Narra Elizabeth

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Fui llevada a la profundidad del bosque, la oscuridad se apodera de él y debido a la escasa luz de la luna puedo observar la silueta de los árboles, que por alguna extraña razón, producen crujidos, como si fueran huesos rompiéndose.

Todo bajo mis pies comienza a temblar, trato de mantener el equilibrio pero es imposible, por lo que solo caigo de espaldas contra el suelo. Estando allí, siento una presencia extraña, y al alzar mi mirada un poco veo como de la oscuridad se reflejan unos intensos e intimidantes ojos rojos.

Grito y trato de alejarme pero unas manos negras emergen de la tierra y sujetan mis pies con fuerza, provocando un fuerte dolor en mis tobillos.

—Todo es culpa de esa gente, Elizabeth —la voz de mi madre me sorprende. Y de la nada han salido llamas ardientes, el fuego me está rodeando y se propaga por los árboles. Escucho gritos pidiendo ayuda a la lejanía. Miro a todos lados tratando de localizarla pero lo único que puedo ver es un bosque tupido incendiándose rápidamente.

—Ellos acabaron con nuestras vidas y te trajeron desgracia. Tienes que hacer algo, pequeña —escucho la voz de mi padre, se oye cercana, pero sin embargo no hay nadie a mi lado.

Los gritos se intensificaron y supe al instante que eran las súplicas de mis padres. Me rogaban que les ayudara y que castigara a las personas que les hicieron eso. El fuego se apoderó de mí vestido y comenzó a incendiarse de inmediato, sentí como el fuego quemaba mi piel y comencé a maldecir y a gritar aterrada hasta que...

Me despierto sobresaltada, mi corazón late con fuerza ante semejante pesadilla y el sudor a llenado mi cuerpo provocandome calor sofocante. Soy consciente de que solo se trató de un mal sueño, pero todo se sintió tan real, y fue horrible.

Siento un ardor muy fuerte en mis tobillos, tiro la cobija a un lado y levanto un poco mi vestido para observar qué es lo que me está molestando, al hacerlo noto que esa zona se ha tornado de un leve color rojizo, como si algo o alguien me hubiese lastimado y de inmediato recordé que en la pesadilla alguien agarró mis pies con fuerza.

Negué con la cabeza y me aferré a la idea de que quizás es algo normal y simplemente me levanté de la cama tambaleante, pero sin embargo no logré mantener mi equilibrio y caí contra el suelo haciendo sonar la madera bajo mis pies.

La puerta de la habitación se abrió casi al instante y Elek junto a su hermano mayor entraron con rapidez, al verme se asustaron.

—Oh Elizabeth ¿Te lastimaste? —Elek me ayudó a levantarme y le agradecí en voz baja —. ¿Qué ha pasado?

—No es nada grave. Solo me caí de la cama —le respondí con nerviosismo.

—¿Y cómo te sientes? Estuviste inconsciente toda la noche y ya es medio día —me dice Aleksei con expresión seria, y se cruza de brazos. Algo no anda bien...

—Estoy excelente, enserio. Fue como haberme quedado dormida y no sentí dolor en absoluto... Entonces, esto quiere decir que ¿soy bruja?

Tras el ritual quedé completamente perdida, todo se volvió oscuro hasta que sucedió la pesadilla. No recuerdo totalmente lo ocurrido, se que la tribu cantaba armoniosamente a mi alrededor y los líderes se transformaron en hermosos ciervos blancos que desprendían una luz radiante y acogedora. Pero es lo único que recuerdo y no siento ningún cambio significativo en mí.

—Quizás eres una bruja, pero espero que la magia no haga efecto en ti y que ni mucho menos te otorgue habilidades mágicas —Aleksei me fulmina con la mirada y se cruza de brazos dejándome totalmente perpleja ante su comentario.

—¡Aleksei, ya callate! —intervino Elek con enojo y dirigió su mirada hacia mi muñeca. Su expresión pasó de ser una de enojo a una que reflejó su tristeza al instante.

Al levantar mi muñeca y verme vi una especie de rasguño, alrededor de la herida solo hay sangre seca. Como si esta no fuese reciente.

—¿Qué pasó en el ritual? ¡Quiero que me lo digan todo! —exclamo entrando en pánico.

—Lamento decirte esto, pero las cosas no salieron tan bien como todos deseábamos. En el ritual tu...

—Ella no tiene porque saberlo aún, las sombras la acecharan y estoy seguro de que ella aceptará. Mejor esperemos la indicación de nuestra líder consejera —lo interrumpió Aleksei.

Su forma de actuar me está haciendo enojar demasiado, pero me contengo, no quiero causar problemas.

—Mi hermano y yo debemos reunirnos con los líderes, por favor quédate aquí. Y lamento mucho por como actuó él. Está enojado —me dijo Elek, también se está conteniendo —. Te lo diremos todo, lo prometo. Y ya sabemos que tuviste una pesadilla, tus tobillos lo dicen todo. Pero por favor, no te asustes.

Me asombré ante sus palabras y los dos se marcharon de la habitación. Poco a poco comienzo a alarmarme por esta compleja situación, simplemente no se lo que ocurre ni mucho menos comprendo por que quieren ocultarlo ¿Qué me está sucediendo? ¡Necesito saberlo todo!

Espero unos segundos luego de que escucha la puerta de la entrada abrirse y cerrarse, lo que me indica que ambos ya han salido de la cabaña. Me retiro de la habitación y salgo de este lugar cautelosamente para evitar ser vista por ellos. Bajo los peldaños rápidamente y los veo cruzar por unos arbustos hacia una dirección desconocida.

Corro, siguiendolos, pero al mismo tiempo me siento incomoda por que todos en la tribu me miran con terror, y muchos tratan de alejarse como si yo fuese un monstruo. Los nervios me invaden pero aún así decido avanzar para descubrir por mi cuenta lo que está pasando.

Los dos se detuvieron en la zona de los líderes, la cual se ubica en medio del bosque apartado del resto de hogares, mucha maleza rodea el lugar brindando privacidad y una hermosa quebrada se encuentra en este lugar. Me escondo tras unos arbustos y observo como Elek y su hermano se acercan al lugar, reuniéndose con su padre y con la líder consejera. También se ha unido a este encuentro el señor Bennet, quien viste de prendas coloridas como lo es habitual en él, pero aunque se vista de colores alegres su expresión demuestra todo lo contrario, parece preocupado.

—Tenemos que buscar una solución urgente, y que no la perjudique —Lumiére rompió el silencio y se sentó en una piedra al lado de la quebrada mientras enroscaba un mechón de su cabello y permanecía pensativa.

—Es inutil, ya la están acechando. Incluso tuvo un lazo con el ser oscuro por medio de una pesadilla —respondió Aleksei y se tocó la frente con preocupación.

Trato de mantenerme calmada ante sus palabras, pero la incertidumbre y la confusión me están haciendo añicos. Realmente quiero saber lo que pasa, no quiero que lo sigan ocultando. Me encuentro arrodillada alzando un poco la mirada entre los arbustos para analizar la situación, pero lo que me encuentro son solo rostros perturbados.

—Los seres oscuros se han escondido durante mucho tiempo, el hecho de que hayan aparecido justo cuando Elizabeth fue convertida en bruja solo significa que ella tiene potencial. Lo más probable es que un ser poderoso la haya elegido y no se rendirá hasta conseguir lo que quiere —menciona el líder Kadey y se toca la frente con preocupación.

—No importa si un ser poderoso la escogió, aún así debemos hacer lo posible para ayudarla, debemos liberar su alma oscura sin tener que... sin tener que —Elek deja su frase a medio camino y contiene sus lágrimas.

—Muchacho, aquí nadie está diciendo que no la va a ayudar. Obvio haremos todo lo posible para evitar que esa desgracia suceda, pero debemos admitir que esto se nos está saliendo de las manos... Y aunque nos duela, liberar su alma oscura es lo mejor —le respondió Lumiére y suspiró.i

—La primera etapa de esos entes es por medio de pesadillas, la forma más eficaz para vencerlos es con amor, o al menos puedo crear una poción para la chica, de esa forma alejará los pensamientos negativos y el odio que habita en su ser —interviene Bennet brindando una posible solución.

Siento que todo esto es inutil, hablan acerca de una maldad que se me aproxima, quieren que me convierta en una mujer bondadosa a toda costa pero... ¿cómo es posible perdonar a las personas que se llevaron lo que más amaba en este mundo? Ahora perdonar se ha vuelto una tarea difícil, y durante el tiempo que me he quedado en esta tribu he sabido ocultar mi dolor, pero siento que pronto detonará un lado oscuro de mí que no había conocido nunca. y siendo sincera, estoy preparada para ello.

—En esa muchacha no hay tal cosa como primera etapa, nunca antes un demonio ha elegido de esa forma a su víctima, ella ya está marcada, y su odio es más grande que cualquier cosa —ataca Aleksei —. Estoy más que seguro que ella cederá a...

—¿Qué haces ahí, Elizabeth? —la voz de una chica interrumpe la conversación y así mismo, hace que me descubran.

Giro la mirada y me encuentro con Scarlett tras de mí, su ceño fruncido me deja en claro su descontento. Ahora todos han descubierto que estoy aquí escondida.

Incomoda, me levanto del suelo saliendo de mi escondite y todas las miradas se posan sobre mí, no me queda otra opción que agachar mi vista ante semejante situación.

—Vaya, ahora resulta que nos está espiando ¿Por qué desobedeciste? ¡Te ordenamos que te quedaras en la cabaña! —me regañó Aleksei abruptamente, se encuentra muy enojado.

—¡Basta de una vez! ¡No son formas de tratarla! —lo reprendió la líder.

El coraje se me subió hasta la cabeza, estoy harta de contener mi enojo.

—¡Quiero que me lo digan todo de una vez! Estoy cansada de esta incertidumbre que me invade, quiero respuestas a todo lo que me sucede. ¡Hablen o me largo de esta tribu! —dejo salir todo mi enojo, mi respiración se acelera y una horda de calor me hace sentir aún más desesperada de lo que estoy..

Mi respuesta los dejó casi boquiabiertos y por un instante se quedaron en silencio compartiendo miradas incomodas..

—Querida, por favor no te preocupes, nosotros lo solucionaremos todo. Lo que sucede ahora será difícil de comprender para ti —me dijo Lumiére y se acercó a mí, tomó mi mano y forzó una sonrisa.

—Mentirme así no servirá de nada —negué con la cabeza y mis ojos se llenaron de lágrimas.

—¿Realmente quieres saberlo?

—Si.

—Se necesita un equilibrio entre el bien y el mal en este mundo. Nuestra especie se inclina al lado del bien, pero por supuesto hay quienes se inclinan al lado contrario. Esos son los seres oscuros —me explica decidida a decirme la verdad aunque Kade y su hijo mayor no estuviesen de acuerdo —. Los seres o demonios oscuros tratan de corromper a los humanos para de esa forma esparcir el mal y gobernar el mundo a su antojo, pero nosotros los Concédants hemos tratado de evitarlo a toda costa. Hace mucho tiempo quisieron manejar a las personas a su antojo, pero se dieron cuenta de que los humanos eran débiles, por lo que decidieron acechar a presas poderosas, como lo son las criaturas mágicas, así como tú recientemente.

—Lo que no entendemos es por que te eligieron justo cuando obtuviste habilidades poderosas. Eso nos da a entender que ellos saben que tienes potencial y si es así, algo malo podría pasar —agregó el señor Bennet —. Suelen iniciar con pesadillas, luego comienzan a mostrar su forma física a la víctima, pero nunca antes esas sombras habían acechado a alguien como lo están haciendo contigo. Eso quiere decir que guardas mucho odio en tu corazón por lo sucedido con tus padres.

—¿Y co-como se puede evitar eso? —tartamudeé.

—La única forma es que no te dejes corromper, te perseguirán en tus sueños e incluso cuando estés despierta. No te dejarán en paz hasta que los dejes apoderarse de tu alma. También fui acechada por ellos pero no me dejé llevar por mi rencor —dijo Scarlett y tomó mi brazo como forma de consuelo.

—¿Están bromeando? ¿Por qué no me dijeron eso antes de convertirme en bruja? ¡Simplemente no lo entiendo! —exclamo con enojo y me libero del agarre de Scarlett —. ¿Como pueden hablarme de perdonar y ser bondadosa cuando por dentro estoy sufriendo?

Me aparté de ellos y comencé a correr alejándome de ese lugar, las lágrimas se desprenden de mis ojos y el enojo aún sigue ahí, evitando claridad de mi parte por lo que estoy enfrentando.

—¡Elizabeth, espera! —gritó Elek tras de mí. Vi de reojo como me seguía, corre con la intención de alcanzarme.

Llegó y agarró mi brazo, jaló de este obligándome a dar la vuelta y al hacerlo me abrazó.

—No te asustes, por favor. Todo va a estar bien.

Lloro sobre su hombro y me percato de que estamos en medio del bosque, totalmente alejados de la tribu.

—Lo siento... Estoy asustada.

—Lo sé, yo también lo estoy.

Permanecimos un momento así hasta que de un momento a otro escuchamos gritos de auxilio provenientes de la tribu. Se escuchan aullidos a lo lejos.

Elek dejó de abrazarme y miró a su alrededor inquieto.

—Debemos volver, algo sucede —me dijo y tomó mi mano —. Quiero que por el momento no te atormentes con lo que está pasando, encontraremos una salida al mal que te persigue ¿está bien?

Asentí con la cabeza y jaló de mi brazo llevándome de vuelta a la tribu. Sus pasos son rápidos, sin duda está asustado por lo que sea que está ocurriendo allá. Se escucharon gritos ¿Que estará pasando?

Traté de seguirle el paso pero tuve que detenerme tras sentir que algo sujeta mis pies, agarro fuertemente su mano e hice que se girara a verme con una expresión de confusión en su rostro.

—¿Qué pasa? Debemos seguir caminando, tengo que ayudar a mi tribu.

Se escucharon las órdenes de Kadey, exigiendo a toda la tribu reunirse para ayudar.

—Es que... siento que... algo sujeta mis pi-pies —tartamudeé.

Agacho la mirada y sus ojos se abrieron con sorpresa.

De repente fui lanzada al suelo bruscamente soltando su mano, grito aterrada mientras que un extraño ente comienza a arrastrarme a la profundidad del bosque.

—¡Elizabeth! ¡Noo! —gritó Elek atemorizado y corrió tras de mí pero simplemente desapareció de mi vista.

Comencé a ser golpeada por las piedras y ramas del suelo, y escucho risas tormentosas a mi alrededor, trato de liberarme pero no tengo forma de hacerlo ya que simplemente lo que sea que me esté haciendo esto es mucho más poderoso que yo.

No tardó tanto en dejarme de arrastrar por el suelo, me dejó en una zona completamente desconocida y lo más extraño de todo es que la luz del sol ha desaparecido, ahora está oscuro y la luna se posa en el cielo ¿Cómo es esto posible? El día se desvaneció como si nada, y la noche ha hecho presencia de inmediato, la luna está enrojecida y aunque el cielo está despejado no logro ver ninguna estrella.

Quise tranquilizarme y me levanté del suelo, pero frente a mí apareció una criatura oscura y de aspecto aterrador...

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