Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 9


Tienes el color y el perfume de
las rosas, la limpidez y pureza del crista.

                                         •Lope de Vega•
                
                    
Laura:

-¡Mierda!-maldigo mientras que intento levantarme para volver a ejecutar el paso en el cual tengo dificultad, pero mi esfuerzo no sirve de nada, ya que también resulta fallido.

He pasado horas intentándolo una y otra vez, perfeccionando mis técnicas y mis movimientos.

-Para hacer ese paso, necesitas tener el equilibrio preciso. Para lograrlo, debes mantener tus brazos a los costado lo más estirados posibles, mantener la espalda recta y tomar un impulso ligeramente mayor a la hora de dar la vuelta.

Escucho una voz familiar detrás de mí y me giro rápidamente para ver al chico que se encuentra en la entrada del salón, apoyado en el marco de la puerta. Lo observo detenidamente, preguntándome desde cuándo está ahí y cómo sabe tanto sobre el paso que estoy tratando de hacer.

Apoyo las manos en el suelo para pararme del suelo y prestarle más atención al individuo que me ha interrumpido.

-¿Que haces aquí, Kohen?-pregunto prestándole mucha atención a las facciones de su rostro. Estamos a cierta distancia y el ambiente no tiene mucha iluminación como para percatarme de todos sus imperfecciones, pero aún así, siento como sus ojos verdes atraviesa mis pupilas al estar totalmente concentrado en mí. La piel me quema y por un segundo siento que se llega a generar una energía vastante distinta entre nosotros hasta que habla.

-Solo pasaba-oigo sus palabras haciendo que entre en un choque de realidad y quite todas esas ides locas de mi cabeza haciendo explotar la burbuja que nos rodeaba por un instante.

-¿Y desde cuándo te has aprendido las técnicas para ejecutar bien un paso de danza?-no dejo de verle esperando una respuesta por su parte, ya que en verdad me gustaría saber en donde lo ha aprendido.

-Soy un gran observador, Laura. Durante los últimos dos años en esta universidad, he sido testigo de innumerables chicas como tú intentando hacer ese fouetté en poine, esforzándose constantemente para lograrlo de manera perfecta. Además, sé ve que la técnica te la sabes, solo te falta concentración.-Mientras hablaba, se aproxima, adentrándose en el salón. En ese momento le preste tanta atención a sus palabras que no me di cuenta de que estaba justo en frente de mí.

Ambos caemos en silencio durante unos instantes, paralizados por la intensidad de nuestras miradas. Mis ojos, atraídos por los suyos, se pierden en ese verde profundo que en algunas ocasiones hace que mi piel arda sin rastro de fuego alguno.

-Puedo ayudarte-menciona cuando ve que no digo absolutamente nada extendiendo su mano. Yo volteo a verla por un segundo analizándola antes de volver a su rostro-Si quieres.

Cuando finaliza la frase, comienza un debate interno en mi cabeza, reflexionando sobre si aceptar o no su ayuda. Kohen es bastante engreído y no quiero deberle nada, ni siquiera esto. Sin embargo, a veces debo admitir que no puedo hacerlo todo yo sola. Podría buscar ayuda, pero... ¿Kohen? ¿De verdad? Bueno, da igual. Solo me va a ayudar ¿Qué podría pasar? Absolutamente nada.

-Acepto tú ayuda - Él toma mi mano de una forma delicada y sutil a medida que respiro profundo al sentir el contacto de su mano con la mía. Embriago mis ojos viendo cómo él observa nuestras manos entrelazadas de una manera como si nunca se hubiera imaginado este momento.

Una vez que gira a verme se inclina hacia adelante para decirme solo una palabra que me ponen los pelos de punta.

-Volteate-realizo lo que él me pide, volteándome de espaldas a él mientras observamos nuestras siluetas reflejadas en el espejo que tengo frente a mí, donde nuestros ojos se encuentran.

Siento cierta rigidez en mi cuerpo al notar cómo él acerca su pecho a mi espalda y coloca su mano izquierda en mi cintura. Empieza a surgir una extraña sensación en mi estómago al sentir su respiración sofocante tan cerca de mi cuello, lo que me provoca un estremecimiento incontrolable por todo el cuerpo.

Paso a verlo por el reflejo del espejo y no puedo evitar dejar de respirar al escuchar otra canción cautivadora en el fondo, tan romántica y hermosa como la anterior. Para ser exacta, "Falling Like The Stars" de James Arthur, la elección perfecta para ensayar los pasos. Aunque internamente lamento que esta canción sea tan apasionada y romántica, ya que, aunque este momento pueda parecerlo, en realidad es incómodo, demasiado para mi gusto.

-Me encanta esta canción-susurra en mi oído y, al mirar por encima de mi hombro, me arrepiento de inmediato al notar que sus labios están peligrosamente cerca de los míos. Una vocecita en mi cabeza me aconseja que dé la vuelta y olvide esos breves segundos, y eso es precisamente lo que hice <aunque lo de olvidar resulta un tanto complicado>.

-Bien, primero para ejecutar esta maniobra tienes que alza un poco los brazos a los costados y mantenerlos completamente rectos, aunque esto ya lo debes saber.-lo escucho hablar y hago exactamente lo que me indica-Siempre tienes que mantener la espalda recta e impulsarte con ambos pies, no con uno solamente. Mantener el equilibrio es lo fundamental, para eso tienes que despejar tu mente, no haces nada con hacer mil veces el ejercicio si no estás concentrada. Toma una respiración profunda y déjate llevar por la música. El ritmo es suave, así que tómate tu tiempo antes de hacer las patadas para no descoordinarte y mantener el equilibrio.

Mientras escucho la voz de Kohen, cierro los ojos y respiro profundamente, preparándome como me había indicado. Luego, tomo impulso y elevo un pie del suelo. Comienzo a dar ligeras patadas con pequeños saltos manteniendo la compostura mientras que empezó a girar como un trompo al ritmo de la música. Kohen empieza a quitar sus manos de mi cintura para darme espacio, mantengo el equilibrio por mi sola antes de detenerme y empezar a avanzar alrededor del chico que está a mi lado. Agrego un Spirals and Twists para que la coreografía quede más elaborada y hermosa.

Por un instante, olvidé completamente que él estaba en el salón y comencé a bailar como si estuviera completamente sola. Durante unos breves momentos, el ambiente cambió por completo, ya que no me incomodaba en absoluto que me viera bailar. Muy pocas personas me han visto bailar sola y pensé que sería un tanto incómodo hacerlo frente a él, pero la realidad es que no lo es. Me agrada que me observe, que examine cada parte de mi cuerpo con cada movimiento, que siga mis contornos al compás de la música, sin apartar sus ojos de mí ni por un solo instante.

Una vez termino el baile, retomo mi pose inicial y giro para encontrarme con la mirada de Kohen, quien tiene sus ojos clavados en mí. Experimento un leve atisbo de emoción al haber hecho bien el fouetté, después de numerosos intentos, a pesar de saber que fue gracias a él.

-¿Qué te pareció verme bailar? -me acerco con una sonrisa en mi rostro ya que me había alejado de él unos cuantos pasos-Sé que me falta practicar más, pero al menos ahora...

-Hermoso- menciona interrumpiéndome.

-¿Qué?- pregunto al no escucharlo muy bien.

-Verte bailar me pareció algo hermoso.- me asombro al escuchar esas palabras salir de su boca y percibo por su lenguaje corporal que incluso él mismo se ha sorprendido con lo que ha dicho.

-Gracias- digo a un leve susurro que ni sé si ha alcanzado a escuchar desviando la mirada al suelo completamente ruborizada por la situación.

-Creo que yo ya me voy-habla él luego de varios segundos girándose para comenzar a caminar hacia la salida, pero no sé porque en ese momento siento la lijera necesidad de preguntarle.

-¿Ya te vas? - expreso, aunque ya se la respuesta-Emm...espera, voy contigo.

El se voltea a verme sin decir absolutamente nada, solo se queda quieto en el lugar mientras que yo apago el equipo de música y recojo mis pertenencias.

Después de eso, dejamos el salón juntos y nos adentramos en los pasillos de la universidad. Un silencio absoluto nos envuelve a medida que avanzamos, hasta que finalmente me decido a romper el silencio.

-¿Por qué sigues merodeando a estas horas por los pasillos de la universidad? ¿No te mudaste a un apartamento con Elian, Michael y Erick?.

-Regresé a buscar algunas cosas que se me quedaron en el salón de arte-contesta sin más.

Su respuesta me hace recordar que, a pesar de llevar un mes allí, nunca he visto ninguna obra de Kohen.

-Oye-lo llamo-¿Me mostrarías alguno de tus dibujos? Nunca he tenido la oportunidad de ver ninguno.

-No los verás por ahora, Laurita-dice, deteniéndome confundida.

-¿Por qué?-mi curiosidad no puede evitar la pregunta.

Él solo se voltea y comienza a caminar, ignorando mi pregunta. Yo acelero el paso para no quedarme atrás.

Nos sumimos en un breve silencio nuevamente hasta que escucho su voz a mi lado.

-¿Por qué decidiste estudiar danza?-Su pregunta me toma por sorpresa, nunca pensé que mi vida le interesara.

-Es algo que siempre me ha encantado. Además, asistía a clases de danza desde pequeña.

-¿Por qué no fuiste a una escuela especializada en danza?-interroga.

-Siempre soñé con asistir a esta universidad de arte. No solo se centra en la danza, sino en otros campos también, lo cual encuentro fascinante. Puedo conocer gente nueva, explorar nuevos intereses. -una sonrisa orgullosa se esboza en mi rostro mientras hablo.

-¿Alguna razón especial?-me mira, y caigo en cuenta de que estaba profundamente concentrada en mis palabras y había olvidado que estaba allí conmigo.

Analizo su pregunta y suspiro al recordar el motivo.

-Mi padre se graduó en esta universidad. Era un excelente pintor y siempre quise seguir sus pasos...falleció cuando yo tenía once años- esas palabras finales apenas salieron como un susurro de mis labios.

-Entiendo.- respondió sin hacer más comentarios al notar que el tema me había afectado un poco.

Al llegar a la salida, noto que pequeñas gotas caen del cielo, que se muestra gris y opresivo. El aroma a tierra mojada impregna todo el campus a medida que la lluvia torrencial se intensifica.

-¡Genial, está lloviendo!- exclamo con frustración al darme cuenta de que no tengo nada para protegerme.

Miro hacia el chico a mi lado y observo cómo saca una sombrilla negra de su mochila, mientras yo me encuentro un tanto desconcertada.

-¿Qué sucede?- pregunta al percatarse de que no le he apartado la mirada-¿No traes un paraguas?

Pregunta como si llevar una sombrilla en la mochila fuera algo esencial e imprescindible.

-No- respondo con contexto.

-¿Acaso no has visto las noticias?- cuestiona.- Anunciaron que el clima hoy iba a ser malo.

Para ser sincera, rara vez veo las noticias en la televisión.

-No lo sabía- fue mi única respuesta.

-No me sorprende- comenta de manera sarcástica.

-¿Disculpa?- expreso un tanto ofendida.

-No me sorprende que no estés al tanto, eres demasiado distraída - suelta una risa burlona- Seguro anunciarán mañana que un meteorito gigante está por caer a la tierra y tú ni te darás por enterada.

-¡Tonto!- murmuré, sin dirigirle la mirada.

-Toma- Volteo hacia él y lo veo ofreciéndome el paraguas, ya abierto, protegiendo mi cabeza.

¿Me estaba dando su paraguas? ¡Guau, me sorprendes cada vez más, Kohen Walker! Nunca pensé que pudieras ser tan considerado.

-Pero, ¿y tú...?- pregunto confundida antes de que me interrumpa.

-Ya me las arreglaré- dice encogiéndose de hombros.

-Pero...- intento intervenir de nuevo, pero él me interrumpe una vez más, esta vez un poco exaltado.

-¡¿Lo vas a tomar o no, por todos los demonios?!- exclama un tanto desesperado.

-Está bien, está bien- respondo para calmarlo mientras alcanzo el paraguas con una mano.

-Gracias- musito.

-No me agradezcas, solo asegúrate de no dañarlo. Devuélvemelo después- me dice, pero parece absorto en la lluvia que cae delante de nosotros y no me está prestando atención.

-¿No te vas?- pregunta levantando una ceja.

-Sí, ahora mismo- respondo, volviendo en mí y moviendo los pies para bajar los escalones hacia el suelo del campus. Siento la lluvia golpear el paraguas y empapar ligeramente mis zapatos. Me vuelvo para ver a Kohen, quien al parecer no me quitaba la mirada de encima.

-¡Nos vemos mañana!- sin saber por qué, sentí la urgencia de gritarle eso para asegurarme de que me escuchara.

-¡Hasta mañana, Laurita!- una sonrisa se dibujó en mis labios al oír su profunda voz por encima de la lluvia.

***

-¿Han oído sobre el rumor de que Sarina Vatmer de tercero, al parecer tiene VIH?- pregunta Elián, acomodándose en uno de los sofás junto a Erick.

Estábamos en el apartamento de Elián, Kohen y Michael. Hacía semanas que se habían mudado y nos invitaron a pasar el tiempo. Yo ocupaba el sofá del frente, entre Michael y Cameron. Samuel estaba solo en un sillón aparte, mientras Ángela descansaba en el antebrazo de éste junto a él. Lamentablemente, Tamara no pudo venir, pues un familiar la visitaba y Kohen había ido a la cocina en busca de unas cuantas cervezas

-Quién sabe, probablemente solo sean habladurías- responde Michael-Además, incluso si fuera cierto, no me parece apropiado convertirlo en chismes o propagarlo. Creo que este tema es sumamente delicado, y si de verdad fuera cierto, la gente no debería estar comentándolo ni criticándola por ello.

--Lo sé, a mi tampoco me parece bien. Solo menciono lo que he escuchado-vuelve a hablar Elián.

-Ella no es mala chica, solo que se deja influenciar demasiado. Hace dos semanas la vi morreandose con Kevin Vázquez de cuarto año, es un idiota que va calentandole las faldas a todas las chicas. No dudo que sea gracias a él que haya contraído esa enfermedad, si es que la tiene.-menciona Ángela.

Me desconcentré de la conversación al notar cómo otra persona entraba en la sala.

-¡Por fin, la bebida!- exclama Elián al ver a Kohen llegar con unas cuántas botellas de cerveza en las manos. Le da a cada cual la que le toca.

-Bueno, ahora que tenemos la bebida, ¿por qué no jugamos algo? - propone Samuel.

-¡Oh, sí!- exclama entusiasmada Ángela-Podríamos jugar verdad o atrevimiento - sugiere.

-Paso de eso- responde con voz grave Kohen.

-Vamos, Kohen, no arruines la fiesta- se queja Elián-A mí me parece una idea genial.

-Por mí, está bien-habla Cameron y a partir de ahí todos aceptamos.

El juego comienza y Ángela busca una botella de plástico para hacerla girar sobre la mesa. Si la tapa apunta hacia ti, te toca; si la base apunta hacia ti, eres quien hace la pregunta. Con el pasar del tiempo, ya le había tocado a Ángela, Samuel, Michael y Erick. Ángela elige un reto y le toca besarse con Erick. Michael elige verdad y le preguntan cuántos tríos ha tenido y con quién, a lo que responde dos y menciona los nombres de las personas. A Samuel le toca besarse con Cameron, lo que resulta un tanto incómodo, pues no pude evitar mirar la reacción de Erick, quien disimulaba muy bien. Luego le tocó a él, eligió verdad y le preguntaron si alguna vez se ha sentido atraído por alguien de su mismo sexo, una pregunta que le da en el clavo en éste momento; sin embargo, lo sorprendente es que responde que sí, en frente de todos. Aunque el tema no genera mucha controversia, todos parecen comprender. Finalmente, me toca a mí. La tapa apunta hacia mí y la base, hacia Ángela.

-Laura, ¿verdad o atrevimiento?-me pregunta Ángela.

-Verdad-opto por la verdad, ya que no quiero darle un beso a nadie ni hacer algo peor.

-¿Hace cuando fue la última vez que follaste y en dónde?- Al escuchar esa pregunta de Ángela no tengo que verme en un espejo para saber que mis mejillas han tomado un color ruborizado mientras que volteó a ver a mi amigo Erick que suelta una risita ronca con un tono burlón. Él sabe que no tengo relaciones sexuales hace casi dos años. La última vez que estuve con alguien fue con Colin un novio que tuve en la preparatoria. No soy una Santa, claro que he estado como otros chicos además de él. Pero Colin fue la relación más seria que tuve. Aunque, seguramente se estarán preguntando porque no estuve con nadie en todo este tiempo, la respuesta es muy sencilla, no soy tan liberal, ni he encontrado a la persona con la que quiera estar o compartir algo íntimo.

-La última vez que estuve con alguien fué hace dos años. En la casa de un novio que tenía en preparatoria.

Ángela levanta las cejas sorprendida al escuchar mi respuesta, al igual que los demás.

-¡La madre de los tomates!-exclama Samuel sorprendido—¡Joder, tía! ¡¿Cómo aguantas tanto!?

-¿En serio?-pregunta Ángela nuevamente, asiento con la cabeza-Debería buscarte rápidamente un buen prospecto.

-Si estás en busca de nuevos pretendientes, como buen amigo que soy, estaré encantado de ayudarte, Laura; para eso estamos-dice Elián con una sonrisa traviesa. No puedo contener la risa ante su comentario, su sentido del humor me divierte mucho.

-Me refería a un buen prospecto, no a una niñita disfrazada de hombre-se burla Ángela, y todos reímos.

-Sé que deseas estar con esta escultura griega, mi querida amiga-comenta nuevamente Elián.

-En tus sueños-responde Ángela con el dedo medio, a lo que Elián le devuelve sacándole la lengua. Río mientras niego con la cabeza ante el espectáculo que estos dos arman.

-¡Ya basta! Dejen de hablar y hagamos girar la botella de una vez -interviene Erick.

Cameron se inclina hacia adelante y hace girar la botella, que cae en un punto específico, con la tapa apuntando hacia Kohen y la base hacia Samuel.

-Kohen, ¿verdad o atrevimiento?-pregunta el chico y todas las miradas se dirigen hacia Kohen, quien no emite respuesta de inmediato.

-Atrevimiento-menciona finalmente.

Por un instante, nuestros ojos se encuentran antes de volver a la atención de Samuel, aguardando a que dé la instrucción de lo que debe hacer.

-Está bien-comienza a hablar Samuel con aire pensativo-Te toca besar a Laura.

Mis ojos se abren de par en par. ¿Escuché bien o tengo tanta cera en los oídos que no distingo la última palabra que dijo?

Volteo hacia Kohen, cuya expresión neutral indica que todavía está procesando la solicitud. Cuando finalmente dirige su mirada hacia mí, una bomba nuclear parece estallar en mi estómago. Sus ojos queman sobre los míos con una intensidad nunca antes vista, y sin razón aparente, mis manos comienzan a sudar.

Mi corazón comienza a latir más fuerte en mi pecho al ver cómo Kohen se levanta de su asiento y se dirige a pasos lentos hacia mí. ¡Oh, por Dios! ¿Qué diablos hace? No lo pierdo ni un segundo de vista al igual que él a mí, es como si no hubiera nada más a nuestro alrededor, solo nuestros ojos. Trago saliva con dificultad cuando llega hasta donde estoy y tengo que echar la cabeza hacia atrás para continuar viéndolo, ya que está parado frente a mí y yo estoy sentada en el sofá. Observo atentamente cómo se inclina hacia delante, apoyando las manos en el espaldar del asiento, acorralándome. ¡Madre mía, va a pasar! ¡Va a besarme! ¿Por qué diablos estoy tan nerviosa? Solo es un juego, ¿no significa nada, verdad? ¡Pues, claro que no, Laura! Es Kohen, no te besaría si no fuera por un maldito juego, apuesto a que ni siquiera me tocaría con un palo de escoba.

Recupero la conciencia cuando mi mirada se posa en sus labios que se acercan a los míos, y cierro los ojos esperando el beso. Uno, dos, tres, cuatro, sinco, seis... segundos pasan y no siento sus labios impactar con los míos, así que vuelvo a abrirlos rápidamente, encontrándome nuevamente con su rostro, el cual está con una ceja alzada, la típica cara de capullo indiferente que suele dar.

-Dije que paso de este juego-menciona para que todos lo escuchen, pero sin dejar de mirarme.

Y ahí lo supe. Había quedado como toda una imbécil creyendo que él iba a besarme y, aún peor, lo quería. No me opuse, no hice una protesta, cedí fácilmente, como una completa tonta.
Ahora él lo sabía, le había dejado ver que sí quería ese beso, o al menos que no hice nada para impedirlo... espera, espera, ¿lo quería? ¿Quería ese beso?.

***

¡Hola a todos! Espero que estén disfrutando de esta historia. Si es así, me encantaría saberlo a través de sus votos y comentarios, ¡sería de gran ayuda para mí! También pueden compartir sus mensajes en mi tablero con críticas, opiniones y sugerencias que les gustaría compartir.

Una vez más, ¡muchas gracias por leerme y por su apoyo! ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro