inconscientemente, lagrimas recorrían mi mejilla y apretaba mis dientes para evitar gritar.

Miré detrás de mí, observando los edificios y lo que parecía ser la llegada del atardecer.

-Tengo miedo- Afirme cayendo de rodillas-. Miedo a morir, a encontrarme otra vez con esas cosas y... a olvidarlo todo, de nuevo.

"Solo hay uno, uno solo que puede levantar el vuelo aunque sus alas estén rotas. Pétalos caen de ti, solo por esta ave maldita que surca lo inhóspito con el afán de encontrarte entre los muertos, cuando estás entre los vivos. Primer aullido, y mis dedos ya exigen tocar el filo de tu miedo." 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro