8.- Complicidad
La mañana del lunes llegó sin previo aviso y mi cuerpo no estaba preparado para eso. Después del viaje a la casa del lago de Victoria pareciera ser que ni mi cuerpo ni mi mente son los mismos de antes, solo de pensar en todas las asquerosidades que dije ahí, tanto buenas como malas, me da un dolor de estomago que no puedo soportar.
¿Cómo es posible que haya dicho todas esas cosas malas? ¿Cómo pude traicionar a Will diciéndole a Alma que era una apuesta? ¿Cómo Will y Victoria quedaron juntos? ¿Cómo es posible que pareciera que siento algo por Alma?
Miles de preguntas sobre lo que pasó en esos dos días están en mi cabeza desde que abrí los ojos junto al despertador. Aunque, también están esas estúpidas imágenes de Alma, sacándome la lengua, burlándose de mi, y finalmente ella diciéndome amigo.
Entonces no me ve como algo más que un amigo, ¿Ni siquiera le atraeré un poco? Al menos dijo que era guapo, ¿Verdad?
Me levanté de la cama como si tuviera el cuerpo más pesado de lo normal, creo que las dudas y preguntas sobre Alma pesan más de lo que creía.
¿Tengo que olvidarla? ¿Ser su amigo? ¿Tratar de conquistarla? ¿O simplemente dejar las cosas como están?
Al comenzar mi rutina por la mañana el acertijo de Alma se tornaba más complicado pero más claro a la vez: Si siendo su amigo continuo sintiéndome extraño con respecto a ella solo verla me matará a la vez que estoy fingiendo lo contento que me pone la situación. Si trato de conquistarla posiblemente quede humillado igual que los primeros días ya que solo me ve como un amigo, y si trato de olvidarla significaría tener que dejar todo contacto con ella.
Antes lo único que quería era que me dejara de hablar y ahora estoy dudando si sería bueno perder contacto con ella.
¿Pero qué mierda me pasa?
Salí de la ducha con muchas opciones en mi cabeza, pero por alguna razón ninguna era completamente aceptable, todas terminaban con algo que traté de evitar durante mucho tiempo: dolor. Y ni siquiera sé porque demonios me dolería tanto hacer cosas con respecto a esa tonta de Alma.
Terminando mis acciones matutinas ya me siento completamente listo para partir, pero antes de irme aproveché para ir a consultarle a mi más viejo oráculo cuál sería la respuesta correcta a este problema que me aquejaba : Amanda. Mientras abría su puerta en silencio me di cuenta que aún seguía durmiendo por lo que me acerqué lentamente sentándome en su cama con delicadeza.
—Amanda—golpee su cabeza más fuerte de lo que quería
Ella despertó de un salto
— ¿Qué quieres?— Puso cara de mal gusto— Primera vez que no me despiertas en la mañana con tu musiquita ¿Y me vienes a despertar de un golpe?
—Amanda, creo que siento cosas por Alma
Los ojos de Amanda se abrieron tanto que casi podía verlos salirse de su lugar
—Lo sabía—comenzó a reír mientras se sentaba en la cama agitando sus pies demostrando clara emoción
—Amanda
— Tu decías que no, pero tus ojos...
Le di un pequeño golpe en la cabeza
—No sé que hacer...
— ¿Por qué?
— Me dijo que era su amigo
—Friendzone — dijo a lo que soltó una ligera risotada
—No estoy en la friendzone — fruncí el ceño
—Eres su amigo Sam—se recostó de nuevo acomodándose para dormir—haz algo antes de que piense eso para siempre
—No se que hacer y tu no me ayudas en nada
—Y tu tampoco haces nada
Agarré una almohada y se la arrojé en la cabeza
—¿Qué hago?— comencé a desesperarme
—No sé Sam, conquistarla
—Eso no va a ser posible ni aunque fuera Ezra Miller
—Entonces sé el amigo por siempre—me dio la espalda— o simplemente olvídala, ella merece alguien mejor que tu.
Me levante de su cama, salí de su habitación cerrando la puerta de golpe para que no volviera a dormir y me fui al instituto. Durante el camino pensé en todas las opciones que habían, analizando cada una con profundidad y al final puse obtener una respuesta: Precindir de Alma era la opción más factible.
No puedo conquistarla y ser su amigo sera un tormento. Es mejor que me acostumbre a la idea que ese dolor de pecho fue solo mi imaginación y que no volverá a suceder.
Llegue a las puertas de Bullworth, salude a los chicos que conocia con el mismo ánimo de siempre y comencé a caminar al salón esperando no encontrarme con ella hasta llegar, pero alguien tocó mi hombro.
No creo que mi suerte será tan mala
Me di vuelta y estoy seguro que mi cara se ve algo afligida aunque no quiera.
—¡Hola!—Sonrio de una manera tierna echándose un mechón de pelo detrás de la oreja.
Mi cara se compuso de nuevo al ver que no era Alma, si no el milagro de mis plegarias: Premio #38
—No quiero molestarte si estas ocupado
¿Que mejor forma de olvidar?
—No lo estoy— sonríe saludándola con un amigable beso en la mejilla, al que ella se sonrojo casi a un rojo vivo.
—No respondiste mis mensajes el fin de semana
Porque no quería
—Lo siento, estuve muy ocupado el fin de semana y no pude devolvértelos. Pero si los leí y definitivamente deberíamos ir allí algún dia — sonreí de una manera casi forzada, como si el papel de galán ya no me encajara por algún motivo, pero a ella parecía no importarle.
—Si quieres podemos ir este viernes— Me sonrió de una forma emocionada
La mire un poco incomodo, no quiero salir con ella por alguna razón, algo me lo impide pero definitivamente no es el hecho de que sea fea. Hasta que una pregunta me llego a la cabeza de forma fugaz
¿Si Alma me viera con ella, se pondría celosa?
Sacudi mi cabeza con fuerza y el premio 38 me miró con una extraña cara de tristeza.
—Disculpa, estaba pensando en otra cosa — reí para tratar de que me creyera— ¿Me podrías repetir lo que dijiste?
—Que si quieres podemos ir el viernes a la cafetería que te mencioné el otro día — respondió con menos emoción que la primera vez
—Esta bien— Le sonreí en mi papel de galán ya más establecido.
No se que demonios pasa en mi cabeza con respecto a Alma, pero lo vamos a olvidar.
—Muy bien— sonrió alegremente de nuevo — Hablamos entonces, te mandare un mensaje, ¡tengo que ir a clases!
—Esta bien— repetí en mi papel pero sin interés. Ella se despidió de mi con un beso en la mejilla y se marcho como si hubiera hecho la mejor acción del día, yo por mi lado me di media vuelta para seguir el camino hacia el salón.
Al entrar vi que Victoria estaba sentada con Will y se reía de una forma coqueta que nunca había visto con ningún otro chico que haya sido de su interés, pareciera ser que sólo le saliera cuando está con Wiliam, y Will la miraba como si viera a la mujer mas hermosa del mundo, a pesar de que estuvo con muchas chicas que eran hermosas, podía ver que él la miraba con cierta admiración quizás. Fue casi una escena de pintura antigua, se podía denotar una cierta complicidad en el aire, ese tipo de ambiente que sólo se da con una persona especial.
Por alguna razón los envidio.
—Hola—me acerque a ellos sin darle importancia a mis pensamientos.
—Hola— me sonrió Victoria
William me sonrió con su cara sonrojada e hizo nuestro saludo secreto. Avance hacia el asiento trasero a ellos en el cual me estaba esperando mi condena eterna en el asiento continuo.
—Buenos días — me sonrió de forma burlona
—Hola—trate de responder lo mas serio y frío que pude mientras colocaba el bolsón en mi lugar, y me sentaba sin hacer contacto visual con ella.
Primer paso para olvidar ese estúpido dolor en el pecho: dejar de interactuar con ella.
—¿Estas enojado conmigo?—Se acercó a mí con una mirada de curiosidad
Maldita sea, así no se puede.
—No Alma
—¿Entonces que te sucede?— trato de mirarme a los ojos, pero yo la esquivaba.
—Nada
—Mientes
—No miento— comencé a sacar un cuaderno para distraerme
—Y yo que te creí cuando dijiste que te gustaba ser mi amigo — miró hacia el pizarrón
—Eso...
Antes de decir algo mas fui interrumpido por Larry entrando de malas al salón, azotando la puerta con furia y comenzando la clase con una cara de mierda.
—Buenos días — casi grito en voz alta
—Buenos días — dijeron casi todos al unísono.
—Eso es verdad Alma— la tuve que mirar al fin, y me di cuenta que ella ya tenía la mirada fijada en mi.
—Realmente tu punto débil es que te traten de mentiroso — sonrió de la forma en que solo ella lo podía hacer.
Esa maldita sonrisa
—Imbécil— Volví a mirar al pizarron
—¿Ahora vas por el premio #38?
—No es de tu incumbencia
¿Como demonios lo sabe?
—Vamos, cuéntame tu plan de conquista, para eso soy tu amiga
Al escuchar solo esa frase saliendo se su boca fue como si hubiera tocado el botón que desata mi enojo.
Enojo que no se de donde demonio proviene.
—Es cosa mía que haga con ella, son mis conquistas, mis cosas, no debería importarte. — hable con enojo mientras evitaba mirarla.
—Esta bien— comenzó a sacar sus cosas para anotar la clase — Creo que no te han funcionado las cosas en harto tiempo, si sabes a lo que me refiero.
—Deja de joderme alguna vez
—Cuando dejes de jugar con las chicas, dejare de joderte y desapareceré de tu vida.
—¿Y si no lo hago que?— la mire harto de que no fuera capaz de dejar de hablarme.
Esto no ayuda a olvidar
—Me tendrás que soportar para siempre— me saco la lengua
—Estaría encantado— sonreí de forma malvada.
—No puedes jugar con las chicas toda la vida
—Las mujeres se lo merecen de todas formas
—Entonces tu también te lo mereces
—Ya me lo hicieron— me encoji de hombros.
—Te lo podrían hacer de nuevo
—¿Quién seria capaz de jugar conmigo?— sonreí como si fuera un gran campeon
—Yo— me sonrió casi de forma malvada
La sonrisa de mi cara desapareció al momento de escuchar esa palabra, y junto a mi sonrisa desapareció también la de Alma.
—Solo estaba bromeando...
—No soy tan estúpido para caer en tus juegos—volví a mirar a Larry, que explicaba algo de geografía al parecer.
—Caíste el primer día— sonrió.
—Creí que eras igual de estúpida que todas las demás
—¿Entonces no soy igual de estúpida?
—No...
La cara de Alma se iluminó por un minuto
—Eres mas estúpida aún — termine de decir
Ella golpeó mi brazo y yo reí involuntariamente, como si no pudiera evitar reírme con las cosas que ella hace o me hace decir y ella me miró calidademnte y sonrió como aquella vez que estábamos en la fogata del lago.
—Me gusta que rías, te ves menos feo
Escuchar esa frase hizo que dolor en el pecho volviera pero esta vez con más intensidad que la vez anterior. La mire un momento analizando si ella pudiera sentir lo mismo, pero sólo se reía.
—Y a mi me gusta que no me mires, así no me asusto
Golpeó mi brazo de nuevo, y mientras nosotros discutíamos, Victoria y Will parecían jugar a la pareja enamorada, se miraban y hablaban de una forma extraña que sólo había visto en esas tontas películas de amor que me hacían ir a ver mis conquistas.
— ¿Crees que hicimos un bien o un mal?— Me pregunto Alma mirando a los enamorados
— Cuando tengan su primera pelea lo veremos— reí
—Silencio allá atrás— bramo Larry mientras nos miraba
Alma se quedó callada un momento hasta que Larry nos dejó de mirar, cuando volvió a mirarme yo no podía resistir la risa, a lo que ella me acompañó, así que en vez de hacerle caso a Larry los dos terminamos riéndonos como imbéciles en un tono más bajo . Es raro que lo diga pero reír con Alma es agradable, hablar con ella también, el plan de olvidarla se desmorona a pedazos solo por ello, pero a pesar de los obstáculos voy a tener que proseguir igualmente.
—Definitivamente es como dijimos, le sale humo por la nariz cuando esta enojado—siguio riendo
Aunque estaba riendo con ella, sentía el dolor de pecho, y es muy probable que siga allí si no detengo esto.
Si el premio #38 no funciona, no se que lo hará.
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¡Chicos lo siento tanto!,estoy trabajando y he tenido muy poco tiempo para actualizar, y como recompensa por mi promesa fallida tratare de escribir todos los días ):
Espero que pueda cumplir esta promesa y entregarles un capitulo de Alma por día! <3 Pero lamentablemente se publicara en horario nocturno :(
Espero que no se molesten y sigan amando a Sam como yo lo amo<3
Fotitos para que me perdonen :(
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