Narra Elek

❈•≫────≪•◦ ❈ ◦•≫────≪•❈

Pasaron tres días, la tribu continuó con calma y con sus actividades habituales. Pero hubo algo extraño en Elizabeth, parecía más distante. Noté en la noche de ayer que ella estaba despierta llorando en plena oscuridad, además, ya no habla tanto como antes ni tiene interés por la magia de los Concédants, ahora permanece callada aunque solo la he visto hablar con ese Arthur, quien es el hombre lobo que se acomodó en este y lugar y que por mala suerte planea quedarse a vivir con su hermanita. Estoy tratando de ser comprensivo, pero su actitud arrogante me lo hace casi imposible, y ni hablar de su odio hacia los humanos, él es el responsable de que Elizabeth se vea decaída, desde el día en el que los escuché hablando en el bosque, ella cambió por completo, y ahora se ve triste...

Ahora que lo recuerdo ¿Dónde estará? No lo he visto desde la mañana y ya es tarde, solo es cuestión de horas para que la oscuridad de la noche se haga presente.

—Te noto muy pensativo ¿Ocurre algo? —la voz de Lumiére hizo que mis pensamientos se esfumen, nuestras miradas se encontraron y ella se percató al instante de la expresión que llevo en mi rostro. Frunció el ceño y se cruzó de brazos —. Te conozco, muchacho. Estuve contigo desde que eras pequeño y sé perfectamente que algo sucede, y si es algo preocupante, dime.

—Líder consejera, verás, siento que algo no anda bien con Elizabeth, últimamente ha...

—¡Escuchen todos! ¡Es urgente! —la voz de un hombre se alzó sobre la de nosotros, y llamó nuestra atención. Fui interrumpido por la inesperada aparición de un muchacho, que es perteneciente a nuestra tribu y es el que se encarga de asegurar el alrededor del lugar. Él puede atravesar la barrera que nos protege y asegurarse de que no haya cazadores humanos cerca, si los hay entonces nos alertará.

Su reacción no significa nada bueno y deduzco que lo más probable es que los humanos estén cerca con sus ballestas en manos. Trato de mantenerme tranquilo y opto por escuchar lo que tiene que decir.

—¿Qué pasa, Bastely? —le pregunta la líder a mi lado con un tono tranquilo para evitar asustar al resto.

—El... el sacerdote del pueblo ha sido asesinado —soltó él con la voz agitada.

Algunos exclamaron y otros simplemente se dieron la vuelta restándole importancia al asunto. No nos afecta si ese sacerdote murió o no, es un hombre perverso que recibe el respeto que no se merece, pero si murió, entonces el pueblo se ha vuelto un caos y eso no nos conviene.

—¿Y qué pasa con eso, Bastely? ¿Es algo de qué preocuparnos? Cuéntanos más en detalle? —Lumiére le pide información y este accede a contarnos. En ese momento, vi como Elizabeth se acerca por el camino de piedra que lleva hacia mi cabaña, viste de un largo vestido azul oscuro y trae en su cabello flores marchitas que quizás no ha cambiado durante estos últimos días.

—El sacerdote fue asesinado, y lo único que encontraron en su cuerpo eran arañazos profundos. La gente del pueblo se volvió loca y muchos hombres salieron armados a buscar al responsable el cual... deducen que es un hombre lobo —sus palabras nos asombraron a todos, incluso a Elizabeth.

—¿El sacerdote murió? —pregunta ella adentrándose en la conversación.

—Si, así es —le respondió el muchacho de nombre Bastely y la expresión de ella me dejó confundido, está tratando de contener una sonrisa pero creo que solo yo lo noté. Quizás el sacerdote también tuvo que ver con la muerte de sus padres.

Centrándome en lo ocurrido una idea llega a mi mente, pero antes de comentarle a la líder, Arthur aparece entre los arbustos y trae puesto una camisa de mangas largas junto con unos pantalones marrones. Se ve nervioso, y asustado visualizo una pequeña mancha de sangre en sus pantalones.

El enojo se me subió hasta la cabeza y apreté los puños conteniéndome.

—Escuchen con atención, vamos a usar nuestra magia para hacer invisible esta zona del bosque. Si los humanos nos descubren será nuestro fin —ordenó Lumiére y todos obedecieron. Muchos se alejaron para llegar al límite de nuestra tribu y así hacer nuestra barrera mucho más invisible y difícil de cruzar. Por otro lado, Lumiére, Arthur, Elizabeth y yo permanecimos aquí, mirándonos fijamente.

—¿Dónde estabas? Desapareciste en la mañana y no hubo rastro de ti —señalé a Arthur y fruncí mi ceño —. Algo me dice que eres culpable de lo sucedido en el pueblo.

Todos los presentes se sorprendieron ante mis palabras.

—Elek ¡No acuses sin pruebas! —me regañó la líder y cruzó los brazos sobre su pecho.

—Aunque ese señor haya muerto y haya arañazos en su cuerpo no quiere decir que el responsable sea un hombre lobo, esas personas son muy paranoicas. Elek, deja a Arthur en paz, sé que no te agrada pero no está bien que lo acuses de ese modo —intervino Elizabeth, también parece estar en desacuerdo conmigo, algo que me hirió bastante.

—Yo estoy muy seguro de mis palabras, hace unos días escuché a Arthur tratando de convencerte para que se vengaran de la gente que asesinó a tus padres y a su manada, además ¡Mira esa mancha de sangre en su pantalón! —ambas miraron su prenda y se percataron de ello, se miraron confundidas y permanecieron calladas por un momento.

—¿Alguien me puede explicar que está sucediendo aquí? ¿A qué se debe esta discusión? —la voz de mi padre se hace presente, a su lado, viene Tamiee, la hermana pequeña de Arthur.

—Bueno, es inútil ocultar la verdad —dijo él con una sonrisa formada en su rostro —. Asesiné a ese tipo porque se lo merecía.

—¡¿Cómo te atreves?! —le gritó mi padre.

Tamiee se asustó y tomó la mano de mi padre ocultando su mirada, es extraño, es como si le tuviera miedo a su propio hermano.

—¿En serio creyeron que me iba a quedar de brazos cruzados, después de que asesinaron a muchos seres inocentes? ¿Creyeron que sus palabras y sermones lograrían calmar el odio en mi interior? —sus ojos se llenaron de lágrimas pero parpadeó varias veces para alejarlas.

—Mira, yo sé que todo esto es muy difícil, pero la venganza no es el camino —le contestó mi padre guardando su enojo frente a lo que había hecho Arthur.

—Ya es muy tarde, lo hecho está hecho —luego de que esas palabras salieron de su boca, sus venas comenzaron a marcarse y estas se ven oscuras, sus ojos han perdido la poca esperanza que poseían y se han vuelto vacíos y llenos de rencor —. Hice un trato con un ser oscuro, él sí me entiende. No como ustedes, patéticos.

Se alejó de nosotros y de repente, su hermana pequeña salió corriendo tras de él y sostuvo su mano para detenerlo.

—No me dejes, hermanito. No quiero estar sola, yo te quiero y eres lo único que me queda —la niña sollozó y le suplicó que se quedara, acción que me rompió el corazón. Sin embargo, su hermano había desaparecido, y ahora solo queda un hombre frío y oscuro.

Este simplemente se desprende del agarre de su hermana con brusquedad y camina hacia Elizabeth. Me apresuré en llegar hacia él para evitar que se le acercara, pero logró susurrarle algo al oído que la dejó perpleja.

Arthur se convirtió en un lobo de pelaje negro y ojos con tonalidades rojas y simplemente se marchó ágilmente.

—¿Qué te dijo? —le exigí respuestas pero ella simplemente se fue. Quise seguirla pero Lumiére me lo impidió, me dijo que lo mejor era dejarla sola un momento, y que me encargara de la pequeña que se quedó llorando de rodillas en el suelo al ser abandonada por la única familia que le quedaba.

***

Al anochecer, todos los miembros de la tribu se reunieron alrededor de una fogata, y sus cantos y bailes llenaron el lugar de mucha alegría. Los niños juegan entre ellos y comen bandejas de sandías, la cual solo logramos cosechar de vez en cuando.

Visualizo a Bennet reunido con el resto de Concédants mientras hace sonar el arpa dorada, una sonrisa se dibuja en su rostro, y es lógico, a él le encantan las celebraciones habituales que realizamos en este lugar. Pero por otro lado, no logro ver a los líderes, quizás estén conversando respecto a lo ocurrido con Arthur esta tarde o simplemente están meditando en su zona tranquila.

—¿Has visto a Elizabeth? Sería genial que ella celebre con todos nosotros, pero no la he visto —me pregunta Scarlett acercándose al tronco en el que me encuentro sentado.

—Yo tampoco la he visto desde lo que ocurrió con Arthur —respondí en voz baja y me rasqué la cabeza pensativo —. Iré a buscarla.

Ella asintió con la cabeza y yo decidí ponerme de pie, me di la vuelta y avancé por el camino rocoso hasta que llegué a mi cabaña, subí las escaleras y al llegar arriba me percaté de que la puerta ha quedado abierta.

La abro lentamente y veo que el interior está completamente oscuro, las velas están apagadas.

—¿Elizabeth? ¿Estás ahí? La tribu está celebrando, si quieres puedes unirte —dije en voz alta pero nadie respondió.

Llegué a su habitación y me di cuenta de que ella no se encuentra allí, incluso, todo está hecho un desastre. Las sábanas de su cama están en el suelo y su armario permanece completamente vacío, las prendas de vestir que le regaló Scarlett ya no están.

Comienzo a asustarme y confundido di un paso al frente, mi corazón comienza a palpitar rápido y los nervios me invaden ¿Dónde está? ¿A dónde se fue?

Encendí una de las velas y pude ver que sobre la cama destendida, se encuentra un pequeño trozo de papel. Lo tomé y lo leí en voz alta " Lo siento, y agradezco por haberme cuidado estos días. Sé que lo que haré está mal, pero no puedo quedarme sin hacer nada mientras esa gente acaba con la vida de personas inocentes y destruye familias, como la mía"

—No puede ser... Esto no es cierto ¿Elizabeth que has hecho? —negué con la cabeza y arrugué el papel en mis manos con enojo. Simplemente salí corriendo del lugar lo más rápido que pude, bajé las escaleras con prisa y después de unos minutos llegué hacia el lugar en donde todos celebran.

—Elek ¿pasa algo? —me pregunta mi hermano al ver lo agitado que estaba.

Comencé a llorar y todos en la tribu se percataron de ello, dejaron de celebrar y se acercaron a mí para preguntarme sobre lo que había ocurrido.

No pude formular palabras, un nudo se ha formado en mi garganta. Solo le entregué el papel arrugado a mi hermano y este lo leyó en voz alta. Al mismo tiempo, los líderes aparecieron y Aleksei les informó lo que pasaba, les dijo que Elizabeth se marchó de la tribu.

—Lastimosamente, Elizabeth ha tomado una decisión para nada buena, se dejó corromper —dijo mi padre Kadey y se arrodilló en el suelo devastado por la noticia.

—Elizabeth va a vengarse —dijo mi hermano con enojo.

Lo que temía, se ha hecho realidad. Elizabeth ha tomado el camino incorrecto, pero no puedo rendirme, debo encontrarla y ayudarla, quiero salvarla del destino tan terrible que sucederá si ella acepta un trato con ese ser oscuro. Pero desafortunadamente, el ser oscuro que la ha elegido es uno poderoso, y será difícil vencerlo.

❈•≫────≪•◦ ❈ ◦•≫────≪•❈