Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17: Tregua Navideña Parte 3

Día 13, 3:00 PM.

Me encuentro en el edificio de antes, sentado entre el polvo y los escombros que están desperdigados por el suelo. Esto parece consecuencia de un sismo, más que de unas criaturas, tal parece que me da un ejemplo de lo que son capaces de hacer. Alejandro no se ha vuelto a manifestar, ni siquiera he escuchado al cuervo, aunque he tratado de comunicarme con él. Acepto que mi ubicación actual no es la mejor, puerto que esos ciervos regresarán y estoy seguro que el primer lugar que investigarán será éste, sino es que ya me están estudiando. Sin embargo, mis ánimos se han derrumbado, siento una presión en el pecho que afecta a mi estómago y me obliga a escupir de vez en cuando, intentando aminorar las náuseas. No tengo ánimos de mover ni un solo dedo, incluso ya me da igual que la temperatura esté bajando considerablemente, obligando a mi cuerpo a temblar inconscientemente.

"Maldita melancolía." Anuncio en una voz interior con un tono desinteresado.

Miro por la ventana, tratando de ver más allá de los edificios, dónde las nubes se unen en una gruesa capa que cubre la luz solar. Fantaseo con algún día cruzar el umbral de lo imposible, volar y traspasar las nubes, escapando de mis problemas, olvidando el dolor, los recuerdos, las emociones, simplemente alejarme de todo esto. Una lágrima cálida cae por mi mejilla al recordar su nombre, la culpa cierra mi garganta y veo cada vez más lejana mis posibilidades de sobrevivir. Ahora debería estar en otro edificio, otra parte de la ciudad o incluso regresar a mi refugio por todas mis cosas y moverme, mas no tengo fuerzas ya, me derrumbo en mi propia miseria, lloro por lo que yo mismo ocasiono. Simplemente, he sido yo el que ha creado mi desgracia.

"Quiero borrarlo, ya no quiero sentir más esto. Que mis ojos se pierdan en la oscuridad, que mis oídos ensordezcan con mis suplicas, que el aire esfume todo rastro. Que lo que me limita sea eliminado y mis lágrimas limpien la sangre de mis manos en el porvenir. Si he de estar destinado a esto, que las emociones sean eliminadas completamente de mi ser, te lo suplico." Cerré mis ojos, entregándome a las gélidas ráfagas de aire que mecían mi cabello al contacto.

"Vez el problema, mas ruegas para que alguien más te lo resuelva." Al fin aparece.

"Sé que tú puedes hacerlo."

"Y no estás equivocado."

"Tan solo quiero eso, no pediré nada más, tan solo quiero ya no sentir aquella culpa que me aflige y la tristeza que me atormenta. Quiero deshacerme de aquellos sentimientos que me quitan las fuerzas."

"Al deshacerte de éstos, no serás más que un cascarón vacío que vague por las dimensiones, rogando ser eliminada, mas no importándole su destino. Ahora mismo no te importarán las consecuencias, pues no te imaginas un dolor más grande que el que sientes ahora. Alone, quítate las manos del cuello, ahora tú y solo tú eres el único que impide tu avanzar. Si quieres perder las emociones, levántate y has lo que tengas que hacer. Abre los ojos, descubre tus oídos y afina tu voz. Has lo que nadie se ha atrevido a hacer: Pelea, levanta cuando tus huesos estén rotos y tu alma dañada, sé fuerte, sabio, busca las respuestas en ti, alcanza la cima, ten fe y conviértete en un hombre."

Las palabras, en cierta forma, fueron de ayuda. Buscar las respuestas en mí, alguien que se deprime por escuchar un nombre, es ilógico. Sé lo que tengo que hacer y... lo haré. Me levanto de dónde estoy, bajo las escaleras y busco una salida. Al encontrarla, salgo a un callejón algo estrecho, camino hacia la calle y emprendo mi andar hacia mi refugio. Ya no estoy seguro ahí, tengo que llevarme las pocas cosas que aún tengo ahí, aunque sea una misión suicida, pero necesito mis armas y poca comida. Creo que está comenzando a nevar, tengo que darme prisa.

Ya pasadas unas horas, llego a mi refugio. La nieve cae más rápido y ya comienzo a perder el control absoluto de mi cuerpo. Voy con los brazos cruzados y el temblar en mis músculos, me he puesto una parte de mi playera como cubre bocas. No noté a nadie siguiéndome u observándome, así que creo que Alejandro los alejó lo suficiente. Aún no sé por qué realmente lo hizo, pero me gusta pensar que ella se lo pidió, quiere decir que no estoy persiguiendo un fantasma. Sonrió levemente y doy un paso al frente, pero algo me detiene: Una gran capa cae sobre mí, es cálida y me cubre todo el cuerpo. Me aferro a ella como un koala a su árbol y volteo a mis espaldas, recibiendo un gorro que me cubría la cabeza.

-¿Qué es esto?- Pregunté al sujeto vestido de Santa Claus que estaba frente a mí.

-He venido como uno de los fantasmas de la Navidad, te aviso que estarás saliendo del mar con muchas cabezas- No pensé encontrármelo de nuevo.

-Alejandro... gracias- Tampoco pensé en decir eso.

-¿Por qué?- Alejandro me veía con una sonrisa confiada.

-Alejar a esos ciervos y quitarme el frio.

-Pensaba en prenderte en llamas, pero la mocosa quiso que fuese menos cruel contigo.

-¿Karla?

-Así es.

-¿Qué relación tienes con ella?, ¿Está contigo?

-Solo tratos y ella no está aquí. De estarlo, puede que hasta nos dé una paliza por hacer tanto alboroto.

-Quiero... respuestas. ¿Qué relación tengo con Karla?

Un segundo pasó y un zape de Alejandro me tiró el gorro de la cabeza.

-El cuervo te acaba de decir que busques respuestas en ti- Me coloca de nuevo el gorro y me da la espalda, dando unos cuantos pasos hacia mi refugio-. ¿Te quedarás ahí o entrarás?

El golpe me dolió, pero siento que me lo he buscado. Miro desconcertado a Alejandro, pero algo muy en el fondo me hace dar unos pasos hacia él. Entramos a mi refugio y él revisó todo los adentros con la mirada.

-Esperaba ver la piel de un Incumon colgada en la pared- Dijo antes de sentarse en una silla deteriorada.

-¿Qué es eso?

-Los ciervos que te cazan. No eres el único que les pones nombre a las criaturas.

-¿Cómo lo...? Ah, lo leíste en mi diario.

-Si. Si no fuese yo quien haya presenciado todo, te preguntaría dónde mierda compraste esas pastillas.

-¿Por qué te portas así conmigo? No creo que Karla te haya pedido que seas sociable.

-¿Es un reclamo?

-No, solo que nunca pasó por mi cabeza una situación así.

-Soy impredecible, espera siempre lo imposible cuando yo esté cerca.

-Aun así, creo que ésta tregua terminará pronto.

-Hasta entonces, toma asiento y relájate un poco.

-¿Cómo sé que no me prenderás fuego?

-Puedes regenerarte, así que no tendrás problemas con ello. Además, la capa está hecha de un material muy resistente, ni los Incumon la pueden atravesar.

-¿Estás segu...?- Una hoja cortó el aire y me dio en el torso. Su impacto me hizo retroceder, mas no pudo traspasar la capa.

-Te lo dije.

-¡Me hubieras avisado!- Le grité fastidiado.

-Bien, entonces te aviso que esto es sangre- Extendió una mano y sobre ésta apareció una botella de cristal con un líquido rojo dentro- Tómala, sabes que se te hace agua la boca.

-No tomaré eso.

-Lastima- Sentía cómo algo movía mis labios-. Pero eso no está en mis planes- Mis labios se abrieron y la botella se metió en estos, dejando caer una gran cantidad de sangre en mi garganta. Tomé la botella y la retiré de mi boca.

-¡Existe algo llamado "permiso"!

-Y algo que se llama "Me vale verga tu permiso".

-Me pude haber ahogado.

-Sigues vivo, y por lo que vi, no escupiste la sangre y tienes cierto deseo por beber más- ¿Cómo lo sabe?

-¿Y si es así?

-Brindemos por ello- Otra botella similar aparece en su mano-. ¡Salud por una jodida Navidad! ¡Por las mentiras que hemos creído, por los amaneceres que nunca más volveremos a ver, por los esfuerzos no recompensados, por la Locura, por el puto destino, por la sed insaciable, por las palabras que alguna vez dijimos y hoy tenemos que borrar de nuestros labios, por las promesas no cumplidas, por las muertes, por la guerra, por las Llaves Dimensionales, por lo que no somos, por lo que fuimos y seremos, por eso y mucho más, hoy levanto mi copa y brindo!- Extendió la botella. No sabía lo que en realidad debía de hacer, él es un desequilibrado mental, pero aun así siento cierta simpatía, como si estuviese frente a un antiguo amigo.

-¡Salud!- Choco la botella con la suya y ambos nos empinamos aquel líquido carmesí como si no hubiese un mañana.

Estuvimos varias horas charlando, contando nuestras anécdotas mientras estuvimos en ésta ciudad, era como cualquier charla entre amigos, incluso nos burlábamos de vez en cuando por las tonterías que cada uno había hecho. Hoy he aprendido mucho de su vida, tal parece, le da igual los planes, su único objetivo es crear caos, se deja llevar mucho por el momento, prefiere la lujuria en lugar del amor, el tatuaje de ambos es un sello tanto de poder, como de esclavitud, el cual, aparte de acelerar nuestra regeneración natural y mejorarnos físicamente, nos mantiene atado a la persona más importante de nuestras vidas: La Flor. No me explicó más y no me respondió varias preguntas, pero aun así fue cómoda su visita.

-Bueno Alone, fue un placer hablar, pero ahora tengo que retirarme. Recuerda que después de mañana comenzaremos nuestros papeles de nuevo, como debe ser- Se levanta y me lanza una sonrisa cálida.

-Lo entiendo, de igual manera fue agradable la tregua. Ojalá fuera diferente, mas nuestros ideales y modos de operar chocan.

-Cual agua y fuego, nuestro contacto solo puede terminar en desastre. Hoy sembré una semilla y mañana cosecharé los frutos. Romperé los lazos cuando sea el momento y despertaré al Hellhound.

-No sé cuándo, ni dónde, pero sé que algún día...

-Uno de los dos...

-Morirá- Ambas voces se unieron.

Alejandro desapareció entre plumas y se alejó con el viento. La botella vacía se desvaneció en mi mano, el frio no me perturbaba y una sensación que no había sentido en mucho tiempo se manifestaba, era comparable al haber estado en compañía de tus seres queridos, aunque en realidad estaba brindando con el Diablo. Miro al cielo, aún sigue nevando y una sonrisa en mi rostro reflejaba total confianza.

-Espero volverte a ver y ésta vez ser el que te dé el primer golpe- Dije mientras cerraba los ojos y me relajaba.



Puedes comentar aquí Jennifer_Gual

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro