Tae y Yoongi llegaban al reino de los demonios, siendo recibidos por su padre.

—Me alegra que finalmente hayas decidido volver — el padre de Tae sonreía amenamente cerrando los ojos

—Disculpame padre— Tae se inclinaba sobre una rodilla haciendo una reverencia a su padre en señal de respeto y arrepentimiento.

—No tengo nada que disculparte, supongo que Yoongi ya te dijo la verdad— se acercaba a su hijo haciendo que se ponga de pie.

—Sí, y he decidido aceptar el trono— Tae lo veía a los ojos con una mirada decidida.

—¡Ese es mi hijo!— palmeaba su espalda — alisten todo para la ceremonia de sucesión — ordenaba a Yoongi para que se encargara de todo.

—Enseguida su majestad— Yoongi daba una reverencia y salía del gran salón

+-+-+-+ Mientras tanto en casa de Namjoon +-+-+-+

Jin aún permanencia inconsciente recostado en su cama.

—Ya pasaron dos días y no despierta— Hoseok le alcanzaba una taza de té para relajar los nervios de Namjoon quién había permanecido en la habitación del menor todo el tiempo.

—No queda de otra, tendré que volver a ese lugar y pedir ayuda a mi hermano— explicaba removiendo su taza

—¿Crees que te aceptarán luego de tanto tiempo? — Hoseok sonaba preocupado.

—Claro que sí, es mi hermano después de todo, mi enojo no es con él— sorbía de su taza — necesito llevar a Jin conmigo, allá tienen a un experto en analizar las almas y sabes que Jin es especial, quizás ahí radique el problema de estos desmayos—

—Nunca ha estado en el reino demoníaco, ¿va a resistir?— era claro que un demonio no sufría al ingresar a ese reino, pero Jin no era uno, aunque tampoco era un humano por lo que su alma era más fuerte, pero esa peculiaridad en su alma lo hacía vulnerable también.

—Lo voy a envolver con mi poder, no te preocupes no sufrirá más de lo que ya está sufriendo— se paraba colocando la taza ya vacía en la mesita de al lado — Volveremos lo más rápido posible, ten listo una buena cantidad de sangre puede que lo que le hagan allá lo deje muy hambriento, no queremos que pierda el control nuevamente—

—Está bien, por favor cuídalo— pedía aún sintiendo mucho miedo de que Jin pisara tierra de demonios eso quizás podría reactivar sus instintos sanguinarios, pero entendía que sólo allí encontrarían la cura para el alma de Jin.

—Lo haré, ten todo listo que al volver nos iremos a la montaña, ahí podremos controlar a Jin por si pierde el control— daba su última orden tomando a Jin en sus brazos creando un remolino negro impresionantemente grande, desapareciendo de la vista de Hoseok.

—Por favor madre luna, protege a Jin, él no tiene la culpa de lo que pasó— Hoseok rogaba por ese joven, pese a no ser su hijo de sangre lo amaba como a uno, aunque no perdonaría a Namjoon por lo que le hizo.

-+-+-+- Mientras tanto en el reino demoníaco +-+-+-

Tae estaba en su habitación, al día siguiente se llevaría a cabo su ceremonia de sucesión, no mentiría, se sentía muy nervioso.

Sólo era una formalidad, para que cuando su padre ya no pueda ejercer su cargo, él sea quien tome las riendas del reino.

Pero aún así se sentía nervioso, sabía que la mayoría de los demonios no lo querian como sucesor.

Tae se echaba en su cama mirando al techo con una mano en su corazón intentaba calmarse, recordando a Jungkook, lo extrañaba demasiado y eso que sólo había pasado un día a lo mucho.

No podía creer lo mucho que se había enamorado de ese pequeño, aún no entendía cómo pasó.

—¿Qué me hiciste Kookie?— pensaba intentando comprender cómo cayó rendido ante él, que al parecer resultó ser un ángel, eso lo tenía inquieto y ¿si le pasaba lo mismo que a la historia de la madre de Jungkook?

No quiso seguir pensando cosas que lo desestabilizaban, por lo que optó por salir de su habitación.

Estaba dirigiéndose al gran salón donde siempre estaba su padre, quería preguntarle algunas cosas para que lo ayude con todas esas dudas en su cabeza.

Al llegar al salón vio a su padre sentado en su trono, estuvo por presentarse cuando en ese momento un gran torbellino negro apareció en medio, asustando a los presentes.

Al disiparse las partículas negras vio en el centro a dos personas.

Un hombre alto incluso más que su padre estaba cargando a alguien en brazos.

—Namjoonnie, tanto tiempo ¿qué te trae por acá?  — el rey de los demonios se levantaba de su trono rumbo a los inesperados invitados.

—Hermano— respondía Namjoon haciendo una leve reverencia.

—¿Hermano?— pensaba Tae —¿Mi papá tiene un hermano?

—Necesito ayuda con Jin— pedía aún con la cabeza gacha en señal de respeto, pese a ser un demonio desterrado seguía siendo su rey.

—¡Oh! ¿el muchacho sigue vivo? — se acercaba a Namjoon mirando con tristeza al joven inconsciente que estaba en los brazos de su hermano.

—Sí lo está, pero hace dos días que no despierta y últimamente ha tenido desmayos extraños — explicaba levantando el rostro reflejando en este su preocupación.

—Veo que realmente te importa este niño—

— Así es Seuhyungnie—

—Vaya vaya cuánto extrañé que me llames así — el rey sonreía ampliamente

—Tae ven acá— ordenaba a su hijo que estaba en el umbral de la puerta, quien lo obedecían de inmediato.

—Lleva a tu tío a una de las habitaciones del ala oeste para que deje a Jin descansar ahí, te quedarás a cuidarlo mientras Namjoonie y yo hablamos y vemos cómo ayudarlo— ordenaba

—Claro que sí padre — hacía una reverencia para luego voltear hacia el invitado— síganme por favor — salía de allí siendo seguido por su ahora tío.

No había podido ver bien a quien cargaba Namjoon, pero seguro era alguien importante para que incluso su padre se haya visto preocupado.

Llegaron a la gran habitación, Namjoon acostó a Jin en la mullida cama del lugar.

—Te lo encargo, un gusto verte otra vez pequeño— revoloteaba el cabello de Tae

—¿Ya me conocías?— preguntaba Tae aún sin poder creer que tenía un tío.

—Claro que te conozco aunque tú no sabías de mi existencia, pasaron muchas cosas, eras muy pequeño así que no lo recuerdas— Namjoon le regalaba una sonrisa todo hoyuelos saliendo de la habitación.

Taehyung quedó intrigado, su tío parecía alguien muy poderoso, ¿a qué se habrá referido con que pasaron muchas cosas?

Taehyung volteaba para al fin ver a quien debía cuidar, de acercó lo suficiente a la cama.

Al verlo sintió una punzada en el corazón.

—¿Qué me pasa? — pensó Tae apretando su pecho con una mano

En ese momento el contrario empezó a inquitarse, moviéndose para finalmente abrir los ojos sentándose de golpe asustando al contrario.

—Tú— Jin quedaba más que sorprendido— ¿Acaso estaba soñando otra vez? ¿Y si era así por qué volvía a soñar con ese joven de cabellos ondulados? — sentís su pecho volver a doler

Ambos se miraban sin entenderlo qué les estaba pasando.

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Holas!!! Al fin volví a actualizar este Fic.

Lo siento por haberlo dejado un poco de lado.

Estaba en un bloqueo mental 😭

Pero al fin mi inspiración volvió.

Espero les guste 🥺

Las amito 😘💜