Una mañana fría con una torrencial lluvia que no mostraba rastros de parar, era lo único que acogía a un pequeño demonio que había escapado de las profundidades del infierno al enterarse que él estaba destinado a ser el siguiente Rey de los demonios. Con tremendo peso que significaría este cargo el pequeño demonio no se sintió capaz de cumplir con su rol, así que decidió escapar a la superficie, lugar donde nunca antes había estado, pero siempre le había provocado curiosidad. Creía que en ese lugar no podrían dar con él ya que no cualquier demonio podía soportar estar mucho tiempo en la superficie.

El pequeño niño caminó sin rumbo durante varios días, hasta que en un bosque a los pies de un gran árbol de sauce cayó rendido por el hambre y cansancio. Durmió por casi una semana y al despertar se llevó la sorpresa de que alguien lo estaba atendiendo, el pequeño niño no sabía que pronto esa persona sería su perdición.

-Qui... ¿quién eres? - preguntó asustado el pequeño demonio - ¿viniste por mi? - dijo apenas audible temblando de miedo. Cuando vió que esa imágen borrosa se aclaraba cada vez más y más, revelando la figura de otro niño, que le estaba regalando una hermosa y confortable sonrisa.

- Disculpa por asustarte- respondió al fin ese extraño ser - soy Jungkook vivo en este bosque - dijo mostrando esa hermosa sonrisa otra vez. El pequeño demonio quedó embelesado, nunca había visto a alguien que emanara tanta tranquilidad. - He estado cuidando de tí por 3 días - dijo Jungkook al pequeño demonio - estás muy débil debes comer algo - le alcanzó un poco de fruta, pero un demonio no podía alimentarse de otra cosa que no sea carne especialmente humana.

- E... Estoy bien - dijo el pequeño demonio - no tengo hambre - intentó mentir, porque por alguna razón no quería atacar a ese niño que fue tan amable con él, y mucho menos decirle que es un demonio, porque si le decía seguro lo espantaría y no lo volvería a ver.

- Ahhh entiendo, tú no comes fruta - dijo Jungkook - no te preocupes - lo dijo al momento en que le entrega un helecho y varios insectos. - esto es toda la comida que tengo - le dice, pero el pequeño demonio seguía rechazandolo - entonces¿qué es lo que comes? - pregunta Jungkook muy intrigado.

- Y... Yo ... - apenas logra formular palabra, pues los nervios le invaden, seguido del miedo de tener que decir la verdad.

- No tienes por qué asustarte - Jungkook le responde con dulzura - veo que no eres humano - le dice mientras el pequeño demonio queda pasmado - no te asustes yo tampoco lo soy, pero aún soy muy pequeño para saber con certeza la naturaleza de los seres que habitan este planeta, sólo te digo que yo tampoco soy humano - lo dijo con un tono de amargura, pues él escondía celosamente un secreto, pero por alguna razón, ese niño débil le llenaba el corazón de sentimientos que nunca había sentido. - no te obligaré a que me digas lo que eres, me lo dirás cuando te sientas más en confianza conmigo, pero ¿por lo menos podrías decirme tu nombre? - le preguntó al pequeño demonio mientras acariciaba su cabecita.

- So ... Soy - el pequeño demonio sintió temor por decir su verdadero nombre ya que seguro todos sabían quién sería el nuevo Rey demonio - Soy Vante - le dijo al fin con una voz suave mientras volvía a dormirse, pues si un demonio no se alimentaba de carne humana, sólo podía recuperarse durmiendo.

- Mucho gusto Vante - respondió Jungkook mientras lo acomodaba en sus faldas - presiento que eres alguien muy interesante - dijo sonriendo .

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Este encuentro marcaría el destino de ambos para siempre.