Capítulo XV: No existen las leyes en el Este (Parte II)
Capítulo XV: No existen las leyes en el Este (Parte II)
Pocas horas después de haber concluido la Batalla del Norte, la bandera de Bosnia-Herzegovina había sido izada en el edificio de gobierno y con ello se estaban llevando a cabo las operaciones de limpieza en los alrededores. Entre los gritos de desesperación de los Bosnios Musulmanes que fueron capturados, al igual que sus familias, los que fueron identificados como Comandantes de grupos terroristas, los colocaron de rodillas, los Soldados Serbios y los Paramilitares de los "Tigres de Arkan" los mantenían bajo vigilancia, siempre apuntándoles con sus armas, mientras que Reina pasaba revista, sumado al pillaje y saqueo que estaban llevando a cabo en esos momentos.
Pronto, desde el edificio de gobierno comenzó a resonar la "Marcha Ustacha", cosa que envalentonó a los Croatas Católicos, mientras que Alexander trataba de no prestarle atención. El sonido de los clarines, trompetas, tambores y el canto que se hizo sentir entre los efectivos de aquel país, además de enarbolar sus banderas de batalla, llenaban de honor y lágrimas los ojos de Reina.
- "El Ejército Ustacha se levanta. Una Patria ocupada, te liberaré con mi sangre y mi heroica mano derecha".- Cantaba la muchacha, acompañada por su "Séquito", observando las ejecuciones que llevaban a cabo. Los Comandantes terroristas se resistían, gritaban, clavaban las uñas en el piso, lloraban, pedían piedad, sus esposas e hijos eran envenenados. Podía ver la espuma que manaba de aquellas bocas, ella sonreía, sentía la más bella de todas las emociones recorrer de su ser, mientras que los primeros Batallones Ustacha mantenían, en calidad de prisioneros y rehenes a los empleados de la ONU, así como también prendían fuego la bandera de dicha Organización Internacional.- Qué hermoso volver a ver los uniformes militares del Pasado, Pavelic se sentiría orgulloso de nosotros.- Decía Reina, secándose las lágrimas y cerró los ojos, sonriendo, al escuchar los primeros disparos de los fusiles contra los prisioneros.
Muchos Bosnios Musulmanes, identificados como miembros de gran peso en las células terroristas, eran ahorcados y otros fueron tirados a los paredones de fusilamiento, dejando su sangre marcada contra las paredes.
- Mi Teniente.- Se acercó un Oficial Serbio.- Mira lo que capturamos.- Dijo y chasqueó los dedos. Reina se río, viendo que traían a un grupo de empleados de la ONU y civiles capturados.- Escorias progres, llorones de los "SWJ" y estos monos, con el perdón a los animales, que se ponen a mariconear porque alguien hace una broma. ¿Qué hacemos?.- Preguntó él y ella señaló un camión militar de gran porte, en donde estaban conectando unas mangueras a los cañones de escape.-
- Arrójenlos allí. Vamos a revivir un viejo estilo de ejecuciones: Las cámaras de gas.- Ordenó ella, mientras que se dirigía hacia los capturados.- ¿Qué pasa? ¿Muy valientes para llorar y andar en sus grupitos de atrasados?. Ahora miren cómo acabaron: Muertos, muchos están siendo fusilados, sometidos a las peores torturas, violaciones y ahorcamientos. Esto es lo que merecen basuras como ustedes, en especial los afro-descendientes, racistas de mierda. Ustedes dan vergüenza a su tierra natal, África. Por eso su gente los rechazan.- Les espetó con burla. Se acercó a uno de ellos y le propinó un golpe en la cara, llevándole a que llorara y tratara de golpearla pero ella fue más rápida, agarrándole del cuello, estrangulándolo y de ahí extrajo su navaja, la cual empleó para cortarle el cuello, viéndolo morir lenta y dolorosamente.
- ¡Basta, Reina, por favor!.- Rogó Alexander, apareciendo frente a ella.- ¡¿Crees que así se construye un Imperio?! ¡Esto ya es pasarse de la raya!.- Bramó éste, cansado de ver semejante sadismo y una brutal masacre que estaba empezando.- ¡Mira a tu alrededor! ¡Estamos matando a civiles desarmados!.
Ella dejó caer el cuerpo de su víctima pero no dijo nada cuando levantó la mirada. Simplemente caminó hasta donde estaba Alexander, quedando cara a cara con él. El joven de cabello blanco-plateado se contuvo pero no esperó a que Reina le dirigiera un puñetazo en el estómago, sacándole todo el aire y de ahí fue tomado por la joven, llevándoselo de allí.
- ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame!.- Bramó y cuando intentó sacar su Pistola Parabellum, notó que la chica le había tomado por adelantada la partida.
- ¿Buscabas esto?.- Preguntó, sosteniendo su arma en la mano, moviéndola de lado a lado.
No pudo decir nada, quedó petrificado. ¿Cómo lo había hecho?. Tampoco pudo responder a su sorpresa ya que ella lo llevó hasta unos galpones que estaban abandonados. Dejó a sus tropas para que hicieran lo que quisieran y de ahí, al cerrar la puerta, ésta lo tiró contra una de las paredes.
Sintió el impacto contra su cuerpo, casi se quedó inconsciente. Su cerebro "envío" la orden de que no hiciera aquello, que se mantuviera despierto. Lo maldijo, hubiera preferido quedar inconsciente antes de que ocurriera lo citado. Alexander miró a la chica. Estaba furiosa, su rostro expresaba una ira incontrolable pero se mantenía en una postura "normal". Pronto, sin poder escapar, ella le agarró de los brazos, poniéndolo, nuevamente, contra la pared.
- Escúchame bien: Estoy harta de escuchar esas mariconerías tuyas. Ya te dije que pienso construirte, despertar al Alexander que yace allí dentro. Aquel que desee ver a todos sus enemigos muertos, no a un cobarde llorón que se oculta tras las faldas de su hermana.- Le espetó y aquello fue como arrojar un fósforo/cerilla contra un polvorín o un derrame de combustible contra el piso, desatando la catástrofe.
- ¡¿Qué has dicho, infeliz?! ¡No vuelvas a decir algo así de mi Natasha?! ¡¿Oíste?!.- Bramó éste, casi alzando su mano pero la joven le detuvo a tiempo, mostrando una sonrisa de pura maldad.
- ¿O qué me harás? ¿Vas a golpearme? ¡Vamos, hazlo, hazlo, quiero verlo de tu parte!.- Le desafío pero no pudo hacerlo, temía, sentía que su consciencia le detenía, pidiendo que no hiciera una cosa así ya que no formaba parte de sus orígenes.- ¿Lo ves?. Eso es lo que quiero ver: El Odio.
- ¡No! ¡No puedo hacerlo!.- Exclamó y sintió que sus fuerzas le abandonaban, cayendo contra el piso.- No puedo hacer una cosa así...No puedo.- Repitió eso varias veces, meciéndose así mismo y con lágrimas en los ojos. Reina, por un momento, sintió pena pero respiró hondo, se sentó a su lado y quedaron en silencio un rato, mientras que él seguía llorando en silencio por lo ocurrido.
- ¿Qué quieres que "no puedes"?. Tienes que hacerlo, Alex, no te puedes quedar así, tirado a un lado y mostrando un lado bueno. Debes entenderlo.- Le habló la muchacha pero el joven puso su cabeza contra las piernas.
- Trato, trato con ello pero no puedo. Cuando mencionas algo como eso, lo de mi familia o lo que pasé en el Orfanato, siento un odio profundo. Quiero ver a mis enemigos morir de la peor pero...pero la veo a mi Natasha mirándolo, decepcionada, diciéndome que nunca debería haber usado la violencia contra aquellos que no tenían nada que ver con la guerra.- Dijo, teniendo sus ojos enrojecidos por tanto llorar.- Intento, quiero mantener un equilibrio pero es en vano.
Lo escuchaba llorar, veía que llevaba su cabeza contra sus piernas, en un vano intento por escapar de esa realidad. Lo podía comprender pero, a pesar de todo, su proyecto no podía verse complicado o interferido por la debilidad. Se tomó unos minutos para pensarlo, apoyó la mano derecha en la espalda del joven Oficial Nacionalista y lo llevó contra su pecho.
- Escucha, Alex, yo sé lo que se siente el perder todo. ¿Sabes?. Tal vez muy dura contigo, pero lo hago porque quiero que seas tú quien cambie, que seas alguien poderoso. ¿Por qué te lo digo?. Porque yo también perdí a mi familia en el Pasado.- Le contó y de ahí él, levantando la vista, pudo notar un cambio en su tono de voz, yendo por un "nivel" de moderación y dejando de lado la frialdad pero no toda.- Cuando era niña, yo no era de aquellas que les gustaba vestir de rosa, las muñecas y el ballet, siempre tuve fascinación por las armas, el campo militar. Mi madre era fanática de los "Ustachas" y de ahí es cómo heredé su gusto. Mi padre fue alguien muy importante pero habían ciertos hijos de puta que lo querían fuera del camino, por eso lo mataron. Poco después, una desgraciada acabó con la vida de mi madre y yo la vi cuando era una niña...- En ese momento, Reina se detuvo y miró hacia adelante.- ¿Ahora entiendes?. Tu historia...por lo que oí, es triste.
- Recordar el día, aquel maldito día de Febrero del año 1996 fue lo que marcó mi vida en una mierda, donde perdí a mi familia, mataron a mi hermana de un tiro en el pecho, a traición, violaron a mi madre y la ahorcaron junto a mi padre, fusilaron al resto de mis hermanas, mi hermanito, mis abuelos, tíos y mi padrino con los suyos. ¿Qué clase de hijo de puta puede hacerle esto a personas que nunca les causaron nada?.- Preguntó, alzando la vista, aún con los ojos humedecidos pero Reina también atisbó un brillo en sus ojos, uno que representaba ese odio que bullía dentro suyo.
- Continúa.- Pidió la joven.- "Vamos, haz un intento, sácalo de tu ser, expúlsalo, deja salir el odio y que cubra tu alma y corazón".- Le animó, mostrando una sonrisa secreta.
- La Orfandad, aún tengo en mi memoria el día en el que entré y por ser Eslavo me trataron peor que a un perro. Esos malditos de Kosovo y Albania, había veces en las que deseaba apuñalarlos pero todo cambió...Cambió el día en el que conocí a mi Heroína, aquella que los mató y no me importó que imploraran piedad, amé verlos sufrir, que gritaran de agonía mientras que ella les cortaba la garganta, les disparaba en la cabeza. Cuando me encontraron las Monjas, yo inventé una historia diciendo que fueron asaltados y asesinados, ellas me creyeron, ¿a quién no entonces?. Reviví ese sentimiento perdido pero ahora, con ver lo que está pasando allí afuera, tengo una lucha en mi sentido moral y el salvaje.
- Esa persona, sea quien sea que te haya salvado, se nota que te tiene un gran aprecio pero, sobre eso último que has mencionado: ¿Por qué no lo sueltas?. Deja que fluya, ¿acaso piensas que todos vamos a resolver los conflictos con palabras?. Nunca lo entenderán. No lo entendieron los que mataron a tu familia, el hijo de puta que jaló el gatillo y le disparó a tu hermana en el corazón debe de seguir vivo, riéndose de ti, bebiendo una cerveza o abusando de alguna mujer Eslava. ¿Vas a permitir? ¿Te vas a quedar allí, sentadito y llorando como un niño?. No lo hago por tratarte mal, sino porque quiero que muestres quién eres, que demuestres que los Ivanisevic no son unos peleles ni maricones.- El "Veneno" que ella destilaba y que parecía querer romper, destruir esa "frontera", esa "división" entre la moralidad y la furia de Alexander iba cobrando mayor fuerza y amplitud.
Pronto, todo quedó en silencio, él vio esas imágenes de aquel día: Su familia, todos muertos, ahorcados, fusilados, la Sangre Ivanisevic derramada injustamente, el responsable que efectúo y dirigió el asesinato que se reía junto a los suyos, los políticos de EEUU y sus Aliados, el Presidente de ese país que se encendía un cigarrillo con un billete encendido en su punta, burlándose del sufrimiento de los Eslavos.
https://youtu.be/hPv51UFgsTc
Todo en una sola perspectiva, una fina "película" que pasaba a la velocidad de la Luz y ante sus ojos. La respiración que se volvía más rápida, frecuente, irreparable, el odio que bullía y crecía, la sociedad que se había vuelto estúpida, ignorante, los deseos más oscuros que se abrían cual cofre del tesoro con su llave en especial. Llevó sus manos hasta la cabeza, se quería agarrar el cuello, sentía que la rabia le invadía, el odio y ese "Veneno" que se inyectaban en su corazón y alma, corrompiéndola para que, al fin, fuera despertando. Las lágrimas de dolor, de furia, una ira incontrolable tomaban el lugar de la depresión sufrida mientras que dejaba de llorar para adquirir una postura que él mismo debió haber creado.
https://youtu.be/ojWahXvdMTw
- "La mejor arma política es el terror. La crueldad impone respeto, los hombres podrán odiarnos pero no queremos su cariño, solo queremos su miedo". "Reichsführer SS" Heinrich Himmler.- Citó ella aquella frase del Jefe de las "SS" de la Alemania Nazi.- El Mundo no debe tenernos cariño, nos deben de temer: Somos Almas Diabólicas, los dos junto a todos aquellos que están luchando con nosotros. El enemigo debe de sentir el mismo miedo que nosotros lo tuvimos cuando nos bombardeaban y mataban a nuestros seres queridos.- Dijo Reina, mientras que Alexander iba entrando en una furia inconmensurable.- Sí, ese mismo miedo que estás sintiendo en ti, ahora, se transforma en odio, ira, las armas perfectas para acabar con todos ellos. Aplastarlos, matar a todos los enfermos mentales que andan metiendo sus "ideologías" en los niños, así como también liquidar a los EEUU, esa manga de racistas, Capitalistas y los Comunistas en China y América Latina. Dime una cosa: ¿Cuánta sangre estás dispuesta a derramar por todo este maldito Mundo?.
Pronto, el Bosnio alzó su mirada, una cargada de pura maldad, odio, un desarrollo que iba a ir creciendo con el paso del tiempo. Ella sonrió, se sintió complacida de haber obtenido, aunque solo fuera una parte de su objetivo. Él se puso de pie y salió al exterior, acompañado por la joven, siendo recibidos por la luz del Sol y el viento frío del Norte, proveniente desde las montañas.
- ¡Ayuda, por favor, Oficial, se lo suplico, me quieren matar!.- Rogó una mujer proveniente de América Latina, teniendo consigo el símbolo del Feminismo y un pañuelo verde.
- No me toques.- Le dijo Alexander con frialdad.
- ¿Cómo?.- Preguntó ella, alzando la mirada.
- ¡Te dije que no me toques, escoria!.- Bramó el muchacho, por fin estallando bajo esa fase nueva que tanto quería ver Reina. De una patada con sus botas, le partió la nariz, el tabique y brotó la sangre, mientras que él le sacaba aquel distintivo y la estrangulaba con sus propias fuerzas pero, al ver que no moría, se lo introdujo, de manera violenta, por la garganta hasta que se fuera quedando sin Oxígeno.- ¡Vamos a exterminar a toda la mierda progre, sin importar de donde vengan!.- Juró, cerrando el puño con fuerza y disparándole un tiro a la chica en la cabeza. Luego fue hasta donde se encontraban sus tropas.- ¡Soldados, Camaradas, a partir de este momento se hará un "Cambio" importante y será éste: No se tomarán prisioneros, todo aquel que caiga en nuestras manos será pasado por las armas, así como también ordeno, tanto a hombres como mujeres, que con los progres y sus Aliados, hagan lo que quieran con ellos. No me importa si mueren, vamos a limpiar este Mundo de su repugnante influencia! ¡Empalaremos a George Soros y quemaremos su cadáver junto al de su asquerosa familia!.- Exclamó y eso insufló más los ánimos de las huestes.
https://youtu.be/VC9aCvSv38g
Reina lo miró, pudo divisar cómo las tropas de Alexander fusilaban a los que habían sido empleados de la OTAN, líderes de ONGS y demás. A los que representaban movimientos "Woke" les eran despojadas todas sus prendas, los ponían en fila y de ahí eran obligados a marchar bajo las gélidas temperaturas del Invierno Europeo Oriental que aún persistía allí. Él, por su parte, se mostró serio pero ese cambio no iba a ser algo que se instalarían en su persona, la chica sabía muy bien lo que debía hacer y con el inicio del desarrollo de Alexander.
Pronto, viendo que un coche se detenía y de éste descendía un hombre británico, cabello y bigote negro, así como también el traje que llevaba consigo junto a la corbata, zapatos, saco salvo pero la camisa blanca y su sombrero oscuro, éste se acercó y observó el sitio, el objetivo alcanzado, por lo que éste se acercó a Reina y Vukovar, quien estaba dando órdenes para que se iniciaran las "Limpiezas Étnicas".
- Señor J. M. Dawson.- Oyó la voz de aquella muchacha, acercándose junto al Comandante Serbio.
- Oh, pero qué gran, gran sorpresa el verla aquí, Señorita Yagami.- Dijo el hombre con educación, dejando su maletín en las manos de un joven cadete que estaba allí y de ahí le besaba la mano.- Permítame felicitarles por este objetivo que han alcanzado pero, antes de ir al grano, jejeje, me gustaría...- Dijo el británico, haciendo un gesto con sus dedos.- Hablar lo que se prometió.
- Por supuesto.- Respondió Vukovar y de ahí pudo ver a un grupo de contadores que se hallaba preparando varios maletines. Uno de ellos se acercó a Dawson y se lo abrió en los ojos, reflejando el contenido.- La primera parte de lo prometido, tal y como se acordó: Por cada Comandante Bosnio Musulmán muerto, usted recibe su parte. Ésta es la primera de las demás que vendrán ahora que mandé a mis tropas para asegurar la frontera y así exterminar a los que aún se ocultan en las aldeas. Los Bosnios Musulmanes que no pertenezcan a las filas terroristas, serán bienvenidos a la lucha.
- Perfecto.- Observó el británico el maletín con el dinero.- Excelente, ustedes sí que son buenos a la hora de cumplir con su palabra, así que yo haré honor a la mía.- Dijo y de ahí fueron ingresando varios camiones camuflados con el símbolo de la "Cruz Roja" y de su interior descendieron los hombres de Dawson junto al material.- Lo que necesiten, aquí lo tienen. Ya he hablado con Dressler y nos brindará más apoyo, así como también la eliminación de unos cuantos testigos y periodistas, sobre todo, que nos vengan a molestar. Ahora, con respecto a los camiones, aquí tienen lo que necesitan: Armas, municiones, pertrechos, repuestos para tanques, piezas para los aviones, simuladores de vuelo ya que estos se hallan en las "Sanciones" que la ONU les ha puesto pero con unos cuantos billetes se puede comprar hasta la esposa del Primer Ministro inglés.- Sostuvo el peli negro, mientras que se encendía su pipa para fumar un poco.-
- Ya que ha hablado de los políticos, hay algo que quisiera discutir, con todos ustedes, pero será cuando tengamos a los Balcanes bajo control.- Les comunicó Reina, dejando todo aquello en suspenso, mientras que veía a Alexander comandar sus primeras "Limpiezas" en la frontera. Éste se subió al caballo y marchó con un nutrido Ejército ante la mirada de la joven peli azul.-
- ¿Cuánto piensas que durará la campaña?. Aún nos quedan Kosovo y Albania.- Preguntó Vukovar.
- Tranquilo, esos últimos serán el "Postre", que disfruten de sus últimos días de vida porque, pronto, llevaremos a cabo el asalto final contra ellos.- Sentenció ella.- Y luego, con respecto a Japón, mi tierra natal, allí es donde va a comenzar todo: La "Chispa de la Guerra Nacionalista" estallará allí.- Finalizó y con ello se pudo ver una imagen de aquel país del Lejano Oriental y con ello la cuenta regresiva para que todo el Mundo fuera a conocer lo que se vendría.
Una auténtica "Guerra Total".
[Tal y como Reina Yagami lo ha dicho, "La Chispa de la Guerra Nacionalista" se extenderá a Japón pero cómo, ¿cuál será su plan?. Por otra parte, el desarrollo de Alexander ha comenzado y los primeros resultados han impresionado a la chica.
¿Cómo seguirá todo esto?. Eso lo veremos en los próximos capítulos.
Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix y los demás seguidores.
Cuídense, amigos y que tengan un buen inicio de fin de semana de mi parte.].
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