-*-*-*- 5 años después -*-*-*-

En medio de la tranquilidad de esa mañana, a lo lejos se escuchaba a dos adolescentes jugueteando en medio del bosque, desde que se habían conocido hace 5 años en ese mismo lugar ambos no se habían separado ni un momento, no sabían el por qué pero estar juntos los hacía felices, el más joven no tenía idea de lo que era el otro ser de cabello ondulado, porque aún no se lo había dicho, mientras el mayor cada día que pasaba era una tortura para él porque sabía que no iba a poder escapar para siempre de su deber y que un día vendrían por él para que vaya a cumplir su papel como Rey de los demonios, así que antes que ese día llegue él tenía que decirle la verdad a ese joven de ojos grandes que soltaban un brillo especial.

-+-+-Mientras tanto en las profundidades del infierno-+-+

- Dime por qué no se encuentra acá el príncipe Tae...- decía en forma protesta uno de los miembros del consejo de los demonios, pero en ese momento era callado con un fuerte golpe que lanzó en ese momento el actual Rey de los demonios.

- No tienes derecho a pronunciar su nombre - decía el rey mientras lo golpeaba - nadie acá tiene derecho a hacerlo - el futuro Rey tomará el cargo al cumplir los 16 años como se es bien sabido - decía con una voz poderosa que hacía estremecer la piel a cualquiera - por lo tanto como les he estado diciendo dejen de molestar y preguntar sobre el actual paradero de mi hijo, él está enfocado en su entrenamiento en este momento y no quiero que nada lo distraiga, si escucho o veo alguna mínima cosa referida al príncipe y su búsqueda de este los mandaré a todos al Inframundo! - gritó esto último con un fuego en sus ojos y toda la corte que estaba reunida se estremeció u bajó la cabeza en señal de aceptación a lo que su rey había pedido.

-+-+-+- Mientras tanto en la superficie -+-+-+-

Habían recolectado varias frutas después de su jugueteo por el bosque, se encontraban en una pequeña cabaña que el menor había construído cuando había llegado a la superficie terrenal hace más de 5 años.

- Tenemos que hablar - le dijo el mayor mientras se acercaba con un canasto lleno de frutas causando sorpresa en el menor - bueno en sí necesito hablar - dijo esto último apenas audible

- Qué pasa Hyung? - dijo el menor mirándolo con esos ojos llenos de brillo, causando cierta incomodidad en el mayor - no tienes que decirme nada si no quieres - le dijo a verlo un poco incómodo y como siempre que llegaban a tratar de tomar ese tema se sentía tenso el ambiente, cosa que no le gustaba así que siempre trataba de tranquilizar al mayor

- Ya no puedo seguir callando - soltó el mayor mientras se sentaba a su lado con pesadez - pronto cumpliré 16 - dijo no muy feliz

- Es verdad! - dijo el menor con una sonrisa y levantándose de un golpe como si de algo se hubiera recordado - Entonces vas a pedirme un regalo verdad? Eso es lo que quieres? - decía el menor evitando que el mayor hablara

- ... N... - el mayor estuvo a punto de decirle que no era eso, pero veía al pequeño tan ilucionado mirándolo fijamente con esos ojos llenos de brillo que lo hacían perder - No te pediré algo extravagante - le dijo, prefirió mentir ya que según él habría otra oportunidad para decirle la verdad.

- Hyuuuung - decía el pequeño de una forma aniñada - es obvio que sí quieres algo especial, te encantan los regalos - decía el pequeño mientras desordenaba el cabello ondulado del otro, en su interior el menor sabía que eso no era lo que le quiso decir, pero por alguna razón sintió miedo de enterarse de algo que quizás él mismo ya sospechaba, al fin y al cabo él tampoco le había dicho sobre su verdadera naturaleza.

- Aceptaré lo que tú quieras darme - dijo el mayor cerrando los ojos para poder disfrutar del pequeño toque que le daba el menor - tienes como 6 meses en pensar un buen regalo - le dijo mirándolo con esa su sonrisa cuadrada que tanto le encantaba al menor, por alguna razón que no entendía estar cerca de ese pequeño que ya no era tan pequeño le causaba una paz que no había conocido antes.

-+-+-+ Mientras tanto en el cielo +-+-+-

Todos los ángeles andaban como locos de un lado a otro, todo el cielo en sí estaba alborotado pues uno de sus prisioneros más importantes había escapado.

- Cómo es posible que nadie haya visto cómo escapó! - gritaba el Arcángel Minho - busquen bien no puede haber ido lejos y menos sin un ala! - volvió a gritar

Mientras tanto en un lugar muy lejano del cielo un Arcángel moribundo corría desesperadamente hacía el único portal que funcionaba y que nadie en la actualidad conocía - de ... Debo llegar ...- se repetía el Arcángel resistiendo lo más que podía pues había perdido mucha vitalidad por las torturas recibidas estos últimos 5 años - Ju... Jung... Jungk...Jungkook ... De...bo en...contrar...te - repetía al momento de entrar en aquel portal