Capitulo 5 .. Búsqueda
Yina Brown
Atravieso las grandes puertas del Club The Stars encaminándome a mi oficina. Luzco unos jeans rasgados con una camisa verde turquesa y unas botas negras. Vine en taxi porque mi convertible sigue aún en el parqueo de la universidad.
Tomó asiento en mi Sillón y reparo mi oficina, los ojos se me llenan de lágrimas y no se demoran en salir. Este lugar me agobia, pero es mi obligación estar aquí, tengo que continuar con el legado de mi madre haciendo que siga siendo el club número uno en la industria.
Mis ojos viajan a la mujer de la foto que está sobre mi escritorio. Es ella, mi madre, la mujer que ame con todas mis fuerzas. Hace 2 años de su muerte y no lo he podido superar y no lo quiero hacer.
Recuerdo aquella mañana que nuestras miradas se cruzaron por última vez. Antes de entrar al quirófano se despidió de mi, ella sabía que era la última vez que nos íbamos a ver:
-Mi niña hermosa -sostenía mi rostro con ambas manos - Promete que si algún día faltó vas a seguir adelante sola.
-Mamá tranquila, no es momento para pensar esas cosas.
-Promételo -insistía.
-Me estas asustando. ¿Qué sucede?
-me sentía asustada pero no sé lo demostraba- Si eso es peligroso, no te hagas esa cirugía.
-Estaré bien, pero quiero que me prometas que tú también lo estarás.
-Sra. Brown ya debemos empezar con el proceso quirúrgico -la voz del cirujano, indicando que ya tenía que llevarse a mi madre a la sala de cirugía.
-Te amo mi niña -lagrimas corrían por su mejilla.
-Yo también te amo mamá.
Llore como una chiquilla cuando mis ojos vieron a mi madre traspasar esa puerta. Pasaron horas y horas, la desesperación estaba apunto de hacerme perder el control hasta que cayó la noche y mi vida se derrumbó en mil pedazos cuando el cirujano paso la puerta con esas palabras que nunca saldrá de mi mente:
-Lo sentimos.... Pero no sobrevivió a la cirugía.
Jamás he vuelto hacer la misma. Para poder dormir uso medicamentos y en el poquito tiempo que logro conciliar el sueño tengo pesadillas, lloro todo el tiempo, tengo cicatrices en mis piernas porque me cortó con navajas para aliviar el dolor en esos momentos de desesperación.
Le demuestro a todos otra cara de la moneda aparentando ser feliz y pues no estaba de vacaciones en estas semanas, estuve en terapias intensas con una psicóloga Americana.
Decidí buscar ayuda porque reconozco que no estoy bien, después de las terapias estoy un poco más tranquila, la psicóloga que me trató es una de las mejores por esa razón viaje a buscar sus servicios y porque no quiero que ni mis amigos y familiares se enteren.
Eso también incluye a Pablo. Pablo es el mejor amigo de Miguel y Leonardo. Está en Colombia porque su abuelo se enfermo de cáncer y los médicos le diagnosticaron que solo le quedaba 2 meses de vida.
Han pasado más de 6 meses y el abuelo sigue vivo. Pablo es un contable profesional y trabaja en la empresa Los Arango en el área de contabilidad financiera. Por eso el Sr. Octavio le pidió que ya tenía que regresar porque la empresa lo necesitaba.
Antes de Pablo marcharse a Colombia nos hicimos novios a escondidas de todos y duramos varias semanas saliendo al cine, restaurante, bares y hasta escalar montañas.
Yo tomé la decisión de que no quería que nadie lo sepa porque en esta etapa de mi vida estoy confundida y no se lo que quiero. Pablo es un encanto y muy guapo, pero siendo sincera conmigo misma no creo que está relación vaya a funcionar.
-Señorita Yina con su permiso -la voz de Raúl que está parado en la puerta, me devuelve a la realidad sacándome de mis pensamientos- Puedo pasar.
-Si pasa Raúl.
-Necesitó que firme estos documentos -lo deja caer sobre el escritorio- Son permisos y pagos del desenvolvimiento de la semana pasada.
-Si ya te los firmo.
Empiezo a firmar todas las hojas. Raúl se ha ganado mi confianza durante estos años y cuando no estoy en el club el está a cargo.
-¿Cómo sigue Mia? -me pregunta. Siempre ha estado enamorado de ella, pero Mia ni lo pela.
-Sigue hospitalizada. ¿Por qué no has ido a verla?
-Es que hay mucho trabajo aquí en el club. No he tenido tiempo
El celular me vibra y es Michelle:
-Mia está preguntando que si ya hiciste el encargo que te pidió.
¡Joder! Lo he olvidado por completo. Tengo que ir a la universidad a buscar a Alma.
-Raúl tengo que irme. Mañana te sigo firmando los papeles y tomate la tarde libre para que puedas visitar a Mia.
Salgo disparada de mi oficina mientras me encamino a la salida del club llamo un taxi para que me lleve a la universidad, puedo ver la hora en mi iPhone y son las 11:00 am. No recordaba el favor que Mia me había pedido y hoy me tocaba clases.
Abordó el taxi tan pronto llega y en menos de 20 minutos estamos en la universidad. Voy entrando por la puerta principal y alcanzo ver mi convertible en el estacionamiento, me sonrió y digo para mis adentro -¡Qué buen gusto tengo!
Tengo que convencer a Alma de que tiene que venir conmigo al hospital conmigo, pero primero debo encontrarla, el problema es que no tengo idea de quién es porque nunca la he visto y jamás he escuchado ese nombre antes aquí.
Se me ocurre una idea y ya sé quién puede ayudarme a encontrarla. El hijo del director es el único que puede ayudarme a encontrarla en esta universidad tan grande.
Me encamino rápido por los pasillos y atravieso la puerta del teatro para buscarlo. Siempre le ha gustado tocar el piano por eso mayormente pasa su tiempo aquí.
Mis ojos reparan el lugar, hay muchos estudiantes algunos están bailando, otros ensayando papeles de actuación y la mayoría tiene un instrumento.
Alcanzo a verlo y es lo que supuse, está tocando el piano, no lo pienso mucho y bajo las escaleras rápido acercándome a él.
-¡Samuel! -le grito y lo veo apartando sus manos del piano.
-Yina que sucede vienes sofocada.
-Samuel -me imagino que parecía una cabra loca bajando las escaleras corriendo- ¡Necesitó de tu ayuda!
-Si, pero tienes que calmarte -sonríe y muero de la vergüenza.
Uno de los chicos más sexy de la universidad se está burlando de mi. Respiró profundo dos veces recuperando el control.
-Debió pasar algo muy grande que vinieras corriendo sin control. ¿Mia sigue muy mal?
Pasa las manos por su pelo rizado, sus ojos verdes miran los míos y están guapo, pero es el amor platónico de Mia desde que lo conoció en sus 15. Mi tía se encarga de invitar a las fiestas personas de alto nivel y entre ellos estaba el director con su familia.
-¡Yinaaaa! -me grita devolviéndome a la realidad. ¿Estas bien?
-Si estoy bien -papacito si supieras que estoy fantaseando contigo.
-Te hice varias preguntas.
-Mia está estable y yo estoy bien. Vine porque necesitó de tu ayuda.
-¿En que puedo ayudarte?
-Tengo que encontrar la chica que le salvó la vida a Mia. Debo de saber en qué salón está ahora.
-¿Cómo vas a saber quién es? Las cámaras estaban desactivadas.
-Mia pudo hablar con ella antes de perder el conocimiento y sabe su nombre. Quiero que vayamos a la oficina de tu padre, busquemos en la computadora y......
-No -me interrumpe y se pone a recoger sus cosas de arriba del piano entrándolo en su mochila.
-Por favor. Samuel tu eres el único que....
-Ya te dije que no -termina de recoger todo y me da la espalda para irse- No me interesa saber nada.
-¡Samuel!
Se va subiendo las escaleras para salir del teatro y empezamos a llamar la atención de todos, yo llamándolo y el ignorándome como si no me escuchara.
-¡Samuel! -me interpongo en su camino encarándolo- ¿Qué parte no entiendes de que necesitó tu ayuda?
-¿Y tu qué parte no entiendes de que no quiero hacerlo?
Intenta irse otra vez, pero no sé lo permito.
-¡Samuel! -le grito tan fuerte que hace un eco en todo el teatro. Tomó una bocanada de aire y trato de tranquilizarme, a lo brusco no aganare nada- Samuel necesitó de tu ayuda. Mia la mando a buscar, ellas tienen muchas cosas de que hablar y tu eres el único que me puede ayudar.
-¿Sabes que mi papá puede matarme si hago algo así y se entera?
-No se va a enterar, esperaremos que salga un momento de la oficina y buscamos en su computadora en qué aula está Alma y eso quedaría entre tú y yo.
Queda en silencio por varios segundos y respira profundo. Se que estoy acabando con su paciencia, pero necesitó cumplirle a Mía.
-Por favor -hago pucheros y juntos mis manos en petición.
-Esta bien.
-¡Siiiiiii! -grito de felicidad y todos nos miran.
-Deja de gritar que nadie puede enterarse de esto.
-Si, ya vámonos.
Lo tomo del brazo y le doy un jalón hacia afuera del teatro, rápidamente llegamos a la resección de la oficina del director y nos quedamos hay a esperar que el salga para poder escabullirnos y poder entrar.
Pasan minutos y minutos, hasta horas y el director nada de salir. Nosotros seguimos firmes y cansados de esperar sentados en la resección hasta que vemos salir al director a las 2:00 PM. Samuel y yo nos escondemos de manera rápida detrás de los muebles para que no nos vea.
Cuando el director termina de salir de la recepción. Sin perder mucho tiempo reparamos nuestro alrededor y no hay nadie en el área. Así que corremos a la oficina del director y Samuel le pone seguro a la puerta después de entrar.
-Samuel quédate detrás de la puerta para que me avises si escuchas a alguien venir -me acercó a la computadora que está arriba del escritorio- La computadora está encendida dime cómo se llama la carpeta donde están todos los estudiantes para buscarla.
-Mi padre no tiene todos los estudiantes en una sola carpeta porque son demasiados. Los tiene divididos por carreras.
-¿Qué cosas dices? Eso nos demorará un montón
Mis manos mueven el mouse buscando información y son más de 20 carreras que imparte la universidad, aparte de los cursos de teatro, natación y música.
-¡Joder! Son demasiadas carpetas.
-Te dije que esto era una mala idea.
-Voy a empezar buscando una por una.
-¡No! -me grita y le hago una señal de que haga silencio- Yina eso toma demasiado tiempo. Si papá llega y nos encuentra aquí a ti te va a sancionar y a mi me matará.
-Ya te dije que no se va a enterar. Deja de quejarte y pensemos en una idea que tenemos poco tiempo.
-Mi idea es que nos vayamos ahora.
-Samuel no me estás ayudando a pensar. Debe a ver una carpeta que si estén todos los estudiantes o la mayoría por obligación.
Queda la dirección en silencio por varios segundos mientras pensamos en una solución, hasta que Samuel se le ocurre una idea.
-Lo tengo -suena los dedos en señal de que tiene una buena idea- Busca en la carpeta de la biblioteca, por regla tenemos que estar todos hay.
-Claro tienes razón.
De manera rápida busco la carpeta que tiene nombre como "biblioteca" al encontrarla hago un click sobre ella, tarda varios segundos cargando antes de abrirse y...
-¡Joder! -exclama Samuel.
-¿Qué sucede?
-Papá está en la recepción, por lo que escucho esta hablando con mamá por teléfono. Te dije que era mala idea Yina.
-Tranquilo, ya tengo la carpeta abierta y los nombres están por el orden de abecedario. Alma está en los primeros solo necesitó varios segundos.
-¿No te importa nada verdad? No te importa que yo tenga problemas con mi padre, no tienes idea de cómo es cuando se enoja.
-Samuel -le doy la vuelta al escritorio y quedó frente a él para tratar de tranquilizarlo- Ya estamos aquí, déjame terminar de buscarla y cuando lo haga nos sentaremos en esos asientos -señalo los sillones de la visita- Yo hablaré con él y le daré explicaciones, déjamelo a mi.
Su mirada encuentra la mía y es tan guapo, que observo sus labios y muero por besarlo. Nunca he intentado nada con él por Mia pero creó que no resistiré más.
-¿De acuerdo? -corto el espacio que nos separa y no lo pienso más, junto sus labios con los míos y es un besos suave y tibio que solo hace que el nivel de enamoramiento por él aumente.
Me aparto de el esperando una reacción de enojo por robarle un beso. Él y yo siempre hemos sido amigos y nunca me ha dado señales de que quiera algo conmigo que no sea una linda amistad.
-De acuerdo -me responde de una manera cortante y fría.
Me devuelvo a la computadora y mis ojos buscando el nombre de esa persona que le salvó la vida a mi prima ayer y.....
-¡Bingo! -acabo de encontrarla. Alma Velasco.
Samuel se acerca hacia la computadora quedando a mi lado mientras yo le doy un click y abre toda la información de ella, mostrando su foto junto a su descripción.
-Oh vaya, no es fea -le hago zoom a la foto y es hermosa. Tiene un hermoso verde en sus ojos.
-Esta chica ya la conozco -dice Samuel señalando la foto.
-Pero me dijiste que no sabías de ese nombre cuando te lo mencioné.
-La conocí ayer en la cafetería, pero no me dijo su nombre.
Nuevo el mouse para leer su descripción y noto que en la parte de arriba dice "Becada".
-¿Está aquí con una beca? -pregunto sorprendida- No sabía que está universidad otorgaba becas.
-El nuevo gobierno lo aprobó.
-¿Desde cuándo el nuevo gobernado da órdenes en esta universidad?
-Pues......
La voz del director interrumpe a Samuel. Está pegado a la puerta y moviendo la manilla de la puerta. En menos de 5 segundos cierro las carpetas que abrí en la computadora y estamos sentados en los sillones antes del director.
-¿Qué hacen aquí? -pregunta el director Andrés Blair cuando atraviesa la puerta.
-Estaba esperándolo para decirle que el Club The Stars va aumentar el 20% en donaciones para la colectiva de la universidad.
En está universidad los padres compiten por quién haga más donaciones de dinero a la universidad. En mi lugar yo me encargo de esa parte porque no tengo madre.
- Samuel está aquí conmigo -continuo- Porque entro tras de mí para regañarme de que no podía estar aquí.
-Esta bien te enviaré un nuevo acuerdo para que lo firmes y para la próxima espera en la recepción -Andres es un hombre muy recto en cuanto a su labor como director- Samuel ¿Porque no estás en clases?
-Papá no tengo clases hasta la tarde.
-No me gusta que andes perdiendo el tiempo
-Gracias director -interrumpo al director para que no siga regañando a Samuel- Con su permiso me retiro y Samuel viene conmigo porque me va ayudar con una tarea importante.
-Pueden retirarse.
Samuel y yo salimos rápido de esa oficina antes de que su padre se arrepienta y quiera interrogarnos porque sospeche de que le hable mentiras.
-Samuel no pude leer en la información en qué aula está Alma.
-Esta en la BC19 ella me lo dijo ayer.
-Es la misma aula que me dijo Mia que le tocaba con Lucia.
-Vamos terminemos con esto -me dice Samuel jalandome del brazo.
-Ya has hecho mucho, puedo ir sola.
-No, yo iré contigo.
Se encamina afuera de la recepción y me quedo como una boba mirándole el trasero.
-¡¿Te vas a quedar?! -lo escucho gritarme.
Me apresuró tras el para terminar con esta misión que Mia me encargo.
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Alma Velasco
Mis oídos escuchan la maestra hablar sobre diseños y arte en la arquitectura pero mis pensamientos siguen en lo sucedido ayer. No quería regresar, pero mamá tiene razón, yo no he hecho nada malo para querer huir.
Por lo que veo el día de hoy va normal. Pude llegar a tiempo a la estación y abordar el bus. Traje en mi mochila una botella de agua para no tener que pasar la vergüenza del día de ayer que por cierto le pedí a mamá un poco más de dinero para pagarle a Samuel la botella de agua que pagó ayer por mí.
-Buenas tardes.
Interrumpe a la maestra la rubia que acaba de entrar acompañada de ¡Joder! Es Samuel, el chico guapo que conocí ayer en la cafetería y ¡Maldición! Pone sus ojos en mí. Me imagino lo que debe de estar pensando de mi, después de la forma que nos conocimos ayer.
-Maestra disculpe la interrupción -continua la rubia que por cierto es muy linda y al parecer adinerada por como viene vestida.
-¿Cómo puedo ayudarte? -le pregunta la maestra.
-Necesitó que le condesa permiso a Alma Velasco de venir conmigo.
¡Ostia Tío! ¡Me está flipando! Pero a mí ¿porqué? si ni siquiera la conozco.
Samuel no me quita los ojos de encima, que se tranquilice que solo son 5 euros que le debo.
-Si claro permiso concedido -responde la maestra- Alma puedes retirarte.
Pero ¿quién le dijo a ella que me quiero ir con la rubia?
-Buenas tardes -dice el hombre que acaba de atravesar la puerta del salón- Soy el Comisario Rex y vengo por Alma Velasco.
Siento que me recorre una punzada de pies a cabeza, estoy sudando las manos y siento que el corazón se me va a salir. Lo sabía, sabía que estaría en problemas por eso no quería venir.
-Es ella -me señala la maestra que al parecer tiene algo en mi contra.
El comisario se acerca reparándome y este hombre da miedo, por lo alto y fuerte que es y porque refleja un aire frío.
-Alma necesitó que me regale 10 minutos de su tiempo -me muestra la placa, eso es para que me termine de morirme del miedo de una vez por todas.
No tengo palabras, estoy fría como un tempano de hielo.
-Vamos afuera -me señala la puerta.
-Vale.
Me levanto del asiento porque no vale la pena que ponga resistencia y estoy pasando una puta vergüenza porque todos en el salón tienen los ojos puestos en mí incluyendo Samuel que no parpadea desde que entró.
Voy camino fuera del salón y la rubia me detiene sosteniendo mi brazo.
-Vamos a esperar por ti a que termines la conversación con el comisario.
No le respondo nada, solo retiro mi brazo de su agarre y me voy afuera con el comisario.
-Ya estamos afuera así que dígame aquí lo que me tiene que decir.
-Tranquila, solo voy hacerle algunas preguntas -mete su mano en el bolsillo de la chaqueta que lleva puesta y saca una libreta pequeña con un bolígrafo.
-Lo escucho.
-Mia Arango en el día de ayer sufrió un horrible episodio en esta universidad, intentaron quemarla viva. Cuando ella despertó en sus declaraciones dijo que usted le salvó la vida.
Sabía que me hablaría de eso. Supongo que la rubia y Samuel también me hablaran de lo mismo.
-Si así es.
-Quiero que me diga los detalles de cómo sucedió todo -tiene sus ojos puestos en pequeña libreta mientras anota.
-Ya sabe lo que pasó, me acaba de decir que Mia declaró ayer.
Quita la mirada de la libreta y la pone en mi.
-Si, pero tengo que escuchar su versión.
-Es la misma, todo lo que ella dijo es lo mismo que tengo que decirle.
-Pues hablé, la escucho -vuelve a concentrarse en la libreta y a escribir.
-¿Qué tanto escribe? -pone su atención en mi otra vez cuando le hago la pregunta- Supongo que la declaración de Mia la anoto en esa libreta ¿Verdad que sí? -intenta hablar, pero no lo dejo- Pues si se le olvidó lo que anotó pues le recomiendo que lo lea.
-Eres muy inteligente -me observa con una mirada fría.
-¿Estoy en problemas?
Este hombre provoca miedo, pero no me voy a dejar intimidar. No tengo nada que temer porque no he hecho nada malo.
-Solo quiero que coopere respondiendo las preguntas que le estoy haciendo, las cámaras de seguridad fueron desactivadas y la única testigo es usted.
-Todavía usted no me ha hecho ninguna pregunta. Solo me dijo que quiere que le cuente lo sucedido y eso no es una pregunta.
Toma una bocanada de aire. Está molesto y se que estoy acabando con su poca paciencia.
-¿Qué hacía usted por el área de servicio ayer en su primer día de clases? Esa área es privada.
-Me perdí.
-¿Espera que me crea eso así de fácil? Por lo menos esfuérzate un poco con la respuesta.
-Yo se que usted me cree, le salve la vida a esa chica y no merezco que me esté interrogando como si fuera una criminal. Ayer me perdí porque era mi primer día aquí, estaba buscando el baño y no lo encontré.
-Comisario es cierto -la voz de Samuel interviene- Ella estaba perdida y yo le di la dirección del baño que está cerca del área de servicio. Está universidad es grande y ella no es ni la primera ni la última que se pierde en su primer día de clases.
El comisario queda en silencio observándome detenidamente.
-Alma Velasco si va a salir del país notifíquemelo -guarda la libreta con el bolígrafo en su chaqueta.
-Espere, no la guarde. Anoté en su libreta que saldré de viaje a Groenlandia en mi helicóptero está misma noche.
-Yo solo hago mi trabajo señorita. Con permiso.
Se retira dejándome con Samuel. No puedo creer que me tenga como una sospechosa después de todo lo que hice ayer para salvarle la vida a esa chica.
-Lamento mucho que el comisario te haya puesto en esa situación -me dice Samuel.
-Me imagine que esto iba a pasar por eso no quería regresar.
-¿No ibas a regresar?
-No, mi madre fue que me convenció de que lo hiciera.
-Pues tienes que presentarme a tu madre para agradecerle. Porque yo vine hoy con las esperanzas de volver a verte -pone una hermosa sonrisa en su rostro. Es tan lindo y tierno a la vez.
-¿Enserio? -también le sonrió y el verde de sus ojos es tan seductor, esa mirada refleja que es una persona de paz.
-Si -baja la mirada a mis labios por varios segundos y eso me pone un poco nerviosa así que corto el momento poniendo una conversación.
-Quiero darte las gracias por ayudarme en la cafetería ayer -busco en mi mochila y saco los 5 euros. Le extiendo la mano para que lo tome, pero no lo coge me deja con la mano extendida.
-No tienes que hacer esto.
-Acepte ayer que pagarás por mí, fue un préstamo.
-Nunca dije que fue un préstamo.
-Pero para mi sí, tómalo por favor -sigo con la mano extendida y cuando pienso que va a tomarlo solo sostiene mi mano.
-Déjalo estar, no me debes nada.
-Alma disculpa la demora estaba en el baño -nos interrumpe la rubia y Samuel suelta mi mano sin tomar el dinero.
-Alma ella es Yina Brown prima de Mia Arango -habla Samuel presentándome la rubia.
Me imagino que viene a interrogarme al igual que el comisario.
-Necesito que vengas conmigo al hospital. Mia te mando a buscar.
-Pienso que eso no es buena idea.
-Tienes que venir conmigo, le prometí a mi prima que te llevaría.
Después del interrogatorio del comisario es mejor estar lo más lejos posible de esa familia.
-Alma, mi prima solo quiere agradecerte por salvarle la vida.
-Yo las acompaño y de regreso dejo a Alma en su casa -comenta Samuel.
-Aún no he dicho que iré.
-¿Por qué no lo harías? -pregunta Yina
-No quiero problemas con tu familia.
-No lo tendrás ¿Lo dices porqué el comisario vino a verte? Alma mi familia solo quiere saber lo que pasó y debes entendernos tu fuiste la única que estuvo en ese lugar, es normal que te interroguen.
-Alma yo conozco los Arango desde que era pequeño y no son malas personas -escucho a Samuel- No puedes pretender querer huir de todos. Mia solo quiere agradecerte y no tiene nada de malo que vayas a verla, pero si no le haces frente a todo esto, estarás dándole a los demás motivos para que duden de ti.
Si quiero ir a verla pero es que tengo miedo de equivocarme, de que me quieran culpar donde yo aquí soy una heroína. No quiero que me veneren pero por lo menos un agradecimiento.
-Alma estoy esperando tu respuesta
-insiste Yina.
-Esta bien, iré con ustedes.
-Ok, nos vamos....
Los tres nos encaminamos al estacionamiento. En la familia Arango todos son adinerados. Yina tiene un convertible negro que me imagino que le costó un pastal de euros.
Me subo en el asiento del copiloto después de ella, me pongo el cinturón de seguridad y emprendemos el viaje. Es mi primera vez en un vehículo como este y la sensación es maravillosa.
Samuel nos sigue en su Jeep de color gris, es tan lindo que se ofreció regresarme a mi casa. Sólo espero que aceptar ver a Mia no sea una mala idea y luego me arrepienta.
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