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9.-Salvame

Han pasado dos días y el plan de olvidarme de la relación que tengo con Alma parece imposible. No es que no haya tratado de hacerlo, si no que al alejarme de ella se pone insoportable, y eso es mucho decir con el tipo de personalidad que tiene, por lo cual es casi inaguantable.
Los últimos días traté de evitarla y no hablarle durante el día pero ella insiste en conversar, en golpearme y poner caras en frente mío para llamar mi atención, la trate de amenazar pero no funcionó lo único que logre fue que se riera de mi, haciendo que de nuevo cayera en su juego, hablando con ella y riéndome como un estúpido.

<<Tienes poca fuerza de voluntad>> me repite cada vez que fallo.

¿Como es posible que tenga tan poca fuerza de voluntad con ella?

Gracias a estos acontecimientos el plan del premio #38 se adelantó más de lo espero, por lo que quedamos de acuerdo en que saldríamos hoy mismo para poder "conocernos" mejor.

Que Dios se ampare de mi alma...

Las clases terminaron con normalidad y cuando sonó la campana para salir me despedí de Will y Victoria para salir corriendo sin despedirme de Alma. Espere a la salida de la academia, rogando por no encontrarme con Alma, ya que era más que obvio que me pedirían alguna explicación

Aunque si me viera podría ver si hay alguna reacción ¿Se pondrá celosa y no me hablara más? ¿Siquiera se pondrá celosa?

—¿Qué haces aquí?

Al darme vuelta estaba Alma y sus bototos mirándome de brazos cruzados

—Esperando

—Victoria y William ya se fueron— dijo apuntando la dirección por la cual se iban— aunque parece que no los buscas a ellos ya que te despediste a escondidas.

—¿Te dejaron sola?

—Tu me dejaste sola con ellos, yo solo dije que se fueran sin mi para no hacer un mal trió

—Estoy ocupado—mire hacia otro lado

—¿Esperando a tu novia imaginaria?—rio

—Si Alma— respondían de mala gana

—¿Por qué tratas de alejarte de mi? — su tono era más serio que el normal.

—No me trato de alejar de ti—la mire a la cara y mentí

—Tu crees que soy estúpida, pero no soy.

—Cuando lo compruebe te lo confirmare— le guiñe el ojo

—Si no quieres hablar mas conmigo, solo dilo y no lo haré

Demonios...

Hubo un momento de silencio antes que pudiera contestar, un momento tenso en el cual los ojos de Alma me miraban otra vez directamente, buscando algo que aún no se que es, podría decir que quiere que sea sincero con ella, pero como decirle que tengo que dejar de hablar con ella porque creo que me gusta y eso está prohibido para mi. Ella quería una respuesta sincera a algo que ni siquiera me he respondido a mi mismo, que no quiero responder. Sin embargo sentía la necesidad de decirlo, quizás si salía de mi boca podía olvidarlo con más facilidad y que ella entendiera mis razones, quizás ella entendería por lo que paso y me daría una solución efectiva.

Quizás ella también...

—Alma...

—¡Hola! — Premio 38 salio de la nada interrumpiendo el momento— lo siento por tardar

Alma se dio vuelta y la miró, mientras que mi premio se quedó ahí estática, casi con miedo de la presencia de Alma.

¿Esta es una señal?

—Hola— dijimos Alma y yo casi al unisono

—¿Estoy...—me miro algo confundida— Interrumpiendo algo?

—No te preocupes— Alma hablo con una seriedad poco característica de ella. Pocas veces he visto a Alma hablar con otras personas que no seamos nosotros 3, y en especial con otros hombres que no sea yo. Siempre que paso por los pasillos de Bullworth se dice que casi todos se acercan a ella pero nunca responde, y si lo hace, la frialdad en que lo hace no te hará insistir por algo más, dicen que llega a dar miedo quizás por eso premio 38 tiene una cara de espanto.

Para no hablar con nadie, es bastante popular. Pero ¿Por qué conmigo es diferente?

—¿Cómo te llamas?

—Alex — Su ánimo comenzaba a mejorar.

—Te llamare 38

—¿38?

Es una imbécil

Ella me miro de forma cómplice mientras yo intentaba aguantarme una carcajada.

—Si, 38. Como uno de los chicos del barrio ¿Que te parece?

38, digo Alex parecía tan confundida pero a la vez se veía orgullosa de que una Alma le diera ese nombre.

—Esta bien — respondió finalmente con una sonrisa.

—Cuida a este chico— me apuntó con el pulgar, haciendo que Alex fijará su vista en mi. —Si lo llegas a lastimar, te matare—Alma acerco su cara a casi milímetros de la cara de Alex — con mis propias manos.

Alex trago saliva aterrorizada y me miró con desesperación.

—Nos vemos — Alma me guiño el ojo y empezó a caminar en dirección a su casa mientras yo la seguía con la mirada.

¿Me esta protegiendo?

—¿Eres amigo de esa loca?

—Si— respondí seco por la forma en que se dirigió a Alma.

—Creía que no tenía amigos, osea por la forma en que la describen mis compañeros de clase parecía un monstruo.

Evite decir algo con respecto al tema por que sabría que arruinaría la cita, y la idea de esto es olvidar a Alma, no defenderla.

Aunque no puedo evitarlo.

Comenzamos a caminar en dirección al centro de la ciudad, donde iríamos a la cafetería que me sugirió ella anteriormente a hablar de nuestras vidas y a hacer las típicas cosas que se hacen cuando alguien se conoce.

Pero yo no la quiero conocer, simplemente la quiero en mi cama para poder olvidarme de ese parásito.

—En mi salón la llaman la perra fría—Río volviendo a tocar el tema.

Alex era un año menor que nosotros por lo cual como es típico nuestro salón era mitad odiado y mitad amado por la gente que era compañera de ella. Muchas chicas de allí pedían la atención de William y mía, a algunas les tocó la suerte de que la pusiéramos y debido a esto eran parte de la sección que odiaba a nuestro salón, y en especial a nosotros.

—¿Por qué? ¿Por qué no es una perra caliente como todas las demás?— comencé a enojarme.

—Estoy segura que si es una perra caliente, pero solo se hace la interesante con ese papel de que no quiere hablar con nadie, básicamente trata de llamar la atención

—No lo hace— la mire seriamente, y ella pareció asustarse por mi mirada.

—¿Por qué la defiendes tanto?

—Porque es mi amiga Alex.

—¿Ella te gusta?

—No—puse una falsa cara de asco— Creo que no te diste cuenta pero —me detuve en el camino y agarre una de sus manos— me atraes tu — sonreí.

Creía que el papel de galán ya no se me daba pero definitivamente aún me queda. Alex me miro con unos ojos sorprendidos

—¿Es en serio?— dijo ilusionada

—Si— respondí sin interés

Ella sostuvo mi mano y camino hasta quedar muy cerca mío. Me miró a los ojos y analizando su posición sabia lo que se venía, por lo que puedo concluir que esta misión será fácil.

—Compruébalo

Me miro dudosa y desafiante, sabía lo que quería pero por algún motivo me estaba costando más que otras veces.

Yo... ¿No quiero besar a una chica? ¿Qué demonios me esta pasando?

La mire y luego mire su boca, ella ya predijo la señal ya que mojo sus labios con su lengua, fue algo sexy y me dio el impulso que me faltaba para acercarme más a ella y rodear su cintura con mis brazos.

Tengo que hacerlo para olvidarme por fin de Alma, para poder hablar con ella sin que me de el dolor de pecho.

—Eres demasiado guapo— sonrió—mis amigas se morirán cuando se enteren de esto.

¿Realmente estoy por besar a una chica tan estúpida para olvidar a una chica tan genial como Alma?

Ella rodeo mi cuello con sus manos y comenzó acercarse a mi, involuntariamente me empecé a resistir, estaba esperando mi reacción para alejarme de ella pero nunca llegó.

Solo hazlo.

Me acerque a ella y la bese delicadamente pensando en que se podría sentir incomoda, pero ella respondió de una forma bastante salvaje y babosa.

Posiblemente es el peor beso que he tenido hasta ahora

A pesar de eso, ella estaba dando el intenso de parecer sexy, por lo cual le di un punto por eso. Me aleje de ella y agarre su mano para comenzar a caminar.

—¿Quieres ir a mi casa? — le sonreí

 —¿ A tu casa?

— Solo un momento, ya sabes...— la detuve de nuevo y agarre su cintura. Su cara parecía dudar, pero la bese de nuevo tratando de convencerla.

  — Esta bien—dijo apenas entre el beso, sonriéndome de forma coqueta.

Agarre su mano y comenzamos a caminar hacia mí casa. Aunque sólo eran una pocas cuadras de donde estábamos, el camino se me hizo eterno, lo único que hizo Alex fue hablar sobre su vida, sus amigas, de lo buena que era ella tratando de sugerirme que mi elección con respecto a ella fue la acertada, y a pesar de no responderle, no cambiaba el tema.
Cuando entramos por el lado donde vivo las cosas no fueron diferentes, me llegó el dejavu de unas cuantas chicas diciendo las mismas frases:
<<Wow,¿de verdad vives aquí?>>
<<¿Tienes mucho dinero?>>
<<Algún día me compraras algo (risas falsas)>>

Por favor Dios, si estas ahí,por favor sálvame de esto.

Llegamos a mi casa y luego de escuchar unos cuantos comentarios más de Alex con una sonrisa falsa, pude introducir la llave para abrir la puerta. Ella pasó primero sin mi permiso, y aunque apreté mis dientes con fuerza, no dije nada.

—Tu de verdad vives en un palacio — me miró sonriendo.

Deje mi bolso en el suelo y cerré la puerta detrás de mi haciendo caso omiso a lo que acababa de decir, cada vez que abría la boca restaba más puntos, pero yo nunca me he basado en lo que dicen las chicas. Alex se acercó a mí y me beso apasionadamente sin pudor ni vergüenza pero con demasiada saliva, mientras yo solo respondí por inercia mientras agarraba su cadera con fuerza.

Sigo engañándome a mi mismo

A pesar de que la situación estaba mejorando ( a excepción de la baba) mi mente definitivamente no estaba ahí, mi mente estaba pensando en cuales eran las probabilidades de estar en la misma situación con ella.

Quiero olvidarla pero no sale de mi maldita cabeza.

  — Ven — agarre la mano de Alex y comencé a caminar con ella hacia mí habitación.

— Es primera vez que hago esto—  rió sonrojada

 — ¿Es tu primera...—mire algo sorprendido —vez?

  — No tonto— río de forma chillona—  es primera vez que lo hago tan rápido

Realmente es imbécil

Abrí la puerta de mi habitación y atravesé el marco de la puerta de la mano con la única salvación que tenía para no admitir lo que sentía. Alex se acercó a mí ahora un poco más nerviosa que antes, con un color rosado en sus mejillas se sentó en mi cama y me miró casi esperando que yo diera el primer paso. Me senté junto a ella, bese su cuello para que comenzará a cobrar la confianza que parecía tener cuando llegamos y luego de un rato la situación se dio como algo natural. Sin embargo, a pesar de estar en una situación así, el rostro de ella apareció de nuevo en mi mente y junto a su imagen sonó el timbre de la casa, haciendo que Alex me mirara asustada.

—¿Quién es?

— ¿Tú crees que puedo ver quien es desde aquí? —  dije enojado por su estupidez.

Salí de la cama y me puse el pantalón lo más rápido que pude mientras  el timbre sonaba otra vez , baje las escaleras sin camisa ya que sabía que no era nadie de mi familia, quizás puede ser un vendedor o alguien que entrega panfletos así que lo despachare lo más pronto posible para seguir en lo mío.

El timbre sonó de nuevo mientras caminaba hacia la puerta

  — ¡Ya voy!

Cuando llegue a la puerta mire por la ventana primero, y al ver quien era mi palideció.

— No tengo mucho tiempo Sam—  Alma me miró por la ventana

¿Qué demonios hace aquí?, ¿Qué hago?

—¿Quién es? — Alex grito desde la habitación

¿La vida me  esta poniendo realmente este tipo de elección?¿Qué te he hecho dios? Te pedí que me salvaras de Alex pero... ¿Por qué tenia que ser Alma?

Me agarre la cabeza ante no saber a donde ir: Le digo a Alma que se vaya y voy arriba, o solo voy afuera y veo que quiere.

¿¡Que demonios hago!?

  — Sam—  gritaron las dos al unisono

Demonios

Abrí la puerta y salí decidido cerrando la puerta tras de mi.

  — Wow... —  dijo ella mirándome con mi fachada

— Si...— me rasque la cabeza incomodo—estoy un poco ocupado

— Si quieres lo hablamos mañana

— Para que hayas venido hasta acá debe ser importante

— Quiero tu respuesta

— ¿Qué respuesta?

— Para mi es fácil dejar de hablarte, tengo fuerza de voluntad.

Me dio una punzada en el pecho al escuchar aquello

— Tu no tienes fuerza de voluntad, por lo cual te doy la opción de alejarme de ti— cruzó los brazos— solo si tu me lo pides.

— Alma

— Solo dímelo— me miró a los ojos —¿Quieres?

— No quiero que te alejes de mi estúpida 

Me tape la cara con las manos un momento en símbolo de frustración.

Esto no está saliendo como lo planee

— ¿Entonces porque actúas así?

— No es nada—saque las manos de mi cara para mirarla a los ojos— solo ando distraído

— ¿Acaso te enamoraste de mi?

Estoy seguro que mi cara parecía sorprendida en ese momento pero traté de disimularlo lo más que pude, no quería parecer tan evidente ante una pregunta así. Pero ella sonrió y luego se echo a reír.

¿Se esta... burlando de mi?

— Estoy bromeando...—calmo su carcajada— nunca lo harías.

Me mantuve en silencio ante su respuesta, parecía burlarse de lo que estaba sospechando. Evite su mirada un momento, no quería decir que si lo había hecho, pero tampoco no quería decir que no.

 — ¡Sam!—  se escucho Alex gritando desde arriba.

— Diviértete—  Alma me dio unas palmaditas en la espalda y me sonrió. Solo ese pequeño contacto me estremeció completamente mientras que con la chica que estaba en mi habitación no provocaba ni el 10% de eso en mi.
Alma se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección a su casa

 — ¿Seria muy estúpido enamorarme de ti?—  salió de mi boca involuntariamente antes de que se alejara lo suficiente para que no me escuchara.

Ella se dio vuelta y sonrió

— Bastante estúpido

Y siguió su camino.

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