D-23
OST: Daewchita by AgustD
🐾ALMA DE ALFA🐾
"Nacido en una zanja, pero levantado como un dragón, así es como vivo.
Empuja el pasado en un cofre de arroz
Estoy a punto de cenar en los que sé que es mío."
AgustD from Daewchita
🐾ALMA DE ALFA 🐾
El silencio tiene connotaciones diferentes para cada protagonista que asiste a lo que han hecho bien en llamar El Ático. El día que Hoseok aprendió a sobrevivir el silencio nunca fue más bienvenido.
Para un niño demasiado pequeño no era un secreto que estaría condenado al empuje de la cadena alimenticia. Aquellos ojos de un ámbar pálido, muy semejante a los de un tigre de bengala, recordaban el camino plagado de cicatrices para construir al hombre que ahora disfrutaba el silencio.
En el descampado del edificio que se había convertido en su residencia forzosa en los últimos cinco días, las volutas de humo y el olor de la sangre hablaba de la fuerza de su sacrificio. No era tan ingenuo como en su tierna infancia.
En el momento que lo ataron a una especie de espejo que condensaba la energía del sol en los días para torturar a su lobo toda la noche, había comprendido el papel que para "los suyos debía interpretar."
Sucia alimaña… traidor de alcantarilla… cobarde…
Cuántas veces lo había escuchado. Cuántas veces había reído para ocultar el dolor del desarraigo. La imposibilidad de tener memorias más allá del día en que Xian Jaehyung se hizo cargo de su existencia y le llevó a vivir con Hye Young era la prueba viviente de su desesperación.
Los veintisiete años de Jung Hoseok, su trágica travesía por el sendero de la vida y el tropiezo como uno de los hijos de un linaje tan antiguo como la misma Hermandad de los Cazadores Lunares hablaba más alto.
"Antes de entrenar los músculos, la mente debe ser fuerte como la roca en la que se afilará la espada del destino. No eres indigno hasta que te pruebas a ti mismo lo que puede anhelar un corazón puro."
"No eres indigno cuando procedes de la primera línea de shifter que vagaron desde el Río Amarillo al Volga. Tú único familiar vivo se hace llamar Uriah Struthes en la tierra de los lobos blancos.
Para tu madre era más comparable llamarle Kibum. Por tu sangre corre la de los primeros sacerdotes de la Hermandad, tú destino ha sido el sacrificio al precio de conocer la verdad…"
La verdad distorsionada por un hábil titiritero. El joven de dieciocho años que había sido Hoseok recordaba incarse delante de la familia Xian y jurar lealtad al monstruoso final del que debía ser su destino.
Maquillar la verdad es lo que se cataloga como mentira, cuando en realidad, los extremos de una historia son altamente relativos. Quién le cree a quién cuando la oscuridad corroe nuestros huesos. Quién puede apostar por la razón cuando la lluvia de la guerra azota la ancha espalda del que ha estado oculto por mucho tiempo.
Los ojos dorados de Hoseok reparan en la herida sobre el abdomen de Yoshinori antes de que sus manos, aún cálidas por el fuego de su segundo animal, reparen en la cicatriz producto de la cauterización.
—Nunca pensé que estuvieras tan cerca. Hikari-san te hubiera seguido con los ojos vendados. Ave Fénix, príncipe de la Hermandad Original.
Hoseok sacudió la cabeza antes de cargar el cuerpo frágil de aquel adolescente en sus magullados brazos. La avasalladora presencia de su shifter con forma de Fénix le confería a la destrucción cierto toque de melancolía.
Lo habían torturado cinco noches bajo un reflector diseñado para menguar a su lobo. Lo habían despojado de la bendición de la diosa ignorando el hecho de que en su mente habitaba el salón que su mentor había preparado ladrillo por ladrillo.
Un sitio lleno de recuerdos forzados. Un sitio donde el Sol alimentaba el descenso antes de la Luna de Sangre. La interpretación de Jaehyung no podía estar más alejada de la realidad. No era un eclipse el evento que establecería el equilibrio entre la sombra y la luz.
No eran los despojos del pasado o el hambre de poder de uno de los recipientes. Hoseok ahora lo comprendía, mientras se preparaba para asumir el lugar que realmente le correspondía en la historia. Jack el Oscuro, el causante de otro incendio mientras el aroma a destrucción cosquilleba en los restos del Ático.
Allí donde los pergaminos celosamente guardados por Vante y sus lacayos fingían desaparecer antes de recrear una mayor cicatriz en la memoria de una sombra de andar suave y ojos morenos. Jeon Jungkook presenció el desastre desde primera fila mientras se confundía en la noche.
El manto de las lágrimas y el resentimiento le acompañaría por mucho tiempo. La débil cubierta de la irrealidad se había agrietado por completo, dejando paso al hambre de la locura. El tenía otras cuentas que ajustar antes de asumir su recién descubierto destino.
Taehyung había perecido mucho tiempo atrás. Su padre le había traicionado al ocultarle la verdad. La jeringa con el suero de la sangre de Hael se descargó en su torrente hasta que un alarido de dolor rasgó el silencio de una noche eterna.
La ausencia de color en las cuencas del joven que hasta ahora había sido el epítome de la despreocupación dieron paso a la verdadera naturaleza del mal. El nuevo shifter con forma de dragón oscuro había nacido con un hambre atroz.
Mientras el pasado y el presente colisionan contra el reflejo del destino. Park Jimin se remueve sobre el asiento del pasajero de la camioneta de sus captores.
Los ojos azul grisáceo de Ren no lo han perdido de vista y hacerse a la idea de que todo irá bien no parece ser algo verosímil, aún cuando la voz de Yoongi regresa para atormentarlo.
"¿A quién se le ocurre colocarse pendientes para un combate? Es lo más ridículo y demasiado cursi para un Jefe como tú."
El alfa de orbes azul violeta había compuesto una mueca arrogante antes de reñirle sobre su punto de vista.
"Si tienes un poco de fe en nosotros… te asegurarás de no perder los pendientes."
Una amenaza en aquella voz nunca le había sabido más dulce a Jimin. Sabía que estaría en la primera línea, contra eso, Yoongi siempre había sido justo, pero en un plan tan bien orquestado, incluso confiar instrucciones a sus representantes era pecar de iluso, más ante un enemigo tan rastrero como al que se enfrentaban.
Convencido de que debía esperar para apretar los botones de la ira, decidió estudiar el reflejo nauseabundo de la diosa sobre el parabrisas. Habían pasado dos horas desde que el movimiento telúrico reportado en Tokio se dejara difundir en las noticias.
La extensión de fábricas abandonadas y la presencia de un fuerte olor a tierra mojada le hablaba de que estaban cerca de abandonar el circuito residencial.
—Bonita noche del infierno… no sé ustedes, pero odio el silencio pesado ¿Por qué no me iluminan con un poco de charla al estilo villano malo?
El sentido del humor de Jimin no era muy bueno que digamos, menos luchando por salir vivo entre dos que parecían compartir el ánimo de las pirañas.
—¿Min Hyun?¿Es así?—Jimin lo intentó con más ahínco—Ahora que lo pienso, estuviste muy preocupado por inyectarme "cosas" en el Bloody Land.
Silencio otra vez y Jimin apretó los labios para no reír de su supuesta campaña con el fin de colmarle la paciencia a sus anfitriones.
—¡Por la Diosa! Si es que debo agradecerle a tu jefecito con complejo de mano derecha de la muerte. Después de eso me salieron las dichosas marcas y ahora todo el mundo me besa el culo.
El volantazo que pegó el coche contra el arcén fue la prueba de las ampollas que estaba levantado sobre el control de Min Hyun. El beta condenado se giró para sisearle al oído, para disgusto de Ren.
—No te mato todavía porque eres mi jodida llave… pero no creas que me olvido de cómo fuiste elegido antes que yo. Eras un bebé en el momento que tu tía de adoptara, pero siempre fuiste detestable. No mereces tanto cuando lo único que te hace útil es abrirte de piernas para el alfa que debe acompañarte…
El sonido de un gruñido quedó de fondo antes que un latigazo de saliva y sangre manchara la cara de Min Hyun. Ren perdió la paciencia y con ello el control del coche antes de abalanzarse sobre el beta y apretar su cuello lo suficiente hasta que dejara de circular sangre a su cabeza.
Jimin contempló con horror cómo la cuencas del pelinegro blanqueaban antes de que el de ojos azules le ladrara que pasara hacia delante y tomara el control del vehículo.
La autopista interestatal apareció para develar un brumosa luna en rojo cuando Ren terminó de amordazar a su compañero previo a retomar su lugar en el copiloto. Jimin aún fruncía el ceño cuando la voz gélida de aquel peligroso chico lo alcanzó.
—Y antes que hagas preguntas estúpidas, solo diré que mi lealtad siempre ha estado con los Mijailov.
El nuevo dato hizo que la sangre se congelara en las venas del omega. Los ojos de Ren llamearon en dorado antes de observar al segundo heredero de la Quinta Virtud. Los sanadores se esconjen mucho antes que los caminos se llenen de sangre.
Quitar la vida y darla es un juego que solo los hijos escogidos por la Diosa pueden cumplir. Ren había recorrido un largo camino para encontrar la redención y ni siquiera el tonto beta que yacía inconsciente en el asiento del pasajero podría interponerse ante ese hecho.
Aún cuando lo amara con locura, primero se sumergería con una bala de cañón atada a los pies en las aguas del Volga antes de traicionar a su clan.
—Entonces, supongo, que jugamos en el mismo lado y la sangre que llegará a Vante no es la mía.
Para su total asombro, el gemelo de su señor era más agudo de lo que dejaba transparentar detrás de aquella fachada de chulería. El indicio de turbación que había cruzado sobre los suaves rasgos de Ren desapareció con la misma rapidez que había llegado.
No le iba a contar la historia de su vida, menos cómo el hilo del destino lo conectaba con Min Yoon Gi y su árbol familiar plagado de infortunios, sin embargo, no podía faltar a su palabra como ayudante de los Mijailov.
—Su hermano se aseguró de evitar contratiempos y ahora, si me lo permite, mientras el príncipe de la Bratva se encarga de saldar cuentas con los corruptos… es hora que comience a comportarse como lo que debía haber sido…
—¿Y eso es…?
Lo incordió Jimin, aunque en el fondo ya advertía la amarga respuesta. Ren lo taladró con la mirada.
—Como el heredero del Clan de los Primeros, como el segundo príncipe de la Quinta Virtud. Conduzca hacia la interestatal. Esta noche la Luna regresa a casa.
No tenía que explicarse mientras las manos que apretaban el volante se convertían en garras. Jimin estaba casando de bailar al son de la música ajena. Hermanos sorpresa, organizaciones secretas, mafia y traición… Por qué se sentía como un pez en la corriente turbulenta de la destrucción mientras peleaba con Ren y el coche daba bandazos hasta salirse de la carretera.
Supo que había una trampa aún antes de ser consciente. Supo que estaba perdido bajo la Luna de Sangre que precede a la destrucción y no se contuvo de bailar. No se contuvo de abrir la garganta ajena hasta que la piel manchada de su lobo brilló bajo los destellos de un fuego que conocía bien.
"Me estoy incendiando por dentro. La parte de mí que más temía ha tomado el control. Me volveré loco para recuperar la cordura.
Me convertiré en tu alimento mientras me enveneno lentamente. Los ocho puntos del octágono han de encontrarse en tierra sagrada."
Las palabras que por siglos habían entonado los elegidos antes de él repiquetearon en su cabeza mientras el aullido de un lobo color ceniza rasgó una vez más el silencio.
El silencio que solía acompañar a un joven omega que solía tener los cabellos dorados y la mirada azul de los que sueñan. El silencio cargado de monstruos de Kim Taehyung mientras sus manos se manchaban de sangre en una noche que le hubiera gustado olvidar.
Por primera vez en su existencia estaba despierto. Por primera vez en mucho tiempo veía más allá del velo de la comodidad y el hastío hasta odiar su reflejo.
—¿Estás seguro que quieres continuar? Tu estado actual no permite un mayor esfuerzo para tu lobo. Apenas puedes cambiar.
La voz grave y aterciopelada de un hombre envuelto en una capa azul le recordó el tamaño de su pecado. Una garra plateada tembló antes de recuperar la elegancia de sus manos. Unas manos destinadas a cuidar y acariciar no a impartir justicia.
Unas manos que dentro de unos meses recibirían el regalo de la vida en nombre de su cachorro producto del amor que le profesaba a aquel que decidió sumergirse en la oscuridad. Taehyung tragó duro.
—Puedes apostarlo, Dragón Azul. El tiempo de esconderme ha caducado. Estoy listo para completar mi parte de la prueba y caminar al sol.
—¿Aún cuando eso signifique alejarte? Sabes que Jungkook no ha evolucionado como tú. Ha estado directamente expuesto a la sangre de su "homólogo." En estos momentos cree que Jimin te ha matado y tuvo la mala idea de no marcarte, de lo contrario…
—De lo contrario, pudiera sentirlo—Taehyung se acarició el vientre— De lo contrario este bebé significaría alegría y no destrucción.
—No es conveniente que veas el futuro antes que el fiel del rito. Si Jimin decide salvarlos, bien sabes ahora que…
Una risa carente de humor pobló el gélido ambiente en el jardín del palacio donde Taehyung había sido recluido. Era increíble cómo aquel lugar creado por los adoradores de Vante podía haberle parecido familiar, menos, cómo Agust y sus hombres habían sorteado eficientemente la vigilancia a que era sometido para ahorrarle el martirio de ser inoculado con las feromonas corruptas de Hael.
Hael, el Ángel de la bondad, el shifter camaleónico capaz de convertirse en cualquier animal a cuenta de una maldición más vieja que el tiempo, el eslabón que mantenía cuerdo a Vante para completar el hechizo de fragmentación una vez más.
Aquellas historias destinadas aterrorizar a los cachorros, y que a Taehyung había estudiado de la mano de las pinturas en la sala de música del Palacio o en sus interminables caminatas bajo la luz de una luna enfermiza por el invernadero de los lúpulos, ahora sabía que no eran cuentos para calmar la ambición de un caprichoso niño.
No, el hombre a su diestra, se había encargado de liberarlo del suero de la corrupción para aniquilarle con algo peor… la verdad…
El duro espejo cuya desnudez exponía cicatrices y grotescas formas. Vante, el señor de la muerte, Hael, su ángel caído… la contraparte oscura del escenario con los mismos rostros de lo que solía ser real. Taehyung lo sentía en su sangre.
El lugar para ajustar cuentas estaba más al norte, justo como al inicio de los tiempos, la Luna se compadeció de sus hijos malditos por otro pecado imperdonable.
🐾ALMA DE ALFA🐾
"Este país es demasiado pequeño como para retenerme todavía
Todos saben mi nombre
No conoces el juego, no hay excepciones, ya te veo caer
¡Afuera con sus cabezas!"
AgustD from Daewchita
🐾ALMA DE ALFA 🐾
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