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Capitulo 2.. Las Velasco

Alma Velasco

Hoy es un día muy especial para mí. Voy a empezar una nueva etapa en mi vida, entraré a la universidad para perseguir mis sueños, lucharé por salir adelante sin cansancio y haré todo lo posible por sacar mi familia de la pobreza en un futuro.

Reconozco que siento miedo. Temo de fracasar, no ser tan buena y que termine solo perdiendo el tiempo, lastimándome y agotando mis fuerzas. Mi madre está muy orgullosa de mí, está ansiosa de verme triunfal, ella tiene todas sus esperanzas puestas. No la voy a decepcionar.

También le temo al rechazo, soy consciente de que la Universidad Europea de Madrid es de mucho prestigio, todos sus estudiantes son de familias adineradas, no quiero que me rechacen por mi condición social. Quiero que me acepten sin importar quién soy o de donde vengo. Deseo hacer nuevas amistades para que así todo en este trayecto sea más interesante.

Desde que mi mejor amiga Laura Vega se marchó no comparto con nadie, ni siquiera en la escuela tenía amigos y tampoco aquí en el barrio tengo amistades. Mi mejor amiga y su madre tuvieron que mudarse del barrio porque su padre engaño a su madre con otra mujer. Ella y yo tenemos la misma edad, era mi vecina e íbamos a la misma escuela y soñábamos con estudiar en la misma universidad juntas. La extraño tanto.

También tuve un novio cuando tenía los dieciséis en la escuela (si mi madre se enteraba de algo así, me asesinaba). Daniel fue muy respetuoso conmigo, apenas nos besamos máximo dos o tres veces, nuestra relación era como esos amores de adolescentes donde solo caminar agarrados de las manos nos hacían felices. Terminamos cuando su padre llegó por él para llevarlo a vivir a Londres después del fallecimiento de su madre y al igual que mi mejor amiga, no lo he vuelto a ver más.

Espero que en este nuevo ciclo de mi vida pueda hacer amigos y quién sabe si en el transcurso también encuentre a esa personita que le llamamos: El amor de mi vida.

Son las 9:00 de la mañana tenía que estar a las 8:00 en la universidad, mi madre salió temprano, antes de irse me hizo jurar que la esperaría. Me encuentro en la sala, sentada en los muebles, mi hermana Ana también tenía que ir a la escuela, pero está aquí conmigo en la sala caminando de un lado a otro frente, ami, parece que tiene un tic nervioso.

—¿Qué? —me pregunta Ana porque se ha dado cuenta de que no puedo dejar de mirarla.

—¿Qué te sucede? ¿Por qué no te sientas?

—No es asunto tuyo ¿Y tú qué haces aún aquí no tendrías que estar a estas horas en la universidad?

—No es asunto tuyo. —le respondo en tono sarcástico, con una sonrisa en el rostro, ella sabe que cuando está de mal genio me gusta molestarla.

—Borra esa sonrisa ahora. —declara.

—Si no, ¿qué? —es que me encanta jugar con ella.

—¡Alma no estoy para tus juegos ahora! —me grita como si le estuviera haciendo algo malo.

—¿Cuál es tu problema? —le pregunto por qué se supone que soy mayor aquí y no puede hablarme así.

—Es tarde, tengo que ir a escuela, pero mamá aún no llega.

—¿Y por qué no te vas? —¿será que nuestra madre también le pidió que la espere?.

—Madre, antes de irse destapó la caja de los ahorros, por eso estoy segura de que fue a comprar mi uniforme de la escuela. De aquí no me muevo hasta que no llegué. —afirma mientras cruza los brazos sobre su pecho.

—¿Cómo estás tan segura que fue a comprar tu uniforme? Pudo haber ido a la bodega a comprar alimentos. —para Ana también es el nuevo día de clases en su escuela, después de terminar las vacaciones de julio.

—¿Alma por qué eres tan tonta? Mamá no está para la bodega, fue a comprar mi uniforme y también ropa nueva para ti, para que así no tengas que parecer en esas fachas en la universidad. —me apunto con el dedo índice—. Además, si nuestra madre estuviera en la bodega, no tardaría tanto está al inicio de nuestra calle.

—Tienes razón, en la bodega no está y sobre mi ropa, me gusta como me veo. —llevo puesto unos jeans desgastado de tanto que los he usado, franela rosa con una camisa de cuadros negra, la cual tiene los primeros botones desabotonados con y botas negras.

—Ya estoy aquí. —Nos interrumpe nuestra madre cuando llega tomando asiento en los muebles, trae con ella bolsas plásticas en ambas manos que a simple vista se nota que no son de comida, eso significa que Ana tiene razón si estaba de compras.

—Mamá es tarde, mira la hora que es, hace una hora tenía que estar en la universidad.

—Hasta que por fin llegas, creo que no iba a poder aguantar un minuto más.

—ella toma asiento al lado de mi madre.

—Mi amor perdona la demora, no pensé que me tardaría tanto —se levanta del mueble y me entrega las bolsas plásticas que trajo mirándome a los ojos con una sonrisa en su rostro, ignorando por completo a mi hermana.

—Son para ti.

—¿Todas las fundas son mías?.

—preguntó con rostro de confusión, porque se suponía que tendría que traer el uniforme de Ana, ella ha estado esperando toda la mañana para marcharse a la escuela. —volteo las bolsas en el mueble, saliendo todo lo que vino dentro: vestidos, jeans, camisas, botas y hasta una mochila. Claro que las bolsas son solo mías, porque no veo el uniforme, además todo es de mi talla. —Mamá yo…

—¿No te gustan?. —me pregunta al ver mi expresión, que no estoy feliz como ella esperaba. Ana se mantiene observando en silencio, estoy consciente de la pelea que se avecina.

—Sí, todo está hermoso, es solo que... —las palabras no me salen y mi hermana es una bomba de tiempo, solo le quedan varios segundos para estallar —¿Mamá donde está el uni...

—!En serio mamá!. —bummm explota... Deteniendo mis palabras.

—¿Dónde está mi uniforme de la escuela?

—Ana, disculpa el dinero no alcanzó para tu uniforme, pero solo tendrás que durar esta semana sin ir a estudiar hasta que reúna el dinero, una semana pasa ra...

—¡No te alcanzó!. —se levanta del mueble, quedando de pie frente a nuestra madre. Ana tiene un temperamento fuerte y en este momento está en su máximo esplendor.

—Tranquilizante, ya te dije que ...

—¡No me puedo tranquilizar! ¡No quiero hacerlo! —Aumenta el tono de voz, no está permitiendo que mamá termine de hablar. Baja la mirada hacia el mueble, observando toda la ropa que compró para mí y sostiene algunas en la mano—. ¿Todo esto era necesario?

—deja caer la ropa que sostenía en donde estaba—. Ella puede ir con cualquier ropa, pero yo necesito un uniforme obligatorio para poder asistir a la escuela.

—Ya te dije que te calmes. —se acerca más a ella, quedando a menos de un metro de distancia—. Voy a comprarte el uniforme con todo lo que ahorre en esta semana con las lavadas de ropas.

—¿Es una broma verdad? —aparece una sonrisa en su rostro y luego la borra—. Si me pongo a esperar que ahorres dinero lavando por la miseria que lo haces, entonces voy a tener que durar casi un mes para ir a la escuela.

—¡Mamá noooo!. —mis palabras se escuchan tarde, después de mamá darle una fuerte bofetada a mi hermana.

—Si no te puedes aguantar, entones, vete con el uniforme viejo, ¡soy tu madre y ami me respectas!.

—¡Tú eres la culpable de todo esto!.

—me lo dice haciendo contacto con mis ojos mientras corren lágrimas por su rostro. — El tema de la maldita universidad ya me tienes cansada.

—se marcha a la habitación, sin esperar una respuesta alguna.

—¿Madre, por qué hiciste eso?.

—le preguntó, eso estuvo mal. Ana no se merecía eso.

—Le pegué porque me faltó el respecto.

—No me refiero a eso. No tenías que comprarme tanta ropa y olvidarte del uniforme de mi hermana.

—Era necesario, vas a ir a una universidad de prestigio, no tenías ropa adecuada para asistir.

—Ana, necesita más el uniforme que yo toda esta ropa, no me importa ir a la universidad vestida con mi ropa normal, soy pobre y no me avergüenza serlo.

—Hija, no quiero discutir contigo.

—se acerca hacia mí y sostiene mis manos.

—Yo tampoco quiero discutir contigo.

—aparto mis manos de su agarre—. Debo ir a la universidad, es tarde.

—sostengo mi mochila y camino hacia la puerta para marcharme.

—Hija espera. —me detiene.

—¿Qué sucede?. —volteo a mirarla.

—Te estás olvidando de cambiarte y ponerte ropa nueva de la que te compré.

—Madre te dije que no voy a aparentar alguien que no soy, te repito que toda mi vida he sido pobre y nunca me voy a avergonzar de eso. Toda esa ropa que compraste es costosa, usaste los ahorros que con tanto esfuerzo lograste conseguir en muchos meses, no era necesario. Tienes que hablar con Ana, ofrecerle unas disculpas por pegarle y olvidarte de su uniforme. Adiós mamá. —me giro hacia la puerta, abriéndola y terminando de marcharme.

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Ana Velasco

Estoy en mi habitación furiosa, caminando de un lado a otro. No puedo creer que mamá tenga el valor de hacerme algo así en mis propias narices. Cada día que pasa me queda claro que ella no siente afecto de madre por mí, todo el tiempo se ha preocupado poco por mi bienestar, no le importa como yo me sienta. Por ejemplo, ahora, me siento de lo peor, quiero llorar con todas mis fuerzas, pero de tan enojada que estoy que las lágrimas cuando corren por mis mejillas me arden.

Quiero mucho a mi hermana, pero siento celos por ella, porque desde que éramos pequeñas siempre ha sido la favorita de esta casa, la tiene como un pedestal mientras yo soy un cero a la izquierda, nunca me ha dado su cariño, en cambio, con ella demuestra todo su amor. No soy mala persona, pero a veces pienso ¿Cómo sería si ella no existiera?

Ella siempre ha tenido lo que yo siempre he deseado, que es el amor de nuestra madre. Ahora la maldita va a estudiar en una de las universidades más importantes del país, lo cual me llena de rabia, no entiendo por qué le sucede siempre lo mejor a ella y lo peor ami.

Voy al clóset y abro sus puertas. Es pequeño, está compartido en dos porque mi hermana y yo usamos la misma habitación, agradezco que tenemos diferentes camas porque no toleraría dormir con ella. Saco el uniforme del periodo pasado, porque no puedo dejar de asistir a la escuela por una semana.

Después de ponérmelo de mala gana, me acerco hacia el espejo y veo que la camisa me queda pequeña, no sabía que había crecido en tan poco tiempo, la falda está descolorida y tiene varios hoyos en la parte delantera.

Se nota a leguas que el uniforme es viejo. Si fuera por falta de pasta que tendría que ir así a la escuela, no me importaría porque sé bien en las condiciones que vivimos y la aceptó, pero es por falta de atención de mi madre conmigo. Ahora debo de ir a la escuela, a darles motivos a los demás para que se burlen de mí.

Mamá entra de repente a la habitación sin tocar ¿Por qué será que ni privacidad tengo en esta casa?, me observa de arriba, abajo, me conoce. Ella sabe que no me importa irme con el uniforme viejo a escuela.

—Quítatelo, irás la próxima semana.

—me ordena. Ella siempre ha creído que es mi jefa, no mi madre.

—No, me voy así. —sostengo mi mochila, me encaminó hacia afuera de la habitación, pero ella me detiene sosteniendo mi brazo derecho.

—Ya te dije que irás la próxima semana.

—Si no te obedezco. ¿Me pagarás otra vez?. —me suelto de su agarre—. Me iré así, no voy a perder una semana de clases. Tengo interés en poder salir adelante y ser alguien en esta puta vida, pero para eso debo de estudiar. Adiós mamá. —me encaminó a la salida, estrellando la puerta al salir.

Estoy tan enojada que ni siquiera yo misma me tolero en estos momentos. Si tengo vergüenza de ir a estudiar así, sé muy bien que seré la burla de la escuela, necesitó ir a otro lugar, tengo que desahogarme con alguien, sacar toda esta rabia que tengo por dentro y que mejor persona que mi novio para eso.

Si, así es, tengo novio, su nombre es Jhony, es mayor que yo, tiene 25 años, pero no importa, con él me siento… ¿Cómo me siento con él? No tengo palabras para explicarlo, él me entiende como nadie, siempre está cuando me siento sola, así como en esos momentos como ahora que mi madre me hace sentir horrible, lo busco y él hace que todo se sienta diferente.

Mi madre no sabe que tengo novio, menos mi hermana. Aún no se los he presentado ni tengo en mente hacerlo, nunca lo aceptaría, no porque es mayor que yo. Mucho menos por el tipo de persona que es. Todo el barrio lo tiene catalogado como un delincuente.

Mi novio Jhony trabaja para el Sr. Dom. Mi novio tomó el puesto de su padre después de que lo detuvieron cuando estaba haciendo un robo en un banco de la ciudad, se le acusa de asesinato y ventas de droga, por eso hace más de 5 años su padre está en la cárcel.

El Sr. Dom es una persona muy peligrosa, se escucha que tiene un grupo de jóvenes obligados a trabajar con él. En el barrio también se dice que es culpable de que vivamos con miedo por todos los robos y asesinatos que se viven a diario y para nadie es un secreto que se dedica a la creación y venta de estupefacientes.

Jhony vive al otro lado del barrio en una vecindad que tiene más de 10 apartamentos pequeños. Su jefe, el Sr. Dom es el dueño y tiene a todos sus trabajadores viviendo en cada uno de ellos. Mi novio vive en la puerta número 6. Llegó a ella y tocó la puerta varias veces tan fuerte que al tercer golpe me abre la puerta y yo entro sin pensarlo dos veces.

—Buenos días ¿Cómo te va? Yo estoy de maravilla, gracias por preguntar —me lo dice sarcásticamente al entrar y no saludarlo.

—¡La odio con todas mis fuerzas! —rompo en llantos—. Todo es su maldita culpa.

—Tranquila. —se acerca hacia mí y rodea sus brazos sobre mí, abrazándome—. ¿Qué sucedió?

—Mamá dejo de comprarme el uniforme para ir a la escuela. —empiezo a caminar como una loca de un lado a otro, siempre hago eso cuando estoy nerviosa—. Si vieras toda la ropa que le compro a mi hermana para que vaya a la universidad, se gastó todos sus ahorros en ella.

—No entiendo cuál es el favoritismo que ella tiene con tu hermana Alma. —sigo caminando como si tuviera hormigas en los pies.

—Pienso que necesitas relajarte. —entra su mano derecha en el bolsillo delantero de su pantalón, saca un pequeño sombre transparente que tiene 3 pastillas de diferentes colores. Son metanfetaminas, siempre las lleva con él, porque ese es su trabajo venderlas—. Tienes que por un momento desconectarte de todos y yo te podría acompañar.

—Sí, lo necesitó. —no será mi primera vez, ya estoy acostumbrada a ellas. Jhony y yo siempre las usamos cuando estamos juntos. Es extraño que solo nos besamos y tenemos sexo cuando estamos bajo los efectos, pero no me importa. Él es el único que me entiende, no me juzga, me escucha. A veces pienso que es al único a quien de verdad le importó.

Jhony destapa aquel sobre, saca 2 de las pastillas, se lleva una a su boca, se acerca hacia mí y con sus dedos de la mano derecha sostiene la otra pastilla esperando que yo abra mi boca para introducirla en ella, yo no dudó en abrirla, él ingresa la pastilla en ella y sin pensarlo dos veces me trago la pastilla con saliva.

Hace muchos años las metanfetaminas las vendían en centros farmacéuticos como un medicamento normal, pero fueron prohibidas porque es un estimulante poderoso que afecta el sistema nervioso, en pocas palabras es una droga. El Sr. Dom las ha modificado de una manera que causa menos daño.

Las podemos usar cuando nos sentimos mal emocionalmente porque nos hace olvidar, sentirnos libres y ser felices por el momento que estamos bajo la dosis. Todo estará bien siempre y cuando no utilicemos más de 2 pastillas al día.

Varios segundos después de tomar la pastilla. Empiezo a sentir mi ritmo cardíaco aumentando de velocidad, la temperatura corporal empieza a elevarse, mi respiración se agita, siento una gran felicidad en estos momentos difícil de explicar, así que sonrió.

Todo comienza a verse borroso y sé que mi novio siente lo mismo que yo. Estamos mirándonos a los ojos, lo deseo en estos momentos y sé que el ami también me desea. Nos acercamos y nuestros labios se unen en un beso ardiente, con furia, nuestras lenguas están conectadas. ¡Joder tío! Estamos muy excitados, en estos momentos nada importa solo él y yo.

Sus manos recorren mi espalda despacio, bajando hasta mis nalgas, las sostiene con fuerza haciéndome gemir. Aparta las manos, jala de mi camisa rompiéndole todos los botones.

Lleva un brazo detrás de mi espalda y el otro debajo de mis piernas, me alza cargándome, mientras me sostengo de su nuca y él camina conmigo entre sus brazos. Atravesamos la puerta de su habitación, con nuestros labios unidos en besos feroces que me encantan. Quedamos frente a su cama... tira de mi cuerpo encima de ella con brusquedad, lo que hace que aumente aún más mis ganas por él.

Puedo ver como desliza el abrigo que tiene puesto por encima de su cabeza, apartándolo de su cuerpo... continua desabrochando el pantalon y no tarda en sacarlo de sus piernas, para luego seguir con el bóxer y hacer lo mismo que hizo con su pantalón, dejando visible su miembro erecto. Se acerca hacia mí con lentitud... atrapando mi boca con besos lujuriosos, mientras mis manos acarician su pelo y las suyas recorren todo mi cuerpo. Se aparta de mis labios haciéndome sentir vacía, pero lo reemplaza cuando su boca atrapa uno de mis pechos...

—Jhony... —digo su nombre entre gemidos.

Me aparta de su cuerpo y no tarda en acercarme de nuevo, pero esta vez subiéndome encima de él. Hecho mis bragas a un lado sin quitármelas y siento como su erección se desliza en mi interior con facilidad... estoy empapada. En estos momentos me siento con poder porque yo tengo el control.

Empiezo a mover mis caderas muy rápido, mientras él también se mueve dándome estocadas debajo de mí, cada segundo que pasa aumento más mis movimientos. Mi corazón está latiendo cada momento aún más rápido y siento que me recorre el sudor por todo el cuerpo. Hundo mis caderas sobre él, me muevo mucho más rápido y nuestros cuerpos empiezan a temblar cuando llegamos al clímax los dos al mismo tiempo.

Me dejó caer a su lado, poniendo mi cabeza sobre su pecho y escucho como los sonidos de su corazón latiendo muy fuerte.

—Necesitó un baño. —me aparta de su pecho, levantándose de la cama y encaminándose al baño desnudo.

Siempre ha sido así, nos drogamos, tenemos sexo salvaje, pero nada de amor y sentimentalismo. A veces me gustaría sentir sus caricias y escuchar palabras bonitas, pero no importa, yo sé que aunque no me lo diga me ama como yo a él. Por eso siempre está ahí para hacerme sentir mejor cuando me siento destruida.

Nota de la autora

Mis queridos lectores, esta historia, se está poniendo interesante con las Velasco y los Arango. Alma llegará a la universidad y su vida cambiará.

¿Qué opinan ustedes cambiará para bien o mal?

¿Cómo creen que le irá al empezar una nueva etapa de su vida en un mundo diferente?

Seguro, todo será fácil, le irá superbién, terminará sus estudios, se hará millonaria y saldrá de la pobreza... Pues no todas las historias son cuentos de hadas.

Esperen el próximo capítulo...

DCLEBRON

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