Capítulo XLI: El Último Horizonte (Parte II)
Capítulo XLI: El Último Horizonte (Parte II)
Lo que se pudo "traducir" en una "Guerra de Defensa" pasó a convertirse en una por la supervivencia de la gente, los civiles desarmados que huían, despavoridamente, de las grandes ciudades, aterrados, habiendo perdido todo rastro de esperanza en su gobierno, de que podrían ser salvados pero no. La OTAN retrocedía con cada derrota, dejando incontables grupos de masas atemorizadas ante el arrollador avance del enemigo. Pronto, la guerra sacudió hasta el propio Washington D.C, en el cual entraron las tropas de Alexander y Reina. Un auténtico "terremoto" había azotado todo el país del "Gigante del Norte", cuya destrucción se avecinaba.
Con sus nuevas Fuerzas Aliadas, los Nacionalistas e Imperiales barrieron por todo el Sur de EEUU, así como también atacaron por el Norte, el Oeste y el Este, por los Cuatro Puntos Cardinales: Nueva York cayó a los pocos días de haberse iniciada la invasión, "Wall Street" fue saqueada, las Familias de la Élite como los Rockefeller, Morgantown, Rothschild y otras demás terminaron fusiladas, la ONU asaltada y disuelta, condenando a sus representantes a la "Pena de Muerte"; mientras que el enemigo era vandalizado y convertido en el Futuro "Cuartel General de las SS" en EEUU, dirigido por Vicky los suyos, los cuales aplicaron las mayores leyes y penalidades contra Demócratas, Republicanos, traidores a la Patria, SWJ, en especial los grupos LGBT, "Black Live Matters", inmigrantes que apoyaban a EEUU e incluso esos que se hacían llamar "Latinox", "MAP", "Ku Klux Klan" y demás enemigos que pasaron por las armas.
No les importó que la sangre derramada llegara hasta sus tobillos, los cuerpos aumentaban por todas partes, caían las ciudades, reducidas a escombros. Bajo las katanas de los japoneses, las espadas imperiales de los chinos Manchúes, las de los Eslavos y demás grupos que conformaban aquellas tropas y que nadie podía vencer. Sin embargo, en medio de ese "huracán" de destrucción, cuando llegaron a Washington D.C, allí fue cuando Reina decidió irse por su cuenta hacia su objetivo que le estaba esperando. Podía sentirlo en lo más profundo de su alma, un Fuego que le quemaba por dentro, algo que la sacudía igual que un terremoto al resquebrajar la tierra, derribar montañas e inundar tierras fértiles. Se giró, internándose por las calles, dejando a sus fuerzas y Aliados enfrentarse a más no poder contra la OTAN que agonizaba, mientras que Aiden y Samus difundían las evidencias ocultas del "11/S", desatando la furia de New York, en especial del "Departamento de Policía", los Bomberos, Médicos y demás que habían visto morir a sus Camaradas, tanto en el colapso de las Torres como años posteriores por el Cáncer desatado gracias al asbesto y otros materiales que perjudicaron la salud de los presentes.
En medio de aquella "Oleada de Violencia Interna", la propaganda de ellos hacía efecto mientras que incontables enemigos eran ajusticiados en las calles, incluyendo los monumentos que se levantaron por "el amor y la tolerancia". "Disney" también era destruido, mientras que libros enteros de distintas ideologías eran tirados a las hogueras. Aquello era un golpe mortal para aquel país pero lo peor estaba a sus puertas y no se iba a detener.
Reina, por su parte, había llegado hasta las puertas del Capitolio, donde le estaba esperando aquella mujer. La miró con frialdad, no le dirigió ni una palabra. El viento se había levantado con fuerza y de ahí vino un momento en el que la mujer caminó y de ahí oyó sus pasos sobre las baldosas, deteniéndose hasta alcanzarla, cara a cara.
- ¿Así que por fin viniste?. Después de tanto tiempo. Se nota que fue difícil sacarte de tu "madriguera", ¿no lo crees, Reina?.- Preguntó aquella mujer a la chica peli agua marina.
- No intentas ganarte mi confianza con palabras baratas, Nicole Watterson.- Le advirtió la muchacha.- Tú sabes muy bien por qué estoy aquí, qué es lo que estoy haciendo y qué busco.- Sentenció con frialdad, mientras que le señalaba y de ahí dirigía su mano hacia el exterior, para Washington D.C, la cual estaba ardiendo bajo el fuego de la guerra que ella acababa de desatar.
Se podía ver a los Aliados de la chica y a Alexander sembrar el terror, matando a todo el que se estuviera metiendo en su camino. Caían a montones, la sangre derramada cual cascada sobre el suelo y las paredes, en un auténtico "festín" que solo los Dioses podían reconocer. Uno tan parecido a la "Guerra de Troya" pero aquí no había ninguna Helena de Esparta ni Reyes Micénicos, sino dos bandos en pugna: Una Super Potencia que se estaba alzando y la otra que se hallaba hundiendo en las profundidades de la decepción absoluta.
Nicole respiró hondo, miró a Reina y vio que ésta traía consigo una katana.
- ¿Aún la llevas?. No me extraña.- Repuso, ladeando la mirada hacia la chica.- ¿Qué es todo eso que hablas? ¿Abajo la Democracia, crear un Imperio? ¿Acaso te has vuelto loca?.
- No, nunca lo estuve, pero esto va más allá de mi ambición y deseos políticos, no, Nicole, no, esto es más superior de lo que piensas: Esto es Justicia por mis padres, a los cuales mataste sin contemplación alguna.- Le exhortó la peli agua marina, desenfundando la katana, la cual tenía grabadas la Bandera del Japón Imperial y el Símbolo de los "Ustacha". El metal lo decía todo, esa era su lucha, su odio contra Nicole, quien tampoco mostró ningún "síntoma" de debilidad, sino de que avanzó y se preparó para pelear.
- No sabes lo mucho que he estado deseando este momento, mocosa. Te me escapaste en el Pasado pero no volveré a fallar.- Prometió y preparó su espada, llevando a que ambas se volvieran a mirar, antes de lanzarse al ataque.
Fue todo rápido, aquello parecía haber sido una completa colisión entre dos fuerzas antagónicas, la Luz y las Sombras, el Bien y el Mal. Caín y Abel. Desde los tiempos de la Mitología Griega, Romana, Nórdica, Eslava, Celta e incluso del Lejano Oriente se hizo aquella comparación entre los dos bandos que peleaban por ver quién se impondría, siempre en constante movimiento y eso estaba sucediendo entre Reina y Nicole. La mujer de cabello azul golpeó a la peli agua marina en un costado pero la otra saltó y trazó un arco que colisión en la defensa de la otra.
- ¡Menudo golpe!.- Le felicitó Nicole.- ¡Pero no tanto como éste!.- Exclamó y arrojó a la chica hacia atrás, agarrándose a una de las columnas del Capitolio.- ¡No entiendo cómo es que no fui lo suficientemente astuta como para matarte! ¡Aún me sigo preguntando el por qué no lo hice, como cuando liquidé a tu familia!.- Sentenció con bronca.- ¿Qué debería hacer ahora?. Eres un peligro para todos. Incluso para ti misma.
- Jajajaja, te equivocas: No me hice poderosa de la noche a la mañana, Nicole.- Respondió Reina con esa sonrisa siniestra.- Es difícil ascender en un Mundo donde el mérito, el trabajo y el esfuerzo desaparecen para darle lugar a los incompetentes. A la falsa inclusión donde porque si eres negro o lo que sea y "sufriste", te dan todo regalado. Por favor, hasta los africanos mismos, quienes viven en desgracias, saben cómo salir de toda esa tempestad, no hacen una tormenta en un vaso como tu "sociedad" de débiles.- Le espetó la chica, mientras que se veían imágenes de lo ocurrido en todo el Mundo.- Los afrodescendientes, la mayoría son una maldita plaga de pandilleros racistas que se creen intocables. Bueno, hasta que los rifles de mis tropas les dieron muerte y acabaron en las calles, con su sangre derramada.- Al decir eso y tener esos recuerdos de lo ocurrido en Marsella, Nicole lanzó un grito que se hizo eco en todo el Capitolio, por lo que atacó con una fuerza que sobrepasaba a Reina.-
- ¡Todas esas familias y países que destruyeron!.- Gritó con bronca y odio.
- ¡Eran gente inútil, plagas que merecían morir, como lo haré con todos en este país de enfermos por el poder!.- Sentenció la muchacha con frialdad y de ahí sintió el tacto del metal contra una de sus mejillas, la cual provocó un corte sobre la misma.-
Unas gotas de sangre rodaron hasta dar contra el piso, Reina se tanteó pero no le importó, en lo absoluto, lo que acababa de pasar. Simplemente sonrió y se mostró tranquila, a pesar de que Nicole le dio un puñetazo contra el rostro que la hizo retroceder en repetidas ocasiones.
- Al menos los niños de esas supuestas "familias" conocieron la Muerte antes que vivir en un Mundo que se estaba yendo al carajo, hundiéndose en la mierda más absoluta y tú te niegas en reconocerlo.- Le señaló la chica de Japón.
- Debí haberte matado, al igual que con ese Alexander.- Al decir eso, ambas rivales chocaron las espadas, nuevamente.-
- Vuelve a amenazar a mi futuro marido y yo acabo esta pelea de la forma más rápida.- Advirtió Reina a la otra, quien no pensaba ceder ante unas simples "amenazas baratas".- No me importa lo que pienses, tu Mundo, este Mundo decadente va a desaparecer y para el Amanecer no será más que un recuerdo.
- ¡PUTA DE MIERDA!.- Bramó Nicole y de ahí le dio una patada que la derribó, a la otra, contra el piso, mientras que le ponía su espada contra el cuello.- ¿A qué precio?. Si tú eres así, demasiado sanguinaria como para tener un novio o una familia. Lo llevas en la sangre, tu madre, en especial, una fiel seguidora de los "Ustachas". No sé cómo es que pudo dar a luz a una maldita como tú.
- ¡Ja!.- Exclamó Reina y tras ponerse de pie, le "devolvió" la patada a Nicole.- Prefiero a los "Ustachas" que sabían lo que se tenía que hacer. No cómo ustedes, que andan de "Libertadores" y solo dejan países en miseria y retraso por donde van. Qué gusto que me dio en incendiar "Marvel", ver a todos esos patéticos "Héroes" arder en las llamas me dio una excitación tremenda, al igual que con la "Corporación Disney".- Se burló la chica, regresando a su duelo de espadas, sin ceder ni un ápice del terreno hasta que, de golpe, las mismas quedaron, una al lado de la otra, en sus manos, en ristre pero sin atacar.-
- ¿Te rindes?.- Preguntó la peli azul, mientras que Reina hizo algo que nunca se había visto.- No sé qué es lo que te movió a hacer esto, pero estoy más que dispuesta en proteger a esta país de escorias como ustedes. Lo mismo hago por mi familia, ¿entiendes?. No puedo permitir que ellos sufran un destino peor.
- Entonces, si lo haces, ¿por qué no cedes en todo esto y te vas?.- Le cuestionó Reina, dejando a la otra sin palabras.- Tienes una oportunidad de hacerlo pero eres tan testaruda, incluso si te estoy ofreciendo una última salvación.- Apuntó pero, de golpe, la mano que sostenía la espada de Nicole terminó por temblar.
- No puedo...- Habló ella, cayendo de rodillas al piso, mientras que la otra se ponía en su misma situación, poniendo las manos sobre sus hombros.- No puedo dejar que ellos tengan un Futuro distinto al que tanto había pensado para ellos.- Remarcó con tristeza y llorando sin parar.- Todo lo que intentaba para que esta guerra se detuviera, al menos ustedes estando en Europa, me hubiera servido de algo, pero el Presidente era un completo idiota que solo pensaba en el poder, lo mismo sus Asesores...- Al decir eso, infinitas imágenes de lo ocurrido en el Pasado se hicieron presentes.- Todo lo que hice para que esto no se fuera de las manos...cayeron en oídos sordos.
Al decir aquello, por las calles de Washington D.C, las tropas de ellos habían conseguido irrumpir en la "Casa Blanca" y eliminar a la Fuerza Política que se hallaba allí junto a sus familias, mientras que se izaban las banderas en lo alto de aquel emblemático edificio de poder y con ello cundía el pánico en todo ese país envuelto en la guerra.
- Ya todo ha terminado.- Anunció Reina, mientras que veía las citadas banderas izadas en la "Casa Blanca".- Ríndete, pon fin a esto, entrégate al nuevo orden que se está alzando en este Mundo y te dejaré ir. De lo contrario...- La chica volvió a desenvainar la espada y le apuntó al cuello.- Paga con tu vida, al igual que tu familia. ¿Crees que seremos piadosos?. Todo lo contrario: Sentirán nuestra furia sin igual.- Avisó pero Nicole se puso de pie.- Ohh, vaya, ahora lo entiendo: Quieres vivir todavía, pelear por una causa perdida.
- Si es así, entonces mátame, adelante, no le temo a la Muerte ni mucho menos ante ti.- Advirtió la mujer, mientras que Reina se acercó hasta ella, tomándole de las manos y mirándola a los ojos.
- ¿En serio? ¿Sabes cómo me he ganado el corazón del hombre que amo?.- Preguntó ella, sin dejar de observarla por ningún momento y de ahí, sin darle tiempo a nada, sintió los labios de la chica contra los de ella, dejando de todo lo que significaba la guerra, muerte, destrucción, matanzas, sangre derramada.
El Mundo parecía haberse detenido en aquellos momentos, el fragor de los combates también. Todo lo que parecía ser parte de un "juego" estaba congelado en el tiempo. Parecía una locura, incluso Alexander y los Aliados de ellos dejaron lo que estaban haciendo. Los disparos fueron cesando hasta convertirse en un auténtico "susurro". ¿Qué podía significar todo aquello? ¿Por qué? ¿Cuál era la causa de todo esto?.
Nicole y Reina se estaban besando pero, al momento en el que parecía que todo quedaba atrás, el frío del metal, gélido como el hielo, atravesó el abdomen de la mujer, casi saliendo por la espalda, ante una expresión y mueca de asombro pero no de terror, mientras que la sangre iba empapando las escalinatas del Capitolio a más no poder. Pronto, con sus últimas fuerzas en pie, la mujer le tomó de los hombros a la chica y al miró de frente, casi en un "susurro", antes de desplomarse sin vida.
- Lo lamento.- Ofreció la peli agua marina sus disculpas.- Pero esto es lo que puedo hacer por ti. Fuiste una digna rival, diste una buena pelea, por eso te concedo esta muerte antes que verte sufrir.-
- Por favor...antes de morir...no dejes que mi familia sufra lo mismo que yo...dales una muerte pacífica...- Le pidió ella, mirándola a los ojos, notando aquel brillo gélido en los mismos.-
- Trataré, aunque no te lo pueda prometer, haré lo que esté en mis manos.- Prometió la joven, recostando el, ahora, cuerpo sin vida de Nicole Watterson, sobre el suelo de piedra blanca del Capitolio, dejando su espada descansando en las manos de ella. Se dio la vuelta, silenciosa, callada, bajando los peldaños, uno por uno, ante una Washington D.C arrasada por la guerra, con muerte y destrucción por doquier, gritos de desesperación, ahogados en la sangre derramada y el olor a guerra por doquier, sin embargo, aún siendo una persona fría, ésta se volteó y dirigió hacia donde estaban sus tropas.
- ¡Reina, Amor Mío!.- Vio a Alexander correr hacia donde ella estaba, abrazándola con fuerza, cosa que también hizo la joven.- ¿Estás bien? ¿Qué pasó allí arriba?.- Preguntó, señalando el edificio del que acababa de descender.
- Todo ha terminado. Ya está pero todavía queda acabar con esta.- Respondió la chica, mirando la foto que le había entregado Nicole antes de morir.- Alex, hay algo que debo hacer y quiero que tú vengas, ¿sí?.- Aquello lo tomó por sorpresa, por lo que asintió en silencio y acompañados por sus Aliados y un Destacamento de tropas, llegaron hasta donde se encontraba aquel domicilio.- "Sé que será duro, pero hay que hacerlo".- Comprendió los últimos deseos de Nicole y cuando la puerta principal fue derribada, cayendo contra el piso con un profundo estruendo y el eco de las pisadas que inundó el domicilio, llegaron los disparos, sin que nadie pudiera gritar, así como también la Muerte que venía por las almas de la Familia Watterson.
¿Cuánto había durado? ¿Segundos o minutos?. Ninguno de los dos lo sabía pero, al salir del inmueble, se llevaron los cuerpos de allí para darles sepultura junto a la Matriarca de la familia antes de continuar con la guerra un poco más.
Entre los cañonazos y bombardeos que se seguían produciendo, poco antes del Alba de ese día, la lucha había terminado: EEUU se rendía y con ello venía el tan ansiado momento para todos.
La "Proclamación Imperial" y anexión de dicho país a sus Dominios.
Epílogo:
La "Guerra Nacionalista" había llegado a su fin, todo concluyó: EEUU ya no existía, ahora parte de, casi de una forma tan "teatral" y "literaria", como lo ocurrido en el libro de Ciencia Ficción, "El Hombre en el Castillo" de Phillip K. Dick, en poder del "Imperio del Este", cuya Capital estaba en Sarajevo, junto al "Segundo Imperio Japonés". En esos momentos finales de la lucha, se había hecho justicia para los Aliados de Reina y Alexander, en especial para Gwen, quien pudo acabar con los responsables de las muertes contra su primo, su novio y su abuelo tiempo atrás, mientras que William dirigía la "Sexta República Francesa" con puño de hierro junto a sus Camaradas Nacionalistas. A su vez, Samus y Aiden se comprometieron y realizaron una boda un tiempo después del conflicto, mientras que Vicky era quien dirigía el gobierno junto al Presidente de EEUU tras el derrocamiento del anterior y con ello vino una Era donde se empezaron a sanar las heridas. China también vuelto a surgir como un Imperio, de la mano de Chun-li y Ryu, quienes ya estaban esperando a sus futuros hijos, mientras que los colegas de Reina ayudarían desde los Balcanes en las operaciones siguientes.
Alexander y Reina contrajeron matrimonio en Sarajevo y celebraron junto a sus pueblos la "Noche de Bodas" y su "Luna de Miel" se realizó en Londres, donde gran parte de su familia provenía, además de Francia, Grecia, Turquía, Alemania e incluso de Prusia. Pronto, la coronación imperial se llevó a cabo y con el paso del tiempo, Reina quedó embarazada, siendo una niña la Futura Princesa Imperial que se haría cargo de aquel "Nuevo Mundo" junto a sus padres.
Los tiempos de guerra e ignorancia habían llegado a su fin. Habrían otros conflictos para más adelante, como lo es en la Naturaleza Humana, sin embargo, aquello formaba parte de otra historia y de un nuevo "libro" que se escribiría a lo largo del tiempo.
Fin.
[Y aquí lo tenemos: El cierre de esta historia. Quizás (y lo reconozco) no sea la gran cosa y se tardó mucho tiempo en lanzar nuevos capítulos, sumando de que el 24 de Diciembre pasado se cumplieron dos años de su publicación, justo en la Nochebuena del 2021.
Pero bueno, Camaradas, espero que lo hayan disfrutado desde sus inicios.
Mando saludos y agradecimientos para todos ustedes y en especial para shadowbellatrix. Muchas gracias, amigo, por todo, en especial con la historia.
Nos estamos viendo. Que tengan un buen día Viernes de mi parte, Camaradas, en donde veremos nuevos proyectos e historias para más adelante, en especial en Febrero, no se vayan a perder: "Western Heroes of The End of The World", que se estrenará tanto acá como en Fanfiction.].
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