Capitulo 1 .. Los Arango
Miguel Arango
Pum, pum —se escuchan golpes en la puerta—. Pum, Pum, pum. —continúan pero aún más fuertes—. ¡Hijo despierta!. ¡Abre la puerta!.
Abro los ojos de forma rápida, encontrándome incómodo por los rayos de sol que entran a través de la ventana.
—¡Hijo abre la condenada puerta!. —los gritos de mi padre se escuchan acompañados de golpes fuertes en la puerta.
Mis ojos viajan al despertador que yace sobre la pequeña mesa de la derecha que se encuentra al lado de la cama. Son las 6:00.
Me levanto de la cama aún soñoliento y me acercó hasta la puerta, abriéndola y dándole paso al Sr. Octavio Arango, mi padre. Quién entra a toda velocidad, como si se estuviera acabando el mundo.
—¡No puedo creer que seguías dormido todavía!. —sus gritos me taladran en él celebró.
Ya me descompuso la mañana.
—Baja la voz. —le respondo mientras me acuesto sobre la cama otra vez y no tardo en cubrirme con las sábanas.
—¡¿Para qué te acuestas de nuevo?!. ¡Sal de la cama ahora!.
Ruedo los ojos... ¿Por qué grita?.
Trae puesto un conjunto deportivo, el señor madruga todos los días para correr. Puedo ver las gotas de sudor como corren por su rostro, lo que significa que terminó la rutina de hoy. Mis ojos se concentran en las bolsas que trae en sus manos.
—Acabo de decirte que no grites. ¿Qué buscas a estas horas en mi habitación?.
—De hoy en adelante te vas a levantar a las 6:00 am. —habla y el azul de sus ojos se encuentran con el azul de los míos.
—¿A qué carajos me voy a levantar tan temprano?. Me levanto a las 7:00 am y a esa hora es más que suficiente.
—Te recuerdo que desde hoy tomarás tu puesto en la empresa como gerente general. Debes ser responsable y llegar primero que todos.
No se me ha olvidado, mis padres me han asignado como el nuevo gerente de la empresa por mi excelente trabajo en estos últimos años. Soy uno de los mejores ingenieros de la industria, el más destacado aquí en España. En la empresa de la familia, la Inmobiliaria Arango, me he desenvuelto de forma impresionante, mi desempeño ha dejado muy buenos frutos. Me he encargado de los mejores negocios que ha podido cerrar la empresa, desde construcciones, ventas y compras de la empresa.
—Desde hoy te levantas a las 6:00 am. —insiste.
—En los años que llevo trabajando en la empresa nunca he llegado tarde. Siempre soy puntual en todas mis responsabilidades.
—No quiero excusas Miguel. De mañana en adelante debes estar despierto desde...
—¡No soy un niño!. —detengo sus palabras y me levanto de forma rápida de la cama—. ¡Tengo veintinueve años, me levanto a la hora que se me antoje!.
—¡A mí no me gritas!. —se posa frente ami, quedando cerca de mi rostro—. ¿Qué hemos hablado del genio que te cargas?.
—Si no te gusta mi genio, entonces no vengas amargarme la mañana. —me aparto de él, me acercó hasta la pequeña mesa, tomo el móvil, lo desbloqueo y una sonrisa de medio lado se me escapa por el mensaje que acabo de ver.
—Quiero que te pongas este traje que mande a comprar para ti. —no lo miro, pero noto que pone la bolsa sobre la cama, mientras que yo estoy muy concentrado en el mensaje que me han enviado, el cual está acompañado de una foto—. Necesito que te veas fenomenal en la rueda de prensa que hemos preparado.
Las últimas palabras me descomponen el genio aún más. A mis padres les encantan exhibirse, siempre quieren tener la prensa metida en la empresa para cualquier mínimo detalle, como ahora que han organizado una rueda de prensa para mí, por mi primer día como gerente, algo que lo veo muy innecesario.
Me concentro otra vez en el móvil y me remojo los labios, al observar semejante foto.
—Miguel te estoy hablando. —el regaño de mi padre, logra que concentre mi mirada en él.
—No tenías que comprarme nada, la lista de la cantidad de trajes que tengo en el closet ya la perdí.
—Sin discusión te pones este. —lo veo encaminarse hasta la puerta—. Ve a ducharte y baja a desayunar en menos de una hora nos vamos.
Termina de irse.
Vuelvo a concentrar la mirada en el móvil, la foto es tentadora, escribo las siguientes palabras: —Déjame ver más.
Envío el mensaje, vuelvo a mirar la foto. A esa pelirroja sí que le gusta tentarme. ¿Cómo se le ocurre enviarme una foto de sus pechos, tapando solo las areolas?.
Me acercó hasta la pequeña mesa donde estaba el móvil para dejarlo donde estaba y mis ojos se concentran sobre la foto que yace sobre ella... Sonrío, está foto es muy especial para mí, porque está mi familia y ellos son todos para mí. La foto fue tomada en la navidad pasada, mis padres se encuentran en el centro de la foto, el brazo de papá rodea el cuello de mi madre... Lucen tan hermosos juntos.
Mi padre conoció a mi madre Verónica Brown cuando eran apenas unos adolescentes, él dice que desde el primer día que la vio quedó encantado con ella, que fue amor a primera vista. La conquistó, la enamoró, la convirtió en la Sra. Arango y hoy en día son felizmente casados con cuatro hijos. Por cierto, soy el mayor de los cuatro quien también estoy en la foto al igual que mis tres hermanos.
Mi hermana menor Mia Arango se encuentra en la foto al lado izquierdo de mi padre, ella siempre ha sido muy apegada a él desde pequeña es idéntica a él, con la piel blanca, pelo castaño y los mismos rasgos del rostro, pero con los ojos verdes de nuestra madre. Mia está por cumplir sus veintidós años en unos meses y justo hoy es su primer día en la universidad, con la carrera de arquitectura.
Al lado de Mia se encuentra Michelle Arango, es la tercera de nosotros. Para mí es la más talentosa sé la familia, porque diseña unas esculturas en piedras y maderas, además de pintar como toda una profesional, ella nunca ha asistido a una escuela de arte, digamos que tiene arte en sus manos, pero como en esta familia no todo es perfecto, mi madre se encargó de convertirla en una de las mejores modelos de la industria desde sus seis años, porque debo admitirlo, es hermosa, tiene una figura diría que perfecta, sus ojos marrones del mismo color de su pelo la hacen lucir como toda una muñeca.
Continuó detallando la foto, en la parte derecha del lado de nuestra madre está Millan Arango, es el segundo, quien nació después de mí y para mis padres es un dolor de cabeza, porque siempre les lleva la contraria, es el único de los cuatro que desaparece por semanas de rumba y regresa con aliento alcohol de largos días. Nuestro padre lo obligó a estudiar la carrera de ingeniería igual que ami, por cierto empezó a trabajar en la empresa hace meses luego de su graduación, pero todo le vale mierda, la empresa le importa un quinto. El chico de pelo riso y ojos verdes, sí que es un dolor de cabeza.
Vibra el móvil en mis manos logrando que ponga la foto en el lugar donde estaba y ponga toda mi atención en la pantalla. Es un mensaje de ella, con la respuesta: —No, solo espera la sorpresa que tengo para el nuevo gerente de la Inmobiliaria Arango.
¿Sorpresa?. Lucia siempre se las ingenia para provocarme.
Lucia Ferrel es... ¿Qué es?... Bueno, digamos que es mi novia, pero somos unos novios modernos, sin muchos afectos de romanticismo, ni demostraciones públicas porque no soporto esas cosas. Esas fueron mis condiciones luego de que tuviéramos años follando sin que nuestras familias lo sepan, sin incluir a Mia, quien es su mejor amiga y siempre supo desde un principio que me la cogía
Lucia llegó con sus padres cuando era pequeña de los Estados Unidos los cuales me caen como dos patadas entre los huevos, la inscribieron en la misma escuela donde estudiaba mi hermana Mia, allí se conocieron y en muy poco tiempo se convirtieron en las mejores amigas, los años pasaron, Lucia creció y con sus dieciocho se veía muy bien, me empezó atraer, ella desde un principio estuvo enamorada de mí, es algo normal, suelo causar esos efectos en todas las mujeres, dicen que mis ojos azules las hipnotizan.
Una de esas noches que se quedaba aquí en la mansión a dormir con mi hermana, se apareció en la mía de sorpresa y como no soy de hierro, además ella es una pelirroja muy hermosa, terminé haciéndola mía, convirtiéndome en su primer hombre. Hoy en día sostenemos esa relación extraña, nos reunimos comemos algo, follamos, no más.
No respondo el mensaje, dejo el móvil sobre la mesa y me dirijo a tomar una ducha, antes de que mi padre regrese a seguir con sus molestias toda la mañana.
***
Llegó al comedor ajustándome el Rolex en la muñeca izquierda, encontrando en mi campo de visión a mi madre sentada en la mesa, a la espera para empezar a desayunar, está leyendo el periódico mientras toma una tasa de café. Lleva puesto un vestido en color rosa, su cabellera castaña está peinada en ondas y en el cuello tiene un pañuelo amarrado al estilo francés. Mi madre la Sra. Arango es una mujer costosa y sofisticada, cada día luce mejor y en vez de parecer mi madre, parece mi hermana.
Tomo asiento en la mesa, en el lugar que está a su izquierda.
—Primero que nada buenos días. —dice sin apartar la vista del periódico.
No estoy de humor, no me gusta que me despierten tan temprano en las mañanas.
—¿Dónde está tu esposo?. —le pregunto por mi padre—. Esperaba encontrármelo, después del escándalo que me hizo está mañana.
—Se adelantó hacia la empresa, para terminar de organizar todo lo de la prensa.
—¡Hola! Buenos días!. —son los gritos de Mia al llegar.
Se acerca hasta mí y deja un pequeño beso en mi mejilla. Luego se acerca a nuestra madre haciendo lo mismo.
—¡¿Cómo está el nuevo gerente general de la empresa?!. —me grita, mientras toma asiento a mi lado.
—¿Por qué amaneciste tan escandalosa?. —le preguntó.
—¡Estoy emocionada, hoy es mi primer día en la universidad!. Por cierto. ¡¿Por qué no han traído el desayuno?!. ¡¿Dónde está Lola?!.
¡Joder!. ¿Seguirá con sus gritos?...
—Mia estoy leyendo el periódico, deja los gritos. —la regaña nuestra madre.
—¡Lolaaaa!. ¡Lola muero de hambre!. —continúa gritando sin importarle las palabras de mi madre—. ¡¿Lola donde está mi desayuno?!.
Paciencia, paciencia...
—Mi niña aquí estoy. —son las palabras de Lola al llegar con una gran bandeja en sus manos.
Lola es como una madre para nosotros, ha trabajado en la familia desde que mis padres se casaron. Esta mansión cuenta con un personal de más de diez personas, pero Lola tiene un lugar especial en el corazón de mis hermanos y el mío, siempre ha estado para nosotros en todo momento. Aunque mi madre no sabe valorarla y siempre la ha tratado de las patadas.
—Gracias Lola eres de lo mejor. —Mia comienza a servirse de todo un poco, Lola ha preparado muchas variedades para el desayuno como siempre, desde pancakes, huevos revueltos, frutas, vegetales, jugo de naranja y lo que no puede faltar el jugo verde de mi hermana Michelle.
—Lola prepara el desayuno de Miguel para llevar, desayunará en la empresa. —ordena mi madre mientras toma un sorbo del café.
—Lola no es necesario, desayunaré aquí.
—No hay tiempo, debemos irnos o se hará tarde para la rueda de prensa. Lola prepara el desayuno de Miguel para llevar.
—¿Entonces no puedo desayunar donde se me antoje?. Todavía es temprano y quiero desayunar aquí.
—Miguel escuché a su madre. —mis ojos se encuentran con los de Lola—. Iré a preparar su desayuno para llevar, así no se le hace tarde.
La señora de cabello blanco toma mi desayuno de la mesa y puedo ver cómo se marcha del lugar.
—¡¿Cómo está la familia más hermosa?!. —exclama Michelle, en el momento que llega y toma asiento frente ami.
¿Más gritos?
—¿Tú también estarás con los gritos?.
—le pregunto y su mirada marrón se encuentra con la mía.
—¿Por qué traes esa cara?. —me pregunta.
—¿Tan mal me veo?.
—No hermanito, al contrario, ese traje te queda espectacular.
Llevo puesto el traje que mi padre me entrego esta mañana, es en color azul marino, tengo que reconocer que mi padre tiene buen gusto para elegir las cosas, aunque ami todo me luce bien.
—Me lo regalo tu padre.
—También es tu padre. —responde Mia mientras se lleva un trozo de fruta a la boca.
—Buenos días. —saluda Milan en el momento que llega y toma asiento al lado de Michelle.
Mis ojos lo reparan... Trae puesto un traje incompleto, incompleto porque no tiene la corbata, la camisa está estrujada, desabotonada y por fuera. Puedo ver cómo pone el blazer sobre la mesa, el cual traía en las manos. El verde de sus ojos no los puedo ver porque tiene lentes oscuros... Desde aquí se nota la peda que se trae encima.
—¿Milan que son esas formas de aparecer en el desayuno?. —le pregunta nuestra madre, mientras deja el periodo sobre la mesa.
—Si hermano. ¿Por qué luces tan mal?.
—Mia te he dicho un montón de veces, que es de mala educación hablar mientras comes. —habla mi madre mientras se levanta de la mesa—. Tu Milan estuviste de fiesta toda la noche como siempre, sabes muy bien que hoy es un día muy importante, la prensa estará en la empresa y tú luces fatal.
La cien me palpita... No estoy de humor para estas discusiones.
—Madre no importa si no uso modales, solo estamos nosotros aquí y...
—¡Deja de hacerlo y ya!. —los gritos de mi madre detienen sus palabras y vuelve a tomar asiento.
—Esta de moda gritar hoy. —esta familia no es normal.
—¡¿Milan que demonios sucede contigo?!. ¡¿Por qué siempre tienes que comportarte como un inmaduro?!. ¡Res..!
—¡Déjame en paz!. —esta vez es Milan quien detiene los gritos de nuestra madre—. ¿Quieren un hijo perfecto?. ¿Verdad?. Ese no seré yo, además ya lo tienen el número gerente general de la empresa.
Se levanta de la mesa enojado, toma su blazer de la mesa y se marcha.
—¡Milan regresa!. ¡Regresa aquí!. —los gritos de mi madre son en vano porque no responde.
—¡Madre deja los gritos!. —exclamo, porque ya estoy hastiado—. ¡Si quiere salir y tomar todos los días déjenlo!. ¡Milan es un adulto con veinte seis años!.
Paciencia... Paciencia...
—Me voy a preparar o llegaré tarde a la universidad. —dice Mia mientras se pone de pie.
—Que tengas un primer lindo día de clases hermanita. —le dice Michelle.
—Sí... Qué encuentres el amor, te cases y tengas muchos hijos. —bromeo.
Mia me sonrió y termina de irse.
—¿Cómo se te ocurre decirle eso a tu hermana?. —me pregunta mi madre.
—¿Nos largamos ya para la empresa?.
—Miguel aquí está su desayuno. —aparece Lola con mi desayuno listo para llevar, el cual había olvidado y con el tiempo que llevamos aquí, ya abría terminado de desayunar.
—Gracias Lola. —le guiño el ojo.
No acostumbro a estar dando las gracias, me parece cursi, pero Lola se merece eso y más.
—¿Dónde está Luis?. —le pregunta mi madre a Lola—. Dile que los esperamos en la entrada, para que nos lleve a la empresa.
Luis es el chófer mi madre y de Mia.
—Como ordene mi señora.
Lola termina de marcharse y nosotros nos ponemos de pie para irnos.
—¿No vienes a la empresa con nosotros?. —le pregunto a Michelle quien no ha terminado de desayunar.
—Hoy no, terminaré una pintura que empecé ayer. —me regala una sonrisa, mostrándome su hermosa dentadura—. Suerte en tu gran día hoy.
Le devuelvo una media sonrisa y terminó de irme.
***
Estacionó mi Porsche en color ojo en el aparcamiento de la empresa, bajo de él y me encamino al elevador. Mi madre viene en el Mercedes Benz con Luis, pero como conduzco más rápido que él, acabo de llegar primero.
Entro al elevador y presionó el piso treinta que es donde está mi oficina. En pocos minutos llego al piso deseado. Encontrándome con el mismo ambiente de siempre, todo el personal concentrado en su trabajo.
Llegó a mi oficina y mis ojos se abren como platos con lo que están viendo.
La pelirroja está sobre mi escritorio, luce un vestido en color azul cielo y tacones dorados.
—Felicidades al nuevo Gerente general de esta empresa. —dice y muerde sus labios de forma sensual.
—¿Lucia que viniste a buscar?. —camino a su dirección, quedando frente a ella.
—Sabes muy bien lo que busco. —toma mi mano derecha y la lleva debajo de su vestido, haciendo que mis dedos toquen su intimidad... No trae bragas.
—¿Viniste acosarme a mi trabajo?. —muevo los dedos en forma circular en su sexo, logrando sacarle un jadeo y avivando la erección que tengo detrás del pantalón.
—Tómalo como quieras. —habla en tono bajo con esa mirada pervertida que acostumbra a darme.
Con eso me basta para perder el control, tomar de su boca y besarla con furia, para saciar las ganas que tengo después de la foto que me envió. La bajo del escritorio, la pongo de espaldas hacia mí, bajo mi pantalón de forma rápida dejando afuera mi erección rasgo un preservativo que traía en el bolsillo trasero de mi pantalón, no demoró en ponérmelo y le introduzco mi polla que está muy dura.
Empiezo con la primera estocada con todas mis fuerzas, ella suelta un gemido eso significa que lo disfruta. La jalo del pelo con mi mano derecha, con la izquierda aprieto fuerte su cadera y comienzo a moverme rápido dentro de ella.
Minutos largos después, se avecina un orgasmo y es donde mis estocadas aumentan la velocidad, me corren gotas de sudor por mi rostro, nuestras respiraciones están agitadas hasta qué... Me descargo y los gemidos se escuchan por toda mi oficina, la siento como tiembla eso me hace saber que ella terminó también.
Salgo de ella, me quito el preservativo con mi derrame dentro y lo tiro en el zafacón de la oficina.
—Dime una cosa. ¿Te gusto?. —me pregunta mientras se arregla el vestido.
—¿Tú qué crees?.
Intenta acercarse a mis labios para besarme, pero no sé lo permito.
—Debes irte, la rueda de prensa está por empezar y tú debes ir a la universidad, es tu primer día de clases al igual que Mia.
—Sí... Claro. —la veo tomar su bolso que estaba encima del escritorio encaminarse hasta la puerta, dura unos segundos antes de salir, me imagino que esperando que la detenga, pero como no lo hago termina de irse.
Hoy es un gran día... Digamos que después de este encuentro con Lucia tengo más energía.
—Terminaste de follar?. —son las palabras de Leonardo, al entrar a mi oficina sin tocar.
El rubio con ojos café que acaba de entrar a mi oficina sin tocar. Leonardo Novoa es uno de mis mejores amigos. Nos conocimos cuando teníamos apenas 8 años cuando entro a estudiar en la misma escuela que yo.
Desde entonces siempre hemos estado juntos, elegimos y estudiamos la misma carrera de ingeniería. Hoy en día es unos de los mejores expertos que tiene está empresa al igual que yo.
Sus padres siempre están ausentes porque se dedican a la excursión a nivel mundial, pero él nunca ha estado solo porque para los Arango es uno de la familia.
Leonardo es un gran amigo, su único problema es que le gustan demasiado las mujeres. No se le salvan ni las mujeres de alta edad, pueden ser casadas y él las quiere todas para él. Hasta hizo una promesa de nunca tener novia y nunca enamorarse.
—La prensa ya está aquí, tenemos que bajar al primer piso ahora. —me dice.
—Vale. Vámonos ya, terminemos con esto.
—Tienes suerte de que haya llegado yo y no tu padre, porque los gritos de ustedes se escuchaban afuera.
—Estaba poniendo ejemplo en esta empresa, como el gerente general que soy. —bromeo.
—Muy gracioso.
Salimos de la oficina y nos encaminamos al primer piso para la rueda de prensa.
***
Minutos más tarde estamos en el primer piso con la prensa, toman el reportaje haciéndome varias preguntas de cómo me siento siendo el nuevo Gerente de la empresa, luego hacen un montón de fotografías junto a mis padres, Milan y Leonardo. Mientras que Milan tiene una cara como que lo están obligando en todas las fotos.
La rueda de prensa concluye rápido, me encamino a mi oficina a desempeñar mi labor y seguir siendo tan bueno como lo he sido hasta ahora. Uno de los mejores ingenieros de la industria.
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