Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13: un día


Después de un rato de observar a muchas parejas que entraban y salían del consultorio, casi me doy por vencida. Digo, ¿quién en su sano juicio dejaría a su bebé a la merced de un desconocido? Bueno, debo admitir que hay casos y casos entre los humanos; algunos verdaderamente tienen la necesidad de que su bebé esté separados de ellos, ya sea por lo económico, por la salud...

Es injusto, creo yo, que deba despegarme de ella ¡porque me quieren matar! No me están dejando con la posibilidad de elegir... Pero eso era obvio, no creo que alguna vez me hubieran dejado hacerlo. Ya no tengo elección. Aunque podría decir que albergaba una pequeña esperanza de no encontrar a nadie, sabiendo incluso que eso es imposible...

Desde que estamos acá, espiando a las personas, no he dejado de fijarme en la energía que llevan alrededor de ellos. El aura. Casi todos tenían tonos grises o marrones en ella; como agitados, negados a su situación. Muchos enteraban a los consultorios y salían llorando, o angustiados. No quise enterarme por qué. Eso hasta ver a esos dos jóvenes, que entraron con una amplia sonrisa a ver a la ginecóloga (supongo que estarían buscando ser padres), y salieron igual de ilusionados, con colores muy distintos a los demás, repletos de vida. Josha me codeó levemente para que les prestara atención, pero él no sabía que yo ya lo había hecho. Me concentré en la energía del vientre de la chica, pero no hallé señal absoluta de vida creándose.

Los ojos de Josha y Hunter esperan impacientes una confirmación después de tanto tiempo, quieren encontrar a las personas indicadas para tal asunto. Yo no. Ya lo he dejado claro: estoy actuando contra mi voluntad. Esa pareja estaría buscando un bebé en las próximas semanas, seguro son recién casados, o algo así, parecen realmente jóvenes... Me pregunto, ¿serán capaces de cuidar bien a mi nena?

-Aera... ¿Ellos qué tal? Si son, deberíamos estar siguiéndolos... ¿Tenían un bebé?

Trago saliva y siento mis ojos escocer. Me estoy traicionando a mí misma. Me estoy alejando de mi hija. Aprieto los puños. Todo sea por su bien.

-Están buscando un hijo. Son ellos. Ellos son los indicados.

-¡Pasó más rápido de lo que creí! -Anuncia Josha-. Eso es bueno, chicos. Me han informado que están muy cerca de por aquí, nuestras posibilidades de acaban. Las de la niña, parecen aumentar.

Y con esa declaración, mi mundo, mi futuro con Hunter y la última esperanza, se derriban al mismo tiempo.

Los seguimos discretamente hacia su hogar, comprobando que ellos recién se estaban mudando allí. Es una casa lo suficientemente grande como para una familia, aunque esté un poco alejada del centro. Eliana, al parecer, ese es el nombre de la mujer, está emocionada por la visita a la doctora, y él parece estar contento por ella y por el futuro que anhelan. Por un momento les envidio: ellos sí podrán tener una familia, y sí podrán estar con mi hija, ¡inclusive considerarla suya! Al rededor de nosotros ya está oscuro, se escucha el sonido de los grillos, advirtiendo que una tormenta llegará pronto, junto al rugido de algunos autos furiosos.

-Josha -digo-, ¿podríamos tener tiempo a solas? Digo, Hunter y yo... Sólo un minuto y ya... Por favor.

Josha sonríe apenado y siquiera contesta. Se marcha como una sombra silenciosa de la noche.

Me vuelvo hacia Hunter.

-Ya sabes qué pienso sobre esto...

-Es mi culpa... De no haberme acercado a hablarte, tú podrías estar en una situación mejor...

-¿Te arrepientes de habernos conocido? -le pregunto, temerosa de la respuesta.

Él achina sus ojos, estudiando mis reacciones, luego su mirada baja hacia mis labios y vuelve a mis ojos azules, que se encuentran centrados en él.

-Jamás. Y si muero, sabré que vivir de esta forma fue la mejor vida que pude haber tenido nunca de no haberte conocido. -Me toma de la mano. -Nunca imaginé que me enamoraría de un ángel, ¿sabes? Pensé que eran todos iguales, con sus ojos idénticos y su estatus social elevado por ustedes mismos...

-¡Oye!

-Espera, que no termino. Si me quedo ahí, me odiarás por decir eso -ríe-. Pero te conocí a ti, cambiaste mi forma de verlos... De verte. Tus ojos son diferentes al resto; tu sonrisa... toda tú. Es más, jamás pensé que conocería el amor, ni que encontraría a alguien dispuesto a luchar por él.

-Yo... Yo te amo... -Hunter sonríe aún más, y yo necesito fuerzas para no llorar-. Jamás pensé que me enamoraría de alguien como tú... Siendo sincera, me diste la aventura de mi vida. Y si morir es el precio, incluso muriendo para salvar su vida -toco mi vientre suavemente, y Hunter posa su mano sobre la mía-, lo elegiría siempre, sabiendo que estaría contigo viviendo lo que vivimos, conociendo lo que nosotros dos solamente conocimos. Aunque simplemente no me gustaría que esto fuese así... Dejarla sola me aterra.

-Tienes que saber que jamás la abandonaremos, ella siempre deberá sentirse amada por nosotros, incluso sin saber nada de nuestra existencia. Tenemos que saber que dimos todo lo que pudimos por ella, si eso significa también nuestra existencia. Que no la abandonamos, sino que la protegemos de un destino horrible. Y que, si fuera por nosotros, jamás la dejaríamos sola.

-Lo sé... Pero me gustaría darle más, darle una familia.

-Somos su familia -dice él, pero su voz se corta, ¿está conteniendo las lágrimas?-. Aunque me gustaría poder verla... Conocer sobre sus primeros pasos y su primera palabra... Protegerla...

Lo abrazo y nos quedamos quietos por unos segundos, escuchando nuestras respiraciones. Siento gotas húmedas bajar por mis hombros y mi corazón se rompe más de lo que ya estaba. Hunter está llorando y no puedo hacer nada, porque sería hipócrita decir que todo irá bien, que no debe sentirse así... Llorar está bien, a veces es la única forma posible de expresar nuestros sentimientos en las situaciones complicadas. Es cierto que llorar no modifica los hechos, pero es una forma de descargar los miedos, de desahogarte, incluso si te estás ahogando con tus propias lágrimas. Llorar es demostrar tus sentimientos. Llorar no resuelve nada, pero tal vez es lo único que nos queda por hacer después de todo, eso y amarnos hasta que el destino nos permita.

Sus labios, cubiertos de gotas saladas, se encuentran con los míos, desesperados. Su boca reclama la mía con un fervor inimaginable, y yo respondo de la misma forma. Ambos nos alejamos cargados de sueños callados y miedos estruendosos.

-Chicos... Siento interrumpirles, pero ya es hora de accionar, se han quedado dormidos.

Tomo fuertemente la mano de Hunter, temblorosa. Él casi nunca usa su magia, ya que, en nuestro mundo, el exceso de su uso puede traer a muchos ángeles curiosos, que podrían notificar eso y mandar al demonio directamente a su propio infierno. Pero ahora las reglas del juego son diferentes. Él se ha quitado su camisa y desde mi posición puedo ver una pequeña parte de su marca: la marca de los demonios, la que lo delataría -además de sus alas, sus ojos y su magia- de nosotros a simple vista.

Yo, al ser un ángel, tengo el poder de controlar la energía -se dice, incluso, que podemos hacer mucho más, como controlar los elementos, o las mentes, tanto de personas como de animales; pero para mí, son sólo mitos. Y si fueran ciertos, jamás los hubiera usado... hasta ahora-. Intento mandarle toda la energía a su dirección mientras él se concentra. Pronto, comienza a brillar y veo como lo rodea una especie de luz violeta que viene directo hacia mi vientre.

Me quedo pasmada a ver cómo una silueta -muy pequeña- con forma de bebé sale de mí y queda flotando en el aire. De pronto, me siento vacía. Ya no está conmigo, ya no volverá jamás. En cambio, está volando -literalmente- hacia los brazos de otra madre. La luz se posa sobre el vientre de Eliana, la humana, y la rodea. Yo, y no sé por qué, envío energía a la pequeña y frágil forma de vida. Mis lagrimas recorren mis mejillas, pero no importan, es como si no las sintiera. Todas mis fuerzas van dirigidas a ella... De alguna forma, siento que es para darle valor, para fortalecerla.

La luz violeta se desvanece rápidamente, y me distrae de mi acción.

-Sé que hay que irnos ahora, pero quiero despedirme... -Le comento a Josha, que él está como una persona en un tercer plano, viendo todo desde otro lado, como un espectador que sólo dirige la batuta cuando considera necesario. Él asiente y yo me acerco a la mujer, poniéndome frente a su estómago. Ella jamás sabrá que le daré un beso de despedida a su futura hija, mi hija.

Rememoro cada cosa que vivimos Hunter y yo, cada espacio que teníamos vacío en nuestras vidas que llenamos de amor. Sí, fue y es un amor prohibido; pero ese es el quid de la cuestión, ¿por qué prohibir algo tan bello? ¿Por las diferencias? Si, al final, todos somos iguales de alguna forma, todos queremos ser amados... Incluso los que se niegan a ello. Prohibir el amor debería ser considerado un delito, ¿qué importa lo demás si no podemos vivir la vida que deseamos? ¿Qué puede importar lo demás, mientras nosotros nos amamos? Revivo el momento del bosque, nuestro primer encuentro, que yo estaba enojadísima porque me habían arreglado ese estúpido matrimonio arreglado con Theodel. Cada palabra que él me dijo, las cosas que aprendí gracias a él; cómo me conocí a mí misma, cómo descubrí la alegría. Cómo nos enteramos de que seríamos familia y cómo se nos escurrió el tiempo de las manos... Emmanuel. Él nos ayudó mucho, ¿cuidará de nuestra pequeña? ¿Qué hubiese pasado si él no nos ayudaba? Me siento nostálgica al saber el riesgo que se tomó por nosotros... Por ella...

-Emma -pienso de repente-. Ese será su nombre.

Para mi sorpresa, los labios de la mujer repiten el nombre. -Emma -dicen ellos-. Si es niña, se llamará Emma.

Me quedo anonadada y me doy vuelta, quedando frente a Hunter.

-¿Yo le he ordenado decir eso? ¿Es... es posible?

Hunter sonríe, también nostálgico.

-Al menos ahora Emma tendrá algo nuestro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro