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28. La llama sagrada de Farone y el regreso de un antiguo enemigo

Link y Navi estaban seguros de que morirían a manos del Stalfos, pues el golpe que recibió el joven en la cabeza no le permitió mantenerse de pie, sin embargo, las cosas fueron totalmente distintas, pues un desconocido sujeto los salvó de las garras de la muerte.

En ese instante, el príncipe, con dificultad, se incorporó del suelo y se puso a analizar detenidamente a su salvador.

Era una persona con el rostro parcialmente cubierto, solo se podía visualizar un ojo color carmesí, pues el otro estaba cubierto por un mechón; en su cabeza portaba un gorro blanco con unos listones rojos, y debajo de este podía verse la caída de sus largos cabellos dorados, recogidos por una trenza. Su traje estaba conformado por un entero color azul con blanco, el signo de un ojo lanzando una lágrima en el centro del mismo, y varias vendas cubriendo sus brazos, piernas y dedos; también había otros objetos complementando el traje, como algunas lanzas amarradas a su cadera y parte de las piernas.

- Por fin te encuentro, héroe elegido. – dijo el recién llegado.

El príncipe estaba enmudecido, no sabía qué responder frente a esa enigmática persona, pues por alguna extraña razón lo intimidaba en sobremanera. Por otra parte, Navi decidió calmarse luego de semejante susto y agradecer al individuo por estar a salvo.

- Muchas gracias por habernos salvado, de no ser por ti mi amigo y yo hubiéramos muerto. Ese golpe en la cabeza lo dejó pasmado.

Luego de eso, Link salió de su ensimismamiento y decidió acompañar al hada en sus palabras.

- Muchas gracias por tu ayuda. Permíteme presentarme, mi nombre es...

- Link, sé perfectamente cuál es tu nombre...

El príncipe se sintió confundido. ¿Cómo era posible que esa persona sepa su nombre? No recordaba haberla visto nunca, aunque debía reconocer que por alguna desconocida razón se le hacía familiar.

- El mal ha regresado a invadir este mundo, y por esa razón es necesario que el Héroe Elegido por las Diosas lo venza por medio de la Espada Maestra, la única arma capaz de repeler todo lo dañino y oscuro que nos rodea. Joven Link, para fortalecer la espada, necesitas imbuirla con las llamas sagradas que la formaron en el inicio de los tiempos. La primera está en esta región, escondida dentro de una destruida caverna gobernada por una envejecida estatua; la segunda se encuentra en la cima de un gran volcán, donde la lava y el fuego arrasan de manera inmisericorde con todo lo que se les cruza, y la tercera está en un barco que se encuentra hundido en las profundidades de las más frías y congeladas aguas.

- ¿Cómo sabes tú todo eso? ¿Quién eres tú? – preguntó el joven observándolo con recelo.

- Yo soy el último de los descendientes de los Sheikahs... mi nombre es Sheik.

- ¿Sheikahs?

- Somos una antigua raza que se ha dedicado al cuidado de la Familia Real de Hyrule desde tiempos inmemoriales.

- Entonces, ¿ustedes están relacionados con la familia de la princesa Zelda?

- Así es...

- ¿Por qué nunca he escuchado nada sobre ustedes?

- Por ahora no necesitas esas respuestas, todo te será revelado a medida que avances en tu periplo.

Definitivamente, ese joven era sumamente misterioso para el príncipe. Navi también estaba confundida, pues al igual que Link sentía que conocía al individuo, incluso hasta pensó que detrás de ese pañuelo cubriéndole el rostro se escondía un gran e importante secreto, pero debido a su poca memoria para recordar hechos centenarios, no logró responderse a sí misma.

- Yo siento que te conozco. ¿Dónde te he visto? – preguntó el hada ansiosa.

Sheik no respondió, solo se limitó a reírse y dejar el tema a un lado, pues la razón por la que se apareció frente al joven héroe fue para informarle algo sumamente importante.

- Tú, Link, eres el portador del fragmento del valor de la Trifuerza y como el héroe elegido desde tiempos inmemoriales, ese coraje y valentía te han acompañado siempre, y son ellos los que te han permitido asimilar tu destino y una misión tan peligrosa e importante. El curso del tiempo es muy cruel, pues no perdona ni olvida nada, y es precisamente por el mismo que la llama de Farone, que tanto anhelas encontrar, se ha extinguido; sin embargo, en tus manos posees un antiguo instrumento capaz de regresar en el tiempo las cosas más valiosas, y por medio de una melodía entonada de la misma lograrás traer a la llama de vuelta. Escucha, pues, el cántico que le devolverá la vida a una de las más grandes y poderosas esencias de la Espada Maestra...

Sheik sacó su lira y entonó una dulce y melodiosa canción. A medida que Link la escuchaba sentía como una calidez extrema y agradable lo recorría entero. Ese cántico lo hacía viajar en lo más profundo de sus recuerdos, donde se veía a sí mismo en un hermoso cielo y volando encima de una majestuosa ave carmesí. No comprendía ni asimilaba qué lugar era ese, pero lo que sí supo ver es que era una de sus vidas pasadas, precisamente una de las más milenarias, donde aprendió tan hermoso cántico en su travesía.

El príncipe estaba completamente ensimismado debido a tan sublime sensación y fue tan poderosa esa energía interna tomándolo que sacó la ocarina de su bolsillo y se puso a acompañar al Sheikah en la armoniosa actividad.

A medida que la ocarina se complementaba con la lira, el joven no pudo evitar sentirse sorprendido, al ver que por sí solo estaba usando el instrumento sin dificultad alguna. ¿Cómo era posible que solo por escuchar un fragmento de la melodía haya aprendido a tocarla? Se recordaba a sí mismo tocando el instrumento en sus manos, pero de ahí a saber cómo hacerlo era algo desconocido. Definitivamente, ese don dormido estaba empezando a despertar de su inconsciente.

Los jóvenes juntos formaban un armonioso acompañamiento de notas, donde llegó un punto en que de los dos instrumentos empezaron a salir destellos verdes y brillantes que bailaban al son de la música, incluso Navi, por su condición de ente del bosque, no pudo evitar bailar junto a los destellos debido a la felicidad que la embargaba endulzar sus oídos con tan maravilloso cántico.

Luego de un rato, la lira y la ocarina detuvieron su espectáculo, provocando que los jóvenes se miren a los ojos de manera intensa y sin decir palabra alguna por algunos segundos.

- "Valor de Farore", es el melodioso cántico que ha de revivir a la llama sagrada por medio de la Ocarina del Tiempo. – dijo Sheik son seriedad.

El príncipe se sentía totalmente maravillado. Jamás se imaginó que las palabras del Espíritu de Farone fueran tan ciertas, dentro de sí mismo estaba la respuesta para tocar la ocarina, y con solo escuchar una canción se ensimismó con la misma y logró recordar cómo entonarla.

- Valor de Farore. ¿Cómo es que tú conoces esa canción? – preguntó sorprendido.

- Hasta pronto, Link.

Sheik dio un paso atrás y cuando el príncipe se disponía a detener su huida, el mismo lanzó una esfera de energía al suelo y desapareció del lugar, cual espíritu de las sombras.

Link y su acompañante se quedaron sorprendidos por la aparición de ese misterioso ser, tenían demasiadas preguntas rondando en sus confundidas mentes.

- Link... yo conozco a este tipo. En tu vida pasada también te enseñó canciones para la ocarina, pero siento que no recuerdo algo importante sobre él. ¡Qué frustración siento! – exclamó enojada.

- Tranquila, es normal que no recuerdes, pues ya estás bastante entrada en edad, así que es lógico que se te olviden las cosas. – respondió sonriente.

- ¿Qué has dicho? ¡Para que te enteres yo aún sigo joven! El hecho que tenga miles de años encima no me hace una anciana. ¿Qué te pasa? – reclamó enfurecida.

- Tranquila, no fue mi intención que te ofendas, solo fue un comentario. – indicó avergonzado.

- ¡No lo repitas más, niño imprudente! – dijo golpeándose contra la cabeza de él.

- ¡Ya, está bien, pero deja de golpearte con mi cabeza! Mejor entremos al templo de una vez, debemos encontrar el atajo para llegar a la Gran Caverna Ancestral.

...

A la entrada del templo de las sombras se encontraban dos Sheikahs esperando pacientemente la llegada de alguien importante. Impa estaba un poco nerviosa, pues temía que lo planeado no hubiera resultado.

- Trata de calmarte, verás que todo salió bien. – dijo Azael calmado.

- ¡Estoy calmada! – contestó impaciente.

- Sabes muy bien que tengo la habilidad de percibir los sentimientos de los demás, y tú no eres la excepción. ¿Por qué crees que aún no me he alejado de ti? – preguntó riéndose.

- ¿Sabes qué? Ya me tienes cansada con...

De repente, las palabras de la mujer fueron detenidas al ver que frente a ella y su compañero aparecía un portal mágico, y del mismo salía una sombra conocida para ellos.

- ¡Por fin llegó! – exclamó el joven.

Sheik solo se limitó a saludar dando una reverencia, y luego empezó a mirar los ojos de manera seria a las personas que tenía en frente.

- ¿Cómo le fue en la misión? ¿Encontró al joven héroe? – preguntó Impa.

- Así es, le he enseñado a tocar el "Valor de Farore", y para su suerte manejó la ocarina a la perfección.

- Me alegra oír eso, de esa manera logrará encender la llama sagrada. – indicó Azael contento.

- Bueno, creo que es mejor ir de una vez al pueblo para presentarle, recuerde que ya hablé con usted sobre los motivos que les daremos a ellos sobre su llegada. – dijo Impa.

- Lo sé, vamos de una vez...

...

Azael reunió a toda la tribu de los Sheikahs para hacer un importante anuncio, todos estaban extrañados debido a que desconocían el motivo por el cual fueron reunidos.

- Compañeros, los he reunido aquí porque nuestra líder, Impa, tiene un importante anuncio que hacerles. Pido de favor que le presten atención.

Luego de que Azael terminó de hablar, Impa tomó la palabra.

- Compañeros, gracias por haber venido al llamado de Azael. Tengo el agrado de anunciarles que se ha unido a nosotros un nuevo miembro de nuestra raza.

Todos empezaron a murmurar, sorprendidos por la noticia que su líder les había anunciado. ¿Cómo podía unirse a ellos un nuevo miembro? Nadie conocía la localización de su clan, y aparte de eso, ninguno de los matrimonios conocidos había tenido un nuevo hijo. Definitivamente, todo era muy extraño.

- Sé que se sienten sorprendidos por mi noticia, pero mi abuela Nerea, que en paz descanse, antes de morir y nombrarme líder, me indicó que yo tenía un familiar lejano y debía buscarlo. Él siempre se encontró escondido en las sombras, esperando hallar a los de su especie, y finalmente lo ha conseguido. Les presento a Sheik, el nuevo Sheikah.

Sheik se presentó ante sus compañeros haciendo una reverencia, prefería no decir algún discurso de agradecimiento o algo parecido, pues era de pocas palabras.

Todos los miembros se limitaron a devolverle la reverencia al recién llegado, pero al mismo tiempo, entre ellos, se murmuraban muchas preguntas. ¿Quién era ese sujeto? ¿Sería verdad que era un familiar lejano de Impa? ¿Era hombre o mujer? Pues con el rostro cubierto era difícil de verificarlo, además su cuerpo era extraño, tonificado y bien formado, pero no se podía diferenciar si era lo suficientemente masculino o femenino, y todas esas dudas se acrecentaban al ver la larga trenza rubia que adornada su cabeza.

- Sheik se quedará en el Templo de las Sombras, de esa forma podrá entrenarse conmigo y con Azael. Espero que si llega a necesitar ayuda de ustedes estén disponibles a dársela.

Todos asintieron con la cabeza la petición de la Sheikah, y luego de eso cada uno se retiró a realizar sus respectivas actividades.

...

Ya de regreso en el Templo de las Sombras, Sheik se dispuso a caminar al altar del mismo, pero antes su paso fue detenido por Azael.

- Luego de las oraciones, seguirá el entrenamiento con Impa y conmigo.

- Lo sé...

Sheik entró al altar, y después de eso una intensa luz rodeó todo el lugar, provocando que el misterioso joven revele su verdadera identidad. Después se arrodilló ante la estatua de las tres Diosas y se puso a recitar algunas oraciones en idioma hyliano antiguo.

- En solo unos días ha podido recuperar gran parte de sus recuerdos, y entre esos, la misteriosa transformación con la que se caracteriza ahora. Has hecho un buen trabajo, Impa. – dijo Impa.

- Yo no tengo el crédito de todo, además estamos en las mismas condiciones, pues yo también estoy en proceso de recuperar retazos de mis vidas pasadas. Eso es muy importante para cumplir esta misión.

- ¿Así que familiar lejano? Nunca creí que meterías a tu difunta abuela en esto. – dijo riéndose.

- Lo que dije no fue del todo mentira, pues ella siempre me decía que yo había venido a este mundo por una importante misión, solo que la descubriría por mí misma.

- Entiendo, sin embargo, lo único que espero es que todo esto le sea soportable. – dijo mirando al cuarto del altar preocupado.

- Claro que lo será, pues es totalmente consciente que endureciéndose y dejando los sentimentalismos de lado logrará su objetivo.

- Lo sé, pero no por eso deja de ser duro.

- Lo superará.

Luego de esa conversación, decidieron retirarse a entrenar, pues tenían que prepararse para seguir el fortalecimiento del joven Sheikah.

...

Una vez que el príncipe y Navi entraron al Templo del Bosque, recorrieron un largo y oscuro pasadizo hasta que llegaron a una entrada sin puerta. Al llegar pudieron visualizar que se encontraban en un gran espacio abierto, donde había cuatro estatuas cilíndricas con pequeñas alas y unas enredaderas que parecían llevar a una puerta cerrada.

- ¡Hey, Link! Arriba de esas enredaderas hay una puerta. Subamos ahí para que la abras.

- Espero que esa puerta nos lleve al atajo hacia la caverna.

El joven corrió hasta donde se situaba la enredadera, pero al llegar una enorme Skultulla bajó bloqueándoles totalmente el paso. Gracias a los buenos reflejos que Link poseía, pudo esquivarla, caso contrario esta lo hubiera golpeado, o en el peor de los casos, mordido.

- ¡Qué araña más inmensa, por poco y nos mata! – gritó Navi, asustada.

- ¡Tranquila, acabaré con ella ahora mismo! – dijo Link con firmeza.

El príncipe sacó su espada y golpeó a la araña de manera frontal, pero ese golpe no surtió efecto en la misma, pues solo provocó que retroceda hacia atrás para que luego tome ventaja y se abalance hacia Link para atacarlo, pero el joven por medio de sus habilidades saltó para atrás, esquivándola.

- ¡No se muere! – gritó el hada horrorizada.

- Todo su cuerpo está protegido por una coraza, debe tener un punto débil.

Link se puso a observar a la araña detenidamente y pudo notar que no todo su físico estaba protegido. Justo la parte del estómago se veía descubierta, y fue entonces que pudo ver su punto débil.

- ¡Ya descubrí su debilidad, la golpearé de nuevo! – indicó seguro.

- ¡No, si lo haces volverá a abalanzarse a nosotros!

- Tranquila, tengo otra estrategia que hará quede acostada boca arriba.

Link recordó una de las técnicas que le enseñó su maestro, el ataque escudo, con ese podría impactar a la araña para que quede tumbada a espaldas en el suelo.

- ¡Ahora si acabaré con ella!

Link se puso frente a la araña y la impactó con su escudo. Esta, al sentir tal presión, se estremeció y luego quedó con la parte posterior de su cuerpo pegada al suelo; fue en ese momento que el joven encontró la oportunidad perfecta para acabarla, pues pegó un gran salto hacia ella y le incrustó la espada en el pecho, provocando que la fiera lance un chirrido de dolor y se desintegre completamente. Esta vez para eliminarla utilizó otra técnica aprendida en sus sueños, el golpe de gracia.

- ¡Bravo, Link! Acabaste con ella rápidamente, ya estaba empezando a aterrarme pensando que nos comería.

- Te dije que la vencería, ahora si subamos estas enredaderas. – indicó sonriendo.

El joven subió por las enredaderas y llegó hacia una gran puerta circular. Al principio Link no supo cómo abrirla, pero palpándola un poco descubrió que esta era más ligera de lo que parecía, así que presionó los bordes de la misma hasta adentro y la abrió, deslizándola hacia la derecha.

...

La nueva sala a la que llegaron parecía a un gran templo. Había una gran estatua de las Diosas sosteniendo la Trifuerza, y en medio de la reliquia se situaba una piedra color verde con filos dorados, al parecer una esmeralda; también había unas cuantas bancas alrededor de la mencionada escultura. Link al ver eso supuso que el lugar al que habían llegado era parte de lo que antaño fue el hogar de la sabia del bosque.

- Al parecer este era el lugar en donde vivía la sabia.

- ¿Quién era ella? – preguntó el hada.

- Mis padres me dijeron que se llamaba Saria y murió protegiendo la Espada Maestra.

- Pobrecita, que pena que haya muerto... su nombre se me hace tan familiar.

Link se puso a explorar el sitio para ver si encontraba un atajo, hasta que vio que en el medio del templo había cuatro antorchas apagadas.

- ¡Mira, Link! Creo que si enciendes estas antorchas algo ocurrirá.

- Puede ser...

El joven empezó a recorrer el lugar para ver si encontraba algo para encender las antorchas, y cuando llegó al altar donde estaban las Diosas pudo ver que había un viejo candil ubicado debajo de las mismas, junto a una fuente de aceite.

- Navi, usaremos esto para encenderlo. Me imagino que la sabia lo usaba para los rituales de oración a las Diosas.

- ¡Perfecto, enciende las antorchas!

Link llenó el candil con el aceite y luego se dirigió a las antorchas para encenderlas, y en el momento que la última fue prendida, el suelo del centro se abrió y dio paso a la salida de una larga escalera que se dirigía hacia arriba.

- ¿Una escalera? Vamos a subirla a ver dónde nos lleva. – dijo el joven.

Rápidamente, el joven subió las escaleras, ansioso por saber hacia dónde se dirigían, pues estaba seguro de que ese sitio era el atajo que tanto estaba buscando.

...

Cuando llegaron al final de camino se dieron cuenta de que se encontraban en la cima del árbol. Admirados observaron todo el paisaje, pero de repente los ojos del joven se sobresaltaron en sobremanera al ver que a lo lejos se veía la cabeza de una gran estatua.

- ¡Mira, Link! Esta es la estatua de la que Sheik habló... eso quiere decir que ahí está la Gran Caverna Ancestral.

- Estoy seguro de que ese es el sitio, pero me pregunto cómo...

Las palabras del joven fueron interrumpidas al escuchar un sonido chillón, y una vez que descubrió de dónde provenía el mismo, vio que se trataba de un pequeño grupo de monos saltando y llamándolo con la mano.

- ¿Unos monos? ¿Por qué gritan de esa manera? Parece que nos estuvieran llamando. – dijo el joven extrañado.

- Es que nos están llamando, ellos dicen que nos ayudaran a llegar a la caverna.

- ¿Cómo lo sabes? ¿Entiendes a los animales?

- Soy un ente del bosque y puedo entender a todas las criaturas de la naturaleza. Vamos hacia donde se encuentran, pues estoy segura de que nos serán de gran ayuda.

Rápidamente, el príncipe y el hada se dirigieron hacia el grupo de monos, y estos comenzaron a dispersarse por un montón de árboles que estaban alejados y se agarraron de los mismos por medio de sus patas.

Una pequeña monita, que al parecer era la líder del grupo, empezó a comunicarse con Navi, y esta entendió cada palabra que le dijo.

- Estos monos quieren ayudarnos a llegar a la caverna. Lo que tienes que hacer es saltar y agarrarte de los brazos de ellos, es decir, te sostienes de uno, consigues impulso y de ahí te agarras a otro.

- ¿Te has vuelto loca? – preguntó espantado.

- No te caerás, confía en mí. Lamentablemente, a pie jamás podrás llegar a la caverna; deja que ellos te transporten por estos largos árboles, es la única forma de llegar.

- Está bien... lo intentaré.

Con un poco de duda, Link accedió a la oferta de los monitos, estaba un poco preocupado de no poder agarrarse a ellos, pero no tenía otra opción si quería llegar rápido a su destino.

El joven caminó lo suficientemente distante para ganar ventaja, y una vez que la consiguió, corrió con todas sus fuerzas para lanzarse al aire y agarrarse de los brazos de los monos.

Uno a uno los pequeños animales ayudaron al príncipe a movilizarse por el aire, al principio el joven se sintió asustado pensando que caería, pero luego hasta lo encontró una experiencia divertida. A medida que se iba pasando de unos brazos a otros, el tiempo para llegar a la Gran Caverna Ancestral era cada vez más corto...

...

En los arenosos y traicioneros terrenos que cubrían el desierto Gerudo, se encontraba Ganondorf en el circo del pedestal del espejo, junto con Ferrus y unos cuantos esbirros que logró convocar gracias a sus oscuros poderes. Todos se encontraban esperando ansiosos la invocación que iba a realizar su amo, pues después de millones de años la totalidad de los poderes de su espada oscura estaban a punto de retornar a la misma.

- El momento ha llegado. Mi espada recuperará sus legendarios poderes, y con ello regresará el más fiel de mis servidores. – indicó el villano, satisfecho.

Ganondorf levantó la espada al cielo, acción que provocó que una oscurecida nube se pose encima del patíbulo. Todos los súbditos del Rey del Mal estaban asustados debido a ese cambio brusco de clima, pero Ferrus les indicó que eso era parte del proceso de fortalecimiento del arma.

De repente, el Fragmento del Poder de la mano de Ganondorf empezó a brillar con intensidad, provocando que del nublado cielo salgan un montón de rayos oscuros que se dirigían directo a la espada. El villano estaba ensimismado, era tal la energía que recibía su arma que sus ojos se tornaron blancos debido a la enorme sensación que lo recorría.

- ¡Recupera tus poderes, Espada Oscura! ¡Sírveme como lo has hecho desde el inicio de los tiempos! – gritó enardecido.

Un enorme rayó impactó en la espada de la manera más desorbitada, tanto fue la potencia que recibió que el mismo Ganondorf cayó al suelo debido a la agresión de dicha energía.

Una vez recuperado, Ganondorf se puso de pie y ubicó a la espada en sentido horizontal, provocando que de la misma salga un rayo oscuro que fue directo al suelo, y poco a poco tomando una forma más definida...

El Rey del Mal, junto a todos los presentes, observaron maravillados la transformación que se estaba dando frente a sus ojos, y una vez que esta finalizó, los ojos del villano se desorbitaron en sobremanera al ver al ser que tenían frente a ellos.

Ganondorf observó la gran obra frente a sus ojos, complacido, pues después de mucho tiempo su más fiel servidor había regresado a la vida.

El recién formado ser observó a su amo frente a él con una sonrisa macabra, se arrodilló en el suelo y dirigió unas palabras a su venerable rey.

- He aquí su más fiel servidor, mi apreciado amo. Gracias por haberme devuelto la vida que me fue arrebatada hace milenios. Estoy aquí para cumplir con todas sus peticiones.

- De eso no cabe duda, ni bien has recuperado tu vida y ya piensas en servirme.

- Yo nací por usted y para usted... ese es mi destino.

- Tengo una gran petición que hacerte, ya que tú tienes contacto directo con los demonios. Sé que lo conseguirás, pero antes... necesito que acabes con una plaga que me está molestando.

- ¿Plaga? – preguntó extrañado.

- Un mocoso insignificante, pero con una gran fuerza y valor que poco a poco está despertando. Escucha atentamente cada una de las palabras que te diré, pues de ellas dependerán tu victoria.

...

Después de un aterrizaje arriesgado, el príncipe pudo llegar a la Gran Caverna Ancestral. Notó que alrededor de la misma había un pequeño estanque, y se sorprendió de ver que a pesar de que el lugar estaba totalmente abandonado, había peces nadando. Hasta ahora todo el lugar parecía tranquilo.

- ¡Por fin llegamos, Link! ¿Esta es la Gran Caverna Ancestral? ¡Está en ruinas!

- Eso es lo de menos, recuerda que Sheik dijo que la estatua donde se encuentra la llama está en mejor estado, así que solo debemos entrar y hallarla. Me imagino que es la misma a la que le vimos la cabeza a lo lejos.

El joven observó la gran escalera que decencia hacia donde se encontraba la caverna, y luego de meditarlo unos segundos dio un gran respiro y bajó sigilosamente por las mismas.

...

La Gran Caverna Ancestral, en sus tiempos pasados, se caracterizó por ser una imponente construcción. En el centro se encontraba un mitológico dios que se creía fue el gobernante de la caverna hace millones de años.

Como indicó el Espíritu de Farone todo el sitio estaba en ruinas y totalmente destrozado. Link pudo notar que al parecer alrededor de la estatua, en antaño hubo un estanque, pero ahora estaba completamente seco. Sin duda su búsqueda debía llevarse en la enorme escultura, pues dentro de la misma se encontraba dormida la tan buscada llama.

- Puedo ver que esta estatua tiene algunas puertas de arriba abajo. Creo que es mejor bajar hacia el fondo de este estanque vacío y abrir la que se encuentra cerca de ahí, usaremos las enredaderas que se encuentran debajo de nosotros para poder descender. – indicó el príncipe.

Con cuidado Link bajó por las enredaderas, cuidando de no dar un paso en falso y caer hasta el fondo. Lentamente, descendió hacia el fondo del sitio, hasta que llegó al suelo y corrió a abrir la puerta que se encontraba accesible.

...

El sitio que descubrieron era totalmente oscuro y lúgubre, había un estanque donde en vez de agua la reemplazaba sustancia putrefacta y nauseabunda. Link se sintió asqueado con el olor de ese sitio, y por más que se cubrió la nariz para soportar el desagradable aroma, era inútil.

- ¡Qué asco, este lugar apesta! – gritó el hada, espantada.

- Sí, lo sé, es insoportable. Jamás en mi vida había olido algo tan asqueroso. – indicó desesperado.

Link caminó por un puente de piedra que se encontraba en el sitio, y ahí descubrió que la sustancia que lo rodeaba no solamente apestaba, sino que también era venenosa, pues observó cómo varias ramas secas se desintegraban apenas eran rozadas.

- Esta cosa es venenosa, hay que tener cuidado de no resbalar. – indicó preocupado.

Una vez que llegaron al final del puente, descubrieron que dentro del mismo había una puerta. Link la abrió.

...

Detrás de la recién puerta abierta, había una sala igual de oscura que la anterior, solo que esta ya no emanaba el desagradable olor. Dentro de la misma no había nada más que un perpetuo silencio, cosa que preocupó un poco al joven héroe.

- Todos está tan silencioso. ¿Qué tendrá de interesante este lugar? – preguntó el príncipe.

Link decidió explorar el sitio sigilosamente y al llegar al centro del mismo notó una irregularidad en el suelo, algo había debajo de la tierra y al parecer tenía gran tamaño.

- ¿Qué es esto? Parece una caja.

El joven empezó retirar la tierra con las manos, descubriendo un gran cofre. Al abrirlo pudo ver que se encontraba un extraño látigo.

- Vaya, ¿qué hace algo como esto aquí? – se preguntó curioso.

Lamentablemente, su pregunta no pudo ser respondida, pues un estremecedor ruido invadió el lugar, provocando que Navi grite como loca.

- ¿De dónde viene ese ruido? ¡Parecen que lo produjeran fieras hambrientas!

- ¡Cuidado! – gritó Link.

El príncipe notó que de las sombras salieron un montón de Bokoblins, pero estos eran extraños a los que él conocía, pues tenían un aspecto raro, como si estuvieran muertos en vida, y la respuesta a ello es que esos seres no eran normales, pues las criaturas que los acorralaron eran Bokoblins Zombies.

- ¡Qué horribles son esas criaturas! – gritó Navi espantada.

- ¡No te preocupes, acabaré con ellas! – indicó decidido.

- Pero son muchísimos, te ayudaré a distraer a los que más pueda, mientras tanto tú acaba con el resto.

Inmediatamente, Link desvainó su espada para acabar con los tétricos monstruos, aparte de utilizar varios tajos verticales y horizontales para herirlos, aplicó una de las técnicas que aprendió en sus años de entrenamiento, el tajo trasero, pues esa era la más propicia para acabar con enemigos de esa agilidad y tamaño.

Link logró acabar con muchos de ellos, pero para su disgusto se dio cuenta de que aparecían cada vez más y más Bokoblins Zombies. Eso lo empezó a preocupar en sobremanera.

- ¡Hey, Link! Son demasiados, cada vez aparecen más.

- ¡Tenemos que salir de aquí, sino terminarán por devorarnos vivos!

El príncipe empezó a buscar algún lugar por el que se puedan escapar, pero en ese cerrado sitio no había ninguna puerta a la vista, sin embargo, hubo un objeto que le llamó la atención, era como una especie de grifo de tamaño proporcionado con varios agujeros en el mismo.

- ¿Qué es eso, Link?

- No lo sé, pero hay que ver si nos sirve de algo.

Rápidamente, el joven corrió hasta donde se encontraba el grifo y lo tomó con fuerza para darle la vuelta, pero este no se movió ni un solo milímetro.

- ¡Se están aproximando! – gritó el hada.

Los muertos vivientes empezaron a acercarse poco a poco hasta donde se encontraban Link y Navi, estaban dispuestos a devorarlos para poder saciar el hambre que los había aquejado por años.

- ¡Diosas, qué frustración, esta cosa no se mueve! – se quejó el príncipe.

Lleno de enojo, Link golpeó con el látigo al grifo, y para su mala suerte, el mismo se enroscó a los agujeros del objeto.

- ¡Maldición, esta cosa se quedó atorada!

Enfurecido hasta más no poder, haló con fuerza el látigo y grande fue su sorpresa de ver que junto al mismo salió un enorme chorro de agua que llevaba hasta una habitación de más arriba.

- ¡Perfecto, podremos escapar por este chorro! ¡Navi, vámonos de aquí!

Link se colocó encima del potente chorro de agua, elevándose a la habitación de más arriba de la sala, dejando a los impotentes monstruos rabiando de furia al ver que su preciado alimento se había escapado de sus garras.

...

El chorro de agua los llevó hacia una habitación más iluminada, pero al igual que la otra, estaba completamente cerrada.

- Vaya, nos libramos de esos monstruos, pero ahora estamos encerrados. ¿Cómo lograremos salir de aquí? – preguntó el hada.

- Mira, ahí hay otro grifo parecido al de abajo, lo voy a golpear con el látigo para que otro chorro nos saque de aquí.

El joven preparó el látigo para poder activar el mecanismo del grifo, pero su paso fue interrumpido al ver que un Stalfos de cuatro brazos se le cruzó en el camino, cayendo desde las alturas.

- ¡Oh, no! ¡Otra vez ese horrible esqueleto viene a asesinarnos! – exclamó Navi asustada.

- ¡Hace un rato me tomó desprevenido, pero esta vez no me vencerá! – dijo Link con arrogancia.

El príncipe desvainó su espada y preparó su escudo, y en ese momento el monstruo se acercó a atacarlo. Link esta vez fue más atento y empezó a analizar cada uno de los movimientos de su adversario para terminarlo de una buena vez.

El joven recordó una de las técnicas que le enseñó su maestro, una donde podría destruir a enemigos resistentes y de gran tamaño, el rompe yelmos.

Link se preparó para realizar ese ataque, por suerte pudo esquivar cada uno de los golpes del Stalfos con sus grandes habilidades y la potencia de su indestructible escudo, así que inmediatamente golpeó al monstruo con el escudo para dejarlo confundido, aplicando después el rompe yelmos, provocando que la cabeza de su enemigo se parta en dos, y luego de eso caiga pedazo por pedazo al suelo.

- ¡Lograste vencerlo, qué maravilla!

- Esta vez no se me hizo tan difícil, creo que ya voy aprendiendo cada vez más. – dijo el joven animado.

El joven se disponía a golpear el grifo con el látigo, pero antes de eso notó que entre los restos del monstruo había una gran y brillante llave.

- ¿Una llave? ¿Para qué será?

- ¡Ay no! Eso quiere decir que tendrás que luchar contra un monstruo peor.

- ¿Qué cosa? – preguntó impactado.

- Acabo de recordar que en tu pasada vida siempre que encontrabas una llave de ese calibre, era porque pertenecía al cuarto donde te esperaba el monstruo vigía de esa mazmorra. Tendrás que luchar contra uno para poder encontrar la llama.

- No importa, con todo lo que ha pasado he perdido el miedo. Activemos este grifo y veamos si nos lleva al monstruo.

...

Activado el grifo, llegaron a una habitación donde solo se veía una gran puerta cerrada con un enorme candado. Link supuso que la llave que encontró era la única que podía abrir tal habitación, así que armándose de valor para enfrentarse a lo que le esperaba dentro, tomó la llave y la encajó al candado, comprobando que como sospechaba, esta pertenecía al mismo.

Una vez que la puerta fue abierta, se encontró en una habitación totalmente solitaria. Lo único que había en la misma era un montón de metales oxidados, que al parecer uniendo las piezas, formaban una estatua, pero con lo deterioradas que se veían, dudaban que las mismas encajaran a la perfección.

- ¿Qué serán todos estos metales viejos? – preguntó el hada.

- Al parecer, juntas forman una escultura, si te fijas bien, esta tiene forma de cabeza, la otra de brazos y esas cosas esparcidas parecen espadas.

- Entonces, todo lo que hay aquí es pura...

Las palabras del hada fueron calladas al escuchar una espantosa risa haciendo eco en el lugar, su intensidad era tan penetrante, que Link sintió un escalofrío recorriéndole la medula.

- ¿Quién anda ahí? - preguntó enojado, desvainando su espada.

- Nos volvemos a ver, maldito mocoso.

Link se dio la vuelta para encontrarse con un ser extraño frente a él, este tenía la piel totalmente pálida, y utilizaba un peculiar peinado que le cubría el ojo izquierdo; de vestimenta usaba un traje color blanco con un cinturón dorado y el pantalón tenía varios agujeros en forma de rombos; todo ese conjunto iba acompañado de una larga capa roja con símbolos amarillos y negros.

- Te hice una pregunta. ¿Quién diablos eres?

- Ay, pero que mal educado soy, acabo de recordar que en esta nueva vida no recuerdas nada... yo si te recuerdo para mi desgracia. Mi nombre es Grahim, El Señor de los Demonios, así que para dirigirte a mí tienes prohibido tutearme. Debes hablarme con el debido respeto.

- No me interesa quién seas, quiero saber qué haces aquí.

Grahim no respondió a las preguntas del joven, simplemente con un chasquido de sus dedos desapareció del sitio, dejando a Link confundido.

- Pero que...

Link se estremeció en sobremanera al ver como una filosa espada se colocó en su cuello. Se dio cuenta de que Grahim apareció atrás de él acorralándolo.

- ¡Link! – gritó Navi.

- ¡No te acerques, mosca del bosque! Un paso en falso y le perforo el cuello a tu amiguito. – indicó Grahim, amenazante.

Navi se quedó de piedra, no quería ver como el villano lastimaba a su amigo.

- ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué no estás molestando? – preguntó Link enojado.

- ¿Molestando? Fuiste tú el que me causó enormes molestias en el pasado. ¿Acaso no recuerdas? Eres tan imbécil que no sabes cosas de tu propia vida.

- Entonces, ¿yo te conocí en alguna vida pasada? Ahora entiendo por qué te tengo tanto rechazo.

- ¿Rechazo? ¿Cómo un mocoso, don nadie como tú, puede rechazar a semejante espectáculo anatómico como yo? Pero que vas a saber tú de la belleza, eres un ordinario, por más príncipe que seas, tus raíces te acompañarán por siempre. – dijo sarcástico.

Grahim sacó su enorme lengua luego de esas palabras, provocando que el príncipe se asquee enormemente, y de manera brusca se separe del villano para luego apuntarle con la espada.

- ¡Pero qué clase de tipo eres, no vuelvas a hacer eso! – reclamó espantado.

- ¿Si ve? No aprecias a lo que tienes delante de ti. – respondió riéndose.

- ¡Deja de hablar y pelea de una vez, enfréntate a mí!

- Ganas no me faltan de torturarte hasta matarte, lo mismo a la mosca que te acompaña, pero tengo que cuidar mi hermoso cuerpo y energía para un ritual que tengo que hacer esta noche, sin embargo, no te preocupes, te enfrentarás a un enemigo con el que luchaste hace mucho tiempo... pero esta vez vencerlo no te será fácil.

Grahim chasqueó sus dedos y provocó que las piezas rotas de la estatua empiecen a flotar. Luego se unieron y apareció un monstruo con seis brazos con una espada en cada uno y parado en dos piernas.

- Ya me retiro, pero antes te haré una indicación. Las espadas de este ser, pues como podrás haber visto, están oxidadas, y por lo tanto, una sola cortada provocará que mueras con la peor de las enfermedades, aunque bueno... eso sería un espectáculo digno de admirar.

Con un movimiento de su capa, Grahim se esfumó, dejando al príncipe a merced del oxidado monstruo, quien lo miraba con profundo odio y se acercó al él con sus múltiples espadas para atacarlo.

- ¡Cuidado, Link!

Link logró esquivar a tiempo el mortal golpe de la estatua. Definitivamente, vencerlo sería una tarea difícil.

- ¿Cómo lo vencerás? Esas espadas que tiene son enormes. – dijo Navi.

- ¡Encontraré la forma, te juro que lo haré!

Link se dedicó a esquivar los golpes de la bestia, y a medida que se iba a acercando, esta se frustraba de no poder noquearlo. Fue en ese momento que Link notó que uno de sus brazos se quedó pegado al suelo.

- Creo que tengo que sacarle los brazos, pero... ¡Claro, con el látigo se los arrancaré! – pensó para sí mismo.

Link se acercó a la estatua lo suficiente para poder provocar que este lo golpee, y como lo había planeado, esta lanzó sus brazos al suelo y quedaron pegados al mismo.

- ¡Ahora sí, morirás!

Con el látigo, Link empezó a quitarle los brazos uno a uno, y de esa manera del pecho del monstruo se reveló su corazón. El joven supo enseguida que ese era su punto débil, así que con su espada empezó a golpearlo hasta el cansancio, provocando que su rival se queje de dolor al sentir como su corazón se despedazaba. Era tal el impacto que sentía, que con una de sus espadas aventó al joven a unas de las paredes del lugar y este quedó momentáneamente noqueado.

- ¡Link!

Navi notó que el brazo del joven estaba sangrando, eso la preocupó enormemente, pues como dijo Grahim, una cortada de ese metal oxidado podría ser letal para su vida.

- ¡No volverá a golpearme, esta vez sí acabaré con él! – indicó firme poniéndose de pie.

Link volvió a repetir la estrategia, provocó que el monstruo vuelva a incrustar sus brazos en el suelo y con el látigo se los arrebató, y cuando su corazón quedó expuesto, volvió a golpearlo con todas sus fuerzas hasta que llegó un punto en que este explotó colosalmente.

La estatua empezó a moverse por todos lados, hasta que su cuerpo voló en mil pedazos y solo quedaron residuos de metal desparramados por todo el sitio. Finalmente había sido vencido.

Link cayó de rodillas al suelo debido al agotamiento de la feroz batalla, pero al mismo tiempo se sentía satisfecho de haber sido el vencedor de la misma.

Navi se acercó hacia el príncipe contenta, pues ver que seguía con vida era algo tranquilizador para ella.

- ¡Bien hecho, Link! Lograste vencer a esa bestia metálica.

- Sí, gracias por haber estado a mi lado apoyándome. – dijo sonriendo.

- Yo no hice mucho, tú fuiste el que obtuvo la victoria.

Luego de que el joven se puso de pie, pudo ver que una puerta dorada en el sitio donde se encontraban empezó a brillar con intensidad.

- Esa puerta está brillando, estoy seguro de que la llama sagrada se encuentra ahí.

El joven y el hada se dirigieron a abrir la puerta.

...

Una vez que traspasaron la puerta dorada, encontraron un enorme contenedor vacío y oxidado, que al parecer por el paso del tiempo había llegado a esas condiciones.

- Mira, ese signo que tiene encima es el de la región de Farone. – dijo Navi.

- Así es. Voy a tocar el "Valor de Farore" para encender la llama.

Link se puso frente al contenedor vacío, sacó la ocarina de su alforja y empezó a tocar la misteriosa melodía enseñada por el Sheikah. Varias luces de colores verdes y brillantes empezaron a salir del instrumento, y una vez que la canción finalizó, el oxidado objeto empezó a brillar con fuerza, y del mismo salió una enorme e incandescente llama verdosa.

El joven se asustó un poco al ver el tamaño de la llama, y al mismo tiempo, el calor que emanaba era insoportable. Decidió no prestar atención a esas sensaciones y desenvainó la Espada Maestra para luego estirarla en sentido horizontal hacia la llama.

En ese momento la llama salió del contenedor, y con gran velocidad se dirigió hacia donde estaba la espada. Link, debido a la impresión, se cubrió con la misma, pero se impactó en sobremanera al ver que el fuego que se impregnaba en el arma no le causó ninguna pequeña quemadura.

Una vez que el fuego fue absorbido en su totalidad por la espada, esta empezó a brillar intensamente. Ya no se veía tan opaca como la ocasión en que la tocó por primera vez, esta vez brillaba con mayor fuerza y podía sentir la energía de la misma recorrerlo en cuerpo entero.

Cuando la espada estuvo completamente lista, Link la probó haciendo algunos movimientos, después de eso la guardó en su funda. En ese momento notó que el fragmento de su mano derecha empezó a brillar con un poco más de intensidad que la vez anterior. Sin duda eso tenía que ver con la reciente fuerza adquirida por la espada.

- "Link, Héroe Elegido por las Diosas, soy Farone. Has cumplido tu misión de manera extraordinaria, con esta primera prueba has demostrado ser digno de tener la espada maestra en tus manos. En este momento te traeré a mi territorio para indicarte cuál es el camino que debes seguir.".

El joven se sorprendió al escuchar las palabras del Espíritu de Farone hablándole. Luego fue rodeado por una luz brillante, y de esa forma desapareció junto con el hada de la Gran Caverna Ancestral, para seguir descubriendo más caminos que tenían que ver con el cumplimiento de su destino.

...

El oráculo mágico mostró ante los ojos de Ganondorf el triunfo del héroe elegido para revivir a la llama sagrada, se sintió indignado de ver como el mismo salía victorioso con la espada fortalecida e incluso tuvo deseos de culpar a su más fiel servidor, Grahim, de lo ocurrido... pero ese momento no era el más propicio para eso, pues el Señor de los Demonios, se encontraba frente al pedestal del espejo roto, arrodillado y con los ojos cerrados.

Ganondorf observó la escena impaciente, quería que su sirviente cumpla con lo que se le pidió de una vez, pero grande fue su sorpresa al ver que el demonio rodeaba el pedestal del espejo con un aura oscura y se ponía a bailar alrededor del mismo.

La danza demoniaca duró alrededor de varios minutos, en los cuales el malévolo ser gritaba unas palabras en hyliano antiguo para invocar a los seres oscuros y alzaba las manos al cielo a medida que movía el cuerpo.

De repente, varios destellos oscuros se formaron en el pedestal del espejo y poco a poco, formaron un circular y brillante objeto. Grahim observó complacido el resultado de su invocación y cuando se decidió a poner una mano sobre el mismo, se produjo una brillante luz que se reflejó en la gran piedra que tenía al frente. Todo ese proceso dio la apertura a un agujero negro, donde líneas blancas podían observarse pasmadas de manera intensa.

Ganondorf se sintió maravillado de ver lo que logró su sirviente gracias a la ayuda de los demonios, y en ese momento empezó a reírse a carcajadas debido a la alegría que lo embargaba.

- ¡Por fin, gracias al poder de los demonios, lo que una vez fue destruido ha vuelto a reconstruirse! Ahora sí llegó la hora, pagarás por haber sido partícipe en mi derrota pasada.

...

Comentarios finales:

- Este capítulo tuvo mucho que ver con el juego SS, sobre todo con la mazmorra de la Gran Caverna Ancestral, sin embargo, la quise hacer algo diferente para que no se haga tan larga. Puse a Koloktus como el jefe de la misma, porque en el juego una vez que se le vence, las piezas de su cuerpo no desaparecen, sino que quedan esparcidas por el suelo y por eso es que lo volví a poner, pero esta vez totalmente oxidado, y por lo tanto más peligroso (conocen los riesgos que uno puede tener al cortarse con un metal oxidado). Ya en las siguientes mazmorras pondré enemigos que no necesariamente tendrán que ver con el juego.

- Estoy segura de que se quedaron con algunas dudas en lo que se refiere a Sheik, pero no se preocupen, hay una razón de ello y lo descubrirán a medida que la historia avance.

- Finalmente, ¿qué planes de venganza tendrá Ganondorf? ¿Quién será ahora la víctima de sus maldades?

Saluditos ^^

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