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Capítulo 13

La lámpara que colgaba del techo ha caído sobre ellos.

«Por suerte no fue nada grave. El humano está inconciente y mi brazo está atrapado. Hoy tengo mala suerte.»

Lillianne miró a su alrededor. No había nada que pudiera ayudarla, y tampoco sería bueno mostrar mucho de ciertos poderes. Soltó a Lucas por un momento y miró su mano libre. Su mano poco a poco comenzó a ponerse negra y sus uñas crecieron de una manera horrorosa. Tocó su brazo, el cuál había sido aplastado por la lámpara y, sin mostrar vacilación alguna, encajó sus horrendas uñas negras en aquella inservible extremidad. No mostró ninguna señal de dolor, incluso cuando sus uñas le estaban perforando la carne.

«Es mejor desacerse de las cosas que estorban.»

El lugar que había sido perforado, poco a poco comenzó a ponerse negro. Se estaba pudriendo. Cuando ese proceso llegó a un punto, Lillianne apretó su agarre y arrancó su brazo derecho. La sangre negra fluía como una fuente sin fin. Luego de desacerse de la basura que la retenía, agarró a Lucas con el brazo que le quedaba. Sus uñas y su mano habían vuelto a la normalidad, sin embargo la zona en la que alguna vez estaba su otro brazo aún continuaba negra. Lillianne se dirigió a la puerta de salida, dejando su brazo atrás. Gotas de sangre negra marcaban el camino que la demonio ya había recorrido, como si dejara muestra de su existencia. La demonio salió de la mansión en llamas con un Lucas aún inconciente.

—¡Lillianne!

—Señora, es un alivio ver que se encuentra bien.

Gallian y Midna se acercaron. Ambos miraron su hombro negro, pero fue Gallian el que habló.

—Lillianne, ¿te arrancaste el brazo?

—Si. Me estorbaba.

—¿Desde cuándo un brazo estorba?

—Me calló la lámpara del techo encima. Como sea. Mis uñas tienen veneno, así que la regeneración será un poco más lenta.

—¿No pudiste usar tu fuego para destrozar la lámpara?

—.....

—.....

—Se me olvidó.

Se le olvidó.

Gallian puso una mano en la cabeza y Midna solo se limitaba a mirar. En eso Lucas abrió los ojos.

—Despertaste, humano.

—Lili... ¿qué fue lo que...?

La vista del niño se dirigió al lugar en el que se suponía que debería estar su brazo. Inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Li... li... Tu... Tu brazo está...

—Lo arranqué.

—Ah...

Las lágrimas de Lucas comenzaron a fluir aún más rápido.

—¡Lili, no te mueras!

—¿Qué?

—¡No te mueras, Lili! ¡¡No te mueras!!

—Humano, cálmate. Soy un demonio. No puedo morir. Además, mira. Ya ha comenzado a regenerarse.

—¡¡No te mueras!!

El repentino arrebato de Lucas sorprendió bastante a Lillianne.

A Lillianne ni siquiera le dolían las heridas. Ella ya no puede sentir dolor, y eso se reflejaba en sus acciones. Era obvio que estaba bien, y Lucas es inteligente. ¿No se dio cuenta? Lucas lloraba tanto... Gallian y Midna también estaban sorprendidos. Luego de que el niño perdiera a su madre, ¿qué haría si también perdía a Lillianne? El humano no podía parar de llorar.

—No... ¡No mueras! No me dejes solo... No te vayas tú también...

Lloraba demasiado. Estaba triste. Tenía miedo.

—Quédate... conmigo...

No podía soportar la idea de perder a alguien más. Lo único que podía hacer era aferrarse a lo único que le quedaba. Aferrarse tan fuertemente y no dejarla ir. Tenía mucho miedo. Si aflojaba ligeramente su agarre... ¿qué pasa si por aflojar su agarre ella se suelta y se va? ¿Y si se va a un lugar donde Lucas no la pueda alcanzar? ¿Y si nunca la vuelve a ver?

Lillianne lo miró. La expresión de la demonio había cambiado un poco. Aunque estaba sería y sus ojos seguían tan fríos como de costumbre, por alguna razón se sentía diferente. Más amable.

—No voy a morir. Estoy bien, así que deja de llorar, Lucas.

—¿Eh...?

El humano estaba sorprendido. ¿Había escuchado mal? No, estaba seguro de que había escuchado bien. Ella en verdad lo llamó por su nombre. No "humano", sino "Lucas".

—Lili, tu...

—Midna. Atiende las quemaduras del humano. Iré a ver el estado de los barcos.

Lillianne había interrumpido a Lucas y le dio órdenes a Midna. Luego de esto, la demonio se fue. El niño había dejado de llorar, y Gallian... Gallian estaba sonriendo.

Lillianne se dirigió hacia los barcos. Por suerte todos estaba en buen estado. Luego regresó, se paró frente a todos los sirvientes y habló.

—¡Escuchen todos! ¡Nos moveremos hacia la mansión Este junto al mar! ¡Los carruajes han sido quemados! ¡Subanse a los barcos!

Todos asistieron y obedecieron las órdenes de la Duquesa. Lucas ya se había quedado dormido.

Eran aproximadamente las 3:00 am. Lillianne no volvió a dormir. Estaba escribiendo cartas. Una era para Abigail, informándole del incidente. La otra carta era para la mierda Ronan. El mensaje era algo así: "Se quemó mi mansión. Espero que me construyas una nueva. Estaba en el contrato de nuestro compromiso"

«Debo investigar quién es el causante del incendio. Posiblemente sea el Archiduque. Es un dolor de cabeza.»

—Lillianne, soy yo.

Una voz se escucha al otro lado de la puerta. Era la voz de Gallian.

—Pasa, Gallian. ¿Qué necesitas?

La puerta se abrió levemente y Gallian asomó la cabeza.

—¿Quieres salir a la cubierta? No has dormido.

—Está bien.

Unos minutos después, ambos se encontraban mirando el cielo nocturno. Las estrellas brillaban tan intensamente... Era hermoso. Sin embargo, la situación actual de los Soleil opacaban completamente el brillo de aquellas luces titilantes.

—¿Entonces? ¿De que querías hablar, Gallian?

—Ya debes saber quién es el culpable.

—Si.

Gallian hizo una mueca.

—Lamento causarte tantos problemas, Lillianne.

—¿De qué hablas? ¿Por convertirme en Duquesa?

—Si.

—Aun así, no entiendo. ¿Qué te pasa de repente?

«¿A qué viene tanto drama?»

—¿Gallian, te arrepientes?

—¿Qué? ¡Claro que no!

—A menos que te arrepientas de haberme acogido, no aceptaré tu disculpa. Ahora, si terminaste, regresaré adentro.

—¡Ah! ¡Lillianne, espera!

Lillianne ya había dado la vuelta para irse, pero Gallian la sujetó de la mano. Solo entonces, Lillianne lo miró.

—¿Qué?

—Dentro de un mes me iré. No me demoraré mucho tiempo. Iré al infierno y traeré al próximo heredero del Ducado.

—¿Recogerás otra vez a un niño vagabundo?

—¿Qué pasa con ese tono? Tu también fuiste así.

—Como sea ¿Debo entrenarlo?

—¿Quieres hacerlo?

—No.

Gallian puso los ojos en blanco. Para alguien con círculos negros bajo los ojos, si él hace ese gesto es... eh... Por muy buena que sea su apariencia, no puede evitar parecer alguna especie de zombie guapo.

Gallian suspiró.

—No te preocupes por eso. Lo entrenaré yo. Solo con ver como tratabas a Lucas al principio, es obvio decir que no eres buena con los niños.

—Qué bueno que lo sabes. ¿Algo más?

—No.

—Entonces me retiro.

Al día siguiente, el barco llegó a la mansión de los Soleil ubicada en la región Este del imperio. Esta mansión estaba junto al mar ya que era la que el actual Duque o Duquesa debería utilizar durante su estadía mientras supervisaba el proceso de estracción y desarrollo de las perlas.

«También mandé a Ray a esta mansión. Qué problema. El humano está usando a Zero, pero aún así... Le diré a Ray que usé un bozal»

Hay una razón por la que a Lillianne no le gusta venir aquí, y es porque la mansión recibe completamente los rayos del Sol. No hay árboles, cuevas. No hay nada. Lo único bueno sería que Lucas podrá tomar el Sol siempre que quiera. Al menos hasta que reconstruyan la mansión principal de los Soleil.

—¿Lili?

Lucas había corrido al cuarto de Lillianne. A pesar de ser una mansión diferente, la ubicación de las habitaciones de ellos dos estaban en el mismo lugar.

—¿Qué quieres, humano?

Lucas se mantuvo en silencio por un rato. Estaba abrazando el gatito que la demonio le había dado.

—Eh...

—Habla.

Luego de decidirse, el humano habló.

—Lo siento.

«¿Eh?»

—¿Por qué?

—Porque te comencé a evitar...

—Es normal que lo hagas. Es normal que me tengas miedo si me viste asesinando a alguien.

—¡Eso no es...! Bueno... si tenía miedo, porque... habías matado a alguien, como la persona que mató a mi mamá...

«No me compares con ese vampiro sucio.»

—Pero ya no tengo miedo. Antes de que me salvaras durante el incendio, yo... me había decidido a no tenerte más miedo.

—Ya veo. Ahora que lo pienso, ¿qué hacías en el calabozo?

—Eso...

Lucas se mantuvo en silencio una vez más. No sabía si decirlo o no.

—Estaba allí porque... porque... yo... Cuando te vi matando, dejé caer el regalo que me diste...Y cuando se incendió la mansión, pensé... pensé que... el muñeco se quemaría... Por eso yo...

—¿Me estás diciendo que fuiste para recuperar el muñeco y evitar que se quemara?

Lucas asintió. El se veía muy triste y arrepentido por haber dejado caer el muñeco. Lillianne se puso la mano en la cara y miró el cuerpo del niño. Tenía quemaduras leves en sus brazos y piernas. Lillianne había salvado a Lucas e incluso se cortó un brazo. Brazo que ya se regeneró. Si Lucas no hubiera intentado salvar el gatito, nada malo hubiera pasado. Sin embargo, la demonio no estaba enojada. Más bien...

—Entiendo. No lo hagas más. Ve al comedor. El desayuno se servirá pronto.

—Si...

Ella estaba feliz...

                    Capítulo 13/Fin

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