Capítulo 14. Arrepentimiento
Actualidad. Miércoles 30 de noviembre del 2022. Amelia
Mi cabeza me daba vueltas, no podía conectar mis pensamientos “es un asesino”, “el espíritu del bosque es bueno”, “un ser caprichoso y malvado, “sus ojos me dicen que es bondadoso”, “me dio de comer y agua”, “pero y si está manipulándome”, “son más los que dicen que es malo”, “pero nadie lo conoció en realidad”.
- ¡Ya cállate! – grite, y por fin escuche el silencio, estaba cansada y no había visto por donde caminé, estaba perdida de nuevo.
Me senté, estaba resignada a pasar otra noche en el bosque, mis pies eran todo un caso, llenos de tierra y pequeñas cortadas, había una que otra mancha de sangre en ellos, me recosté en el suelo y contemplé el cielo estrellado.
- Me pregunto en que parte de este vasto bosque se encuentra el alma de mi abuela – cerré mis ojos con el fin de dormir con el ruido de los pájaros y el río.
- Mi pequeña niña, tu no deberías estar aquí.
Reconocería esa voz hasta el fin de los tiempos, era suave, cálida e irradiaba el amor como una buena abuela debe de hablarle a sus nietos. Me negué a abrir mis ojos, unas lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.
- Sólo es un sueño, no puede ser que me encontraras – dije en medio de mis sollozos.
- Amelia, querida abre tus ojos, ya no llores, te ayudaré a salir de aquí – sentí un frío en mi mejilla y lo entendí todo.
Era de noche cuando mi abuela entró al bosque, al ingresar en lo más profundo alzó su voz en busca de consuelo. “Oh gran espíritu deja que vuelva a la tierra de una manera pacífica, quita este dolor que está en mi cerebro”. “¿En verdad quieres volver a ser ceniza en este lugar? El precio será muy alto, dejaras a tu nieta sola”. “No soportará verme tan enferma”. “Si esa es tu decisión”.
Por fin abrí mis ojos y el alma de mi abuela estaba sentada a un lado de mí.
- ¿Te arrepientes? – le pregunté y pude ver como su rostro se entristecía.
- Cada minuto de mi existencia en este bosque, en su momento pensé que era la salida, pero me equivoqué. Me hubiese gustado pasar mis últimos momentos contigo – me incorporé y me senté a su lado.
- Nana, estoy metida en un problema que me supera. Estuve hablando con el espíritu del bosque y no me deja ver la salida, bueno ya no me ha cambiado caminos, pero mi brújula interna no funciona muy bien y no sé cómo salir de aquí.
- ¡¿Cómo que hablaste con el espíritu?! Si serás bruta, te dije que tuvieras cuidado al entrar a su territorio.
- Lo sé Nana, pero era vida o muerte, alguien me perseguía.
- ¿Eras tú la pequeña que intentaron violar? – creo que mi cara lo dijo todo, mi abuela se acercó a abrazarme, pero lo único que logró fue atravesarme y después salir de mi cuerpo pidiendo disculpas.
- Será mejor que descanses mi niña, estuve escuchando a unos hombres en la mañana, al parecer te están buscando, será mejor que no te muevas de este lugar, yo iré a merodear para saber si los puedo ver y decirte a donde ir.
- De acuerdo, será mejor que me duerma – retome mi pose anterior y como era su costumbre, mi abuela comenzó a contar una historia como cuando era una niña y como hace mucho pude dormir tranquila.
Abrí mis ojos, pero no podía ver nada, miré hacia abajo y mis pies estaban iluminados, parecía que estaba caminando por un lago, se escuchaban voces a lo lejos y como bebé que apenas camina di unos pasos acercándome al sonido.
- Pobre niña ingenua.
- Si serás tonta, sólo insultando a nuestro señor del bosque.
- Estás más atascada que nosotros.
Sus voces me eran muy conocidas, eran las personas que se habían suicidado, ¿acaso hablaban de mí? Me di la vuelta y comencé a correr en sentido contrario, pero sólo provocaba que se escucharan más fuertes sus insultos, estaban por alcanzarme y sentí una respiración en mi oreja.
- Acepta tu realidad – unas manos salieron del suelo y me hundí en el agua, sentía mi garganta arder y no paraban de llevarme al fondo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro