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20.-Luego podremos pasar a lo malo

Desperté con una extraña paz en mi pecho. Parecía que la llama que me perturbaba se hubiera calmado para darme un inexplicable placer como recompensa.
Mire la hora en mi teléfono y me levante con un animo completamente diferente, haciendo que mi rutina matutina fuera mas rápida y eficaz.

Camine hacia el instituto con un extraño deseo de ver a Alma más que nunca. Quería admirar su presencia a mi lado y evitar que se sintiera mal al ver a Julián, o simplemente evitar que lo viera. Desde lo que pasó el día de ayer tengo una extraña necesidad de prevenir una expresión triste en su rostro, o que haya alguna lagrima en sus ojos. Y aunque se que ese no es en absoluto mi trabajo, mi cuerpo y mente parecían trabajar por si solos.

Al atravesar el arco del instituto vi como la gente comenzaba a susurrarse cosas mientras pasaba frente a ellos. Era algo normal para mí entre chicas pero ahora creo que se volvió una costumbre unisex. Salude a la gente que conocía y me hacían extraños comentarios sobre el "escándalo" que provocó una de mis conquistas a la salida del instituto en el cual me vi envuelto y lo único que me atrevía a decir es que Julian era un imbécil, pero nunca aclare que Alma no era una de mis conquistas sino que era mi amiga, aunque quisiera que fuera al revés.

Camine hacia el salón con un paso apurado para poder ver ahí a la reina de mis desgracias, sentada junto a Victoria sonriendo como si todo lo que paso ayer no hubiera pasado. Me acerque a ellas con un paso decidido a pesar de que mi corazón estuviera algo altera por verla de nuevo con una sonrisa alegre y las salude como lo hago normalmente, pero esta vez el abrazo de Alma fue un poco mas apretado y duradero, como si quisiera agradecerme por todo silenciosamente.

—Por eso los comentarios del instituto están que arden—sonrió Victoria haciendo que Alma me soltara.

—Los comentarios también dicen que no eres rubia natural — le sonreí mientras ponía mi bolo junto a Will— Pero no creo que haya que hacerles caso.

— No le digas esas cosas — Will me miro enojado — después se pone triste de verdad.

—Ella fue la que comenzó todo — me senté junto a el en tanto lo saludaba de un agradable apretón de manos.

Las chicas se dieron vuelta en sus asientos para hablar sobre cosas cotidianas antes de que comenzara la clase. Sin embargo antes de que Victoria dijera la primera palabra Larry entro haciendo un gran escándalo al salón .

—Alma — dijo en un tono algo haciendo que todo el salón se quedara en silencio inmediatamente— tienes que ir a la dirección enseguida.

Alma miro hacia donde estaba Larry y todos los murmullos se empezaron a escuchar inmediatamente. Larry dejo sus cosas encima del escritorio en tanto Alma dio una ultima mirada a nosotros y se levanto con los ojos cerrados casi sabiendo cual era su destino al cruzar esa puerta.

—Si yo fuera usted me llevaría todas sus cosas a la dirección — rio mientras se sentaba en su silla giratoria sacando una barra de chocolate.

— Y si yo fuera usted no me comería tantos dulces a no ser que quiera diabetes— comenzó a ordenar su bolso casi con enojo.

Will y yo no pudimos aguantarnos la carcajadas a esa respuesta que dejo a todo el salón perplejo, incluso a Victoria.

— Señorita Alma —Larry se levanto furioso de su silla— No voy a tolerar esas faltas de...

—Respeto — Interrumpió Alma terminando su frase —Quizás ya no lo tenga que tolerar mas —le sonrió sarcásticamente en tanto salia por la puerta del salón dando un pequeño portazo.

Inmediatamente después del portazo el silencio que reinaba en el salón volvieron a ser murmuros. Larry se sentó algo indignado mientras seguía comiendo su barra de chocolate y Victoria termino de darse vuelta en su asiendo para mirarnos algo perpleja por la situación que acababa de pasar.

—La van a suspender — Victoria me miro a los ojos algo afligida.

—No pueden hacer eso

—Pueden hacerlo por un día o una semana—Will me interrumpió— es como un escarmiento.

—¿Un escarmiento? — reí — ¿Y porque a nosotros no nos hacen ese tipo de escarmientos?

—¿Acaso ustedes se asustarían si los suspendieran por un día?— El tono de Victoria era de cansancio.

Will y yo reímos al unisono.

—Creo que serian como unas vacaciones— Will me golpeo el brazo.

—Seria tan feliz si hicieran eso conmigo.

—Lo toman como una broma porque para ustedes esta academia es como un internado, darles una suspensión no ayudaría en nada— sonó molesta — Alma me dijo que no podía ser suspendida, su madre se va a enfadar.

La frase de Victoria hizo que mi mente viajara hace unos días, cuando Alma tuvo ese altercado con Alex por mi culpa nuevamente. Cuando me contó que no podían suspenderla ya que si la echaban de este instituto lo único que le quedaba era un internado y ella no quería ir a ese lugar.

¿Habra estado ahí antes?

—Tienes razón— Will apoyo su rostro en su mano — pero no es mucho lo que...

—Voy a ver que le dicen — me levante rápidamente de mi asiento interrumpiendo a Will.

—Pero Sam...— Victoria tomo mi brazo — Si amenazas al director otra vez puede haber otros problemas.

—No te preocupes — Agarre mi bolso en tanto soltaba su mano — tengo otro plan.

—¿Te iras? — Will sono algo sorprendido.

—No puedes irte —Victoria me siguió con la mirada en tanto caminaba hacia la puerta —Hoy Larry hablara cosas que saldrán en el examen.

—Luego me las explicaras tu —le sonreí guiñándole un ojo.

Larry seguía disfrutando de su chocolate, tanto así que no había comenzado la clase para poder comerlo en paz. Lo mire un momento pensando que me iba a regañar por retirarme así, pero no se si es la costumbre de que lo hago casi siempre o que en su mente estaba demasiado excitado por el chocolate, que no me dijo absolutamente nada aun cuando le di un portazo a la puerta.

Camine por los jardines de Bullworth pensando alguna solución momentánea para la suspensión de Alma.Si es una suspensión de un día podemos arreglarlo fácilmente, pero si es una semana o quizás un mes, hay que inventar algo mucho mas elaborado.

¿Si su madre se entera se enfadara tanto que la mandara a un internado inmediatamente? No puede hacer eso, solo se estaba defendiendo de un imbécil.

Recordé como Alma ha hablado de su madre el ultimo tiempo, parece una persona que trabaja todo el día, no muy agradable y algo ceñida a lo que es lo correcto. Sin embargo no creo que sea capaz de retirar a su hija de una academia solo por tener ciertos problemas con la asquerosa gente que reside aquí, o quizás estaba esperando un momento como este para llevársela a un internado para corregir ese comportamiento rebelde y no tener que encargarse mas de ella.

Espera, ¿estoy especulando su madre o de mi padre?

Llegue a la dirección aun pensando en las soluciones a esta situación. Me acerque a la puerta para hacer mi entrada triunfal otra vez, pero recordé lo que Victoria me advirtió sobre amenazar al director otra vez. Evite poner mi mano en la manija de la puerta , para luego escuchar los gritos del director y darme cuenta que hice la elección correcta.
Me aleje de la puerta, para crear un falso escenario de que pasaba por ahí por coincidencia cuando Alma salga de la oficina.

—¡Espero que esto te de una lección!— Sonó dentro de la pequeña oficina cuando Alma abrió la puerta saliendo con una cara enfurecida.

Al verla salir de allí camine por ahí como si fuera una coincidencia haberla encontrado. Sin embargo ella no noto mi presencia y comenzó a caminar hacia la entrada de la academia sin ver lo que pasaba a su alrededor.

—¡Hey!— grite involuntariamente — ¡Espera!

Alma se detuvo un momento y miro hacia atrás con unos ojos de odio.

—¿Que quieres?— hablo entre dientes en tanto llegaba a su lado.

—¿Que demonios paso allí?

—Me suspendieron por el día de hoy — cruzo sus brazos — ese maldito me culpo de todo al director. 

—¿Julian?—Soné algo confundido

—¿Conoces a otro maldito aparte de el, que no seas tu?—comenzó a caminar , y yo la seguí a la misma velocidad.

—Te podría nombrar un montón , pero no se me ocurre ninguno en este momento.

—Mi mamá va a matarme — puso una de sus manos en el rostro en señal de frustración.

—No se tiene que enterar— la mire algo alterado.

—¿Como no va a enterarse? El dijo que la iba a llamar — me miro frunciendo el ceño.

—Escúchame — tome su brazo y la hice detenerse justo antes de que cruzara el arco de la entrada de Bullworth— El siempre dirá: Mas tarde llamare a tus padres para que se enteren de esto — imite al director con una voz estúpida haciendo que a Alma se le escapara una pequeña sonrisa— Pero no es así.

—¿Como sabes que conmigo no sera diferente?

—Te suspendieron solo un día debido a que lo amenazamos el otro día— puse mis manos en su hombro algo nervioso— Solo lo hizo para asustarte.

—¿Como puedes estar tan seguro?— me miro a los ojos algo desconfiada.

—Confía en mi — apreté con delicadeza sus hombros.

Ella se mantuvo callada un momento, y suspiro a ojos cerrados.

—No puedo creer que me siga metiendo en problemas aunque no quiera.

—Eso te pasa por juntarte con nosotros— sonreí algo mas alegre , soltando sus hombros.

—Ni siquiera es un nosotros — rió — eres solo tu.

Ella me miro son una sonrisa mas animada y comenzó a caminar a un paso mas lento pasando el gran arco. Al ver que su animo mejoro, sentí como en mi interior todo comenzaba a funcionar de una manera mas rápida y torpe. Sentía como una pequeña taquicardia me atacaba nuevamente y como mi estomago comenzaba a retorcerse.

—Ahora tendré que perder todo mi maldito día para no llegar a mi casa— suspiro.

—¿Quieres pasar la mañana conmigo en el centro?— pregunte involuntariamente, haciendo que me reprendiera mentalmente.

—¿Contigo?

—Si— rasque mi cabeza incomodo— prometo no causar mas problemas — reí

—¿Esto es algún tipo de cita? — sonrió casi burlándose.

—¡Claro que no!— respondí rápidamente 

— Entonces es...

—Es solo es una maldita salida de amigos — fruncí el ceño algo acalorado — ¿Quieres ir o no? 

Sentí como mi cara comenzó a calentarse mas de lo debido, y me aleje a ella para que no notara que mi rostro se estaba poniendo rosado debido a su comentario.
Aunque quiera acercarme a Alma mas que un amigo, mi orgullo parece ser mas grande. Cada vez que ella insinúa que siento cosas por ella, mi mente trabaja por si sola rechazando cualquier tipo de frase que requiera compromiso y algún tipo de relación que no sea exclusivamente sexual. Sin embargo, cuando yo quiero acercarme en de una forma mas intima, mi cuerpo solo da acciones de respuesta, haciendo que las palabras queden a segundo plano.

Ni siquiera mi cuerpo y mi mente se pueden poner de acuerdo para hacer las cosas bien.

—Me parece bien — su mano apretó la correa de su bolso, y me soltó una sonrisa un poco mas confiada.

Caminamos hacia el centro en un extraño silencio, no se que pasara en la cabeza de Alma en este momento, quizás esta debatiéndose entre la tristeza y el enojo debido a las consecuencias que le han traído sus acciones ( Y también las mías). En cambio yo estoy pensando en como crear un tema de conversación sin que mi cara se coloque del mismo tono que un tomate.
Cada vez que salgo con una chica que no sea Victoria o Amanda, voy con segundas intenciones, siempre tengo un dialogo aprendido, y respuestas determinadas para ellos,pero con Alma todo es diferente. Mi cuerpo no reacciona como yo quiero que lo haga, y lo único que hace es dar demostraciones de lo nervioso que me pone cuando esta tan cerca de mi, cosa que no me había pasado hace años y ya no se como sobre llevarlo. 

— Espero que no me lleves a donde llevas a tus seguidoras ingenuas— Alma rompio el silencio antes de que pudiera pensar en una frase.

—¿Eres una de mis seguidoras ingenuas? 

—Gracias a Dios, no — negó con la cabeza algo horrorizada—¿Tu quisieras que fuera una? 

Si.

—No — bufe burlón.

—¿Que te parece si vamos a una cafetería?— sonó pensativa— No hay ningún otro lugar que nos reciba tan temprano, ademas no tengo mucho dinero.

—Un motel también nos puede recibir — moví mis cejas de forma coqueta.

—Basta — golpeo mi brazo riendo.

Caminamos hasta una cafetería conocida que he visitado un par de veces con Amanda, por lo cual era lo suficientemente exclusiva para que Alma la pudiera visitar conmigo. Miramos por el gran ventanal y solo habían unas pocas personas pidiendo café para llevar. Así que entramos por la puerta , haciendo que sonara una pequeña campanita en la esquina superior de la puerta. Era un lugar acogedor, tiene poco ruido, un aroma agradable, un piso de madera, pequeñas mesas y sillas de madera , y mas plantas de lo que me gustaría mencionar.

—Bienvenidos— una chica vestida de barista se acerco a nosotros dirigiéndonos una sonrisa, mientras nos acercaba a una mesa vacía para dos personas.

—Esto se ve algo costoso — Alma me miro con cierta incomodidad.

—Siéntense cómodos— Puso sobre la mesa 2 hojas bien decoradas que parecían de restauran lujoso —  aquí tienen nuestro menú. Cuando estén listos para pedir algo me pueden llamar— Hablo mirándome exclusivamente a mi y dándome una sonrisa extra se retiro a ayudar a su compañero con los clientes que estaban pidiendo cafés para llevar. 

—¿Seguro que haz entrado solo un par de veces? — Alma rió mientras revisaba la elegante hoja que nos entrego la chica.

—La ultima vez que vine con Amanda, ella no estaba trabajando aquí — sonreí mirando a Alma — ¿Celosa?

—Como quisieras que estuviera celosa — me miro por encima de la hoja levantando una ceja.

—¿Tienes listo lo que ordenaras?

—Un vaso de agua. 

—¿Un vaso de agua? 

— Si— dejo el menú en la pequeña mesa de madera— te dije que teníamos que ir a un lugar mas simple.

—Este es un lugar simple — mire a alrededor.

—Sam— agarro mi cara e hizo que mirara alrededor de nuevo — aquí viene gente con sus malditos mac's a trabajar— movió mi cara hacia una dirección para que mirara a un señor de buena apariencia trabajar con su computadora al lado del gran ventanal, algo que no encontré tan raro como para alarmarme como ella.

—¿Eso quiere decir que es elegante?

— Eso quiere decir que no es para mi al menos — rió soltando mi rostro.

—Pero puedes pedir algo si lo deseas — le acerque el menú nuevamente — yo invito.

<<Yo invito>> Es tan extraño persuadir a una chica de que escoja algo mientras la estoy invitando. Cada vez que a una de mis citas le digo eso, piden lo mas costoso del menu sin siquiera pensar en las consecuencias-

—No.

—Vamos — deje mi menú en la mesa junto al suyo— no puedo comer solo aqui.

— No tengo el dinero para pagar esto.

—Me puedes pagar con otra cosa — le guiñe un ojo.

—Eres un idiota — paso su mano por mi cara riendo.

—Si no quieres pedir nada, yo elegiré por ti y tendrás que comerlo.

Ella me quedo mirando seria un momento y abrió la boca un par de veces antes de emitir una frase, casi como si estuviera avergonzada por la situación.

—¿Puedo pagártelo mas adelante? — sonó tímida.

—Claro que si — reí como si dijera algo absurdo—pide lo que quieras.

Ella agarro el menú nuevamente con mas timidez que la primera vez. La observe mientras apoyaba mi rostro en mi mano, y parecía que todo lo que le parecía apetecible era demasiado caro. Cada vez que encontraba algo de su agrado deslizaba el dedo hasta llegar al precio, y al verlo parecía reconsiderar la idea de elegir eso. Su vista llegaba la mía un par de veces y sonreía de manera tímida y yo le respondía con una de vuelta tratando de darle a entender que todo estaba bien y que podía elegir lo que quisiera. 

Todas las conquistas que he llevado a comer, han tenido poca consideración con mi bolsillo antes de elegir algo. Parecía que les importaba ver como reaccionaba la gente de su alrededor al ver como le llegaba el plato mas costoso del menú, que realmente disfrutarlo. Ver a Alma dudar sobre que comer solamente por el precio me hacia cuestionarme muchas cosas con respecto a mis decisiones anteriores. ¿Realmente existían chicas así antes que ella?¿O ella es una persona única? ¿Ayleen era así de considerada? 

Moví la cabeza negando bruscamente al ver que la compare con ella. Alma pareció percatarse de mis movimientos y se disculpo por tardarse tanto, pero esa no era la razón por la cual negaba frenéticamente. Cerré los ojos con fuerza por un momento tratando de concentrarme solamente en una cosa.

¿Por que demonios tu eres tan diferente?

—Ya lo decidí— Hablo decidida, haciendo que abriera los ojos algo asustado.

Levante la mano tratando de llamar la atención de la chica que nos atención. Luego de un momento de espera, ella se acerco a nosotros disculpándose por la demora, y saco una pequeña libreta con un bolígrafo azul para poder escribir nuestro pedido.

—Yo quiero un cappuccino con un sándwich nº 3, por favor— mire a Alma para que ordenara lo que había costado tanto decidir.

—Yo quiero...— Alma lo pensó un momento —Un mokaccino y un cheesecake de arándano.

— Enseguida — la chica retiro las elegantes hojas de la mesa, y luego de mirarme con una sonrisa se retiro hacia la cocina.

—¿Cheescake? — mire a Alma con cierta cara de asco. 

—Adoro los cheescake — sonrió sentándose un poco mas relajada.

—¿Quien demonios adora el queso con algo dulce? — negué con la cabeza como si fuera algo bastante alocado mezclar esos dos sabores.

—¿Alguna vez lo has probado?— cruzo sus brazos.

—No probaría algo así ni muerto.

Ella rio y dejo caer su cabeza al respaldo de la silla y cerro los ojos junto a un suspiro, como si quisiera relajar su mente. La mire un momento para analizar sus facciones otra vez, para repetirme a mi mismo que Alma era hermosa, pero que no debía obsesionarme otra vez con algo así. 

Si, sientes cosas por ella, pero es solo eso ¿Verdad? 

Su boca se frunció un poco, como si también estuviera analizando algo y estuviera dudosa. Sonreí con la idea de que quizás estaba pensando si fue buena idea aceptar que yo la invitada a comer algo. Eso no quiere decir que esto es una cita ¿O si? No venia con una idea así en la cabeza, solo quería pasar el día pero ¿Quiero que esto sea una cita? Mi mente me grita que no, realmente no lo quiero y que solamente es una ilusión de lo que pienso que Alma me hace sentir. Sin embargo la forma en que se altera mi estomago al tenerla tan cerca me grita desesperadamente que haber propuesto que salgamos para pasar el día de su suspención fue solo una excusa para tener el día con ella, y definitivamente si quiero que esto sea una cita.

Alma comenzó a abrir los ojos y antes de que se diera cuenta que la estaba mirando, cambia mi vista hacia el gran ventanal que daba hacia la calle. Ella no hizo ningún comentario y trate de parecer relajado como si no estuviera debatiendo internamente sobre lo que realmente quiero. Mire a la gente pasar, y pensé de que la mayoría de esas personas no deben estar lidiando con algo tan estúpido como esto. Ellos deben estar viviendo el momento, teniendo novias, o ligues y no pensando en la pequeña probabilidad de que esa persona te puede joder hasta dejarte humillado otra vez.

¿Eso realmente pasaría si llegara a tener algo con Alma?

Repose mi cabeza en mi mano otra vez, y pensé en las probabilidad que habrían de que todo terminara de la misma manera que la ultima vez. ¿Alma es de ese tipo de personas? Aunque paso lo de Julian, no hizo parecer que era ese tipo de persona ¿O si? ¿Habrá sido completamente sincera conmigo?

En tanto repasaba una y otra vez incertidumbres en mi cabeza, vi como un perfil bastante conocido se asomaba por el gran ventanal del café. Su imagen duro no mas de 3 segundos en los que camino por el frente, pero en esos 3 segundos mi mente quedo en blanco y mi corazón se paralizo por completo.

¿Era...

—Aquí tienen — Sonó la voz de la chica que nos estaba atendiendo a nuestro lado. Puso el pedido de cafés en la mesa y fue a la cocina a buscar lo demás.

—¿Te pasa algo? — Alma  me miro algo extrañada

¿Me pasa algo? ¿Realmente debería ser sincero con todo lo que he pensado y creo que vi?¿Era ella después de todo?

—No —respondí de una manera mas seria de lo que quería.

La chica llego con los dos platos , uno que contenía un sándwich que dejo a mi lado, y uno que contenía un cheesecake con base blanca y en la capa superior un color morado.

—Gracias — Alma miro a la chica y le sonrió cordialmente. La chica le devolvió la sonrisa y luego de mirarme a mi un segundo se  retiro sin decir nada.

—Gracias — dije yo tardíamente.

—De verdad te pasa algo— acerco su rostro a mi cara para verme de cerca — Nunca perderías una oportunidad para coquetear.

Mire los ojos de Alma en tanto se curvaban en una sonrisa. Mi corazón paso de no latir a latir rápidamente nuevamente como por arte de magia. Y sentí como me aleje un poco de su rostro involuntariamente.

—No es mi tipo— reí sin ganas. Mire por la ventanal un momento, esperando y rogando de lo que haya visto en ese momento, haya sido solo mi imaginación.

— Tu no tienes un tipo—río—tu solo aceptas...

—¿Te puedo hacer una pregunta?—la interrumpí mientras gire mi rostro para mirarla directo a los ojos-

—Ya estas haciendo una — sonrió y comenzó a comer su cheesecake.

—¿Quien es Andree? — pregunte serio haciendo que la sonrisa de Alma desapareciera.

—¿Por que necesitas saberlo? — tomo de su café con una mirada algo molesta.

—Quiero conocerte un poco mas— evite su mirada, en tanto comencé a comer mi sándwich.

—¿Quieres conocerme mas?—rió casi burlonamente— haré un pequeño resumen para ti...

—¿Esto es algún tipo de presentación? — La mire confundido

—Exactamente— tomo un poco de su café antes de comenzar — Mi nombre es Alma, mi cumpleaños es es 1 de noviembre, mi color favorito es el negro...

—Claramente — le sonreí viéndola de pies a cabeza

—Tengo una hermana mayor llamada Mía— sonó algo mas seria , casi como si lo dijera con tristeza —Que no veo hace bastante tiempo.

—¿Por q...

—Mi comida favorita son las papas a la francesa — me interrumpió antes que pudiera investigar algo sobre su hermana— Tu turno.

—¿Mi turno? — soné extrañado

—Si, quiero saber de ti — sonrió con la taza entre sus manos.

—¿Como esto responde a mi pregunta?

—Primero hay que saber nuestras cosas buenas ¿No crees?— miro su taza— luego podremos pasar a lo malo.

—Es tan extraño que una chica pregunte sobre mi — reí incomodo.

—¿Tus conquistas no tienen interés en ti ? — me miro confundida.

—Solo si les quiero regalar algo — levante mis hombros tomando un sorbo de mi café.

— Vamos, comienza — Alma pareció estar emocionada.

—Bueno...— dude un poco si debería hacerlo pero luego de mirar que parecía esperar mi respuesta proseguí — Mi cumpleaños es el 4 de abril, mi color favorito es el azul — reí incomodo — tengo una hermana menor llamada Amanda...

—La mejor hermana del mundo, te falto agregar.

— La mejor hermana del mundo— sonreí — No sabía que tenias una hermana...

—Raramente hablo de ella, siéntete afortunado — me guiño un ojo.

Me siento realmente afortunado.

—¿Ahora pasamos a lo malo?—la mire con mas seriedad.

—¿Por que quieres hablar de el? — me miro molesta.

—Porque aquella vez... — me miro mas enojada aun— te veías bastante afectada por el.

—Lo máximo que puedo decir de el, es que esta a tu altura en ser un cretino— frunció su boca — y eso es poco para lo que es el.

— No se si eso es bueno o ...

—¿Que me dices de ella? — me interrumpió mirando su taza — ¿Era linda?

—Hermosa — respondí involuntariamente. 

Mire a Alma y ella me estaba mirando con una sonrisa de oreja a oreja. Tosí disimuladamente para tratar de cambiar el foco de la conversación

—¿Que te gustaba de ella? — me miro interesada

—¿Es necesario hablar de ella? — rasque mi cabeza incomodo — No es algo...

—Tu quisiste hablar de las cosas malas...

—Si pero...

—Solo querías que yo respondiera tus preguntas—río y le dio un bocado a su cheesecake.

— No quiero hablar de ella como algo bueno— Solté finalmente sincero — No quiero pensar en ella, ni en lo que me gustaba de ella.

—¿La extrañas?— Alma me miro a los ojos

—No— le devolví la mirada seriamente —¿Y  tu lo extrañas?

—Para nada.

Ella me sonrió dulcemente y no tuvimos que decir nada mas para que se entendiera que el tema había concluido. Continuamos hablando de la vida, de la comida y de como el cheescake según Alma era un buen postre. Finalmente me convenció de probarlo para que pudiera hablar con justificación de su sabor, y ahora puedo decir con seguridad que el queso y lo dulce no van para nada bien juntos.

—Es lo mas asqueroso que haya probado en mi vida.

—Eres un bebe llorón.

Las horas pasaron,la comida se acababa pero los temas de conversación seguían fluyendo como algo espontaneo. Por primera vez en mucho tiempo pude hablar con fluidez de temas realmente estúpidos con Alma y no tener un dialogo aprendido con respuestas completamente genéricas. De un momento a otro la cafetería comenzó a llenarse de gente, y las mesas que a nuestro lado estaban vacías, comenzaron a ser ocupadas por ejecutivos que estaban en su hora libre de comida. 

Alma tomo su celular y confirmo que ya era hora de retirarnos del lugar, para poder llegar a la hora adecuada a su casa sin que su madre sospechara nada. Nos levantamos de la mesa, y pasamos entre la gente para poder pagar la cuenta. Nos atendió la misma chica que nos llevo a la mesa, ahora se veía completamente exhausta pero de todas formas me devolvió la misma sonrisa de antes , y esta vez si se la correspondí. Al salir del café Alma insistió en que le pidiera el numero de teléfono, pero entre risas y molestia repetí nuevamente que no era mi tipo de chica. 

— ¿Y cual es tu tipo de chica? — me dijo frunciendo la boca en tanto caminábamos juntos de vuelta a Bullworth.

— Me gustan las rubias — levante los hombros buscando una preferencia que realmente me agradaba ahora.

—¡¿Te gusta Victoria!?— Se tapo la boca en señal de sorpresa

—Claro que no — fruncí el ceño riendo — es casi una hermana para mi.

—¿ Pero nunca ha pasado nada con ella?

Mi mente viajo hacia el pasado con esa pregunta, cuando eramos mas pequeños y unos besos fugaces pasaron entre dudas y mucho alcohol. No fue precisamente algo de amor, o de gusto, fue simplemente dos personas con demasiado alcohol en la sangre.

— Si te digo algo le contaras a ella —sonreí con malicia

—¡Claro que no! — cruzo los brazos — se sincero conmigo.

—Solo una vez en una fiesta pero eso es todo.

—Tu de verdad no tienes freno — rió como si lo que acababa de comentar no le produciera nada.

Si yo supiera que beso a uno de sus amigos ¿Me enfadaría?

—Te devolveré el dinero apenas pueda — cambio el tema repentinamente

—No te lo estoy pidiendo tampoco...

—Lo se, pero te lo devolveré— me sonrió ampliamente — odio deberle dinero a la gente, y tu no seras la excepción. 

Cuando comencé a divisar la academia a lo lejos, me dio un extraño sentimiento de tristeza. No quería que el día con Alma acabara pero tampoco iba a ser capaz de decirle que quería mas tiempo junto a ella. Quería seguir hablando de estupideces, quería seguir descubriendo cosas sobre ella, quería sentirme libre de ser yo y no el gran personaje que cree para las demás chicas. 

— De verdad no necesitas pagarme todo lo de hoy — sonreí cabizbajo — lo hice porque quería.

—Sabes que te lo pagare igual — rió.

Mire hacia el frente viendo que cada paso que dábamos era menos tiempo  que estaba con ella. Me reprendí mentalmente por lo estúpido que estaba siendo ya que la vería de todas formas al otro día en la academia, pero no de la misma forma. Seriamos de nuevo dos amigos que pasa en día en el instituto, hoy fuimos dos amigos que salieron a conversar de sus vidas. 

Eso es un avance ¿No es así?

Escuche a mi lado como Alma acomodaba su bolso en su hombro, pero no quería fijar mi vista en ella o sentía que mi rostro nuevamente se iba a iluminar como un semáforo. Sin pensarlo comencé disminuir la velocidad de mi paso, tratando de extender el tiempo que tomaría llegar a la academia esperando que ella no lo notara. 

Estoy siendo extremadamente ridículo.

Sumergido en mis pensamientos, pude sentir como en mi barbilla se poso la mano de Alma y daba un pequeño agarre con delicadeza, moviendo mi rostro hacia su nivel de estatura. En un segundo pude ver su mirada avergonzada y como me beso fugazmente haciendo que todo mi cuerpo se tensara en un escalofrió.

—Esto lo pagara por el momento — sonrió en tanto soltó mi rostro — Nos vemos.

El paso de Alma comenzó a ser mas rápido que el mio, dejándome atrás algo mareado aun por lo que acababa de pasar.

¿Fue real? ¿Ella realmente me beso?

Mi paso disminuyo de velocidad hasta quedar parado justo enfrente de la academia, viendo como Alma ya había avanzado bastante en dirección a su casa y solo podía ver su pelo moverse junto su caminar tan singular.

¿Que demonios significa esto?

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