- Su alteza - respondía un desganado Yoongi sin hacer reverencia alguna - sé que te dije que puedes contar conmigo cuando quieras, pero eso no era para que lo tomes tan literal - refunfuñaba saliendo fuego a su alrededor dejando en claro que estaba realmente irritado

- Realmente te necesito Yoongi no es para que me muestres esa cara tan horrenda - respondía un muy cansado rey

- Podías no sé avisar? Estaba a punto de follarme a un par de deliciosos demonios recién convertidos!  Sabes que lo necesito para vivir! - gritaba histérico

- Ya tendrás tiempo para ceder a tus "necesidades" - respondía el rey restándole la importancia de tener a un demonio claramente necesitado con algo abultado que claramente es la causa de su furia - además el trabajo que te daré te bajará la calentura al instante - respondía volviendo a verlo apuntando a su semi erección

- Buff!! - soltaba el demonio aún enojado, más por estar a mitad de su glorioso banquete que de ayudar a su rey, pues ellos eran muy buenos amigos ya que se habían conocido de casi toda su vida, conocían cada cosa uno del otro, por eso Yoongi era el único que podía hablar de manera tan confiada con el rey - Te escucho - decía  Yoongi pasando sus manos por su plateada cabellera en señal de intentar relajarse

- Ahora que te veo más calmado - decía el rey mientras se levantaba de su enorme trono de color negro ceniza - lo que necesito que hagas es más un favor que un trabajo - decía cambiando su tono de voz a uno más dulce el cuál sólo Yoongi conocía - Necesito que me traigas a Tae - le decía mientras se detenía en frente del demonio peliplateado

- Q..que?! - Yoongi daba un grito de asombro por la petición - sabes que eso será imposible! Él está en la superficie y un demonio como yo moriría al instante de que me toque los malditos rayos del sol! - gritaba un histérico Yoongi

- Eso no pasará - le respondía el rey causando más confusión en el demonio que ahora se veía más pequeño - Yo te daré de mi sangre y podrás estar en la superficie - le respondía con toda la calma

- Q..que?!! - volvía a gritar - No voy a tomar tu puta sangre Kim! Acaso quieres matarme?! - gritaba histérico, pues beber la sangre de un demonio provocaba cierto éxtasis, pero beber la sangre de la realeza en especial del Rey podía ser mortal para un demonio, y si aguantaba la primera etapa, la segunda tampoco era mucho mejor, ya que esa sangre podía volverte loco de lujuria, deseo, éxtasis tanto que si no consigues calmarlo terminarás sucumbiendo de igual forma, así que para Yoongi ninguna de esas opciones eran permisibles, por más que él sea el demonio encargado de la lujuria.

- Eres uno de los demonios supremos el mejor me atrevo a decir, mi sangre no te afectará como a los demás - le decía el Rey mientras lo tomaba del hombro - además dijiste que tenías esperando un banquete podrás desfogarte ahí y tener el mejor momento de tu vida - le decía mientras el demonio lo miraba aún incrédulo - por favor necesito de mi amigo, tenemos una conexión especial verás que no te pasará nada - le decía mirándolo fijamente a esos ojos rojos que tenían cierto miedo en ellos.

- Es... Está bien, lo haré - decía un muy agotado Yoongi - Te ayudaré aunque sigo creyendo que es una mala idea - decía el demonio mientras frotaba su frente

- Gracias amigo! - respondía un más alegre Rey - Eres el único al que mi hijo va a escuchar - le decía mientras hacía un corte en su palma para escurrir en una copa aquella espesa pero poderosa sangre real

- No creo que me haga caso - decía Yoongi mientras recibía la copa aún con miedo con beber de ella - si muero, te mato - decía un Yoongi muy nervioso y furioso ocasionando una risita en el Rey por usar esa frase tan estúpida.

Yoongi toma la copa de un solo trago, segundos después empieza a sentir cómo esa viscosa sangre empieza a quemarle la garganta, para luego sentir cada célula de su ser explotar, de tanto dolor sucumbe al piso retorciéndose de dolor, mientras el Rey está atento a su amigo y aún seguro de que logrará superarlo, los ojos de Yoongi dejan de ser color rojo carmesí para convertirse en unos profundos ojos negros con las pupilas dilatadas y en su frente empieza a aparecer la marca de la familia real pero en su forma más pequeña, una luna en su forma de cuarto menguante, resaltando en su hermosa piel lechosa el color zafiro de su nuevo tatuaje. Yoongi deja de temblar y el tatuaje empieza a brillar, indicándole al rey que logró pasar la prueba y él lo transporta a donde sea que antes se encontraba porque sabía que cuando despertara sería una fiera salvaje llena de lujuria así que iba a necesitar por lo menos una decena de demonios dispuestos a ser consumidos por este demonio lo cual no sería difícil ya que al ser el demonio sinónimo de la lujuria, todos querían gozar con él.

-+-+-+ Mientras tanto en el cielo +-+-+-

El Arcángel Minho seguía desesperado por dar con el fugitivo, no quería ni imaginar si el susodicho lograba hablar con alguien sobre la realidad de los seres celestiales, aunque eso no le importaba mucho, pues estaba seguro que nadie le creería, lo que realmente le preocupaba era la información que este portaba del paradero de la única persona que podía arruinar todo su "logro" actual, porque aunque él fugitivo juraba y perjuraba que el susodicho ser había muerto, Minho no se lo creía del todo, conocían muy bien a ese Arcángel desterrado era astuto y en su tiempo fue de los más poderosos , por lo que no se fiaba del todo.

Sus ángeles seguían en la ardua inspección de los antiguos portales, sin tener ningún resultado, lo cual hacía enfadar más a Minho haciendo temblar los cielos provocando truenos y rayos bastante poderosos.

- Creo que debo utilizar mi última arma - decía Minho reflejando maldad en esos ojos celestes - Vayan por el ángel Jimin! - daba la orden - sé que no se negará en ayudarme - decía seguro de sus palabras.  

-+-+-+ Mientras tanto en la superficie terrenal +-+-+-

Jungkook había quedado estático del pánico que le provocaba ver a este Arcángel malherido, recordando todo su pasado, volviendo a vivir los años más horribles que había tenido y creyó que nunca más volvería a tener contacto con alguno de estos seres pues se había encargado de ocultarse bien según él.

- Qué te sucede? - preguntaba un Tae bastante preocupado por el menor tratando de moverlo de dónde estaba, sin lograrlo

- N... No te... ha..ré da...ño - decía apenas audible el Arcángel moribundo - con...fía en ...mí - decía al descubrir su cadaverico pecho dejando ver un tatuaje apenas visible en forma de una flor de lirio, ocasionando que Jungkook se ponga a llorar desconsoladamente cayendo al suelo de rodillas y con las manos tapando los ojos.
Tae al ver el tatuaje queda totalmente sorprendido pues era idéntico al que el pequeño tenía casualmente también en su pecho

- Pero qué está pasando acá?! - decía un Tae completamente confundidos que ahora abrazaba a Jungkook a modo de consuelo

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‡Espero les esté gustando, es el primer fic que escribo para el público, así que me disculpo por los errores ortográficos que seguro debe haber.

‡Acepto críticas constructivas 😏

‡Trataré de actualizar más seguido, gracias por el apoyo!

Pdt. Sé qué dije que este fic es Taejinkook ... Y aún no hay luces de Jin ... Solo esperen nenas, paciencia que ya aparecerá