"¿Qué pasa cuando se abrazan el Amor y la Muerte?

¿Se muere el amor, o se enamora la Muerte?

Tal vez la Muerte moriría enamorada y el Amor amaría hasta la Muerte..."

Siempre será un misterio si la muerte algún día conoció el amor, pero solo la muerte conoce esa historia.

eran años difíciles para la joven protagonista de esta particular historia, su vida era un chiste y no precisamente uno gracioso pues era bien sabido que la vida de la fémina estaba envuelta de tragedia, parecía algo de todos los días. ahora la joven se encontraba hospitalizada y sola, su familia más cercana estaba muerta o simplemente se habían alejado con el tiempo; la desahuciada joven estaba recostada sobre una fría camilla mientras que el hospital la acompañaba con su tundra temperatura, estaba diagnosticada con un cáncer agresivo del cual necesitaría un milagro para salir de él.

su tan desalentador diagnostico solo la mantenía triste, ya que al estar sola y con una probabilidad de sobrevivir baja solamente planteaba un escenario gris y tormentoso, pero lo que no sabía era que uno de los dioses de la muerte esperaba ansioso el fallecimiento de la fémina, estaba tan seguro de su victoria que ni siquiera se molestaba en revisar su estado ya que sabía que era deplorable, decidió trabajar un poco para ''matar'' el tiempo; por lo que cobro la vida de todos aquellos que ya era su tiempo de perecer, claro que el proceso no era amable pues estaba encargado de llevarse aquellas almas cortas de bondad; mientras terminaba de cosechar la última alma decidió darle un vistazo a su próxima ''victima'', la cual solo necesitaba un poco de tiempo para estar totalmente débil y enferma.

el soberbio dios no hacía más que sonreír ante su inminente victoria, pero lo que no contaba era que al estar en aquella habitación la joven pudiese verlo; la joven quedo estupefacta, anonadada, pero no lucho ante lo inminente así que simplemente espero a que aquel dios de la muerte se la llevara al eterno descanso.

- así que la muerte me ha honrado con su visita, a que se debe el placer?

ahora era el dios quien había quedado estupefacto, pues no esperaba en lo absoluto que una humana a pocos meses de morir pudiese verlo e incluso tener el valor y la serenidad de hablarle, como si de un amigo cualquiera se tratase. la joven solo volteo la vista hacia la divinidad y le dio una cálida sonrisa a la inmutada facción del dios, el cual en su interior realmente había quedado en shock.

-no esperaba que una humana pudiese verme con esa facilidad, pero creo que lo entiendo; estas a un suspiro de morir, supongo que la vida quiso darte el honor de ver a tu verdugo~...

dijo mientras se mofaba del estado de la joven, se acercó aún más a ella quedando solo a medio metro de la camilla, tenía una sonrisa burlona en su cara que parecía imposible de quitarle.

-solamente llévame de una vez, te estoy dando demasiada diversión, más de la que te mereces muerte.

-por favor señorita, dígame Reaper, soy el dios de la muerte. No solo la vulgar ''muerte''

musito un poco molesto el dios, mientras hacia una ligera reverencia ante su próxima víctima, el realmente tenía la ilusión de quitarle la vida y su sufrimiento a la joven, pero aun no era su tiempo, lo que significaba que su diversión duraría más de lo que él quisiera o necesitara.

-lastimosamente no puedo simplemente llevarte porque si, aun no es tu tiempo humano. solamente estoy aquí para deleitarme con tu deplorable estado

fue ahí cuando la ahora molesta joven quiso protestar, pero sabía que no valía la pena pelear con un dios que solo la desalentaba al saber que estaba ahí, solo para anunciar su pronto fallecimiento; desvió la mirada de aquel supuesto dios y solo se limitó a observar nuevamente y como de costumbre a la máquina que la mantenía con vida, pero en un agonizante sufrimiento.

El dios solo se limitó a ver de manera ofendida a la joven, pues ella simplemente había girado la vista como si nada, dando a notar que realmente no le tenía el mínimo respeto a aquel dios, fue ahí cuando el dios carraspeo un poco para llamar la atención de la joven.

-disculpa, pero aun soy un dios al que debes respetar, humana ingrata. en fin, si tu situación desalentadora no te es suficiente te advierto que tienes de vida solo-

-6 meses?, ¿si ya escuché eso Reaper, y sabes? no me molesta en absoluto saberlo. solo me molesta que el tiempo de espera sea tan largo...

la respuesta tan natural de la joven sin duda dejo estupefacto al dios, pues generalmente las personas en esos casos solían estar profundamente tristes o rogaban por no morir, en cambio ella solamente estaba ahí, inamovible incluso inmutada ante la noticia, después de todo no tenía nada que perder ni algo por lo que luchar así que simplemente acepto su destino; morir lenta y dolorosamente.

ante aquello el dios no dijo nada más y simplemente se retiró de aquel hospital dejando completamente sola a aquella enferma joven; para el dios era un caso intrigante más no novedoso, pues si bien había millones de personas igual de desahuciadas, en el fondo todas deseaban vivir, pero ella no. Sus esperanzas no existían y solamente esperaba con ansias el resultado, que era finalmente fallecer. siguió cumpliendo su labor hasta que finalmente era un día nuevo, planeaba volver a hablar con aquella intrigante humana así que termino su trabajo como era debido para tener algo de tiempo libre con ella.

(...)

pasaron los meses, y el lazo de ambos cada vez era más y más estrecho que nunca, no compartían gustos del todo pero sin duda podían congeniar y convivir de manera amena entre ambos, eso ayudaba a que los días de la joven no fueran tan deprimentes o bien solitarios, pues casi siempre tenía la visita del dios de la muerte, hablaban durante horas de cualquier cosa; siempre el tema principal eran las ''aventuras'' del dios, el cual le hablo de los demás dioses y cómo funcionaba su trabajo, la joven estaba totalmente asombrada ante aquella información y no era para menos pues cualquiera lo estaría.

habían pasado 5 meses los cuales la joven disfruto al máximo con la presencia del dios, si bien su estado de salud jamás mejoro al menos sus últimos días no eran tan solitarios, y no solo era su lazo de amistad lo que se fortaleció si no aquel detestable sentimiento para ambos, el amor.

lo negaban rotundamente, pero era más que obvio que ambos finalmente sentían algo por el otro, pero ambos olvidaban que solo tenían un mes para consolidar todo o simplemente dejar perecer los sentimientos.

era un día nuevo y la joven estaba como de costumbre siendo revisada por los médicos del lugar, además que se le era suministrado el medicamento experimental con el que esperanzaban no falleciera, pero parecía no surgir efecto en absoluto; finalmente cuando estuvo sola aquel dios hizo presencia.

-valla niña, parece que esta vez realmente se tomaron su tiempo para hacerte los chequeos rutinarios, dime sigue empeorando, ¿no?

-buenos días Reaper, y sí. me duele aceptarlo, pero el resultado es el mismo, ahora solo tengo un mes de vida heh...que rápido pasa el tiempo no crees?

menciono con una débil sonrisa, estaba totalmente demacrada por el poco descanso y el sufrimiento aparentemente eterno que padecía a cada segundo de su existencia, mientras ella le daba una cálida sonrisa el rostro antes burlón del dios ahora estaba afligido, no soportaba la idea de perder a su única amiga además de ser a la primera mujer que logro derretir su fría alma con su característica calidez, la joven no entendía el por qué el dios estaba tan afligido con aquello si apenas hace unos meses parecía alegre con aquella noticia, el día continuo con normalidad hasta caer la noche donde yacía una joven adormilada en la fría camilla del hospital, el dios estaba solo a unos centímetros de la camilla mientras admiraba el cansado rostro de la joven, un ligero rubor celeste hacia acto de presencia en los pómulos del dios perdidamente enamorado de una mortal.

-te detesto humana. Por tu culpa me enamore de ti y ahora tengo que vivir con mi conciencia atormentada sabiendo que solo tienes un maldito mes de vida, te odio porque eres la única que a pesar de mi trabajo no me teme, que aun sabiendo mis pecados no me juzgas...y a pesar de que en un inicio te quería muerta sigues dándome sonrisas cálidas

pequeñas lagrimas traicioneras salían de las vacías cuencas del dios, estaba totalmente destrozado sabiendo que solo tenía un mes para disfrutar junto a su primer y único amor, estaba por marcharse hasta que la voz débil de la joven llamo al dios.

-Reaper?... ¿es cierto lo que dijiste, estás enamorado de mí?

-así es niña...me atrapaste heh, disculpa si te desperté, pero sí, estoy enamorado de ti y no soporto la idea de que solo tengas un mes de vida...

-pero si hace 4 meses estabas feliz por eso, por qué cambio?

-por qué eres la única que me aprecia tal y como soy, y es algo que realmente aprecio humana...

-Reaper yo...también me gustas, no lo quería decir pues sentí que no era necesario o temía que dijeras que no y me dejaras pudrirme sola en esta camilla

el dios sin duda estaba sorprendido de las palabras de la joven, pero aun así intento comprenderla, hizo aparecer en su mano una rosa la cual al más mínimo roce con la mano del dios se marchito, pero eso no evito que el dios llevara cabo su plan, poso a la rosa marchita en su boca y después en la de la joven y la puso en su pecho, era un tierno beso indirecto pues si la tocaba la mataría al instante.

la joven humana rio ante el dulce acto de la deidad, mientras que él estaba explotando de la vergüenza.

(29 días...)

por fin se cumpliría el último día de su mes de vida, la joven estaba como de costumbre en su camilla descansando en espera de su amado. pasaron las horas y él no se presentaba así que supuso que estaba ocupado y nada más.

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la joven había pasado las últimas horas sufriendo e intentando aguantar hasta ver a su amado, perdía las fuerzas y la conciencia mientras el medicamento suministrado hacia efecto en ella, la luz de la luna se filtraba por una pequeña ventanilla en la habitación obscura y fue ahí cuando el apareció, estaba su rostro envuelto en lágrimas y su rostro afligido, se arrodillo frente a la camilla mientras veía como lentamente su amada se desvanecía.

-R-Reaper...si viniste, te echaba de menos heh... pensé que no aparecerías jamás...

-perdóname, por favor...no soportaba la idea de que hoy es tu ultimo día, intenté venir horas antes, pero fui muy cobarde para siquiera verte...

-está bien, te entiendo y no te preocupes, para mi es suficiente con tenerte a mi lado...

-al menos déjame despedirme de una mejor manera preciosa, ¿sí?

La joven accedió a lo que quería hacer el dios, se acercó a la camilla y entre lágrimas puso su rostro a centímetros de el de la joven, empezó a decirle cuan feliz fue a su lado en los últimos 6 meses, y que jamás olvidaría lo que pasaron juntos; finalmente la joven rompió en llanto y el dios se sorprendió al verla llorar después de 6 meses de jamás verla derramar una sola lagrima.

-perdóname Reaper, perdón por no ser especial y fría como tú lo piensas, al final del día termine siendo igual a todos los humanos, en el fondo realmente no me quiero ir...no si eso significa estar sin ti!

finalmente, la joven se abalanzo al dios y con sus labios quebradizos sentencio su final con un efímero beso que el dios atesoro con su vida, el tomo de la nuca y la abrazo contra su gélido cuerpo para finalmente sentir como las fuerzas de su amada se desvanecieron completamente dándole la noticia al dios de que finalmente ella había fallecido, abrazaba desconsolado el cuerpo inerte de la joven mientras dejaba escapar de sus cuencas lágrimas de tristeza y desconsuelo.

dejo el cuerpo de la joven cuidadosamente en la cama y tomo su alma la cual finalmente cosecho, salió del hospital y camino a su sombrío limite donde él vivía y al llegar esa alma de su amada se mezcló con las demás habiendo adquirido la forma de una pequeña mariposa blanca la cual revoloteaba feliz alrededor de Reaper y posteriormente se perdió entre el sin fin de almas.

era un buen destino para un alma atormentada, así podría descansar en el jardín de mariposas del dios de la muerte...