Capitulo 9 .. Familias
Alma Velasco
Una semana después
Puedo ver a través de la ventana del bus cómo se pierden los árboles. Las clases en la universidad terminaron por el día de hoy y estoy de regreso a casa.
Se me vienen a los pensamientos recuerdos. Los días pasan muy rápido, ya ha pasado una semana desde aquel día.
Aquel día que tuve el enfrentamiento con la Sra. Verónica en la cafetería de la universidad, se tomó el atrevimiento de ofender, humillarme y ofrecerme dinero a cambio de que me aleje de su hija.
Desde ese día no he vuelto a tener contacto con Mia. Ella no volvió a mandarme a buscar, después de que fui a exigirle que se olvide mí para siempre y yo tampoco tuve el valor de regresar al hospital.
Pero en lo que menos puedo dejar de pensar es en lo que pasó aquel día con él.
Aquel alborotó que causamos Miguel y yo por todo el hospital, corriendo como niños pequeños por esos pasillos. Él detrás de mí como me gritaba que me detuviera y yo como tonta actuando como sorda.
Sonrió
Cada vez que recuerdo lo vivido en las escaleras sonrió como boba, no puedo olvidar su aroma, su respiración tan cerca de mis labios, como su mirada estaba conectada con la mía. Es como si quisiéramos decirnos mil cosas a las vez.
Reconozco que tengo un grave problema porque desde ese día no paro de pensar en él, todo me recuerda a él y por las noches cuando cierro mis ojos para intentar descansar y logró quedarme dormida, pues aparece el en mis sueños.
Todas las noches está él en mis sueños, pero es extraño porque siempre es el mismo sueño.
Lo veo acercarse a mí, hacerme sentir escalofríos cuando posa sus manos en mi cuerpo, seducirme y justo cuando va a pegar sus labios con los míos, abro mis ojos despertando de aquel sueño.
Todas las mañanas despierto cabreada con las bragas húmedas y mis pezones erectos. Lo único que me queda por hacer es tocarme, masturbarme pensando en aquel hombre que seguro ni se acuerda de mi existencia.
Aunque tal vez si me recuerda, de seguro sus pensamientos conmigo son viéndome lavando todos los retretes y pisos del hospital, como el muy idiota piensa que trabajo allí.
Pero no me importa, no sé si me estaré volviendo loca pero me gusta pensar y soñar con él.
¡Joder! Los recuerdos de su hermosa mirada de ojos verdes me tienen perturbada.
La verdad no se qué me está pasando pero quiero tener sus labios pegados a los míos, es más no quiero, lo necesitó y la desesperación está acabando conmigo.
Quiero tenerlo junto a mí, sentir sus caricias por todo mi cuerpo y aunque nunca he estado con nadie porque sigo siendo virgen (al parecer moriré siéndolo). Quiero sentirlo dentro de mí.
Pero se que esos sueños y pensamientos nunca se harán realidad porque él nunca se fijaría en alguien tan simple como yo.
Todo es muy extraño porque con quién debería estar teniendo esos pensamientos y sueños es con Samuel que si lo besé. Ese beso que nos dimos, me gustó y el me atrae pero no entiendo porque no lo deseo.
Me doy una cachetada mental para dejar de pensar en Miguel por unos segundos, todo mi centro de atención no puede girar entorno a él.
Espero que todo siga calmado en la universidad como ha estado toda esta semana. Después de hablarle mal a Samuel aquel día, le pedí disculpas porque él es muy lindo conmigo y no se merece que lo trate así.
Todos estos días hemos estado almorzando juntos en la cafetería, mientras él me cuenta de su carrera, historias de su infancia y yo como no tengo mucho que contar le informó como me va en las clases. Samuel me gusta pero estamos teniendo una bonita amistad y tengo miedo a dañar eso, no lo quiero perder.
Yina nos contó que Mia regresará a la universidad mañana. En el hospital la despacharon hace dos días porque tuvo una muy rápida recuperación.
Solo no quiero problemas, ni discusiones con nadie. Según lo que Yina nos explico Lucia regresará a clases con ella, ya que no vuelto a la universidad por estar cuidando a Mia.
Yo sigo firme con la desición que tomé de alejarme de Mia y espero que al tenerla de compañera de clases no sea un problema. Le salve la vida, no me arrepiento de eso pero es mejor que no seamos amigos.
El bus se detiene cuando llega a la estación, bajo y me encamino al barrio para llegar a casa.
El barrio las luciérnagas es súper grande, no tanto como la ciudad, pero una persona que no es de aquí puede perderse fácil al venir por primera vez.
Se divide en área A B C.
El área A es la parte delantera, donde hay menos delincuencia y pobreza ya que las personas tienen sus propios negocios, como tiendas, el mercado, gimnasio, hasta bares. Son pequeños pero a esas personas le alcanzan lo que ganan para vivir.
El área B se encuentra en el centro, ya aquí abunda la delincuencia, los robos, muertes y las drogas. En el área C es donde vivo yo. Es la parte de atrás y es uno de los lugares más peligrosos de España, todos los que vivimos hay debemos de tener cuidado y temerle hasta nuestra sombra.
Llegó a casa, abro la puerta con mis llaves. Mamá nos entregó una copia a mi hermana y a mí, después de aquel día que dejamos la llave dentro de casa.
Puedo ver qué en la sala no hay nadie, extraño porque mayormente mi hermana ya a estas horas siempre está aquí. Me dirijo a la cocina por un baso de agua y veo a mi madre esta sentada en la mesa donde comemos. Puedo ver qué no trae buena cara:
-Alma que bueno que llegaste -me dice desde que me alcanza ver- Estamos en problemas.
Algo está pasando y me imagino que tiene que ver con Ana porque la mayoría de inconvenientes en esta casa siempre son con ella y por lo que veo no está aquí.
-¿Qué sucede mamá? -me acercó a ella y le doy un beso en la mejilla- ¿Por qué tienes esa cara?
-¡Tu hermana es el maldito problema! -se altera.
Lo sabía. Aunque a veces pienso que mamá exagera.
-¿Qué pasó con mi hermana? ¿Dónde está?
-Esta detenida en la estación de policía.
-¿¡Qué!?
¡Jodeeeer!
¿Ana en que te metiste?
-¿Qué fue lo que pasó? Cuando salí para la universidad ella se fue para la escuela.
Mamá está que bota humos por las orejas.
-La detuvieron porque en la cancha de la escuela con un bate de béisbol, le pegó a su compañera y ahora está en el hospital.
¿Hermanita porque te metes en tantos problemas?
-Eso es gravísimo mamá. ¿La chica está grave?
-Esta hospitalizada, tiene moretones en el rostro y un brazo roto.
No me sorprende nada de esto, el temperamento de mi hermana siempre ha sido así, es impulsiva.
-Hace pocos minutos vengo de haya, estuve platicando con sus padres. No van a la levantar la denuncia hasta que no paguemos todos los gastos del hospital.
-¿Es enserio? No tenemos ni un solo centavo.
-Mientras estuve haya le dieron de alta a la chica porque no tiene consecuencias graves. Solo le curaron y enyesaron el brazo, pero no la dejarán ir hasta que no pague los gastos.
Está situación está bastante grave.
-Esa familia no se merece lo que está pasado -continua mamá- son mucho más humildes que nosotras. Hablé con su madre y ella no quiere hacernos ningún daño, pero necesita que paguemos esa cuenta.
-¿Cuánto es? -pregunto.
-No tenemos todo ese dinero.
-¡Dime ¿cuánto es?! -le exijo.
-1,000 Euros.
¿Qué?
-¿1,000 euros? Estamos en graves problemas.
-¿Estamos? Ese problema es de tu hermana. Ella se metió en esto, que lo resuelva ella sola.
-¿Mamá como puedes decir una cosa así? -no lo puedo creer- Ana es menor de edad y depende de ti al igual que yo ¿Cómo crees que va a resolver este problema sola, estando encarcelada?
Empieza a caminar de un lado a otro. Está muy enojada, la conozco como a nadie, si no la tranquilizó es capaz de dejar a mi hermana allí.
-Mamá necesitó que te tranquiles.
Me acercó a ella, le tomo una mano, la siento en la mesa donde estaba y buscó un baso de agua templada en nuestra nevera.
-Mamá se que estás muy enojada pero ponerte así no solucionará nada.
Le paso el vaso de agua y se da varios sorbos dejándolo a la mitad.
Me mira a los ojos.
-¿Porqué ella no puede ser como tú? -me pregunta.
Desde que éramos pequeñas mamá siempre le ha molestado todo sobre mi hermana, hasta el más mínimo detalle. Pero conmigo es todo lo contrario, siempre me ha apoyado en todo y se siente muy orgullosa de mí.
-No me gusta que pienses así. Ana y yo somos muy diferentes. Ella tiene un encanto que nunca has podido ver. Amo a mi hermana, así como es y es lo que también deberías hacer. Quererla y apoyarla en situaciones como estas.
-Siempre te la pasas defendiéndola.
¿Es enserio que vamos a tener está conversación?
-No es momento para que empecemos hablar de este tema. Tenemos que buscar ese dinero, por mi hermana, también por esa chica que no puede permanecer en ese hospital ¡Tiene que ser ya!.
-¿Vamos a salir a robar? -me pregunta de una manera sarcástica.
Hago como que no escuché ese comentario.
-Mamá tenemos que buscar dinero prestado -es la única opción ahora mismo.
Suelta a reírse.
-Nadie va a prestarnos 1,000 euros porque no tenemos conque pagar.
-Vamos donde Sr. Nelson.
-Hija Nelson solo presta dinero con garantía de por medio y no cualquier garantía. Tiene que ser algo de valor y nosotras no tenemos nada.
Si somos pobres, no tenemos nada pero se equivoca. Si tenemos algo muy valioso y estoy segura que si se lo llevamos como garantía su respuesta será un si.
Mamá se va a enojar más de lo que está pero no me importa. Así que se lo suelto.
-Vamos a llevarle los papeles de esta casa.
-¡Jamás! -grita tan fuerte que hasta me asusté en el momento- Está casa es lo único que tenemos, prefiero morir de hambre y permanecer sin nada a tener que perderla.
-Yo prefiero quedarme en la calle contar de ayudar a mi hermana.
-¿Te estás escuchando? Nelson presta dinero con altos intereses ¿Cómo se supone que vamos a pagarle?
-Te prometo que buscaré la forma de ayudarte mamá. Puedo hacer volantes y entregarlos del área A y B del barrio para que así tengas más clientes, hasta te puedo ayudar con las lavadas de ropa en las horas que no estoy en la universidad.
Tengo que convencerla.
-Mamá está casa para mi también es importante, es el único recuerdo que mi hermana y yo tenemos de papá. Por favor ayudemos a mi hermana. Hazlo por mí.
El silencio reina por unos segundos.
-Esta bien -responde.
¡Siiiiiiiiiiiiii!
-Ya busco los papeles -continua mamá- Para que vayamos a resolver este problema.
-Gracias -le sonrió.
Sin darle más vueltas al asunto mamá va hacia su habitación para buscar los papeles mientras yo la espero en la sala.
En menos de nada está de regreso y nos vamos para la bodega del Sr. Nelson. Queda en el inicio de la calle donde vivimos.
El Sr. Nelson tiene esa bodega desde hace muchos años, antes era pequeña, pero a medida que pasa el tiempo la ha ido agrandando.
Llegamos y cuando vamos a entrar le hago una señal rápida a mamá que se quede detrás de mí en la puerta, porqué estoy impactada con lo que mis ojos están viendo.
Unos de los chicos más peligrosos de este barrio, trabaja para el Sr. Dom. Le está haciendo entrega a Nelson de un bulto deportivo en color negro.
-¿Lo vamos a espiar? -pregunta mamá.
-shhhhhhh -le susurró- Tienes que hablar más bajo.
-Hija no está bien que nos quedemos aquí escuchando.
-Mamá ese es el chico que trabaja para el Sr. Dom.
-Si, es el hijo de aquel hombre que asesinó tantas personas inocentes en este barrio en el pasado y ahora está tras las rejas.
-Ahora que recuerdo su nombre es Jhony.
-Dentro del bulto hay 100 sobres como acordamos -le dice Jhony a Nelson.
-Muy pronto tendrás que empezar a traer el doble de esto -responde Nelson y sacude el bulto que tiene en sus manos- Las metanfetaminas se están vendiendo como pan caliente.
¡Santo cielos!
-¡Esta vendiendo drogas en la bodega! -exclama mamá después de lo que acabamos de escuchar.
-Qué hables más bajo -la regaño en susurros- Nos pueden descubrir.
-¿Dónde está lo de esta semana?
-continua Jhony.
-Aquí está -le responde Nelson, mientras saca de la chaqueta que lleva puesta un fajo de billetes y se lo entrega- No tienes que contarlo, está completo.
-Más te vale -le responde Jhony al recibirlo en sus manos-El Sr. Dom no se anda con juegos.
Y con eso bastó para que mamá entrará a la bodega como una fiera.
-¡¿Cómo es posible que estés vendiendo drogas aquí?! -le grita mamá a Nelson.
Todo sucedió tan rápido que no pude detenerla, solo entre después de ella.
-¡Todo el barrio compra sus alimentos aquí! -continua mamá- ¡No tienes ni un gramo de vergüenza!
-¡¿Qué hacen ustedes aquí?! -pregunta Nelson. La cara le cambió totalmente. Está furioso- ¿Estaban escuchando nuestras conversaciones?
-Tienes el descaro de preguntarnos eso, después de hacer negocios con este criminal -responde mamá señalando a Jhony.
Jhony mira a mi madre sorprendido de sus palabras
-¡Mamá tranquila! -Trato de intervenir. Ella sabe bien aque vinimos y no fue a esto.
-Señora tenga cuenta como me habla -le responde Jhony con mucha tranquilidad.
-¿A usted que le importa lo que yo venda aquí? ¡Este negocio es mío -le grita Nelson a mamá.
-Tenga cuenta usted en el tono de voz que se dirige hacia mí -le responde mamá a Jhony, ignorando las palabras de Nelson- Trabajas para el Sr. Dom. Todos los que trabajan para una basura como esa, son unos criminales. Así como tu padre.
¿Es enserio que acaba de decir eso?
-¡Mamá! -le grito y la tomó por el brazo para intentar sacarla hacia afuera, pero no logró nada ya que se suelta de mi agarre.
¡Maldición! No vinimos a esto.
-A mi padre no lo mencioné -le responde Jhony- Mucho cuidado con lo que dice.
-¿A qué vinieron? -pregunta Jhony- Compren lo que vinieron a comprar para que se larguen de una vez.
-¿Asi tratas a tus clientes? -le pregunta mamá a Nelson- Me imagino que tratas de maravilla a los que vienen a comprarte drogas ¿Sabes qué? Me largo y jamás vuelvo a pisar está ¡Asquerosa bodega!
¡Jodeeer!
Se encamina hacia la puerta para irse, pero no puedo dejarla ir así. La sostengo del brazo, haciendo que se quede donde está.
-¡¿Mamá que demonios te sucede?! -la encaró- Mi hermana está en la cárcel ¿Recuerdas? ¿Al parecer eso no te importa?
-¡¿Qué?! -exclama Jhony- ¿Porqué Ana está en la cárcel?
-¿De dónde conoces a mi hija? -le pregunta mamá- No me digas que eres un sicópata al igual que tú padre, que acosaba, violaba y mataba las chicas de este barrio.
-¡Cállese! -Truena Jhony- Señora no se equivoque conmigo que usted no me conoce. Soy incapaz de hacerle algo a su hija ¿Saben que? Yo me largo.
Sale cabreado tan rápido que a mamá no le da tiempo para responder.
No entiendo porque mi madre tuvo que hacer esa escena innecesaria, pero ahora no estoy para discutir con ella. Tengo que ayudar a mi hermana.
-Nelson disculpe a mi madre ella......
Me interrumpe mamá.
-No pidas disculpas.
-¡Mamá basta! -le grito- Espérame ahora -le señaló la puerta.
-Alma.....
-¡Espérame ahora! -insisto otra vez señalando la salida.
No me gusta pasar por encima de ella, pero la mayoría de veces no estoy de acuerdo con sus comportamientos.
Ella no responde nada, solo sale como le indique y ya que estoy sola con Nelson le diré el porque de venir aquí.
-Nelson otra vez disculpe a mi madre.
El tiene toda su atención puesta en mí aunque está enojado por la escena que acaba de pasar.
-Estamos aquí porque tenemos un gran problema.
-¿Qué sucede? -me pregunta en un tono cortante.
Le cuento todo lo que está pasando con mi hermana y que estamos dispuesta a dejarles los papeles de nuestra casa a cambio del préstamo.
-No tengo problemas en prestarles el dinero -me responde mirándome a los ojos- Quiero que tengas presente lo siguiente, tienen un mes para pagarme mi dinero con todos los intereses -asiento- Pero si ese tiempo se cumple y no me han pagado aún, tu hermana, tu madre y tú tendrán que vivir en la calle.
Con esas palabras se me eriza la piel del miedo. Si perdemos la casa no tendremos donde vivir, pero ahora tengo que resolver el problema de Ana, después moveré mar y tierra para buscar ese dinero.
-Esta bien -le respondí.
Me entrega el dinero, después de yo entregarle los papeles originales de nuestro hogar. Salgo de la bodega con el corazón en la boca, pero a la vez siento alivió porque ya tengo el dinero conmigo.
-No debiste hablarme así -me dice mamá desde que me ve salir.
-Lo siento, pero tenía que hacerlo, nesecita....
Yo misma corto las palabras porque ya la discusión de hace un rato no importa, respiro profundo y.....
-Tengo el dinero mamá.
-¿A Cómo puso los intereses? -me pregunta.
Es lo único que le importa.
No le respondo, no hay tiempo para discutir ahora.
Desenrollo los 1,500 euros que le tome prestado a Nelson y le entregó 1,000 a mamá.
-Vete al hospital y paga los gastos de esa chica, luego busca en la delegación a mi hermana.
Mamá fija los ojos en los 500 euros que tengo en las manos.
-¿Por qué tomaste 1,500 prestados? solo eran 1,000 -me dice.
-Yo iré a comprar el uniforme de Ana.
-¿Te has vuelto loca? Vamos a perder la casa y ahora se te ocurre ir a comprar el uniforme.
-Este problema pasó por tu culpa mamá -le respondo- Ana me comentó hace unos días que se burlaban de ella en la escuela por llevar el uniforme viejo. Ella reaccionó así porque se cansó de las humillaciones.
-Ella nunca haría nada de esto por ti.
-Adiós mamá.
Cortó la conversación con ella y me voy antes de que responda, para que así ella se vaya rápidamente a sacar a mi hermana de la cárcel.
Llegó a la tienda que está en el área A del barrio, me atiende una chica muy amable, pido el uniforme de la talla de mi hermana, lo compró y me regresó a caminó a casa.
Llegó a casa, ya es de noche. Mamá y mi hermana ya están aquí.
Busco a mamá en su habitación, la veo acostada sobre la cama, tiene los ojos cerrado pero se muy bien que está despierta.
Se está haciendo la dormida.
La dejo tranquila, puedo imaginarme lo enojada que aún está por lo sucedido.
Me voy a mi habitación, dejo el uniforme de Ana arriba de su cama. Mi hermana no está dentro de la casa, eso significa que está en la azotea. Quiero hablar con ella pero la conozco muy bien, cuando sube allí es porque quiere estar sola. Respecto su espacio y ya habrá tiempo para que hablemos de lo sucedido.
Me acuesto en mi cama, sobre mi espalda, mirando el techo. Tengo que tratar de dormir para relajarme, no se como me irá mañana con el regresó de Mia a la universidad. También presiento que volveré a encontrarme con Miguel.
Volveré a tener su mirada conectada a la mía y sentiré todas esas sensaciones que me provoca, como los pezones erectos y las bragas mojadas.
Almaaa....... Me doy una cachetada mental.
¿Pero porqué tengo que siempre pensar en él?
¡Este hombre me está volviendo loca!
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Mia Arango
Los rayos de sol entran por mi ventana, impactando mi rostro. Siempre me ha gustado dormir con las cortinas y ventanas abiertas para despertar con la luz solar.
Miro a mi lado y me doy cuenta que estoy sola. Lucia no se ha separado de mí en estos días. Está enojada con su madre y por eso está dormiendo aquí, pero siempre amanezco sola porque por las madrugadas se pasa a la habitación de Miguel.
Me levantó de la cama aún soñolienta y recuerdo que regresaré hoy a la universidad. Siento muchas cosas por dentro difíciles de explicar, no he podido sacar de mi mente lo vivido aquel día.
Aquel día que intentaron quemarme vida ¿Porqué ese sujeto atento contra mí? ¿Quién era? ¿Quién lo envío?
Son muchas preguntas que perturban mis pensamientos y la verdad siento miedo, miedo de que aquella persona quiera terminar lo que empezó, de que atente contra mí y esta vez no tenga quien me ayude y no pueda sobrevivir.
Pum, Pum, Pum
-¿Mia estás despierta? ¿Puedo pasar? -La voz de Lola se escucha tras la puerta después de tocar.
-¡Si, pasa! -le grito.
Lola entra y cierra la puerta, trae con ella una canasta llena de sábanas en sus manos.
Me siento frente al tocador, mirándome al espejo. Ella se acerca hacia mí quedando parada a mi espalda, mientras nos miramos a través del espejo.
-¿Cómo estás mi niña? -me pregunta, mientras posa su mano en mi hombro.
-Lola si te digo la verdad estoy muy nerviosa, regresar a la.....
-Mi niña -me interrumpe- Me refiero a tu salud.
Lola siempre se ha preocupado por mis hermanos y yo. De salud ya me siento bien, puedo respirar sin ninguna dificultad, sin tener que estar conectada al oxigeno. Lo único que me duele es un poco el brazo por las quemaduras. El doctor dijo que irán sanando poco a poco, solo tiene que tener un buen cuidado para que no se infecte.
-Lola estoy bien -le regalo una sonrisa, mientras nos miramos a través del espejo- Gracias por preocuparte.
-Mi niña, disculpa que me tomé el atrevimiento, pero le traje un pequeño regalo.
Lola es tan linda.
Me levanto del asiento del tocador, volteándome y quedando frente a ella.
-No tienes que disculparte, sabes que te quiero un montón -la señaló con mi dedo índice- pero si me voy a enojar contigo si te pusiste a gastar de tus pocos ahorros en mí.
-Mi niña de eso no tienes que preocuparte, en este obsequio no gaste nada, porque lo hice con mis propias manos.
Que emoción.
-¿Eso significa que ya tienes la máquina que tanto querías?
Lola hace unos diseños hermosos, parecen de esas revistas de moda, pero como no tenía la máquina, se le dificultaba un poco.
-Si mi niña, la compré con mis pequeños ahorros.
-Estoy muy feliz por ti, se cuánto querías esa máquina.
-Ok. Quiero que cierres los ojos, sin hacer trampa -me dice.
Me imagino que el regalo lo trajo dentro de la canasta, junto con las sábanas.
-Esta bien, ya los cierro.
Cierro mis ojos, con una gran sonrisa. Estoy tan emocionada y todavía no he visto mi regalo.
-Ok son solo 5 segundos, no vayas abrirlos.
-Están cerrados, pero que sea rápido porque la desesperación por saber que es me está matando.
-Ok, ya puedes abrirlo.
Abro mis ojos despacio y puedo ver cómo Lola tiene en sus manos un enterizo color rosa, con mangas y escote V.
Está hermoso. Me encanta.
-Esta precioso Lola.
Se lo quito de las manos y la tela es súper suave. Está divino y a simple vista, se que es mi talla, me quedará perfecto.
-Lola eres un genio. -Estoy asombrada- Tu hiciste esto, Deberías dedicarte hacer diseños.
-Lo hice con mucho cariño.
-¿Le hiciste regalos a mis hermanos también?
Desde que mis hermanos se enteren de que Lola me diseño un atuendo, van a morir de celos.
-Este fue el primero que hice después de tener la máquina -se acerca a mi y sostiene mis manos- Mia se que estás sufriste mucho por todo el proceso que pasaste, pero quiero que olvides todo. Quiero que tú y tus hermanos siempre estén felices.
Lola es como una segunda madre para nosotros. Pero en realidad ha hecho cosas que nuestra madre nunca ha hecho por nosotros.
-¿Lola porque nunca tuviste hijos? -pregunto.
-Mia -Se le quiebra la voz y lágrimas empiezan a correr por sus mejillas- Si tengo hijos y son ustedes cuatros.
Tampoco puedo contener las lágrimas.
La estrecho contra mi pecho dándole un brazo y dejando un pequeño beso en su mejilla.
-Te quiero Lola y gracias por todo.
-Ya me tengo que ir a la cocina, debo servir el desayuno -limpia sus lágrimas.
Se aparta de mí y se dirigí a la puerta para marcharse, pero antes de salir.
-Lola -le llamo y voltea para verme- Gracias.
Lola me sonríe y termina de irse.
Me voy al baño a tomar una ducha rápida, me visto, me pongo poco maquillaje como siempre y el pelo me lo recojo en una cola.
Salgo de mi habitación, bajo las escaleras principales y me dirijo al comedor para desayunar.
Llego al comedor principal y ya casi están todos completos. En este hogar hay reglas y una de ellas es que debemos desayunar todos juntos.
En la mesa esta Miguel a la derecha con Lucia a su lado, en la izquierda esta Milan y papá en el asiento principal seguido de mamá.
-Buenos días -saludo mientras me siento al lado de Milan.
-Buenos días princesa -me saluda papá.
-Hoy amaneciste divina -me dice Lucia, mientras corta la fruta que tiene en el plato.
-Ni me hables, eres una mala compañera.
-No te enojes, es que tú hermano no puede vivir sin mí.
Miguel rueda los ojos.
-¿Como está tu brazo? -me pregunta Miguel.
-Me duele un poco, pero estoy bien.
-Deberías de ponerte un abrigo por encima de la ropa para que no se vea la venda del brazo -me dice Lucia y le doy una mirada asesina- Lo siento amiga es mi opinión.
Quiero mucho a mi amiga, pero no se la pedí.
-Hablando de ropa -comenta mamá mientras repara lo que llevo puesto- Está muy bonito ese enterizo.
-Si amiga, siempre vamos de compras juntas y no recuerdo que hayas comprado ese -opina Lucia.
-¿De cuál estilista es? -pregunta mamá, mientras tiene su mirada puesta en el desayuno.
Ring. Ring. Ring -suena el timbre de la mansión.
-¿Esperan a alguien? -pregunta papá.
-Tiene que ser Yina -dice Miguel- Me marcó anoche diciéndome que vendría a desayunar con nosotros, tiene algo que decirnos.
-Buenos días familia.
Saluda Yina mientras se acerca al comedor, todos les respondemos y se sienta a mi lado.
-Qué es lo que tienes para decirnos? -pregunta mamá- ¿Te sucede algo?
-No estoy bien -le responde Yina de manera cortante, aún está enojada con mamá después de que le pegó en el hospital.
-¿Entonces? -insiste mi madre.
-Son excelentísimas noticias...
-Espera -la interrumpe Michelle, mientras llega a la mesa y se sienta al lado de mamá- Ya puedes continuar.
-¿Porqué te levantaste tan tarde? -le pregunta mamá.
-Anoche se me hizo tarde mientras pintaba un....
-¡Te he dicho que no pierdas tiempo en esas porquerías! -mamá no la deja terminar- Tienes que enfocarte en tu carrera.
-Yo te he dicho que no voy a dejar de pintar y hacer mis esculturas.
-Soy tu madre y te he prohibido que...
-¡Bueno Ya! -le grita papá haciéndola callar- ¿Van a empezar a discutir como siempre? Yina puedes continuar ¿Qué tienes para decirnos?
-Familia tengo para decirles -dice Yina muy emocionada- En el club hicieron una reservación nada más y nada menos, un crucero de 100 personas que vienen desde Marbella. Ya pagaron el 50% por adelantado.
En hora buena. Gracias a que el club tiene área hotelera hacen reservaciones de distintos lugares así como está.
-Es una de las familias más adineradas de Marbella -continua Yina- Vienen a celebrar el cumpleaños por todo lo alto del abuelo, con temática de los 80.
-Eso es buena noticia -comenta papá.
-¿Para cuando es? -pregunta Miguel.
-Para este fin de semana. Quiero remodelar el lugar y ustedes me van ayudar.
-¿Este fin de semana? ¿No crees que tienes muy poco tiempo para preparar todo eso? -pregunta papá.
-Con ayuda de ustedes puedo reconstruir un mundo.
-¿Qué tienes en mente? -le pregunto.
-Me gustaría innovar la imagen del club, como el color, las luces, asientos, los dormitorios.....
-Yo te ayudo con las luces -interviene Milan con el primer comentario que hace en la mañana.
Papá se la pasa peleandole después de que no pudo convencer a los socios para la empresa y me imagino que por eso se mantiene callado.
-En una página que sigo en internet -continua Milan- Lanzaron un nuevo modelo de lámparas que iluminan de puta madre.
-Ok te tocan las luces -le responde Yina.
-Yo me encargo de elegir el color y pintar el lugar -dice Michelle.
-Yo te ayudo con la remodelación de los dormitorios -continua Miguel.
-Ok pónganse de acuerdo más tarde -interviene papá- es hora de que todos nos vayamos a nuestros labores.
-Quiero que anoten en su agenda, para este viernes lo siguiente -dice Milan- Encontré nuevos socios, tienen una buena propuesta y están dispuestos a cerrar negocios con nosotros, vienen desde Italia. Yo me largo a lo mío -se levanta de la mesa para irse.
-¿A dónde irás? -le pregunta Miguel.
-¡No te importa! -se escucha que le grita mientras se va, sin esperar la opinión de nadie.
-Lucia y yo nos iremos con Yina a la universidad -comento.
-No tengo clases hoy, además iré al club para terminar los apuntes con Raúl de la nueva remodelación -responde Yina.
-Vale, pues nos tocará esperar que Luis lleve a mamá a la empresa -respondo.
-Miguel nos llevará -dice Lucia.
-No, tengo asuntos que resolver -se levanta de la mesa y se va sin darle tiempo a que Lucia responda.
-Odio cuando hace eso -dice Lucia-Mia no podemos esperar. Llegaremos tarde a la universidad.
-No tienen que esperar -dice papá- Luis las llevará. Verónica viene conmigo.
-Ok, vamos Lucia -me levantó de la mesa y Lucia también pero antes de irnos.......
-Mia empezaré los preparativos para tu fiesta de cumpleaños.
¿Es enserio?
-Mamá aún faltan semanas para eso y no sé si tenga deseos de festejar después de lo sucedido.
-Los días pasan rápido -me responde mamá- Ahora con más razón es que te mereces esa fiesta. Tu tranquila, yo me encargaré de todo.
No le respondo nada, solo me terminó de ir junto con Lucia.
Salimos afuera de la mansión a esperar que Luis llegue en mi vehículo para llevarnos a la universidad.
-¿No me dirás dónde compraste el hermoso modelo que traes puesto? -me pregunta Lucia.
-Me lo regaló Lola. Lo hizo con sus propias manos.
-Vas a ir a la universidad con la tela barata que te regalo tu sirvienta.
-¡No es mi sirvienta y no vuelvas hablar así de ella! -le gritó.
Llega Luis, se estaciona frente a nosotras. Me subo en el asiento del copiloto y Lucia se sube atrás.
Luis conduce en dirección a la universidad, en el camino Lucia se la pasa hablando de lo mal que se la lleva con su madre, yo sólo intento convencerla de que resuelvan sus problemas.
Llegamos a la universidad. Luis se estaciona en el parqueo y antes de que bajemos....
-Bellota nesecito hablar contigo -me dice Luis.
-Ella no tiene que hablar nada contigo -responde Lucia- Y su nombre es Mia.
-Mia no te quitaré más de 5 minutos -insiste- Por favor.
-Vale -le respondo- Lucia espérame en los pasillos, serán solo unos minutos.
Lucia no responde nada y solo se baja.
-Mia yo......
-No entiendo que quieres hablar conmigo -no lo dejo terminar- Nunca fuiste al hospital a....
-Mia no pude ir a verte -la interrumpo- Porque tu madre, me lo prohibió.
¿Qué?
-¿Estas hablando enserio? -le preguntó.
-Si, lo intente varias veces -me responde- Ella me amenazó con dejarme sin trabajo, no le gusta que seamos amigos. Dice que no te puedes asociar los trabajadores de la casa.
-No lo puedo creer.
-Es tu madre Mia, pero ella no es buena persona. A todos los trabajadores de la mansión, nos descuenta de nuestro pago, por la manutención porque vivimos allí.
Esto no lo puedo creer.
Por eso Lola duro tanto tiempo para comprar la máquina que siempre quiso
-¿Papá sabe esto? -le pregunto.
-No -me responde- Todos los trabajadores en la casa estamos amenazados de no decir nada.
-¡¿Porque no me lo dijiste a mi?!
-Mia yo nesecito este trabajo, no tengo nada ahorrado. Si tu madre me hecha no tendré a donde ir.
-No puedo creer que tenga una madre tan cruel.
-Hay algo más que tienes que saber
-me dice.
¿Hay más?
-Tu madre te mintió con lo que te dijo sobre Alma.
¿Es enserio?
Ella me lo juro.
Me juro que Alma me mintió aquel día en el hospital y acepto el dinero que ella le ofreció. Por eso no intente buscarla más, porque le creí a las palabras de mi madre.
-Yo lleve a tu madre al banco y salió de allí con un sobre amarillo en sus manos -continua- Ese mismo dia la traje aquí a la universidad y minutos después regresó con el mismo sobre en las manos.
-La desconozco. Soy una persona horrible, llegue a pensar mal de Alma y ella me salvó la vida.
-No pienses así -me responde- Yo soy el culpable, debí buscar la forma antes de hablar contigo.
-No, tienes razón, no puedes perder tu trabajo. Pero te juro que hablaré con mi....
Me detiene.
-No puedes decirle a nadie lo que te acabo de contar.
-Pero Luis.
-¡A nadie! -me exige.
-Vale. Sólo trate de hablar con Alma. Ella y yo tenemos que arreglar las cosas -lo miro y nuestros ojos se encuentran - Gracias por contarme.
Me sonríe, pasan unos segundos sin responde nada, solo observándome.
-¿Qué sucede? -le pregunto.
-Me alegró de que estés bien.
Le sonrió.
-Ya tengo que entrar a la universidad.
Me acercó hasta a él, dejando un beso en su mejilla. Intento alejarme de él para bajarme, pero no me lo permite ya que me estrecha contra su pecho con un fuerte abrazo.
Me aparto de él y nuestros ojos se vuelven a encontrar. Es una mirada profunda, nunca me había mirado así antes. Se que está preocupado por mí y tiene miedo de que me suceda algo.
Apartó la mirada, me bajo del auto y me encamino a dentro de la universidad. Luis y yo somos grandes amigos, me alegra que haya tenido la confianza de contarme todo lo sucedido.
Voy a resolver todo este problema. Voy a desenmascarar a Mamá y haré que Alma y yo seamos grandes amigas.
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