Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

31-Piezas no descrifradas

La decisión de buscar a Samuel Harper no fue fácil, pero era inevitable. Después de la revelación en el laboratorio, Ryan y yo sabíamos que teníamos que seguir adelante, sin importar lo que encontráramos. Esa misma noche, Ryan llegó a mi casa con una determinación inquebrantable y una carpeta llena de información que había conseguido a través de contactos que prefería no mencionar.

-Encontré algo -dijo, extendiéndome la carpeta mientras sus ojos buscaban los míos.

La abrí con manos temblorosas. Había fotografías borrosas, informes y recortes de periódico que mencionaban a Samuel Harper como una figura influyente en el mundo del crimen organizado. Mi corazón se aceleró al ver su rostro en una de las imágenes. Había algo en sus ojos que me resultaba familiar y aterrador al mismo tiempo.

-Está en Nueva York -continuó Ryan-Podemos tomar un vuelo mañana por la mañana.

Asentí lentamente, tratando de procesar todo.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto? -preguntó, suavizando su tono.

-Necesito respuestas, Ryan. No puedo seguir viviendo con tantas incógnitas.

Él puso una mano sobre la mía.

-No te dejaré sola en esto.

Pasé la noche empacando lo esencial y dejando una nota a mi madre, quien parecía haber desaparecido nuevamente. No me sorprendía; enfrentarse al pasado no era su fuerte. Al amanecer, Ryan pasó a recogerme y nos dirigimos al aeropuerto. El trayecto fue silencioso, cada uno sumido en sus propios pensamientos.

En el aeropuerto, el bullicio de la gente contrastaba con el peso que sentía en mi interior. Pasamos por seguridad y nos dirigimos a la puerta de embarque. Mientras esperábamos, Ryan intentó aliviar la tensión.

-He reservado un hotel cerca de la última ubicación conocida de Harper. También tengo algunos contactos que podrían ayudarnos a encontrarlo.

-Gracias por todo esto -murmuré- No sé cómo lo haces.

Él sonrió ligeramente.

-Tengo mis recursos.

Cuando abordamos el avión, me senté junto a la ventana, observando cómo el mundo se hacía pequeño a medida que ascendíamos. Sentía una mezcla de ansiedad y esperanza. ¿Qué nos esperaba al llegar? ¿Sería Samuel Harper la pieza clave en este rompecabezas?

Durante el vuelo, Ryan sacó su portátil y me mostró más información que había recopilado.

-Harper es conocido en ciertos círculos. Se le vincula con actividades ilegales, pero nunca han podido atraparlo. Es un fantasma.

-¿Y crees que nos recibirá? -pregunté, insegura.

-No lo sé, pero tenemos que intentarlo.

Al aterrizar, el frío de Nueva York nos golpeó . Tomamos un taxi hasta el hotel, donde dejamos nuestras cosas antes de dirigirnos a la dirección que Ryan había conseguido. El lugar era un edificio antiguo en un barrio discreto, el tipo de lugar donde las miradas curiosas no eran bienvenidas.

Frente a la puerta, mi corazón latía con fuerza.

-¿Lista? -preguntó Ryan.

Asentí, aunque no estaba segura de estarlo. Golpeé la puerta y esperé. Después de unos momentos, un hombre alto y corpulento abrió. Sus ojos grises me examinaron detenidamente.

-¿Qué quieren? -su voz era profunda y áspera.

-Buscamos al señor Harper -respondí, intentando mantener la compostura.

-¿Quién lo busca?

-Mi nombre es Kaia Miller. Necesito hablar con él.

El hombre nos estudió por un instante antes de hacerse a un lado.

-Entren.

El interior era sorprendentemente elegante, con muebles de madera oscura y obras de arte en las paredes. Nos guió a una sala donde un hombre estaba sentado detrás de un escritorio. Su presencia llenaba la habitación. Tenía el cabello entrecano y unos ojos penetrantes que parecían ver a través de mí.

-Samuel Harper -dijo, extendiendo la mano-¿En qué puedo ayudarlos?

Tomé su mano con firmeza.

-Creo que... es posible que sea mi padre.

Por un momento, el silencio reinó en la sala. Sus ojos mostraron una chispa de sorpresa, seguida de una emoción que no pude descifrar.

-Kaia -murmuró- Sabía que este día llegaría.

-Necesito respuestas. Mi madre nunca me habló de usted. Quiero saber la verdad.

Él suspiró y se apoyó en el respaldo de su silla.

-Tu madre y yo tuvimos una relación complicada. Ella decidió alejarse por razones que en su momento no entendí.

-¿Por qué? -insistí.

-Porque quería protegerte. Mi mundo no es un lugar para una niña.

Ryan, que había estado en silencio, intervino.

-¿A qué se refiere exactamente?

Harper lo miró con seriedad.

-A que mis negocios no son precisamente legales. Y ella temía que eso pudiera ponerte en peligro.

-¿Es usted parte de la mafia? -pregunté directamente.

Una sonrisa ladeada apareció en su rostro.

-Digamos que tengo influencias. Pero eso no es lo importante ahora. Lo que importa es que estás aquí, y mereces saber la verdad.

-Entonces, ¿Es usted mi padre?

-Es muy probable. Pero si quieres estar segura, podemos hacernos una prueba.

Asentí, sintiendo una extraña mezcla de alivio y temor.

De repente, se escucharon golpes fuertes en la puerta principal. Harper se puso de pie al instante, su expresión se endureció.

-Necesitan irse. Ahora.

-¿Qué sucede? -preguntó Ryan, alarmado.

-No hay tiempo para explicaciones. Mis asuntos han alcanzado mi puerta, y no quiero que estén aquí cuando entren.

Antes de que pudiéramos reaccionar, uno de sus hombres entró apresuradamente.

-Señor, han rodeado el edificio.

Harper nos miró fijamente.

-Hay una salida trasera. Vayan por ahí y no miren atrás.

-Pero...

-¡Ahora! -ordenó con firmeza.

Ryan me tomó de la mano y corrimos hacia la salida que nos indicaron. El sonido de vidrios rompiéndose y gritos llenó el aire. Salimos a un callejón estrecho, y sin pensarlo dos veces, seguimos corriendo.

-¿Qué está pasando? -jadeé.

-Creo que nos hemos involucrado en algo muy peligroso -respondió Ryan, mirando hacia atrás.

Los sonidos de sirenas y vehículos acercándose nos impulsaron a seguir adelante. Finalmente, llegamos a una calle principal y nos mezclamos con la multitud.

-Necesitamos regresar al hotel y planear nuestro siguiente paso -dijo Ryan.

Asentí, aún en shock. Habíamos buscado respuestas y habíamos encontrado más peligro del que podíamos manejar.

De vuelta en el hotel, intentamos contactar a Harper, pero no obtuvimos respuesta. La preocupación se apoderó de mí. A pesar de todo, él era mi posible padre y ahora estaba en peligro.

-No podemos quedarnos de brazos cruzados .Tenemos que ayudarlo.

-Es demasiado arriesgado, Kaia. No sabemos con quién estamos tratando.

-No puedo abandonarlo. Además, él tiene las respuestas que necesitamos.

Ryan suspiró, sabiendo que no cambiaría de opinión.

-Está bien. Pero tenemos que ser inteligentes.

Pasamos las siguientes horas investigando y tratando de localizar a Harper. Finalmente, una llamada llegó a mi teléfono. Era un número desconocido.

-¿Hola?

-Kaia -la voz de Harper sonaba débil-No tienes que involucrarte en esto.

-¿Dónde está? ¿Está bien?

-Eso no importa. Escucha, hay cosas sobre tu madre que necesitas saber. Ella no era quien creías.

-¿Qué quiere decir?

-Estaba más involucrada en mis asuntos de lo que imaginas. Cuando decidió alejarse, no fue solo por protegerte, sino también porque había traicionado a personas muy peligrosas.

¿Mi madre, involucrada en actividades criminales?

-Necesito verte. Tenemos que hablar.

-No es seguro. Pero te enviaré algo que te ayudará a entender.

La línea se cortó antes de que pudiera responder. Minutos después, recibí un mensaje con una dirección y una nota: "Allí encontrarás lo que buscas".

Miré a Ryan, quien había escuchado la conversación.

-No me gusta esto -dijo-Podría ser una trampa.

-Es nuestra única opción, Ford.

Sabía que estábamos adentrándonos en aguas profundas, pero no podía dar marcha atrás. Mi vida estaba entrelazada con secretos y sombras, y solo enfrentándolos podría encontrar la verdad.

Mientras nos preparábamos para salir nuevamente, una sensación de incertidumbre nos envolvía. Estábamos solos en una ciudad desconocida, persiguiendo fantasmas y enfrentando peligros que apenas comprendíamos.

Pero una cosa era segura: no me detendría hasta descubrir todos los secretos que mi madre había ocultado y entender quién era realmente mi padre. Aunque el camino estuviera lleno de oscuridad, estaba decidida a seguir adelante, con Ryan a mi lado.

La dirección que Harper me envió nos llevó a las afueras de la ciudad, a una vieja bodega abandonada rodeada por un aire de desolación. El lugar era inquietante, con ventanas rotas y puertas metálicas oxidadas que chirriaban con el viento. Ryan estacionó el auto a unos metros y me miró con preocupación.

-Esto no parece una buena idea, Kaia -dijo, su voz cargada de advertencia.

-Nunca lo fue -respondí, tratando de mantener mi voz firme-, pero no podemos retroceder ahora.

Entramos con cautela, iluminando el oscuro interior con nuestras linternas. El olor a humedad llenaba el aire, y nuestras pisadas resonaban en el suelo de concreto. Sobre una mesa cubierta de polvo, encontramos una carpeta con documentos, fotografías y una nota manuscrita en papel amarillo.

"No busques más allá de lo que puedas soportar descubrir", decía la nota, firmada simplemente con una inicial: H.

Ryan abrió la carpeta mientras yo sostenía la linterna. Entre los documentos, había registros financieros antiguos, cartas y, finalmente, una fotografía. Cuando la vi, mi corazón se detuvo.

Era una niña, con el cabello rojo oscuro, largo y liso, exactamente como el mío. Sus ojos eran de un verde intenso, llenos de vida, pero su expresión reflejaba una tristeza indescriptible. Miré a Ryan, tratando de encontrar respuestas en su rostro, pero él estaba igual de desconcertado.La parte detrás de la foto tenía gotas de sangre .

-¿Quién es ella? -pregunté, aunque sabía que no recibiría una respuesta inmediata.

-No lo sé -respondió Ryan-, pero... se parece mucho a ti.

Buscamos más pistas en la carpeta, pero no había nombres, solo fechas y lugares que no reconocía. Pero algo en mi interior me decía que esta niña era importante, una pieza clave en este laberinto de secretos.

-¿Crees que podría ser alguien de tu familia? -preguntó Ryan, mientras seguía revisando los papeles.

-No lo sé. Pero si es así, nunca la conocí. Mi madre nunca habló de ella.

De repente, un recuerdo fugaz atravesó mi mente. Mi abuela. Su rostro severo pero cálido, siempre protegiéndome de todo, siempre hablando en susurros con mi madre cuando creían que yo no escuchaba. Mi madre había dicho que se había "ido a descansar", una frase que nunca entendí del todo.

-Ryan... mi abuela. Ella y mi madre eran muy unidas, pero algo cambió antes de que desapareciera. Nunca me dijeron qué pasó, y después de su desaparición, mi madre se volvió... diferente. Distante. Nunca quise preguntar, pero creo que mi abuela sabía más de lo que me dijeron.

Ryan asintió lentamente.

-¿Sabes dónde podría estar tu abuela ahora?

-No. Mi madre regresó luego de años y me separó de mi abuela ,por su cuenta .No me dijo tan siquiera cómo comunicarla . Pero si esta foto tiene algo que ver con mi familia, quizás mi abuela tenga las respuestas que necesito.

Seguimos revisando los documentos hasta que encontramos algo más: una carta dirigida a mi madre.

La carta estaba escrita con una caligrafía elegante pero apresurada, como si el escritor estuviera desesperado. Decía:

"No puedes ocultarla para siempre. Lo que hemos hecho no se puede borrar, y algún día Kaia buscará respuestas. Cuando ese día llegue, recuerda esto: la verdad no siempre es un alivio. A veces, es una carga imposible de llevar."

Mis manos temblaban mientras sostenía la carta. Ryan la leyó por encima de mi hombro y frunció el ceño.

-Esto no es solo un misterio familiar, Kaia. Esto es mucho más grande. ¿Qué pudo haber hecho tu madre que requeriría esconder a alguien?

-No lo sé. Pero parece que yo soy parte de ese secreto, y ni siquiera me lo dijeron.

Ryan guardó la carta y la fotografía en su mochila.

-Tenemos que seguir investigando. Quizás Harper pueda darnos más información. Si no, tendremos que encontrar a tu abuela, cueste lo que cueste.

Asentí, sintiéndome atrapada entre el miedo y la determinación. Mientras salíamos de la bodega, no podía dejar de mirar la foto de la chica. ¿Quién era ella? ¿Por qué se parecía tanto a mí? Y, sobre todo, ¿Por qué mi madre había hecho todo lo posible por ocultarla?

Esa noche, mientras revisábamos los documentos en el hotel, encontramos un pequeño trozo de papel escondido entre las páginas de la carpeta. Era un pasaje manuscrito, sin contexto alguno:

"El rostro de Kaia es un eco de lo que perdimos. Un reflejo de la sangre que no podemos borrar."

El aire en la habitación se volvió más frío, y sentí un escalofrío recorrer mi espalda.

-Esto se está volviendo más oscuro de lo que imaginé -murmuró Ryan, su voz apenas un susurro.

Yo también lo sentía. El camino que habíamos tomado no solo estaba lleno de secretos, sino también de sombras que parecían alargarse con cada paso que dábamos.

Había algo más, algo que aún no entendía. Pero ahora sabía una cosa con certeza: no podía detenerme. Había alguien, en algún lugar, que tenía las respuestas. Y aunque me aterraba lo que podía descubrir, tenía que seguir adelante.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro