Mis recuerdos desaparecían así como aparecieron. Olvidaba lentamente todo, excepto aquella promesa que le hice a Karla en aquel bosque. Silenciosamente, la oscuridad abrazaba mis parpados, consumiendo la poca luz que por estos pasaba. Abrí los ojos un momento, encontrándome en un sitio completamente oscuro, en el que podía distinguir un par de ojos rojos e iluminados frente a mí. Una tenue luz se encendió encima de nosotros, dejándome ver mejor a la figura que se encontraba frente a mis ojos. Lo observaba atónito al descubrir su cabellera negra que casi le llegaba a los hombros, su mirada de psicópata, su sonrisa que presumía un líquido rojo que manchaba sus dientes y escurría en un delgado hilo fuera de su boca... Era yo, solo que creo que era mi versión en modo Locura y en una versión un poco mayor, como de unos 17 año. Por un momento pensé que me iba a atacar, hasta que repentinamente colocó su mano de frente, tocando una especie de pared invisible que nos dividía.

-¡Ey niño! No tienes de qué preocuparte, aquí hay una maldita pared que evita que te golpee-Aquel chico rompe el silencio incomodo, su voz es ligeramente parecida a la mía, con un tono un poco grave.

-¿Quién eres tú?

-Se supone que ya lo tendrías que saber: Soy aquello que buscas ocultar en tus ojos, por lo que todos se esconden en sus sueños, a lo que alejan saciando sus necesidades básicas, yendo con loqueros, viendo estúpidos tutoriales en las redes sociales de cómo ser más "fuerte" psicológicamente. Soy aquello que todos niegan, la cumbre de la evolución humana, soy la Locura hecha hombre. Alabado entre los oscuros y temido entre los luminosos, vago por los rincones del alma de cada quien, buscando una abertura por la cual atravesar el umbral que me separa de la realidad.

-Mi locura.

-Así es... Eres un hijo de puta con mucha suerte, en más de una ocasión has estado al borde de la muerte, mas me has logrado sacar a flote. Juegas con tu destino, tientas a la suerte y la muerte está al lado tuyo. Muchos en tu lugar ya habrían tomado una pistola y se hubiesen bolado los sesos, pero tú eres diferente.

-Yo solo me aferro a la vida, como todos...

-Mientes, pues hace falta más que un mero deseo de vivir para que yo me apodere de tu cuerpo. No es una, son varias las llaves dimensionales las que abren las puertas, dejándome salir. Tienes miedo, odio, dolor, sufrimiento, melancolía... ¡¿Qué mierda haces aquí?! ¡Deberías estar en este momento comiéndote a esos venados!- Exclamó en un tono de burla y asombro.

-Aún no es el momento, necesito tener todo asegurado, o tan siquiera la mayoría de lo que haré, pues la suerte es algo con lo que no se juega. Y a lo que llamas suerte, yo le llamo ayuda, tanto del cuervo como de... Alejandro-Di un largo suspiro.

-¿Has pensado alguna vez en estar frente a un ejército de espantapájaros?- Su pregunta fuera de contexto me intranquilizó un poco, mas pude recapacitar lo suficiente, como para analizar antes de responder.

-No, aunque he visto a uno.

-Lo sé, por algo somos iguales, con la diferencia de que uno muestra el inicio y el otro el final. Estando solos en este mundo de miseria, creamos fortalezas imaginarias que son movidas a nuestra voluntad, entes irreales que nos vigilan, voces en nuestras cabezas, monstruos salidos del culo del Diablo, todo aquello escapando de lo que en verdad está frente a nosotros, arruinando nuestros mejores momentos con aquello que solo nosotros producimos.

-¿Me estás diciendo que todo esto es un sueño?

-No, todo esto es tan real como tú, pero la realidad se deforma ante los ojos de quien la ve, adaptándose a lo que a su subconsciente más le conviene.

-Sé de lo que hablas, pero para hacer aquella deformación real, se necesita de una voluntad increíble para estar dispuesto a pagar el precio al cambio. Sabes, a veces me siento atrapado en mi propio mar de sufrimiento, mire por donde mire, siempre estoy jodido, peleo diario sin motivo aparente, pero ahora más que nunca sé por lo que peleo. Es más, con todo lo que ya he pasado, las veces que me he salvado de la muerte, el camino que he recorrido, siento que sería una estupidez de mi parte ceder ante el cruel destino que nos aguarda. Más allá de lo que podamos hacer con nuestra realidad, más allá de todo lo posible e imposible que podamos hacer en nuestras vidas, sé que nuestro destino está escrito y todos tenemos el mismo final. Míranos, somos una hoja que cae sobre un lago, agitando sus aguas con nuestro andar, mas llegará el día en el que ambos nos hundiremos en entre las oscuras aguas. En todo este tiempo, no he hecho más que quedarme atorado entre enredaderas punzantes que impiden mi navegación, más el propio viento me ha guiado, encontrándome una salida por la que atravesar este camino, para que al final todo llegue a su tiempo.

-Uno es el cuerpo y el otro el reflejo. Al igual que la hoja, ninguno puede existir sin el otro...

-Mas la hoja debe aceptar su naturaleza, para así comprender su papel en la vida. Un día sirvió para un gran árbol, y al otro navega sin rumbo en el lago- Interrumpí súbitamente a mi otro yo, ahora yo había sorprendido a mis ilusiones-. Si he de morir en el centro del lago, aceptaré que soy una hoja sin rumbo, guiada por el viento. Miro mi reflejo y me veo a mí mismo, no a mi antepasado, ni mi sucesor, solo soy yo- Toco la pared invisible con mi mano extendida-. Tú y yo somos Alone, nacimos aquí cuando despertamos en aquella habitación, y moriremos allá dónde el viento nos lleve.

-¡Je! Idiota, esas palabras déjaselas al cuervo. Pero, parece que has olvidado un pequeño detalle- Con un grácil movimiento, postró su mano sobre su rostro, cubriéndole la mitad-. Tanto tú como yo hemos sido separados, mas nuestra otra mitad sigue vagando ahí afuera, esperando el momento de la unificación total- Descubrió la mitad de su rostro, dejando ver nada más que oscuridad, como si éste hubiese sido borrado.

-¿A qué te refieres?

-Te explicaré: Antes de toda esta mierda, tú estabas en un lugar diferente, condenado a sobrevivir junto a otros. Mas algo cambio, un factor detonó en la decisión del consejo y tu alma fue dividida en 2 partes. Una se había quedado en el "Erde" y otra fue transportada hacia el "Abis", lugar dónde te encontraste tú. Tu cuerpo se generó a base de polvo y la mayoría de tus recuerdos fueron borrados, solo para servir como su rata de laboratorio.

-¿Por qué estaba en ese lugar?, ¿Qué es el "Erde"?, ¿Qué factor hizo el cambio? Y ¿Quién está detrás de esto?

-Revelarte todo ello va en contra de los Mandamientos Oscuros, pero de igual manera me importan demasiado poco. El "Erde" es una dimensión que se divide en varios... niveles por así decirlo. Cada uno tiene su propia subdivisión en varios ecosistemas, parecidos a los de la Tierra, con la única diferencia de que ahí no hay animales... ¡Hay bestias y monstruos! Aquí se hace cada cierto tiempo un juego por la supervivencia entre 50 jóvenes de almas oscuras, maldiciones, destinos marcados o cuyos antepasados hayan hecho contactos con un ser oscuro. Pero, si tienes todo lo anterior eres un hijo de puta que valió mierda- Comenzó a reírse como una hiena.

-Pero, ¿Por qué yo...?

-Mírate Hellhound- Es verdad, yo soy un Hellhound, estoy maldito a ser un perro infernal que busca saciar su sed de almas. Pero, ¿Karla por qué?

-Aun así, quiero saber algo: ¿Qué ocasionó esto?

-¿Enserio no lo sabes? ¡Que estúpido eres! Bien, la maldición del Hellhound comenzó desde hace varias generaciones: Cuando un hombre descubrió el fatídico final de su amada, la angustia lo cegó y al no tener respuestas del cielo, decidió buscar su propio camino. Entró al Conocimiento De Las Tinieblas, hizo un trato con un vampiro, quien le otorgó el poder de la Locura, mas algo salió mal, se había embriagado de poder y asesinó a su amada sin que lo supiera, hasta que ya era tarde. Las barreras se rompieron y así surgió el primer Hellhound, un ave libre que negó su naturaleza y cortó sus alas para hacerse domesticar ante los dulces encantos de una mortal Flor, para luego terminar siendo un perro infernal que busca saciar su sed de sangre.

-¿Y todo eso por una chica?- Lo miré confundido.

-Amor Alone, fue el amor el que aprisionó a aquella ave cuya naturaleza era la libertad, fue el amor el que la corrompió y deformó hasta convertirse en el Hellhound. El amor es una herramienta de doble filo, puesto que te hace vulnerable y fuerte al mismo tiempo. Por algo los vampiros y cualquier criatura descendiente de la oscuridad no ama nada, puesto que es éste vomitivo sentimiento el que corrompe hasta al ser más perfecto y lo obliga a cometer locuras. El amor obligó al primer Hellhound a buscar al vampiro y exigirle el devolverle a su amada, por el amor es que una maldición está en tu alma, la cual dicta que reencarnaras destinado a ser nuevamente un Hellhound. Y la única forma de completar tu transformación es romper las Barreras Dimensionales, entrando en la locura total al ver a tu Flor marchitarse.

-Ella no lo hará, no puede...

-Es por ella que estás aquí.

-¿De qué hablas?

-El factor que logró el cambio fue ella. Karla fue la responsable de que entraras aquí, fue ella la que pidió que se te diera esta prueba.

-¿Qué?... Estas mintiendo... ¡Ella no haría...!

-¿Y cómo lo sabes? ¡Despierta Alone! No la conoces bien, no sabes lo que ella ha estado haciendo. Es más, me atrevo a decir que si no fuese por ella, ahora mismo estarías libre, en tu ciudad, en tu casa.

-¡Ella es mi hermana menor, la conozco desde que éramos niños! No sé qué intentes hacer diciéndome esto, pero ninguno de tus ilusiones funcionará.

-No necesito de evidencias visuales, tan solo basta con que le preguntes a él- Señaló al cuervo, quien estaba postrado en mi hombro derecho. Algo no estaba bien, él se veía demasiado confiado y un sentimiento dentro de mí se agigantó como su puta sonrisa, ese era... ¿miedo?

-¿Cuervo, él miente?- Pregunté con un nudo en la garganta, temía que eso fuese verdad, temía su respuesta, temía saber que todo, absolutamente todo había sido en vano.

-No Alone. Karla pidió que tú estuvieses en esta dimensión- Respondió el cuervo sin más.

Mi expresión era irreconocible, cual estatua mi rostro no cambiaba y mi pecho era oprimido con una fuerza descomunal. Quería gritar, salir corriendo de ahí, perderme en esta densa oscuridad, mas el nudo en mi garganta me imposibilitaba el gritar, mi cuerpo no respondía y lágrimas bajaban por mis mejillas.

-No... Cuervo... ¡Dime que es mentira!- Le gritaba lleno de impotencia- ¡Dime que esto es una puta ilusión!... ¡Dímelo!- Intenté tomarlo, pero una mano me detuvo antes de siquiera llegar a él.

-No Alone. Ellos no mienten y menos ante un insignificante perro- El otro yo traspasó la barrera y tomó mi mano.

-Cuervo... Por favor...- El llanto cortaba mis palabras, me sentía traicionado, no podía creer que ella hubiese hecho eso.

-Alone, esa es la verdad.

Mi corazón se aceleró, ignoraba por completo a mi otro yo, al cuervo, a la luz. Me dejé caer de rodillas y grité a los 4 vientos. Quería que las penas se esfumaran, que esto se acabara, quería saber los motivos, quería... ¡Quería desaparecer!

-¡¿Por qué?!- Grité con una notable ira en mi voz, que más bien parecía un rugido.

-Ella no sabía lo que era éste sitio en realidad. Verdades a medias la obligaron a tomar ésta decisión, solo para sacarte del "Erde". Un precio alto tuvo que pagar y ahora su libertad es historia- Decía el cuervo.

-¿Quiénes fueron?, ¿Dónde está ella?

-Los mismos a los que Alejandro les declaró la guerra, los que crearon el "Erde", los que se dirigen hacia el "Abis", aquellos cuyo único temor es ver el resurgir del Hellhound. Ella se encuentra con ellos y sirve al monarca que los gobierna. El trato fue sacarte del "Erde" a cambio de su libertad y ahora estás consiente y vivo gracias a ella- Sus palabras causaron una revolución de sensaciones en mí, los sentimientos chocaban y se dispersaban cual enjambre, mas había uno que me dominaba.

-Ellos la apartaron de mí- Me levantaba lentamente-. Le arrebataron su niñez, la engañaron para que me enviara a este infierno, lavándose ellos las manos- Me incorporé por completo y tomé a mi otro yo por el hombro-. Su peor miedo es ver resurgir a un Hellhound, así que les devolveré al maldito favor.

-Odio, temor, tristeza, melancolía... Ahógame angustia, pues tú eres mi consuelo en este mar de muerte- Un aura oscura lo rodeaba y se adhería a mi brazo.

-Ojalá valiera la pena el precio, mas sé que ya es hora de unir lo que un día se separó y aceptar lo que soy- El aura ahora se extendía por todo mi cuerpo, había entrado en la Locura.

-Que nuestra sangre marque la diferencia, que el dolor nos dé cobijo en las penumbras y nuestra vida siga su curso.

-No cambiaré el destino, no temeré a éste y que pase lo que tenga que pasar.

-Mi meta está fija y ruego tener la aprobación del cielo para alcanzarla.

-Pues hoy...- Su cuerpo era absorbido por el aura.

-...nos unimos en un solo ser, para saciar nuestra sed- Su materia fue absorbida por completo por el aura, la cual ahora comenzaba a rodearme y a adentrarse en mí.

-Ya no somos humanos, ya no somos un plural. Nuestra unificación nos ha convertido en un nuevo ser, ahora el mundo será testigo del completo despertar de un Hellhound.

Jennifer_Gual Puedes comentar aquí uwu.