26.-No Pasó Nada
Me levante con un poco de dificultad de cama con un insoportable dolor de cabeza. Toque mi nariz dándome cuenta que no podía respirar bien y toci un poco cuando trate de tomar aire por la boca.
Nada atractivo...
Me recosté de nuevo y puse mi mano encima de mi cara pensando que era lo mínimo que me merecía después de toda la mierda que hice el di anterior. Era bastante obvio que a pesar de que Alma no me hubiera dejado entrar a su casa, pase toda la tarde con ella y no solamente hablando, así que definitivamente fue ella. A no ser que Ayleen también hubiera estado enferma.
¿Te estas escuchando a ti mismo?
Presione mis dedos contra mi cabeza y aunque el dolor se hizo más agudo no parecía un castigo digno. Pase toda la tarde con Alma y no fui capaz de decir nada pese a que aun no somos nada. Lo único que fui capaz de hacer fue mentir sobre el aroma de Ayleen y cuidar de ella para que no se sobreexigiese haciendo estupideces. La verdad estaba más enferma de lo que parecía.
<<verte por alguna extraña razón me alegra mas de lo debido>> La voz de Alma sonó en mi cabeza y las nauseas volvieron a aparecer.
Me levante rápidamente tratando de que esa sensación no volviera a mi nunca mas. Es la sensación mas extraña y desagradable que he sentido en mi vida, peor que cuando me sentía mal por Ayleen.
Todo es culpa de esa...
Camine hacia el baño y cuando me encontré con mi reflejo en el espejo pude ver que mi rostro estaba mas demacrado que mi mente. Tenia unas ojeras oscuras y estaba mas pálido que de costumbre.
<<No juegues así>>
—No estoy jugando— le respondí en voz alta a mi conciencia.
No estoy jugando, se que siento cosas por Alma, cosas que no sentía hace bastante tiempo. Solo cometí un error.
¿Me gustaría que ese error se repitiera? ¿Me hubiera gustado no ser interrumpido para que ese error hubiera sido mas grave de lo que es?
Me mire al espejo nuevamente y toque mis ojeras pensando en el cuerpo de Ayleen, pero una imagen de Alma abrazándome se colo rápidamente entre ella, y sentí nuevamente esa extraña sensación en el cuerpo. Me sentía casi asqueado de mi mismo , cosa que nunca me había pasado pese a que he estado con 4 chicas a la misma vez, las he visto llorar y sufrir por mi , me agradaba ser el que causaba ese dolor, y ahora no quiero que me vean provocandolo.
Me metí a la ducha sin poner música, necesitaba silencio para buscar una respuesta a todo lo que estaba pasando. La imagen de Alma diciéndome que tenia aroma de mujer se vino a mi mente, y al darme cuenta de que mentí rápidamente me hizo darme cuenta de que no había cambiado en nada a lo que era hace unos meses.
Pero ¿Por que estoy tratando de ocultarlo ahora?
Presione y frote mis dedos en mi cabeza cuando comencé a lavar mi cabello , estaba seguro de que si lo seguía haciendo mas fuerte alguna idea debía salir de ahí.
— Eso no volverá a ocurrir— me repetí en voz alta en tanto mi mente lo dudaba.
Salí de la ducha y vi mi rostro nuevamente en el espejo. Mi cara había mejorado un poco pero las ojeras siguen allí. Finalmente me arregle con poco ánimo tratando de convencerme que la idea de dejarlo en secreto era la mejor opción. Y aunque camino al instituto la sensación de náuseas iba aumentando, mi decisión de que lo haría y lo negaría a pesar de todo, la tomé cuando estaba en la puerta del salón.
Abrí la puerta decidido a ignorar lo que mi cuerpo estaba tratando de advertirme, y busque a Alma con la mirada. La encontré en los mismos asientos de siempre sentada con Victoria, y aunque sabia que algo pasaba entre Victoria y William desde ayer, me pareció extraño que el estuviera sentado en unos asientos tan alejados a ella. La mirada de Victoria llego a mi y parecía querer matarme aun, por lo que la ignore y fui a sentarme directamente con William.
— ¿Primera pelea de novios? — rei en tanto ponía mi bolso en la mesa
—La verdad no quiero hablar de eso.
—¿Paso algo mas? — me senté algo intrigado.
—Solo... — negó con la cabeza en tanto garabateaba en su libreta.
—¿Ultima pregunta y damos el tema por cerrado?— apoye mi cabeza en mi brazo y lo mire.
—Te la permito
—¿Siguen juntos?
Will me miro y me negó con la cabeza con la mirada triste. Nunca lo había visto así antes, al menos no sinceramente ya que siempre bromeaba cuando el terminaba con sus conquistas. Lo único que pensé hacer fue darle 3 palmaditas en la espalda para que el supiera que tuviera todo mi apoyo en cualquier situación, y aunque no dijo nada me sonrió dándome a entender un gracias silencioso.
Mire hacia donde estaban sentadas las chicas y Alma me devolvió la mirada sonriendo cálidamente como siempre. Movió su mano saludándome y aunque mi pecho se sentía apretado le devolví el saludo pareciendo normal.
Cuando Larry comenzó a gritar lo que veríamos el día de hoy, la puerta se abrió de forma silenciosa y Ayleen apareció a través de ella, caminando sigilosamente entre los pupitres hasta llegar a un lugar adelante de nosotros. Sentí como mi corazón se comenzaba a acelerar y me repetía a mi mismo que no debía tener ningún tipo de contacto con ella para no levantar sospechas de nada, menos cuando están todos cerca para que puedan descubrir algo.
—Buenos días Sam— susurró en tanto se sentaba.
Cerré los ojos con furia y solo asentí con la cabeza para no llamar la atención. Y cuando levanté la vista y me tope con sus ojos, casi podía sentir como se burlaban de mi.
—Buenos días William— miro a Will de la misma forma casi burlona.
Miré a Will y aunque evito mirarla vi como tragaba saliva más incómodo que de costumbre. Me sentí inseguro pensando en que quizás el lo sabia, el sabia lo que había hecho ella se lo había dicho y no quería decir nada. Me sentí más incómodo que de costumbre y para tratar de calmar mi ansiedad recosté mi cabeza en la mesa tratando de dormir otra vez.
Gire mi cabeza para no tener que ver la cara de Ayleen, ni sentirme perseguido con la incomodidad de Will, pero lo que me encontré fue mucho peor. Vi a Victoria mirándome con odio, quizás la mirada mas furiosa que le he visto en años y luego me hizo un pequeño desprecio sin que Alma se diera cuenta.
Guardar un secreto así es peor de lo que pensaba.
******
Aunque estuve tiempo con Alma en el día, fue mas incomodo que de costumbre con las miradas de Victoria encima de mi. Así que pase la mayor parte del día con William como en los viejos tiempos. Las chicas se acercaban más a nosotros si estábamos juntos como antes, y las preguntas de que si estábamos disponibles de nuevo aparecían cada 10 minutos.
Cuando las clases terminaron me senté con William a las afueras del instituto, donde había una gran jardinera llena de flores exóticas. Saqué un cigarrillo y le ofrecí uno a Will con la intención de habláramos de lo que paso con Victoria. Pero se que no me la haría fácil.
—¿Hiciste algo malo? — inicie la conversación en tanto prendió el cigarro.
—No.
—¿La hiciste llorar? — pregunte serio
Will me miró en silencio, en tanto yo lo fulminaba con la mirada.
—Sabes... Sabes lo sensible que es — prendió su cigarrillo con rapidez.
—Will —puse mi mano libre en el entrecejo suplicando que no paso lo que estaba pensando— Dime que no la engañaste.
—Nunca lo hubiera hecho — me miró con el ceño fruncido — tuve la oportunidad mil veces pero no podría arruinar algo así.
¿Arruinar algo así? Will lo piensa y lo lleva acabo, pero yo en solo un día arruine todo.
Sentí las náuseas nuevamente haciendo que tragara saliva de manera incómoda en tanto esquivaba la mirada de Will.
—¿Entonces..?— seguí fumando en tanto miraba como la la aglomeración de gente en el gran arco de Bullworth comenzaba a desaparecer.
—Solo... creí que podía confiar en ella algo de mi pasado, pero no lo tomo de buena manera.
—¿Que quieres decir con eso?
—Yo... — titubeó y luego rió sin ganas
—¿Le contaste lo de la chica pelirroja? —lo mire extrañado
—Eso ya lo sabia...
—¿Que podría no haber sabido?
Me miro extrañamente por un momento, y al momento que abrió la boca escuche la voz de Victoria a lo lejos gritando mi nombre. Y al momento de girar mi rostro para ver de donde venia la vi en frente de mi con las mejillas rojas así que me levante casi asustado.
—¿¡Como pudiste!?— me gritó junto a un pequeño empujón que hizo que me sentara de nuevo.
—¿¡Que!?— pregunte asustado y algo mas nervioso de lo que quería aparentar.
Ella pareció evitar mi pregunta y me dio una cachetada antes de que pudiera replicarle algo mas. Sonó mas fuerte de lo que dolió pero pude ver como la cara de Victoria me odiaba, y ahora estaba agradecido de que no hubiera nadie para ver este espectáculo. Will se levanto de donde estaba y boto su cigarro a medio consumir para poder ayudarme.
—¿¡Como pudiste!?— volvió a repetirme con los ojos mas brillantes que de costumbre.
—Victoria cálmate —Will agarro uno de sus brazos y trato de alejarla de mi
—Ni siquiera me has dicho que es lo que hice —toque mi mejilla adolorida y volví a levantarme.
—¿Por que no te respondes tu mismo oliendo tu camisa?— trato de acercarse a mi nuevamente pero Will se puso entre nosotros.
Mierda.
— No se de que demonios estas hablando — me acerque a ella furioso negando todo.
—¡No te hagas el tonto conmigo Sam, porque te conozco más años que nadie!
—Victoria, por favor — Will la trato de calmar pero no parecía escucharlo.
—Aléjate de mi — quito sus brazos de Will— Ni siquiera deberías defenderlo — Victoria puso la vista en mi— ni siquiera deberías dejar que te defendiera.
—Victoria basta — Will se puso mas serio que de costumbre y se alejo de ella.
—¿A que te refieres con eso?
— De todos modos ustedes son tal para cual — río de una forma extraña — Los dos están solos en esto— nos miro apuntándonos con su dedo indice.
—Yo no he hecho...
—No estaré de tu lado esta vez —me miro enfadada con agua en sus ojos nuevamente y sentí como esa sensación en el pecho volvió a atacarme—Los dos pueden irse a la mierda.
Victoria nos miro furiosa y los dos nos quedamos sin palabras para debatirle. Ella agarro los tirantes de su bolso y se fue dirección a su casa con un paso furioso en tanto Will parecía pensar en seguirla.
—Deberías...
—No servirá de nada — rió sin ganas.
—No se que le hiciste pero...
—A ella no le hice nada — tomo su bolso del suelo— ella está haciendo lo correcto tratándome así.
—¿Por que dices eso? — lo mire extrañado
— Soy un estúpido — me miro a la cara.
—Lo se , por eso te sugiero que vayas tras ella.
—Y es exactamente lo que haré — me miró como si esa era una respuesta obvia.
Se despidió de mi con un apretón de manos y un pequeño abrazo. Apresuró el paso para poder alcanzarla en el camino en tanto yo me volví a sentar en la jardinera del instituto pensando en que Victoria ya lo sabia, y si ella lo sabía era solo cuestión de tiempo para que Alma también se enterara.
Estoy perdido.
— De verdad Victoria monto un gran espectáculo— sonó la voz de ella al lado mio y sentí un extraño escalofrío.
—¿Que haces aquí? — me levanté rápidamente casi asustado.
—Pensé que querías pasar tiempo conmigo — rió y se mordió la boca.
—Estas loca — evite mirarla pensando en porque seguía parado en frente de ella en vez de comenzar a caminar hacia mi casa.
—Sera un secreto— en su cara se formo una media sonrisa casi malvada — nadie se tiene que enterar.
—Nadie se enterara tampoco
—Victoria parecía sospechar— cruzo sus piernas haciendo que su falda se subiera un poco mas.
Mire sus piernas y pude ver como ella sabia que me estaba provocando. Pero me había dicho a mi mismo que eso no volvería ocurrir, sin embargo mi cuerpo parecía incrustado en el suelo viendo como ella jugaba con mi mente, y yo me dejaba manipular solo con el premio de ver su cuerpo.
—No...
—Podríamos terminar lo que dejamos a medias — rió
Mire su cuerpo de arriba a abajo y claramente estaba dudando mi decisión. De repente pude ver que en sus brazos habían unos pequeños moretones, como si fueran dedos que se apretaron demasiado en su piel. Me acerque rápidamente a ella y tome su brazo levantando lo que quedaba de su manga y ella me miró casi asustada.
—¿Te sigues viendo con el? — soné enfadado, pero esta vez no era solo para intimidarla, realmente estaba enfadado.
—No es algo...
—¿¡Te sigues viendo con el después de todo!?— le grité soltando su brazo.
La cara de Ayleen ya no me parecía algo atractivo, de un momento a otro volvió a ser la misma persona asquerosa de la cual odiaba desde hace un tiempo. Ella se seguía viendo con el después de todo, después de decir estupideces como que venía a este instituto por mi, de que le dijera cosas como que la extrañaba, solo para darme cuenta que nuevamente me utilizó.
—Sam... — puso cara de resignada como si ya supiera todo lo que estaba ocultando.
—No digas mi maldito nombre — la mire furioso
—El no significa...
—Nada para ti — termine de decir la frase casi escupiendo las palabras — es lo que me decías siempre, pero a pesar de todo decidiste quedarte con el ¿verdad?
—Yo no me quede con nadie— cruzó sus brazos— la única persona que esta teniendo algo en estos momentos eres tu, pero eso no te detuvo para poder tener un recuerdo mio — sonrió nuevamente de forma sarcástica.
—No volverá a pasar — me di media vuelta y comencé a caminar a casa.
—Espero que ella te de todo lo que te daba yo — sonó su voz a lo lejos —sino, yo sigo disponible para saciar tus deseos.
Cerré los ojos con furia ante esa última frase, ya que me mentía a mi mismo cada vez que decía que nunca volverá a pasar algo otra vez con ella. Pero ver esas marcas en sus brazos es recuerdo suficiente para alejarme de ella por un buen tiempo. Lo único que me queda ahora es evitar que una de las dos abra la boca antes que yo, para decirle a Alma la estupidez que hice.
Realmente estoy acabado.
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