Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9: Lágrimas y llantos

El llanto desconsolado de Alicia hacia que nuestros corazones retumbaran de tristeza, ella únicamente se aferraba al cuerpo sin vida de Ingrid abrazándola con gran dolor, era claro que había perdido a una amiga, yo no podía hacer nada más que observar desde lo lejos intentando mantenerme fuerte.

–Entonces, piensas sacarla de este infierno.

Me pregunto Mateo tomando mi hombro como si me diera ánimos a su manera.

–Se lo prometí, a todos ustedes, quiero... al menos que descanse en la tierra de sus padres.

Dije empuñando mis manos, me mantenía firme ante mis convicciones, pero a su vez me preocupaba no poder seguir, sin embargo en ese momento sentí como la cálida mano de Luna rodeo mi puño apretándolo con suavidad.

–Tienes razón, no debemos permitir que sea olvidada.

Me respondió colocando su cabeza en mi hombro, entrelazando tímidamente sus dedos de su mano con los míos.

–El plan no cambia, saldremos todos de esta ciudad.

Dije apretando su mano para tomar algo de fuerza, para después desviar mi mirada hacia la pequeña Lucy, la cual aun seguía dormida estando sobre unos cojines que habíamos encontrando.

–Usaron un potente hechizo para hacerla dormir, podría ser hipnosis o tierra de los sueños...

Hablo Luna al instante al notar mi preocupación hacia la pequeña.

–Debería pasar en cualquier momento, intente usar remedio angelical, pero solo sentí que el hechizo disminuyo un poco su fuerza, seguro que la señora Elizabeth si podrá hacerla despertar de su letargo.

Luna me miro a los ojos sonriéndome queriendo subirme un poco el ánimo, ante lo cual asentí un poco para después mostrar una leve sonrisa.

–Lucy ahora es nuestra responsabilidad, sé que mi madre le encantara poder cuidar de ella... solo espero que este bien.

Era consciente de lo lejos que Taurus estaba de Horizon, pero sería más preocupante si yo no estuviera preocupado por mi familia, esperaba desde el fondo de mi corazón que todos estuvieran bien y que los invasores solo se hubieran quedado en la ciudad, al menos por ahora.

–Yo también... seguro el señor Marcus ya viene en camino con todo el ejercito de Horizon y Dolores juntos, no pasara mucho para que los derrote a todos.

Ella rodeo mi mano derecha con ambas manos, mostrándome su lado más cálido, aunque notaba su tristeza en sus ojos, suavemente la abrace en un intento de tranquilizarla.

–Así será...

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más Josef levanto la voz.

– ¡Ya está listo!

Exclamo levantándose y caminando hacia nosotros, me separe de Luna para después caminar hacia él, Josef en ese momento me entrego una pequeña poción en un tubo de ensaye.

–Esto ayudara a mantener el cuerpo de la señorita durante el viaje, luego podremos envolverla para llevarla con nosotros, después de todo esperas entregarle su cuerpo intacto a sus padres.

Me explico Josef con algo de tristeza ante lo cual asentí girando para ir hacia donde estaba Alicia, quien seguramente debería tener el triple de razones para odiarme.

Al escuchar mis pasos ella se levantó mirando hacia abajo con tristeza, apretaba sus puños con fuerza intentando contener su propio dolor.

– ¿El deber de un caballero es proteger a los inocentes?

Me pregunto intentando recuperar su compostura girando hacia mí mostrándome sus ojos llorosos.

–Lo es... nuestro deber es ser el escudo del pueblo y la espada del imperio.

Asentí respondiéndole cerrando mis ojos por un instante, sin embargo ella bajo su cabeza con tristeza, sollozando.

–No hicimos nada... no logramos protegerla.

Alicia hablo culpándose también, en ese momento coloque mis manos sobre sus hombros para después abrazarla, haciendo que ella empezara a llorar. Éramos débiles no habíamos podido proteger a una joven noble, o a una amiga importante, pero no solo ella, nuestra ciudad había caído sin que nosotros pudiéramos hacer algo.

–Vamos a cumplir nuestra promesa y llevarla con su familia.

Dije seriamente mirando hacia el frente intentando contener mi impotencia, luego aparte a Alicia acercándome a Ingrid dándole una caricia sobre su cabello.

– ¿Qué harás?

Me pregunto ella limpiando sus lágrimas.

–Con esto deberíamos conservar su cuerpo... ayúdame a dárselo de beber.

Alicia asintió abriendo suavemente los labios de Íngrid mientras yo vertía la poción con cuidado. Al terminar Josef se acercó a nosotros arrodillándose.

–Bien... Yo casi no pudo usar magia, pero esto debería aumentar el efecto.

Hablo Josef cerrando sus ojos extendiendo sus manos hacia el cuerpo, suspiro empezando a canalizar la magia por sus manos.

– [Altera el destino, cambia las normas]

Una tenue luz salió de las manos de Josef rodeando el cuerpo de Íngrid, nosotros nos apartamos dejando que el continuara su trabajo.

–Preservar.

La voz de Josef permito que el hechizo fuera terminado, el cuerpo destello un par de veces, regresándole el tono rosado a los labios de Íngrid, así como su tono de piel, ahora en definitiva parecía que había caído inconsciente, o como si estuviera dormida. Pero no la había regresado a la vida, solo preservaba su apariencia en vida.

–Rohei, permíteme llevarla, ella era mi...

–No deberías hacerlo, aun están herida.

Negué de inmediato viendo que aun ella no se recuperaba, la notaba herida y cansada a un.

–Yo lo hare, Mateo puede llevar mi mochila.

Hablo Josef arredilándose frente a Íngrid, no tuve que pensarlo mucho, solo un instante basto para estar de acuerdo.

–Hazlo, Alicia, te pediré que lleves a la niña, Mateo llevara la mochila... Luna y yo nos encargaremos de su protección.

Ordene mirando a mis compañeros.

–El resto del plan no cambia, buscaremos escapar por los túneles.

Ellos asintieron preparándose para salir, mientras yo caminaba hacia la puerta mirando como el cielo se despejaba mostrándonos que ya había atardecido, pero aun veía los barcos enemigos volando por la ciudad, sin embargo notaba que estos avanzaban hacia el noroeste.

–Entonces, usaremos las vías del tren para ir a Taurus podría ser una buena opción.

Dije pensativo antes de asentir, Taurus sería la mejor opción pues como blanco estratégico no era muy bueno. Entonces gire para ver a mis compañeros viendo que estos ya estaban listos, Luna se acercó a mí tomando mi brazo para darme apoyo.

–Vamos, protegeré tu espalda.

Me dijo con seriedad intentando mostrarme una sonrisa, pero no lo logro. No podíamos sonreír en ese momento.

–Andando.

Exclame apretando la mano de Luna una vez más antes de soltarla empezando a caminar de regreso a los túneles. No dijimos ninguna sola palabra durante el camino, los ánimos estaban por los suelos, era muy diferente que al inicio del día, entonces me encontré de nuevo con el abismo donde antes habíamos luchado contra el minotauro.

–No deberíamos bajar por aquí.

Me dijo Mateo con algo de cansancio en su voz.

–Sí, es muy peligro...so.

Respondí con seriedad, pero mi voz se detuvo mientras alzaba mis cejas, rápidamente tome el mago de mi espada, pues de uno de los túneles pude ver a unas personas saliendo de este, pero rápidamente las reconocí.

–Sobrevivientes.

Susurre aliviado al ver algunos caballeros de la ciudad, rápidamente empecé a mover mis brazos intentando llamar su atención.

–Miren, otros sobrevivientes.

–Son estudiantes.

Hablaron algunos caballeros, uno de ellos, un Atradishe camino hacia nosotros junto con otros dos soldados mientras el resto protegía a los demás sobrevivientes, el caballero Atradishe salió dando un salto por el derrumbe llegando rápidamente a la superficie, para después correr hacia mi arrodillándose.

–Joven Rohei, me alegra verlo bien.

Hablo con gran devoción haciendo que yo lo reconociera, era Taizon un caballero que había sido entrenado por mi padre, así como alguien leal a mi familia.

– ¡Taizon! ¡Qué bueno verte!

Hable con alegría abrazándolo y levantándolo estuve por volver a romper en llanto apretándolo con fuerza, él tenía un 1.35 metros de alto, ojos color avellana y cabello color negro, su armadura era blanca sin una capa, pero en su hombrera derecha se encontraba el emblema de la ciudad y en su hombrera izquierda estaba el emblema de mi familia, ahora llevaba consigo un casco el cual tenía la visera abajo ocultando su rostro.

– ¡Joven! ¡No con tanta fuerza!

Grito intentando apartarme, sin embargo Luna se nos unió abrazándonos con fuerza, queriendo llorar por encontrar alguna cara familiar.

–Oh, parece que ustedes dos pasaron por algo muy duro.

Como si se rindiera de luchar al suspiro dándonos unas palmadas en la cabeza a los dos, antes de que los soltáramos, al hacerlo miro hacia el resto del grupo.

–Son 7 sobrevivientes.

Hablo pensativo.

–Error, somos 6, ella era la señorita Íngrid Lanaster, hay que sacarla de aquí y llevarla con su familia.

Le corregí de inmediato mirando a Josef cargando con el cuerpo.

–Entiendo, aunque eso hará que la relación con los Lanaster se complique mucho más.

Taizon hablo suspirando con pesimismo para luego asentir.

–Bien, entonces haremos lo posible por sacarla... aunque es una lástima dejar todos los cuerpos aquí, pero ya no somos muchos, aunque tenemos un gran problema.

En ese momento levante mis cejas, sus palabras me hicieron temblar un poco.

–Los túneles están llenos de enemigos, algunos ya debieron haber escapado, pero también hubieron otros túneles que fueron derribados, parece que el señor Niels tuvo una gran batalla, así que debemos conseguir otra forma de salir.

Asentí ante sus palabras, también había visto parte de aquella batalla, o al menos sentir sus efectos, aunque ahora todo se había calmado.

– ¡Rohei busquemos refugio!

Exclamo Mateo en tono de alarma tomándonos por sorpresa.

– ¡Aeronaves de Paradise a lo lejos!

Informo un soldado alertándonos a todos señalando hacia el noroeste, donde pudimos ver como las aeronaves de los invasores se encontraban de frente contra una flota de Paradise, aquello me preocupo notablemente, sentí mis piernas temblar una vez más, eran los reveldes nuestros enemigos acérrimos, ¿Qué hacían aquí si la lucha debía ser en Río real? ¿Acaso estaban aprovechando a tomar esta ciudad?

No.

– ¿Qué demonios significa esto?

Se preguntó Taizon empuñando sus manos, pero, antes de que pudiéramos decidir qué hacer, empezó una batalla entre ambas fuerzas, disparando sus cañones los unos contra los otros, resonando con fuerza. Los disparos naranjas de la rebelión trazaban en cielo atravesando los barcos voladores enemigos destruyéndolos, mientras otros descendían sobre la ciudad.

– ¿E-Están lu-luchando entre sí?

Pregunto Josef con terror en su voz, todos sabíamos las historias de los caballeros ígneos incendiando ciudades enteras, empuñe mis manos intentando saber qué hacer.

–Hay que ocultarnos en los túneles, no sabemos porque ellos están aquí.

Dije sintiendo mi mano temblar por el miedo, Taizon acepto de inmediato.

–Ustedes dos, saben magia de tierra, creen una forma de bajar ahora mismo, debemos sacar a estos estudiantes de la superficie.

Exclamo con levantando su visera para ver bien la batalla, los soldados asintieron de inmediato corriendo para empezar a usar magia.

¡WAAAAARGGG!

Sentí como mi corazón se detuvo, todos nos quedamos en silencio otra vez, mientras mirábamos tres sirenas rompiendo la reja de la casa del alcalde, dos eran azules y del mismo tamaño de que habíamos enfrentado, mientras que la otra era morada y duplicaba su tamaño siendo esta la que había derribado la reja.

–Realmente tenemos una suerte horrible.

Comento Mateo empuñando su vara con enojo.

–Esas cosas son muy molestas... ¡Atención tenemos sirenas! ¡Esas malditas nos perseguí...! ¡Cuidado!

Taizon intento coordinar a las pequeñas tropas, sin embargo la sirena más grande le interrumpió abriendo su boca invocando magia, la cual le respondió como un poderoso chorro de agua contra nosotros.

– ¡Maldición! ¡Escudo de viento!

Exclamo Taizon haciendo que una corriente de viento empezara a girar formando un domo alrededor de nosotros salvando a mi grupo entero, mientras que los dos soldados quedaron fuera siendo engullidos por la corriente de agua dejando escapar un grito de sufrimiento, mientras el chorro avanzaba hacia nosotros, este impacto contra el escudo de viento haciendo que este se deformara reduciendo su tamaño haciendo que su altura bajara, todos nos arrodillamos con miedo creyendo que el escudo no resistiría.

–No me vencerás maldito.

Grito Taizon mientras lanzaba otra vez aquel hechizo reforzándolo, evitando que este cediera ante la magia de la sirena, aquellos pocos segundos se sintieron como una eternidad, hasta que el torrente de agua termino. revelando la destrucción que había generado, arrancando el pasto del suelo detrás de nosotros, y destruyendo parte de la muralla la cual se encontraba chorreando, la tierra se había vuelto lodo mientras el agua sobrante se escurría por el suelo hasta llegar a los túneles mientras los caballeros de abajo se dedicaban a volver a refugiar a los sobrevivientes.

–Malditos, nos van a dejar a nuestra suerte.

Dijo Taizon maldiciendo nuevamente tomando su espada, tenía sentido usarnos de distracción para salvar a los demás, pero no me parecía justo.

– ¡¡No, no los dejen eso no es lo que haría un caballero!!

En ese momento escuche a una chica gritar, mire hacia los túneles encontrándome con el cabello rosado de Verónica, quien gritaba por nuestra ayuda, entonces sonreí sabiendo que había sobrevivido, junto a ella le acompañaba un niño de cabello castaño que se aferraba a su mano, debía ser su hermano menor.

–Luna, Josef, Alicia, bajen para huir, mateo, Taizon y yo nos enfrentaremos a esas desgraciadas.

Dije desenfundando mi espada, mientras me colocaba junto a Taizon quien asintió.

–No... ¡Roe, no puedes hacer eso! Yo me quedo contigo.

–Es una orden Luna, protege a esa niña y al alquimista, ustedes deben sobrevivir.

Taizon le regaño mientras empezaba a correr hacia los monstruos, los cuales rugieron volviendo a preparar su magia, sin embargo nunca llegaron a lanzarla pues una poderosa llamarada los golpeo creando una gran explosión que lanzo a Taizon al suelo, mientras que yo corrí para proteger a Lucy y a Alicia con mi escudo, logrando protegerlas de los escombros.

Al levantar la mirada vi a Mateo cubriendo a Josef con su mochila protegiendo el cuerpo de Íngrid mientras que Luna había ido detrás de mí abrazando a Alicia por detrás para protegerla desde ese ángulo, siendo que tanto ella como yo fuimos golpeados por algunos escombros.

–Están bien...

Pregunte mirándolas pero ambas solo mostraron un rostro lleno de terror, con duda gire hacia atrás viendo un enorme barco volador rojo bajando hacia nosotros escuchando pronto sus grandes motores, sintiendo rápidamente el calor que estos emanaban.

–Demonios... Apresúrense debemos.

No pude terminar de hablar pues pronto una docena de caballeros de armaduras rojas cayeron del barco aterrizando como si nada, en sus pecheras tenían gravados el símbolo del fénix mientras sus cascos aparentaban la forma del pico de esta ave, fue fácil reconocerlos por las leyendas, eran los caballeros ígneos.

Aun con mi inexperiencia sentí como al tomar mi espada Blood Warrior se activó, ellos eran fuertes, más de lo que había pensado, rápidamente desenfunde mi espada mientras luna abrazaba a Alicia intentando amabas proteger a Lucy, pero entonces algo paso.

Los caballeros ígneos casi nos ignoraron corriendo hacia el agujero.

–Hay más sobrevivientes de este lado.

Dijo uno de ellos alertando a los demás los cuales corrieron rápidamente hacia el agujero que llevaba hacia los túneles, trague saliva confundido, sin saber que significaba esto realmente.

–Ja, ja, ja, parece que ustedes no confían en nosotros.

Mi sangre se helo al escuchar esa risa justo detrás de nosotros, gire lentamente para encontrarme con un caballero de gran altura, con una armadura roja con picos, un casco distinto a los demás caballeros ígneos, pues en su lugar esta carecía de visera, en su lugar permitía ver gracias a que había sido construido con un visor en forma de T, teniendo una forma más tradicional, con grandes cuernos a ambos lados, eran los cuernos de un minotauro, su capa roja se encontraba quemada de las puntas ondeando con el viento mientras sus brazos fuertes se encontraban cruzados, mientras su ojos verdes nos observaban, mostrando una sonrisa, podía notar una barba y un cabello negro con algunas canas.

No cabía duda, ya había escuchado de este hombre, Igor Augusto, el asesino de minotauros, uno de los cinco generales de Paradise, y el caballero ígneo más poderoso de este lado del continente.

– ¡Aléjate de nosotros!

Grite con terror y odio desenfundando mi espada y atacándolo con fuerza, el simplemente rio deteniendo mi ataque con su brazal de su brazo izquierdo, levantando una de sus cejas y sonriendo.

–Jo, jo, parece que tienes una buena arma ahí.

Me dijo mientras yo volvía a atacarlo deslizándome para ir a su punto ciego queriendo darle una estocada bajo su axila, pero el desvió mi ataque con su espada, la cual era negra y ondulada.

–Mira, si que eres rápido.

El rápidamente contraataco dando un tajo con su espada el cual esquive dando un salto hacia atrás.

– [¡Ardan llamas del inframundo!]

Empecé a cantar el hechizo mientras empujaba con mis piernas para atacar al hombre frente a mi chocando mi espada contra la suya una vez más, pero este me rechazo lanzándome hacia atrás con fuerza.

– ¡Fuego!

Grite al caer de pie lanzando una llamarada contra él, ante lo cual miro con sorpresa extendiendo su mano para invocar un escudo de fuego el cual detuvo mi ataque.

–Ja, ja, ja, no creí que hubiera alguien en Skyland que supiera aun fuego, chico eres muy bueno, pero ya me canse, mira casi dañas a estas chicas detrás de mí.

Dijo mientras daba un paso hacia un lado esquivando una estocada de Luna quien casi tropezó en el suelo.

–No me rendiré, ustedes son nuestros enemigos.

Hable con enojo corriendo hacia él con mi espada en mano, dando un tajo con toda mi fuerza, sin embargo el solo agito su espada lanzando una poderosa corriente de viento la cual me hizo volar, haciendo que formara un arco antes de caer de espaldas contra el suelo.

–Y eso no fue magia, solo mi propia fuerza.

Igor hablo caminando hacia mí para luego arrodillarse, yo solo lo mire desde el suelo con enojo.

–Niño, entiende tu lugar, si yo quisiera matarlos no estarías aquí, ahora solo estaba jugando contigo.

Entonces el extendió su mano hacia mí, queriendo ayudarme a ponerme de pie.

–Vinimos a ayudarlos, nos avisaron que alguien más atacaría esta ciudad.

Abrí mis ojos sin entender nada mirando como mi enemigo parecía querer ayudarnos, rechace su mano levantándome yo solo.

– ¿Por qué nos ayudan?

–Porque, niño, la guerra acabara pronto, Rio real es la última zona en disputa, cuando se decida un ganador, entonces la guerra se dará por concluida, ya no hay más guerra en el resto del continente, solo el temor de que esta vuelva a avivarse.

Me explico, pero yo no le creí nada, parecía el momento perfecto para que ellos tomaran rehenes.

–Bueno, nos reuniremos con el señor Marcus Castelar en Agen.

Mis ojos se abrieron al escuchar el nombre de mi padre mirándolo con desconfianza, para luego ver a Luna.

–Roe... él no está mintiendo, lo siento en su corazón.

Me respondió empuñando sus manos sin tampoco creer muchas de sus palabras, más bien ninguno quería creerle.

En ese momento el barco termino de descender quedando a unos metros del suelo flotando con sus motores a baja potencia abriendo una rampa en un lado.

–Suban, nosotros nos encargaremos de encontrar más sobrevivientes, pero tenemos poco tiempo, ellos aún tienen más tropas... y más barcos voladores, esta batalla ya está perdida.

Igor nos dio la espalda caminando hacia los túneles mientras los otros caballeros ígneos ayudaban a los demás sobrevivientes a subir, suspire mirando a Luna quien se encontraba de rodillas en el suelo sin saber en qué pensar, camine hacia ella ayudándola a ponerse de pie.

– ¿Qué hacemos?

Me pregunto con temor a lo que solo mire hacia Lucy y Alicia quien se aferraba a la pequeña queriendo protegerla con su vida, era lo mismo para mí, pero para todos.

–Iremos con ellos, no creo que pretendan nada limpio, pero, no tenemos más opción.

Respondí caminando hacia Alicia tranquilizándola lo más que pude antes de tomar a Lucy entre mis brazos cambiando yo primero hacia la rampa, subirla era aceptar nuestra derrota, nuestro fracaso, sentía que me había convertido en un prisionero de los rebeldes que tanto se me había comparado.

Cuando lograron convencer al resto de los ciudadanos de subir al barco y una vez se aseguraron de que no había ningún sobreviviente más en las cercanías, el gran barco volador despego, se me permito caminar por la cubierta empezando a avanzar hacia estribor, sin embargo antes de hacerlo Luna tomo mi mano deteniéndome.

–Roe... no creo que sea buena idea.

Me dijo con algo de temor y tristeza.

–Tengo que ver como quedo la cuidad que no pude proteger.

Le dije tomando su mano pidiéndole fuerzas, ella dudo aferrándose a mi sin dejarme avanzar hasta que decidió acompañarme, caminando juntos hacia el pasamanos, mis lágrimas empezaron a brotar mientras sentía mi corazón apretarse, miraba los barcos enemigos a lo lejos viendo el cómo apenas la mitad había desembarcado mientras el resto aún se encontraba lejos de la costa, pero frente a ellos se encontraba una ciudad que no reconocía, tantas veces había sobrevolado la ciudad en los barcos voladores que iban y venían. En los túneles no había podido apreciar el nivel de destrucción que suponía esta masacre.

El centro de la ciudad había desaparecido casi por completo, sus grandes edificios comerciales y políticos fueron reducidos a escombros, la plaza central era un enorme cráter con sus árboles arrancados, la gran iglesia apenas se mantenía de pie con una de sus torres derribadas, el aeropuerto se encontraba en llamas consumiendo los barcos voladores y los edificios cercanos.

Barrios enteros ardían en llamas, edificios se caían frente a mis ojos, note el camino que seguía todos los días había desaparecido pues muchos de sus edificios habían sido demolidos por los cañones.

Entonces sentí como Luna soltó mi mano para abrazarme mientras rompía en llanto mientras yo yacía estupefacto frente a lo que alguna vez fue para mí, la ciudad más hermosa del imperio, Horizon, había muerto.

***

Me encontraba al interior del barco en el segundo puente donde estábamos todos los sobrevivientes que cabíamos, pero, las camas sobraban, el barco no estaba lleno, ninguno de los barcos que lograron rescatar sobrevivientes se había llenado. Estaba sentando en el suelo entre dos camas, mientras Luna se encontraba recostada contra mi pecho aferrándose a mí débilmente, ella se había quedado dormida después de tanto llorar, ninguno de nosotros tenia consigo su armadura solamente nuestra ropa que llevábamos debajo de esta.

Sentía que mis fuerzas me habían abandonado, mi mirada estaba perdida en la nada, supe por accidente que apenas encontraron sobrevivientes, y el grupo que encontraron junto a nosotros era el más grande con cuarenta ciudadanos y soldados. Era probable que sobrevivieran menos de 500 en total, me atormentaban las cifras, pues cada vez que pensaba en ello los números se hacían menores.

–Hump... uho...

Escuche la voz de una niña a mi derecha levantando un poco la mirada, ahí se encontraba Lucy a quien había dejado dormida en esa cama, pudiendo ver como ella empezaba a moverse estirándose con pereza.

–Ya despertó...

Pensé con desgano, no sabía que podía decirle, también apenas procesaba lo que había ocurrido con la ciudad, ¿Cómo le diría lo de su padre?

–Luna, despierta.

Aunque ella estuviera peor que yo, necesitaba de su ayuda pues no quería generarle un trauma a la pequeña, Luna tenía un mejor toque para los niños que yo.

– ¿Qué? ¿Ya llegamos?

Pregunto Luna levantándose mientras se frotaba los ojos, sin embargo al hacerlo sus ojos esmeraldas se encontraron con los tiernos ojos azules de una confundida Lucy quien la miraba con curiosidad.

– ¡Roe la niña despertó!

Exclamo Luna sorprendida y con algo de preocupación.

–Por eso te desperté.

Respondí mientras me levantaba sintiendo mi brazo izquierdo entumido, entonces pude ver los ojos de la pequeña niña rubia, estos eran azules como el mar, los cuales brillaban como hermosos zafiros, Lucy me miro de lado para después saludarme con su mano suavemente, claramente estaba confundida sin saber dónde se encontraba.

–Mírala Roeeee, ¡es tan linda!

Hablo Luna abalanzándose sobre la cama abrazando a la pequeña Lucy quien se sorprendió abriendo mucho sus ojos.

– ¡No, ayuda!

–Es muy tierna, ¿Roe nos la quedamos?

Hablo Luna frotando sus mejillas contra las de la niña mientras esta se quejaba queriendo separarse.

–Aun eres muy joven para cuidar a una niña.

Dije en un leve tono de regaño, mientras me sentaba en la cama intentando apartar a Luna, provocando que Lucy avanzara para ocultarse detrás de mi brazo derecho.

–Tranquila... no te hará nada de daño.

Le dije sonriéndole sin embargo ella se volvió a asustar otra vez, pero esta vez de mí, alejándose para tomar una almohada y ocultarse detrás de ella.

– ¿¡Quienes son ustedes!?

Exclamo con sus ojos llorosos, a lo que no supe que responder.

–No te preocupes pequeña, nosotros somos fuertes caballeros del colegio militar, yo soy la maga Luna y él es el caballero Roe.

Hablo Luna presentándose de forma un poco exagerada imitando una voz elegante y altanera, haciendo una reverencia ante la pequeña, para después sonreírle, pensé que asustaría más a Lucy pero logro hacer que se asomara.

–Nosotros, te rescatamos pequeña princesa.

Entonces ella sonrió sonrojándose un poco, para luego mirarme.

– ¿De verdad usted es un caballero?

Me pregunto con curiosidad, aun abrazando su almohada.

–Aun no, solo soy un escudero aun, pero lo seré al llegar al nivel diez.

–Pero, también es el más fuerte de la escuela militar.

Hablo Luna engrandeciendo más mi imagen frente a Lucy, quien se sorprendió abriendo mucho sus ojos los cuales brillaban con una gran curiosidad.

–Entonces... ¡Usted es el Campeón de Horizon!

Me pregunto con gran emoción soltando la almohada y avanzando hacia mí, sentí algo de pena por ese título, por lo que no respondí, pero Luna asintió por mí.

– ¡Wooooo! Mi papito me dijo que el campeón de Horizon era muy, muy fuerte, siempre quise conocerlo.

Dijo mirando hacia Luna sonriendo emocionada, entonces, su sonrisa se esfumo, me percate de inmediato que algo había cambiado. Cuando ella hablaba sentía cierta alegría, pero al desaparecer su sonrisa todo se volvió más gris.

–Mi papito... él me dijo cosas muy feas...

Dijo abrazando sus piernas con tristeza.

–Me dijo que no me quería... que yo no era su hija.

Sus lágrimas empezaron a salir mientras su voz se quebraba poco a poco, intento limpiar sus lágrimas con sus muñecas.

–Por eso hui... pero me perdí... tenía mucho miedo... no debí salir corriendo...

Cada vez le costaba más y más hablar, sentía mis ojos humedecerse, pero resistía lo más que podía, entonces Lucy levanto la mirada hacia mí rogándome.

– ¿Dónde...? ¿Dónde está mi papito?

Me pregunto con tristeza intentando encontrar una respuesta, su dolor en ese momento hizo que todos se quebraran, Luna empezó a llorar ocultando su rostro con sus manos, empuñe mis manos tomando la decisión de no ocultarle la verdad, no quería que tuviera falsas esperanzas y romperle aún más su corazón.

–Ya no está con nosotros... fue un gran hombre, no pudimos salvarlo.

Dije bajando levemente mi cabeza, no quería verla llorar, pero el llanto que le siguió me rompió el corazón.

– ¡NOOOO! ¡PAPAAAAAÁ!

Gritaba con gran dolor desconsolada, no dude en abrazarla prestándole mi hombro para que llorara.

–Lo siento, realmente lo lamento mucho.

Dije entre lágrimas sintiendo como su llanto me afectaba aún más, no podía hacerme el fuerte, ya no.

–Pero... te prometo que, desde ahora, serás parte de mi familia, te protegeremos, mi hermano y yo jugaremos contigo, mi padre te dará mucho cariño... y mi madre, mi madre sé que tiene un lugar en su corazón para ti.

Le dije prometiéndole desde el fondo de mi corazón, una promesa dicha con una voz cortada y entre lágrimas.

Ese día, el emperador Aldred IV S Máximos declaro un día de luto, el día de las lágrimas y los llantos, el día de la caída de Horizon, el 17 de Mayo. 

________________________

Hola como están todos, espero que muy bien, este capitulo es bastante especial para mi, por eso dejare aquí uno de los primeros dibujos que hice. También es importante al ser el inicio de la hermandad entre Lucy y Roe, ambos serán inseparables.


Este es el primer dibujo que hice de Luna hace no se cuanto tiempo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro