Narra Elek

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Durante el resto del día, Elizabeth se quedó con la líder Lumiére y Scarlett mientras la preparaban para recibir el ritual, yo por otro lado, comencé a vestirme para la ocasión. Me puse un taparrabos de hojas y dejé mi pecho al descubierto ya que esta es nuestra vestimenta de verano y la usamos para el ritual.

Toda la tribu está emocionada, una sonrisa se dibuja en cada uno de sus rostros y de la misma manera se han puesto sus vestimentas hechas de naturaleza, los hombres poseen taparrabos o pantalones y las mujeres largos vestidos verdes con flores decorando sus cabello grises.

Varios niños juguetean alrededor del lugar y la mayoría comienzan a reunirse en la zona en que se llevará a cabo el ritual. Ya está anocheciendo, por lo que es momento de iniciar con esta mágica escena que cambiará por completo la vida de la muchacha.

—¿Dónde se encuentra la hija de Diana? —la voz de mi hermano hace presencia en el lugar y al girar mi cabeza lo veo acercándose a mí.

—Está con Lumiére y la joven bruja, ellas la están ayudando a prepararse —le respondo.

Su expresión no se ve para nada tranquila, tiene el ceño fruncido y se ve muy pensativo.

—¿Pasa algo, hermano?

—Mira, Elek. Hay algo que me genera inseguridad, considero que Elizabeth Lassarre no se halla estable emocionalmente como para ser convertida en bruja... Tú sabes a lo que me refiero, el miedo no me deja en paz, es probable que los seres oscuros se aprovechen de su corazón devastado —me dijo y miró a todos lados, realmente se ve muy nervioso.

Pienso seriamente en sus palabras y aunque provoca incertidumbre en mí, trato de evitar pensamientos negativos. Este momento debe ser especial para la muchacha, y estoy seguro de que ella no se dejará corromper.

—Ella es una buena chica, así que no te preocupes, con el tiempo sanará sus heridas.

Mi respuesta no calmó su miedo y me miró confundido negando con la cabeza, quiso irse, pero una melodía armoniosa proveniente del arpa dorada de la tribu comenzó a sonar como señal de que la magia está a punto de iniciar. Aleksei permaneció a mi lado, ya que es obligación ser parte de esto.

Muchos de nosotros comenzamos a posicionarnos alrededor de una piedra, nos estamos amontonando ya que somos una tribu grande, varios comenzaron a cantar al unísono nuestra canción concediana, la cual entona bellas frases en francés y llama a los espíritus del bien.

Elizabeth apareció a la vista de todos y va de la mano con Lumiére. quien es mucho más baja que la joven, más atrás, camina Scarlett y el señor Bennet quienes se unieron al resto de la multitud para presenciar el ritual.

Luces doradas comenzaron a emerger del suelo y se apegaban al vestido blanco de Elizabeth, situación que la hizo ver reluciente ante nuestras miradas, y aunque se ve asustada, lucha por mantener la calma.

—Creeme, algo no saldrá bien esta noche —comentó Aleksei a mi lado, sin embargo, no presté atención y seguí apreciando a la chica.

La mirada de ella se encontró con la mía, pareciera que quiere salir corriendo del lugar, aún así forzó una sonrisa y miró todo su alrededor insegura. El resto de Concédants no paran de cantar nuestra bella canción y muchos han comenzado a bailar alrededor de la piedra en la que Lumiére ubicó a Elizabeth, haciendo que se arrodillara.

Aunque el bosque es tupido y no se alcanza a ver el cielo, mágicamente, las ramas se separaron dando espacio a la luz de la Luna, que impactó únicamente a la piedra en la que Elizabeth espera temerosa para ser convertida en bruja.

Le hice un corazón con mis manos y ella contuvo la risa, realmente espero que esto salga bien y lo que teme mi hermano no se convierta en una realidad...

Mi padre Kadey se acercó de la mano con la líder consejera, los dos se colocaron frente a Elizabeth y con una sonrisa dejaron que una luz reluciente los rodeara y desapareciera por completo sus figuras humanas, dejando únicamente, a dos ciervos blancos.

—¿Co-como hacen e-eso? —titubea Elizabeth y con lentitud acerca su mano al hocico de mi padre, quien con su magia de Concédants, se ha convertido en un hermoso ciervo blanco.

Una mujer se acercó a Elizabeth y la tomó de la mano invitando a que respire profundamente y con tranquilidad, a lo que ella obedeció sin dudarlo.

De ambos ciervos brotó una luz extremadamente brillante, lo que me obligó a apartar la mirada de ellos, ese es nuestro lazo otorgador y solo los líderes de la tribu pueden usarlo convertidos en ciervos. Aquel lazo viaja a la mente y al corazón del nuevo poseedor de la magia, en este caso, Elizabeth.

Cuando todo volvió a la normalidad, noto que ella se encuentra perdida, como si estuviera mareada. Quizás fue por esa fuerte luz, o por que la magia le ha sido transmitida.

—Descansa, pequeña... Nuestra magia ahora habita en ti —le dijo la mujer y sostuvo su cabeza, hasta que repentinamente Elizabeth se desmayó.

—¡Cuidado! —Grita alguien atemorizado. De repente, una potente rafaga de viento impactó contra nosotros haciendo caer a la mayoría, por suerte me sostuve del brazo de Aleksei, quien con fuerza luchó para mantenerse de pie. La Luna se escabulle entre las nubes y las luces doradas que decoraban el lugar se esfumaron de la nada.

—¡¿Qué está pasando?! —preguntan varios confundidos y se levantan tras haber finalizado esa brisa misteriosa.

Nuestros líderes retoman su forma humana y lo primero que veo es que una expresión de horror se ha formado en sus rostros. Mi padre, observa confundido a Elizabeth, quien reposa sobre la piedra inconsciente.

—¡Esto es obra de los seres oscuros! —exclamó mi hermano con enojo.

Muchos emitieron sonidos de asombro y temor. Hace años no tenemos un encuentro con los seres oscuros... Mi piel se erizó y de igual forma, el miedo se apoderó de mí.

—No se alarmen, quizás ha pasado otra cosa, no nos apresuremos con las suposiciones —mi padre Kadey trató de tranquilizar a la tribu y fulminó a Aleksei con la mirada por haber desatado el caos con sus pocas pero muy significantes palabras.

Muchos huyeron despavoridos hacia sus hogares dejándonos solo a Scarlett, los líderes, mi hermano, yo y la pobre Elizabeth quien ha quedado inconsciente sin saber lo que ha pasado.

—Elizabeth... —murmuro su nombre y las lágrimas llenan mis ojos, desde aquí puedo ver como la sangre se desprende de su muñeca. Corro hacia ella dejando que mis lágrimas rueden por mis mejillas —. No... esto no puede estar pasando...

Todos se percatan de su herida y se acercan a ella con preocupación mientras que sostengo su cabeza y acaricio su suave mejilla.

Aleksei alza su mano analizando la herida.

—¿En qué momento se lastimó así? —preguntó Scarlett con las manos temblorosas.

—Lo siento, Kadey. Pero tu hijo tiene razón, todo lo que acaba de pasar fue por la presencia de los seres oscuros en este lugar, esa es la razón por la que nuestra magia se desvaneció al instante. La herida que tiene nuestra querida Elizabeth es una marca... La han elegido —las palabras de Lumiére fueron como puñaladas en mi corazón y comencé a llorar más fuerte, negándome a la idea.

—Pero, acabamos de convertirla en bruja. Eso empeora las cosas —dijo mi padre y se tocó la frente con preocupación, dejó caer el bastón y se arrodilló en el suelo sin aún creer lo que va a suceder con la hija de Diana.

Me aferro al cuerpo de ella y siento su respiración en mi cuello. No importa lo que pase, yo me quedaré a su lado.

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