Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12-Al filo del peligro

El refugio improvisado donde nos llevaron era una cabaña oculta entre los árboles, su fachada de madera apenas visible en la oscuridad. Al entrar, noté que había un grupo diverso de personas, todos armados y vigilantes. La mujer que nos había ayudado antes se presentó como Mara. Su mirada era dura, pero no hostil, y su presencia emanaba autoridad.

—¿Quiénes son ustedes y por qué nos están ayudando? —pregunté, mi voz llena de la incertidumbre y el miedo que había estado intentando controlar.

—Somos parte de una resistencia —respondió Mara, sentándose en una silla frente a nosotros-Luchamos contra aquellos que intentan controlar y manipular a otros por sus propios intereses. Nos enteramos de su situación y sabíamos que necesitaban ayuda.

Nos miramos, tratando de asimilar la información.

—¿Por qué esos hombres nos secuestraron? —preguntó Ryan, su voz firme pero curiosa.

Mara suspiró, su expresión endureciéndose.

—Esos hombres forman parte de una organización peligrosa. Se especializan en obtener información confidencial y usarla para extorsionar a personas influyentes. Creemos que ustedes tienen algo que ellos quieren.

Mis pensamientos se dirigieron a los documentos que había encontrado en la oficina de mi padre. ¿Podría ser que todo esto estuviera conectado?

—Tenemos información que podría perjudicar a alguien muy poderoso —dije, mi voz temblando ligeramente—Pero no sabemos exactamente quién está detrás de todo esto.

Mara asintió, como si ya hubiera anticipado mi respuesta.

—Por ahora, necesitamos mantenerlos a salvo. Ustedes pueden ser la clave para desmantelar esta organización, pero primero debemos asegurarnos de que estén fuera de peligro.

Nos instalamos en la cabaña, agradecidos por el refugio, pero conscientes de que el peligro aún estaba presente. Esa noche la incertidumbre me mantuvo despierta, mis pensamientos girando en torno a lo que vendría después.

A la mañana siguiente, nos reunimos con Mara y su grupo para planificar nuestro próximo movimiento. Necesitábamos reunir más información y descubrir quién estaba detrás de todo esto.

—Tienen que estar preparados para cualquier cosa —dijo Mara, su tono serio—Esta gente no se detendrá ante nada para obtener lo que quieren.

Pasamos el día entrenando y planificando, aprendiendo a defendernos y a trabajar juntos. La confianza y el respeto crecieron entre nosotros, formando un vínculo basado en la supervivencia y la determinación.

Por la tarde, decidimos que debíamos regresar a la ciudad para obtener más información. Sabíamos que era arriesgado, pero no teníamos otra opción.

Esa noche, mientras nos preparábamos para partir, sentí una mano en mi hombro. Me giré para ver a Ryan, su expresión seria pero llena de determinación.

—Vamos a salir de esta —dijo, sus ojos encontrando los míos—Juntos.

Asentí, sintiendo una oleada de fuerza renovada. Sabía que, sin importar lo que sucediera, enfrentaríamos este desafío y podría ayudarme al plan de mi madre.

Salimos de la cabaña bajo el amparo de la noche, nuestros pasos silenciosos pero llenos de propósito. La oscuridad del bosque nos envolvía, pero la luz de nuestras decisiones y la esperanza de justicia guiaban nuestro camino.

El camino de regreso a la ciudad fue tenso y silencioso. Nos movíamos con cautela, conscientes de que cualquier movimiento en falso podría alertar a nuestros enemigos. Mara y su grupo nos escoltaron hasta las afueras, donde nos despidieron con palabras de aliento y promesas de apoyo futuro.

—Estén atentos y no duden en contactarnos si necesitan ayuda —dijo Mara, su mirada firme y llena de determinación.

Asentimos, agradecidos por su ayuda, y emprendimos el camino de regreso por nuestra cuenta. El viaje fue largo y agotador; cada sombra y ruido en el bosque nos hacía saltar. Finalmente, alcanzamos los límites de la ciudad. El familiar paisaje urbano brindaba una falsa sensación de seguridad.

Al llegar a mi casa, sentí una mezcla de alivio y temor. Sabía que tendría que enfrentar a mis padres y explicarles todo lo que había sucedido. Cuando entramos, la casa estaba en silencio, pero las luces estaban encendidas, indicio de que estaban despiertos.

—¿Están despiertos? —llamé, mi voz resonando en el pasillo vacío.

Mis padres aparecieron en la sala de estar, sus rostros llenos de confusión. Antes de que pudieran decir algo, tomé una respiración profunda y comencé a hablar.

—Necesitamos hablar. Hay algo muy importante que deben saber —dije, decidida.

Nos sentamos en el sofá, y comencé a contarles sobre el secuestro y la resistencia que nos había ayudado, omitiendo el descubrimiento de los documentos de mi padre. Esos eran un arma segura para planes futuros.

—No puedo creer que esto esté sucediendo —murmuró mi madre, su rostro pálido— ¿Por qué no nos dijiste nada antes?

—Salí anoche; no tenía idea de que las cosas tomarían este rumbo. Me acompañaba Ryan Ford, mi objetivo según el plan —añadí, midiendo mis palabras.

Mi padre finalmente habló, su voz baja pero firme.

—Hiciste lo correcto al venir a nosotros. Necesitamos asegurarnos de que todos nuestros documentos lleguen a las autoridades adecuadas. No podemos permitir que esa organización continúe con sus actividades.

Esa noche, nos reunimos en la cocina, discutiendo nuestro plan. Decidimos contactar a un amigo de la familia que trabajaba en la policía, alguien en quien sabíamos que podíamos confiar. Le habían estado pagando durante años.

Al día siguiente, tomamos todas las precauciones necesarias y nos reunimos con él en casa. Nuestro contacto nos recibió con seriedad y profesionalismo, prometiendo investigar y tomar medidas inmediatas. Nos sentamos juntos en la sala de estar, listos para enfrentar lo que viniera, con la firme convicción de que el poder estaba de nuestro lado.

Después de finalizar la reunión, sentí una mezcla de alivio y preocupación. Sabía que este era solo el primer paso y que quedaba mucho por hacer. Mientras todos se dispersaban, me quedé un momento en la sala, mirando fijamente la ventana. Mi mente estaba en otra parte, en la conversación que tendría más tarde con Ryan Ford.

Le envié un mensaje, pidiéndole que nos encontráramos en un pequeño café en las afueras de la ciudad, para lograr conversar sin interrupciones. Más tarde, cuando el sol comenzaba a ocultarse, llegué al café. El aire era fresco y había pocas personas en el lugar, lo que lo hacía perfecto para nuestra conversación. Me senté en una mesa cercana y visible, esperando a Ryan.

Pocos minutos después, lo vi entrar. Su figura alta y segura me recordó lo mucho que habíamos pasado juntos. Se acercó y se sentó frente a mí, sus ojos reflejando una seriedad que rara vez mostraba.

—Kaia —dijo, su voz baja y grave—Sabía que me llamarías. Necesitamos hablar de muchas cosas.

Asentí, tratando de ordenar mis pensamientos.

—Ryan, lo que sucedió anoche... no fue un accidente o casualidad.

—Lo sé, Kaia. He estado investigando por mi cuenta. Esa organización no es fácil de desmantelar. Pero si trabajamos juntos, podemos hacer algo.

Sentí un nudo en el estómago. Sabía que había cosas que no podía decirle, secretos que debía guardar a toda costa.

—Ryan, hay... cosas que no puedo compartir contigo. Es por tu seguridad. Pero necesito que confíes en mí.

Él frunció el ceño, evidentemente preocupado.

—Kaia, ¿Qué es lo que no puedes decirme? ¿Por qué no puedo saberlo?

Me mordí el labio, luchando contra el impulso de confesar todo.

—Es demasiado peligroso. Si supieras más, podrías estar en peligro también. Solo necesito que confíes en mí y que me ayudes a manejar esto de la mejor manera posible.

Ryan me miró con una mezcla de frustración y determinación.

—Kaia, no puedo ayudarte si no sé en qué estamos metidos. Necesito saber al menos algo. No puedo protegerte sin información.

—Sabrás los detalles en el momento adecuado.

Esa promesa, sellada en un café casi vacío al caer la noche, marcó el comienzo de una alianza que cambiaría nuestras vidas para siempre, aunque no todos los secretos se hubieran revelado aún.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro