21.- Nuestro lugar secreto
Estuve la mayor parte de la noche pensando en que significaba lo que paso ayer. Mi mente hacia aparecer tantas probabilidades de que significaba algo bueno y esperanzador , como también aparecen escenarios completamente devastadores.
¿Por que hizo eso?¿Acaso solo fue por que dije que podía pagarme asi? ¿ O acaso yo... le gusto?
Mis ojos se abrieron con rapidez y sentí como mi rostro estaba a una temperatura mas alta de lo normal. Me di bastantes vueltas en la cama hasta quedar mirando el techo por unos largos minutos.
Se que dije que podía pagarme así, pero nunca pensé que finalmente lo haría. Tampoco es que me importe el dinero, prefería mil veces mas que me lo pagara así, pero no estaba preparado. Todo fue tan rápido ni siquiera tuve tiempo de responder ¿Pensara que soy un idiota?
Puse mis manos en la cara frustrado para luego recordar que ese pequeño segundo en que sus labios rosaron los míos, nuevamente sentí una experiencia completamente diferente a cuando beso a otras chicas solo por deseos carnales. ¿Por que demonios era tan diferente un intercambio de besos con ella que con otras chicas? Si, siento cosas por ella, si me gusta pero no creo que deba ser el extremo que con ella parece que el mundo se paralizara cuando solo me toma la mano.
Un sonido que parecía gritarme al oído venia desde mi celular. Ya era hora de levantarse para verle la cara nuevamente a Alma y a sus extraños actos que solo me confunden mas. A pesar de que me confunden tengo un extraño sentimiento de felicidad en el cuerpo, como si lo que paso ayer me haya dado las energías que me faltaban para el resto de la semana ¿Eso era posible?
Me levante algo mas animado recordando el rostro avergonzado de Alma antes de besarme y el mundo parecía ser un poco mas bonito de lo que era ayer.
Esto definitivamente debe significar algo.
Mi rutina fue mas rápida y eficaz, como si estuviera mucha prisa de llegar al instituto para verla y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba parado en el gran arco de Bullworth. Camine con seguridad hacia el salón viendo como chicas me miraban con deseo, y aunque me daba una pequeña satisfacción ya no era la misma que me provocaba antes. Solo quería llegar y verla a ella y como reaccionaria con mi presencia.
Al abrir la puerta del salón mi mirada paso directamente hacia nuestros asientos habituales, Alma ya estaba dentro pero sentada con Victoria. De alguna forma sentí como algo dentro de mi se desinflo como un pequeño globo haciendo que todas las esperanzas que tenia en la mañana se fueran desmoronando poco a poco. Camine para poder saludarlas y en cuanto me vio dio una pequeña sonrisa algo tímida y se levando a darme un pequeño abrazo que hizo que mi cuerpo se tensara otra vez.
—Gracias por lo de ayer — me susurro al oído, y mi pecho se comenzó a sentir extrañamente agrable nuevamente. Lo único que pude hacer como respuesta fue apoyar mi mano en su espalda apretándola suavemente por medio segundo mas de lo que debería ser un abrazo normal.
—Yo también estoy aquí ¿Sabes? — Victoria me miro desde su asiento haciendo que Alma me soltara y se sentara riendo.
Me acerque a Victoria y la salude de un familiar beso en la frente con mas baba de lo que le agrada a ella, haciendo que soltara un pequeño grito de asco y se limpiara frenéticamente.
Puse mi bolso en los asiento cercanos de atrás y me senté algo extrañado de que William no haya llegado al salón aun.
—Creo que se quedo dormido — Victoria se dio vuelta en su asiento aun limpiando su frente— No contesta mis mensajes ni mis llamadas.
—Es tan extraño que no te conteste. Quizás esta con su amante — le sonreí malicioso
—O quizás esta con su verdadero mejor amigo — Escuche la voz de Alma atacándome en tanto sacaba su libreta de notas.
— Ja- ja —me recosté en la mesa — Muy graciosa.
Victoria me miro a los ojos con un pequeño brillo de felicidad, como si con solo esa frase se diera cuenta de que las cosas entre Alma y yo estuvieran yendo bien. Me dio un pequeño golpesito en el brazo y se dio vuelta nuevamente para acomodar su pupitre con las cosas de la clase. En tanto yo me recostaba sin sacar nada, para poder tener mi primera pequeña siesta del día. Algo dentro de mi inundaba tanta paz que solo cerrando los ojos un momento ya me sentía completamente adormilado.
—¡Buenos días !— La voz de Larry retumbo por todo el salón haciendo que mis ojos se abrieran automáticamente.
—Buenos días — Dijeron todos al unisono mientras Larry se comenzaba a colocar en frente de la clase.
—Hoy tengo un anuncio especial y algo tarde — Levante mi vista solo para poder ver que es lo tan especial que tenia que decir Larry, posiblemente encontró una variedad nueva de chocolates, o quizá encontró un nuevo empleo. La vista de Larry llego a la mía junto a un aura de molestia para luego desviarla— Hoy llegara un nuevo estudiante a este lugar , y quiero que tengan respeto— Me miro nuevamente — Nada de bromas.
La clase entera comenzó a murmurar, Victoria le comenzó a hablar a Alma y yo no parecía tomarle tanta importancia a este anuncio ''tan especial''. Larry salio del salón un momento, posiblemente a buscar a ese personaje enigmático, pero como yo no tenia intención de conocerlo me acomode nuevamente para poder dormir tranquilo.
Sentía los murmullos de la gente cada vez mas lejanos, y pude oír en el momento que Larry entro al salón junto a otros pasos que lo acompañaban. Todo el mundo se quedo en silencio, y sentí como me daban unos pequeños golpecitos en la cabeza.
—Bienvenida al salón, estos serán tus compañeros de ahora de adelante.
¿Bienvenida?
Los golpecitos que me daban en la cabeza ahora fueron mas fuertes que antes haciendo que levantara la cabeza con un fastidio. Era la mano de Victoria que me miraba con una cara horrorizada.
—Creo que nuestro gran compañero William no nos acompañara hoy, así que por favor siéntese allá junto a Sam.
Mis ojos comenzaron a enfocar a la gran figura a la que todos estaban mirando con admiración. Y vi como sus ojos azules se encontraron con los míos, casi penetrándome completamente. En un segundo toda la paz que tenia en el interior se quebró como un vaso siendo lanzado contra una pared, haciendo que todo pasara en cámara lenta. Pude ver como en sus labios se comenzó a formar esa sonrisa maliciosa en tanto se acercaba cada vez mas al asiento contiguo al mio.
Mierda.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente, casi como si se fuera a salir de mi pecho. Las nauseas se apoderaron de mi estomago haciendo imposible que pudiera articular una palabra. Victoria me miro casi como si supiera que me queda un día de vida, y finalmente se dio vuelta parar mirar al frente. Sentí como puso su bolso encima de la mesa, y se sentó relajadamente. Mi mente estaba en blanco, y mi cuerpo comenzó a temblar involuntariamente haciendo que no pudiera reaccionar.
—Tanto tiempo sin vernos — Su voz sonó haciendo que muchos recuerdos se dispararan en mi mente. Ella se veía tan natural al verme otra vez, casi como si se alegrara por ello. En tanto yo no podía ni siquiera mirarla de reojo—¿Me extrañaste? — dijo junto a una sonrisa poniendo su cabello detrás de tu oreja.
¿La extrañe? Claro que no la extrañe. Sin embargo parecía ser otra persona, tenia una apariencia completamente cambiaba. Su pelo ya no parecía el de un chico si no que lo tenia casi por los hombros, y su maquillaje no era tan grotesco, como si hubiera tomado clases de este. Estaba mas pálida que antes, y tenia unas ojeras casi como si ya fueran parte de su piel por siempre. Mis ojos la miraron a la cara y su mirada choco con la mía nuevamente y todo lo que parecía que había construido hasta el momento se hubiera desmoronado solo con esa mirada. Todo volvía a ser extraño y yo volvía a estar expuesto ante ella.
Tome mi bolso cortando el contacto visual que parecía doblegarme completamente y salí del salón mientras Larry hablaba de lo que veríamos el día de hoy en clases. Respire arduamente dándome cuenta que el aire junto a ella se vuelve mas pesado y camine aun sorprendido por la situación a un lugar lejos de allí para que nadie me encontrara.
No creo que Alma se haya dado cuenta de que es ella, pero de todas formas se enterara gracias a Victoria.
Camine hacia el lugar en el que me escondí con Alma para poder disculparme. Nadie podría encontrarme allí ya que casi nunca iba sin alguna compañía, pero esta vez por fin estaría solo. Me senté sobre el césped después de cubrir la entrada nuevamente con la hierba, y saque un cigarrillo de mi bolso para poder controlar mi ansiedad. Lo encendí con dificultad y al dar la primera consumida sentí como un ligero hormigueo pasaba por mi cuerpo para darme un momento de relajación.
¿Por que la vida me odia tanto? ¿Acaso he hecho algo malo? Bueno...
Suspiré agotado y estire mi cuerpo en el césped. Mi cabeza se lleno de incertidumbres y escenarios sobre la aparición de Ayleen en la academia. Se acercaría a Alma a hablar posiblemente cosas malas de mi, pero eso no puede pasar de todas formas ya que esta Victoria y ella puede manejar las cosas. ¿Ella realmente seria la que da la calma a la situación si hablan mal de mi? No lo haría, posiblemente tendrían que separarla de Ayleen luego de golpearla.
Cada vez que el humo del cigarro salia de mi cuerpo, otra pregunta de como Ayleen volvió a este lugar se hace presente en mi mente. ¿Por que precisamente esta academia, y el mismo salón que yo? Ella es un año mayor que yo, no debería estar en el mismo salón con nosotros, ni siquiera debería estar en esta academia, se supone que ella se había...
¿Por qué no fue a molestarlo a él en vez de a mi?
Vi como el cigarrillo se consumió mas rápido que mis dudas, y suspire con enfado al ver que pensar en esto no cambia el hecho de que ella ya este aquí. Su presencia me incomoda de gran manera en la cual no puedo estar en el mismo salón que ella, pero ahora debo pasar el resto de el año en esta situación.
El miedo se comenzó a convertir en ira luego de pensar bien las cosas. No quería ver su cara , esa cara que me mintió por tanto tiempo y se burlo de mi, no quería estar cerca de una persona la cual me hizo tanto daño ¿Esta mal pensar eso? ¿Esta mal pensar que quizás verla hizo que algo en mi se sacudiera nuevamente?
Cerré los ojos enérgicamente, y mi mente quedo en blanco luego de preguntarme eso. ¿Esta mal sentirme extraño luego de que me mirara de una forma tan familiar? ¿Realmente tengo miedo de su presencia por el daño que me hizo o solo porque no quiero sentir esas cosas de nuevo por ella?.
Victoria va a matarme.
La campana sonando frenéticamente anuncio que la soledad que tanto estaba amando por el momento estaba por acabarse. El sonido de la gente saliendo de los salones comenzó a llegar a mis oídos, pero no tenia intenciones de moverme de allí. Sabia que nadie podía llegar a donde estaba a no ser que sea Alma.
—Alma— pensé en voz alta.
Cuando al fin podía tener una guía para seguir los pasos hacia ella, la vida parecía gritarme que definitivamente no la merezco. Casi como si el destino me gritara a la cara que yo no estaba destinado a llegar nunca a ser parte de su vida. Ella finalmente me beso, ella dio un paso antes que yo para demostrarme quizás que tiene interés
¿De verdad puede tener interés en mi? Ni siquiera he sido capaz de decirle algo acerca de lo que siento por ella, y llega otra barrera mas a lo que realmente siento.
Puse mi bolso encima de mi rostro, demasiado furioso como para levantarme a la siguiente clase, y demasiado frustrado como para prender otro cigarrillo.
¿Por qué me odias tanto Dios?
Los murmullos se escuchaban lejanos, ya que casi nadie se acerca a esta parte de la academia. Estaba completamente seguro de que nadie me escucharía estar en este lugar como para venir a investigar, pero de todos modos en el momento que escuche la campana para que la gente volviera a los salones, me sentí un poco mas tranquilo.
Estaba casi seguro de ser indetectable, pero como todo lo que digo es completamente erróneo sentí como alguien caminaba hacia esta dirección y movía las hierbas de la entrada secreta. Mi único pensamiento en ese momento fue que Alma venia a buscar las respuestas que estaba evitando escondiéndome aquí. Venia a pedir explicaciones y tendría que decir la verdad sobre cada una de ellas, o quizás podría intentar mentir.
Aun con el bolso en el rostro pude sentir un como un ligero peso se arrastraba por el césped hasta llegar a mi lado. No quería sacarlo por ningún motivo para no ver esos ojos acusadores de lo bastante obvio de la situación.
—Alma— Hable lo mas alto que pude con el bolso en el rostro — Si vas a golpearme que no sea en el rostro, por favor.
—¿Alma?
Mi cuerpo se paralizo al escucharla a ella. Pensé todo menos las posibilidades de que recordara este lugar. Saque mi bolso rápidamente nuevamente asustado y la mire con indignación en tanto levantaba mi torso de el césped.
—¿Quien es Alma?— me miro confundida frunciendo su boca.
—¿Qué haces aquí? — soné mas confiado de lo que realmente estaba, así que me aleje unos centímetros mas de ella por precaución.
—¿Alma sabe de nuestro lugar secreto? — Me miro algo decepcionada, pero aunque sus ojos demostraban algo, seguía mostrando una sonrisa cómplice.
—No es nuestro lugar secreto — Evite su mirada en tanto hablaba entre dientes.
—Antes lo era— sonó una carcajada — ¿Acaso no lo recuerdas?
—Tu misma lo dijiste—Volví a mirarla al rostro, y sentí que podía combatir esa sensación de debilidad si nuevamente pensaba en todo lo malo que ella me había hecho — Eso era antes.
—Pero sabes que eso no evitara que venga cuando lo desee — Apareció una sonrisa coqueta en sus labios— Sin importar que esa 'Alma' este aquí.
—¿A que demonios viniste? — pregunte exasperado cuando nombro a Alma nuevamente
—Tu sabes bien a que vine— ladeo su rostro casi como si fuera evidente
—No estaría preguntando si lo supiera...
—A buscarte Sam.
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Esta vez cumplí con las 100 visitas justamente!
¿Quien quiere conocer la apariencia de esta misteriosa y odiada chica? ¿Quien dijo yo?
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