Capítulo VIII: Un Plan (Parte I)
Capítulo VIII: Un Plan (Parte I)
La había dejado ir a aquella única superviviente de esa "Avanzadilla", las otras y los que eran varones deconstruidos fueron masacrados sin piedad por una única persona: Reina Yagami. Por la mente de Alexander, quien estaba parapetado en una posición, la cual se hallaba ubicada en la cuarta planta de un edificio de apartamentos que había sufrido los bombardeos enemigos, tanto aéreos como navales y de Artillería, se encontraba acompañado por tres de sus amigos y abriendo fuego contra los adversarios. Una tropa de Serbios, Croatas, Eslovenos y Bosnio-Herzegovinos estaba atacando el flanco izquierdo de la OTAN, obligando a sus "participantes" de que se retiraran de allí, mientras que los blindados Nacionalistas atacaban las posiciones enemigas.
- ¡Granada!.- Dio un grito Rancok, un muchacho proveniente de Bosnia-Herzegovina, viéndose que uno de esos proyectiles auto-propulsados era disparado contra ellos.
Alcanzaron a tirarse contra el piso y cubrirse con una mesa que encontraron por allí, ya que el edificio había sido presa de las bandas de saqueadores y delincuentes, así que había muy poco con lo cual establecer una posición fortificada. El explosivo dio contra el exterior pero hizo temblar el departamento, llevando a que cayeran restos de mampostería y pequeños escombros sobre sus cabezas. Alexander era el único que no llevaba casco, sino su gorra de plato Oficial, mientras que sí lo tenían sus amigos.
Aquel "terremoto" duró unos segundos pero podía sentirse que, en cualquier momento, su posición de tiro iba a quedar reducida a escombros si se quedaban allí. Tenían que retirarse pero notaron que varios integrantes de la OTAN estaban disparando misiles "Milan" contra ellos.
- ¿Qué hacemos?.- Preguntó Rancok a sus Camaradas de Armas.
- Si salimos a campo abierto nos abatirán como si fuéramos patos en plena cacería.- Advirtió Godan de Serbia.- Alex, ¿cuál es tu plan? ¿Tienes algo en mente?.
- Ustedes vayan y acaben con esos infelices, yo los cubro.- Dijo, tomando el rifle y varios valijines de munición.
- ¡¿Qué?! ¡Te matarán ni más bien dispares el primer tiro!.- Exclamó el joven de Bosnia-Herzegovina a su compatriota.
- Hagan lo que digo, amigos o de lo contrario perderemos esta posición.- Sostuvo Alexander con decisión, apuntando el arma hacia donde estaba el enemigo y de ahí efectuaba el primer disparo, matando a uno de los que estaba más adelantado, justo en la cabeza. Giró el cañón y de ahí efectuó otro, dándole a un segundo en la misma zona que al anterior.- ¡Ya, salgan y ataquen! ¡No podré contenerlos tanto tiempo, tienen unos minutos preciosos en Oro, rápido!:- Bramó a viva voz y tuvieron que obedecerle.
Salieron en tropel, cargando los valijines con municiones, salvo los que tenía Alexander consigo, siendo cubiertos. En unos pocos segundos abandonaron el edificio, siendo cubiertos por su amigo desde el piso de arriba, siendo su francotirador. El Bosnio abrió fuego contra otro, concentrado, en su misión.
- Eso, vengan, vengan, hijos de puta.- Susurraba por lo bajo el peli blanco-plateado y de ahí tomó su celular, reproduciendo una canción que le daría motivación para continuar atacando.
https://youtu.be/EZjevnnkA20
El tema "Heaven's On Fire" de "Kiss" se hizo sentir por los alrededores que daban al edificio de apartamentos y a la Plaza, donde el enemigo intentaba conquistar dicha posición. El mismo llegó hasta los oídos de Reina, quien se volteó y fue acompañada por un grupo de Soldados provenientes de Serbia y Croacia, principalmente. Sin embargo, en uno de esos momentos, tal vez por descuido o para querer enaltecer los sentimientos del Pasado, uno de los Croatas reconoció lo que llevaba consigo en aquel tatuaje.
- ¡Hey, miren!.- Llamó uno de ellos a su colega.- ¡Lleva el símbolo de los "Ustachas"!.- Reconoció eso y los Serbios se pusieron fríos.
- ¿Qué haces con esa mierda?. ¡Arráncate esa porquería ya mismo!.- Le advirtió uno de los Serbios, el cual era un Capitán General de nombre Ditar, quien le tomó del brazo pero ella se lo quitó de encima.
- ¿O qué? ¿Van a pelearse como niñitos en vez de luchar contra el verdadero enemigo? ¿Acaso son hombres o putos deconstruidos?.- Preguntó Reina, tajante y amenazante ante ellos.
- Espero que sepas que los Serbios tuvimos que soportar las horrendas atrocidades...- Dejó Ditar su advertencia pero ella fue más rápida.
- Sí, sí, ya me sé el "cuento" pero ¿qué me importa?. Hay imbéciles que llevan puesta, como tatuaje, la Hoz y el Martillo y eso mató a más gente, mucho antes de los Ustachas y los Nazis.- Espetó la peli aguamarina, sin dejar su brazo a torcer pero las expresiones gélidas de los Serbios y la admiración de los Croatas estaban a "Punto Caramelo".- ¿Qué va a hacer? ¿Encerrarme?. ¡Estamos en una puta guerra contra el enemigo! ¡¿Acaso se olvidaron lo que la OTAN LES HIZO A USTEDES EN 1999?! ¡¿Se olvidaron de que fueron los mismos Demócratas que están, ahora, en el poder, quienes ordenaron bombardear Belgrado en esos años?! ¡¿Lo recuerdan o son como los Latino Americanos que votan siempre por la Izquierda, la Derecha, la Centro y luego lloran como mariquitas?!.- Bramó la muchacha y aquello parecía encender las viejas pasiones, las mismas que estaban dormidas en lo más profundo de sus espíritus y que, ahora, clamaban por venganza.
Habían ánimos encontrados, sentimientos que muchos no sabían con qué ni cómo actuar, salvo por el hecho de tener que enfrentar al Pasado o luchar entre ellos. Sin que alguien más dijera algo y más ante la mirada helada de Reina, los Serbios, Croatas y demás integrantes de aquellas huestes marcharon contra el enemigo.
Por su parte, Alexander había conseguido abatir a otro rival a tiempo de que pudiera descubrir que todo era una trampa. Cuando agotó el primer cartucho de su rifle, tuvo unos pocos segundos, los cuales eran de "Oro Puro" para recargar y hacer frente a los mismos, de nuevo, sin detenerse por ningún segundo. Pudo divisar a sus Camaradas de Armas listos y efectuando un ataque contra la posición enemiga, llevando a que los contrincantes debieran huir de allí, replegarse para otra zona.
Para cuando los combates terminaron, una tensa paz cayó sobre Sarajevo. Entre los esporádicos cañonazos y ataques de aviones que eran repelidos, los Ejércitos de la OTAN se retiraron del campo de batalla, llevándose a sus muertos y heridos. Reina, por su parte, lo vio bajar a Alexander desde el edificio de apartamentos, portando su rifle y los valijines con municiones. Por donde uno mirara, la Plaza que rodeaba el lugar estaba repleta de cuerpos de ambos bandos. El joven vio llegar a sus amigos, todos ellos a salvo pero cuando estaba por dirigirse hacia donde estaban ellos, Reina le detuvo.
- Luego te puedes ir a juntar con ellos, ahora tenemos que hablar.- Sostuvo la muchacha y de ahí se lo llevó, casi a rastras por un camino secundario hasta que terminaron dentro de un viejo almacén que era empleado como lugar de abastecimiento para la población civil. Una vez cerciorada de que nadie les estuviera observando, cerró la puerta y con ello se dirigió hacia donde estaba Alexander. No le dio tiempo a nada, de golpe sintió una fuerte bofetada contra su rostro, llevando a que se le cayera la gorra de plato Oficial contra el piso, alejándose unos pocos metros.
- ¡¿Y eso por qué?!.- Le cuestionó, alzando la voz pero ella le puso la mano en la boca.
- Cállate, no hables como si fueras una que acaba de golpear su novio alcohólico y drogadicto. ¡Eres un hombre, carajo, no un maricón que dice "no, no mates a las prisioneras de guerra"!.- Le hizo recordar el momento, aquel en donde él había espiado ese instante y de ahí se veían imágenes de lo ocurrido.
- ¿Por eso me golpeas?. ¡Ja!.- Alexander se sobó la herida caliente de aquella mano femenina y de ahí agarró a Reina del brazo.- Y hablando del Rey de Roma, por la puerta asoma.- Apuntó y levantó la manga donde pudo verse aquel tatuaje.- ¿Te piensas que yo nací ayer? ¡¿Qué mierda haces TÚ con eso?!.- Bramó pero la chica lanzó una gélida risa, sin importar aquella muestra de su fuerza masculina.
- Esto es algo que me identifica y de la cual mi madre estaba orgullosa.- Apuntó, mostrándolo como si nada le importara.
- Los "Ustachas", los hijos de re mil puta que masacraron a los Cristiano Ortodoxos, ¡yo soy de esa religión!.- Le espetó Alexander con bronca, sabiendo muy bien de aquellos aterradores crímenes que cometieron los de esa Organización Fascista y que llegaron a impresionar a los Nazis.
Reina no sintió ninguna intimidación por las palabras de aquel Bosnio, simplemente se limitó a encogerse de hombros, sonreír con beneplácito y mostrar qué tan "equivocado" aquella persona que tenía consigo. Era como si se enfrentara a un "Moralista" o un "Neutral", algo que le estaba llevando cierta ventaja pero no iba a dejar su brazo a torcer.
- Alex, Alex, Alex.- La peli aguamarina caminó hacia donde él estaba y le dio un puñetazo contra el abdomen, sacándole todo el aire y llevando a que cayera contra el piso, tomando sus manos con fuerza y de ahí lo inmovilizaba, igual que una presa ante el Cazador.- Eres demasiado ingenuo y bueno para que este Mundo entienda que no todos son lo que piensas: La mayoría son nuestros enemigos, tú los odias, tienes veneno dentro, quieres venganza pero no puedes utilizarlo porque tienes a la Moral de tu lado, una que te impide decir lo que sientes. ¿O es que olvidaste lo que me dijiste en aquel Café?.- Dedujo y de ahí él tuvo esas imágenes.
Unos finos recuerdos de la charla que tuvo en Tokyo, Japón, con aquella joven y en donde se lo podía ver, rodeado por aquella "Oscuridad" en su ser y su odio contra el Mundo Pos-Moderno. De pronto, Reina se fue desabrochando su camisa y de ahí reveló su cuerpo. Él intentó gritar, pedir auxilio pero le cerró la boca con un profundo beso mientras que le iba bajando los pantalones hasta quedar en ropa interior, mostrando su erección ante ese momento tan placentero.
Advertencia de Lemmon:
- Te voy a convertir en un hombre de verdad. Uno que no se pondrá a llorar cuando haya que cumplir las órdenes y si muchas de ellas son frías, entonces se hacen. No serás un cobarde ni tampoco un Moralista, que es lo peor junto a los "Aliades" de las Feministas. Tú vas a ser alguien importante, al igual que yo.- En ese momento, juntando su rostro con el del chico de Bosnia-Herzegovina, acariciando su pecho y luego hacía que tomaba las manos del joven para tocar sus atributos.- ¿Te gusta?. Espero que sí, porque este será el comienzo del "Tratamiento" para que aprendas de que a una Reina cuando se enoja, no hay nadie que te pueda salvar, ni siquiera el Mariscal Tito, quien esté por siempre en la Gloria.- Sostuvo, mientras que no cejaba en cumplir su objetivo.
Había conseguido bajar la ropa interior del joven e introducir su miembro viril masculino en su vagina, dejando que el placer irradiara desde su interior, produciendo gritos que ella reprimía pero sentía un profundo calor hasta que llegaban al clímax.
Para Alexander, aquello no era algo "natural", ya que podía sentir y "ver" una serie de "Fragmentos", "Retazos" de que ya había sentido una cosa así en el Pasado pero ¿cómo era? ¿A qué se debía?. Juraba "observar", recordar a una figura femenina pero no podía distinguir su tono de voz, ya que ésta estaba "robotizada", como si empleara algún truco o aplicación que le impidiera ser reconocida y todo tuvo lugar el día en el que las personas que tanto lo habían atacado, herido y molestado al ser un huérfano, pagaron con sus vidas. Luego llegó ese otro día, en el que alguien lo había atacado por sorpresa, dejado fuera de combate y de ahí aparecía atada a un cama para sentir aquella "tortura" y ahora estaba frente a Reina.
Tenía que unir esos "Retazos" pero mientras que la joven lo dominara, iba a ser complicado. Pronto, una vez que ella hubiera saciado su apetito, volvió a vestirse, dejando una camisa para que continuara mostrando su tatuaje de los "Ustachas", cosa que le seguía repugnando a más no poder.
- ¿Acaso disfrutas esto?. De que yo me enoje contigo, apenas nos volvimos a ver hoy y ya luces con algo que está prohibido.- Quiso saber el muchacho, temiendo de que se ganara una nueva bofetada por decir la verdad.
Fin del Lemmon:
- ¿Y qué debería llevar? ¿La Hoz y el Martillo? ¿La mierda del Arcoíris de los enfermos de la LGBT y amantes de los pedófilos?.- Le respondió con frialdad.- Alex, usa la cabeza: Hay gente buena y mala pero este Mundo de mierda junto a su sociedad cómplice y retrasada no ve ni piensa en las consecuencias de sus actos: Hoy en día tienes a todos estos "Hippies" mientras que los que queremos tener un Futuro nos lo destruyen con porquerías como "Hay que ser todos iguales". ¿Iguales en qué SI YA LO SOMOS?. Todos ellos con sus "políticas" e "ideas" que no son más que basura para desechar han llevado a la Humanidad a una completa involución. Sí, habrá gente buena en el Mundo que no es como ellos, sean del tipo de orientación sexual, color de piel, religión, raza, etc pero también están aquellos que utilizan a los primeros como meros instrumentos y luego los abandonan, una vez cumplidos sus caprichos. Lo mío, este tatuaje, ¿por qué debería borrármelo? ¿Acaso no forma parte de la Historia?. Si la Hoz y el Martillo junto al Capitalismo han matado más gente antes que lo hicieran los Ustachas.- Dijo y de ahí quedó cara a cara con el Bosnio.- Esto es apenas el comienzo, no solo para el Mundo, sino para nosotros: Juntos vamos a destruir a todos estos imbéciles, los arrojaremos a las profundidades del Infierno junto a sus patrocinadores, políticos y demás mierdas. Vamos a crear un Mundo mejor, avanzado y justo para todos pero para eso hay que destruir a los viejos Sistemas de Gobierno.
- Es...Es algo muy utópico lo tuyo, Reina.- Dijo Alexander.- Pero ¿acaso no piensas que para hacer una cosa así, hay que desplegar una enorme cantidad de recursos y tropas?.- Le cuestionó pero ella sonrió y lanzó una gélida risa al aire.
- De eso no te preocupes, ya tengo esa parte preparada.- Prometió.- Oh, por cierto, he pedido de que me transfieran a tu habitación en el Cuartel General para esta noche. Pronto vas a ver que mis palabras se harán realidad, solo espera.- Auguró y de ahí se fue, tomando su abrigo, cubriendo su tatuaje y de ahí era acompañada por Alexander al exterior.
- "No sé qué clase de plan tiene pero...una parte mía...el Lado Ivanisevic...quiere que haga Justicia con ella, que los borremos y es verdad: Hay que purgar este maldito Mundo lleno de enfermos mentales, locos, corruptos, mentirosos y gente peligrosa. Nos odiarán pero será la Historia misma quien nos juzgue y dé su veredicto. Nadie más. Por un lado, Reina tiene razón: Se tiene que terminar el clásico "Solo los Vencedores escriben la Historia". Ahora es el turno de aquellos que perdieron para cumplir con ese papel. No podemos escondernos ni huir, hay que pelear. ¡Estamos en guerra, maldita sea y nadie nos va a parar!".- Pensó y de ahí quedó cerca de ella, cara a cara, esperanzado de que no volvería a repetirse una cosa como esa que vivió en el almacén pero eso era algo impredecible, que podía ocurrir en cualquier momento y más si le cuestionaba en algo, aún si se trataba de algo tan pequeño y efímero, podía convertirse en una amenaza para la persona de Alexander.
Pronto, ambos llegaron hacia las proximidades del Cuartel General levantado en el Centro de Sarajevo y con ello fueron subiendo las escaleras para poder descansar tras los combates librados en la ciudad anteriormente nombrada.
[Un poco fuerte el capítulo y con esa pequeña escena de Lemmon consigo. Reina le ha explicado, en pequeños "retazos", a Alexander del plan que los llevará hacia el poder pero ¿cómo será? ¿Cuándo se dará el primer paso?. Eso lo veremos en el capítulo que viene, Camaradas.
Espero que les haya gustado. Mando saludos y agradecimientos para shadowbellatrix y los demás seguidores.
Cuídense y buen comienzo de día Martes de mi parte, amigos. Hasta la próxima.].
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