15.-Puedo esperar
<< Julián me invitó a salir hoy y no quiero arruinarlo>> En su cara se dibujó una sonrisa de forma malvada y luego besó a Julián con una pasión desesperada. Yo estaba ahí de manos cruzadas, esperando que ella me dijera que si siente algo por mi, que lo que pasó entre nosotros no fue un error mientras que su boca estaba entrelazada con la de Julián.
<<Nunca seras como él>> grito una voz desconocida
<<Él es una buena persona>> me dijo una voz delicada en el oído izquierdo.
<<¿Por qué no mejor te quedas conmigo?>> Una sombra delgada apareció de repente frente de mi la cual comenzó a acercarse lentamente con un caminar singular que conocía perfectamente. Mientras mas se acercaba mas podía lograr distinguir que era ella, su cabello corto, su olor y esas manos delicadas.
Una luz apareció de la nada y comenzó a iluminar la figura, fue subiendo desde los pies lentamente hasta su rostro, pude ver los golpes de sus brazos y cuando pude ver sus labios sonriéndome de manera burlona otra vez, desperté de golpe.
Abrí mis ojos y me senté rápidamente en la cama. Mi cuerpo estaba cubierto en sudor y respiraba muy agitado por el hecho de solo pensar que casi veo su rostro en mi sueño.
Creo que me estoy volviendo loco.
Me volví a recostar en la cama con la respiración un poco mas calmada. Tome mi celular para revisar a que hora me habían levantado mis malditos sueños y eran las 4 de la madrugada. Sabia que no era hora de levantarme, pero no creo que después de aquella experiencia el sueño quiera volver a mi.
Prefiero llegar 1 hora antes al instituto que soñar de nuevo con ellas.
Me levanté de la cama con mas pereza de lo normal y fui directamente a la ducha. Ni siquiera tuve ánimos de poner música para que el día comenzara bien. Me miré al espejo un momento en tanto el agua de la ducha se preparaba y con el silencio que había solo pude pensar en una cosa : Alma.
A pesar de que pude saber lo que sentía sobre ella, no todo salió como creía, sumándole al hecho de que no hemos vuelto a hablar después nuestra discusión.
<<Julián me invito a salir hoy y no quiero arruinarlo>>
¿Por qué demonios confía en él , y no en mi ?. Su palabra es mas valida cuando se trata de una apuesta por ella. Después de todo aquella noche pensó que era el y no yo ¿Verdad?
Miré mis ojeras, y una pequeña marca que quedo en mi mejilla derecha debido al golpe de Alma. Suspire pensando en que ella no querrá hablarme después de las cosas que le dije, y quizás nunca vuelva a hacerlo. Se que quería que se sintiera igual que yo en ese momento, que se sintiera humillada como acababa de hacerlo conmigo, pero creo que solo me vi como un idiota.
Toque mi mejilla para comprobar si seguía doliendo, pero ya solo quedaba la marca y nada de dolor. Cansado y agobiado por las cosas que pasaron los últimos días me metí a la ducha para poder callar mis pensamientos un momento, pero sucedió todo lo contrario. Imágenes de Alma embriagaron mi mente. Nunca pensé que aceptar los sentimientos nuevamente por alguien tendría tantas consecuencias , hace tanto tiempo que no ocurría que no pensaba en lo jodido que estaba en este momento.
De verdad me estoy arrepintiendo de haberla conocido
Me llegó el pequeño recuerdo borroso de Alma aquella noche, aquel beso y esa sonrisa avergonzada que se asomo en su rostro aquella vez. A pesar de haber estado con tantas chicas, ninguna de sus sonrisas quedo grabada en mi mente como la de ella. Quizás el que haya estado drogado y borracho ayudo a verla de una forma mas especial, y decidió atesorarla automáticamente para recordarme que posiblemente nunca mas pueda verla. Quizás al fin de cuentas mi mente sabia que lo de nosotros nunca se iba a concretar.
Esa sonrisa no era par ti Sam, ella pensaba que estaba con Julian.
Mi mente se alarmo cuando recordé que el día de ayer Alma había tenido una salida con Julian. El había tramado todo esto quizás desde cuando, y ella simplemente accedió a salir con el aun sabiendo la verdad de todo, diciendo que el no era igual que yo. Claramente Julian no es igual que yo, yo soy amado por las chicas, yo soy al que las chicas persiguen en el receso y Julian es...¿Que es Julian? Un Maldito mentiroso, eso es lo que es. El tramo todo esto, creo el escenario perfecto para darle a entender a Alma que soy peor que el, pero eso no es así ¿Verdad? El quiere acercarse a ella solo para ser popular y solo porque es bonita , yo quiero estar con ella porque...
Me quede en silencio un momento, pensando en que sentía cosas por Alma pero era tan difícil ponerlas en palabras.
Supongo que para Julian no es difícil mentirle al rostro y decirle que le gusta y que la estima. Posiblemente la beso sin que fuera un juego de bebidas y ella la correspondió sin dudar de sus sentimientos. Sin pensar que es una mala persona , sin compararla con Andree...
Quizás se besaron, quizás terminaron en la cama, quizás Alma no dudo de él y se entrego porque esta vez si era el, quizás... quizás...
Las dudas que tenia no fueron lavadas con el agua de la ducha, y aunque lo hice para despejarme y sentirme mejor, fue todo lo contrario. Al salir de la ducha y envolverme una toalla a la cadera, fui a mi habitación a arreglarme con todo el tiempo del mundo.
Para ella es fácil decir que me parezco a Andree y que por eso nunca me considerara. ¿Quien demonios es Andree?¿Por qué ponerle barrera a lo que siente por mi? ¿Si quiera siente algo por mi, o todo lo que dijo era dirigido a Julián?
Comencé a ponerme el uniforme y al mirarme el pecho en el espejo me di cuenta que tenia una sugilacion.
Emma.
Lo miré mas de cerca y estaba morado, lo que quiere decir que no sanará luego. Suspiré y me puse la camisa. Hablo mal de Alma con respecto Julian pero después de todo nadie sabe aun lo de Emma.
Ella tiene razón después de todo, soy un maldito mentiroso, pero fue solo algo carnal , no fue la gran cosa ¿No es así?
Terminé de vestirme perezosamente, me arreglé el cabello mas rápido de lo normal y baje a la sala de estar a ver televisión un momento para esperar la hora de ir al instituto a verle la cara a la mitad de las personas que odio. Ahora en la lista se agregan Julián y Alma.
No quiero verle la cara a Alma por ningún motivo, aun sigo enfadado pero se que ella esta mas que enfadada conmigo.
Aunque mi vista estuviera puesta en la televisión, no le estaba prestando atención. Estaba pensando en las miles de posibilidades de que ella ya ni siquiera se quisiera acercar a Victoria para no verme después de lo que le dije.
— ¿Qué demonios haces despierto a esta hora?— el susurro de una voz femenina sonó a mi lado, haciendo que me de un escalofrío saltando del sillón por el susto.
— ¿¡Qué crees que haces tu!?— grité
— Baja la voz— Puso su pequeña mano en mi boca— despertarás a papá, estuvo trabajando toda la noche.
Le lamí la mano a lo que ella la sacó inmediatamente limpiándola en su pijama.
— ¿Qué haces despierto a esta hora?— me volvió a repetir sentándose a mi lado.
— Tuve una pesadilla y no pude volver a dormir.
— Pareces niño chiquito— rió apoyándose en mi hombro.
— No es algo de lo que te debas reír, cuando tu tienes pesadillas te vas a dormir conmigo
— ¡Es diferente!
— ¿Por qué?
— Porque yo si soy una niña pequeña — dijo haciendo puchero
— Si claro— desordené su cabello.
— ¿Qué pasó finalmente con Alma?— se sentó derecha para mirarme a la cara con un brillo en sus ojos.
— No hables de ella en mi presencia.
— ¿Te rechazó?
— Ella...— trague saliva incómodamente
— ¿No te quiere? ¿Te encuentra horrible? ¿Te dice que quiere vomitar cuando ve tu cara?
— Una mezcla de todas esas cosas — reí triste.
— ¿A que te refieres?— pregunto casi decepcionada
— Hubieron un par de problemas entre nosotros. La ofendí de una manera que no debí porque creo que le gusta otro chico — rasqué mi nuca incomodo.
— Le dijiste cosas feas ¿No es así?— cruzo sus brazos
—Si—suspiré— pero ella también me dijo cosas feas a mi.
—Ella debe tener la razón seguramente...
— ¿Por qué nadie me apoya a mi?— miré al cielo
—¿Ahora ya no hablaran más?
—Posiblemente no— acaricié su pelo
Amanda me abrazó de lado fuerte.
—Eres mi hermano Sam, te aprecio mas de lo que te odio, pero te seré sincera diciendo que eres un idiota.
—No siempre lo soy
—Pero ahora lo estas siendo, y no veo que tengas intenciones de arreglarlo.
—¿Como podría arreglar eso? — reí sin ganas — y aunque quisiera, ella ya tiene a otra persona Amanda.
—Solo tienes dos opciones ante estas situaciones — me sonrió — Como dice papá : Discúlpate o olvídate que hay postre.
—¿Qué demonios significa eso?
— Que tienes que tratar de arreglar las cosas, si no, no podrás disfrutar lo que la otra persona te quiere ofrecer.
—¿Qué haces de malo para que papá te diga esas cosas? — reí
—Dice que estoy en una fase rebelde — suspiró
La abracé fuerte mientras ella se quejaba
—Aunque me disculpe las cosas no cambiarán ¿Sabias?
—No lo sabrás hasta que lo intentes, no somos tan complicadas.
— No tengo posibi...
—Si tienes— Amanda me interrumpió— Solo hazlo, no seas un cobarde como lo has sido siempre.
—¿Por que debería? No entiendo que demonios tiene ella que no me podrían ofrecerme otras de cientos de chicas que tienen absolutamente lo mismo.
— Ella hizo que sintieras algo otra vez ¿no?
— ¿Y?
— Y eso no lo habías sentido con ninguna otra chica— respondió desesperada — que tan ciego tienes que ser para no darte cuenta de que es una chica genial. Y es mucho mas genial que Ay...
—No digas su maldito nombre— la miré de forma furiosa
—Bueno— miró hacia otro lado— sabes a que me refiero.
— Sé que es una chica genial, pero no creo que lo nuestro funcione.
—Repitelo hasta que te lo creas, pero sabes en el fondo de tu corazón que no es así.
Me quedé en silencio mirando como Amanda se acomodaba en el sillón nuevamente. Miré la hora de mi celular y ya era hora de ponerse en marcha a la academia. Sabia que básicamente era una marcha fúnebre ir para allá, pero debía enfrentarlo después de todo.
—Es hora de irme — me levante del sillón para darle un beso en la cabeza a Amanda — No vuelvas a hablar de Alma en mi presencia hasta que yo lo diga.
— ¿Decidiste que harás?
— Olvidarla
Ella me lanzó una almohada del sillón que llego precisamente en mi cara
—Disculparme — reí
— Buen chico
Le devolví la almohada con más fuerza
— Eres un imbécil— toco su rostro adolorido — te acusare a papá
— Hazlo cuando te escuche— Tome mi bolso del suelo — Adiós
Atravesé el marco de la puerta con una gran decisión de que hoy me disculparía con Alma. Pero mientras mas caminaba, mi decisión se iba desvaneciendo a una incontrolable furia al pensar en ella y Julián.
Miré mis nudillos heridos pensando en lo estúpido que fui aquella noche al alejarme de ella. Debí haber procedido para comprobar si con eso podía olvidarla completamente, pero en vez de eso quede con malditos recuerdos de su cuerpo que hacen que mi estomago duela.
Crucé el gran arco de entrada del instituto pensando aun en ella, y por arte de magia mi vista pasó a una cabellera negra que caminaba hacia el salón de clases. Como si mi vista fuera guiada magnéticamente a ella, mi cuerpo también comenzó a moverse con rapidez hacia allá, aunque mi decisión no estuviera completamente firme.
Es mi oportunidad, vamos Sam, haz algo productivo
Apuré el paso y me puse delante de ella. Alma me miró con cara de sorpresa y al verme la cara, trató de esquivarme.
— Dame 5 minutos— tomé su brazo despacio.
— 5 minutos— habló seria mirándome a los ojos.
— Ven— sin que me diera permiso, tomé su mano y la guié hacia la parte trasera de la academia.
Había un lugar en la academia que descubrimos William y yo hace unos años, el cual era tan apartado que quizás ni los profesores sabían que existía. Era un lugar pequeño cubierto por muchas ramas de arboles y arbustos. Parecía un lugar romántico para chicas simples así que siempre llevábamos allí chicas a las cuales no les teníamos mucho interés para solo llegar a 2 base y después no volverlas a ver. Y ahora romperé otra sagrada tradición y lugar secreto solo por ella.
Cuando llegamos solo se veían arbustos y Alma me miró con una ceja levantada en tono de duda. Pero antes de que dijera algo comencé a correr las ramas y las hojas para que apareciera un pequeño lugar con césped donde caían un par de personas.
—Siéntate a mi lado — me senté dentro mientras ella se acomodaba también.
Luego de sentarnos , tiré las ramas para que pareciera que no había ninguna entrada, y nadie mas pudiera encontrar este lugar.
— ¿Qué quieres?
— ¿Me odias? — la miré a los ojos seriamente.
— Odiarte seria poco — dijo con una frialdad que me provoco escalofríos.
— Quiero... — hable casi tartamudeando— quiero disculparme contigo. Me comporté como un idiota ayer.
— Si que fuiste un idiota ayer— se comenzó a acariciar el cabello sin mirarme a la cara.
— Y por eso quería disculparme contigo, sinceramente y...— me acerque para que me mirara a los ojos — cara a cara.
Vamos bien Sam
Ella me miró seriamente , y sus ojos ya no parecían buscar una respuesta en mi, si no juzgarme por todo lo que le dije.
— Es tan raro verte comportarte como una verdadera persona— hizo una mueca parecida a una sonrisa.
— No te burles de mi—respondí enfadado — me estoy tratando de disculpar en serio contigo.
— Y yo me rió de tus disculpas porque te hacen parecer algo que no eres.
— ¿Qué no soy?
— Amable— sonrió por fin naturalmente.
— Si soy amable— refunfuñé
— El primer día que nos conocimos dijiste que ya no serias amable conmigo ¿Por qué lo vuelves a ser?
— ¡Porque de verdad me comporté como un verdadero idiota!— dije desesperado
Alma soltó una pequeña carcajada y comenzó a sentarse con mas confianza.
— ¿No será porque me estas tratando de conquistar de nuevo? — levantó una de sus cejas en forma dudosa.
Al terminar esa frase sonó las campanas que nos llamaban de vuelta a clases, pero a ninguno de los dos pareció importarle o moverse por ello.
— Yo no te estoy tratando de conquistar— mentí otra vez — tu eres la que siente ''cosas por mi''—hice las comillas con mis manos.
Ella golpeó mi brazo
— Te dije que olvidaras esas cosas — rió — fuero...
— Un error — repetí decepcionado — ya lo dijiste
—Si...— miró el césped
—¿De verdad debería olvidarme de todo lo que paso esa noche? — la miré a la cara y ella me devolvió la mirada
— Deberías olvidarte ya de mi — sonrió y me tocó el estomago con el dedo indice provocandome cosquillas.
—Basta — reí
—Uh, no sabia que eras tan cosquilloso — comenzó a hacerlo con las dos manos — ¿Sabias que la gente cosquillosa es muy celosa?
Normalmente cuando Will o Victoria me hacen cosquillas, terminan golpeados sin querer ya que para mi es la peor tortura que se haya creado. Pero yo no quería golpear a Alma, menos después de que las disculpas no salieron tan mal como lo pensé.
Como Alma no paraba aunque se lo pidiera, tomé sus manos y nos lance para atrás. Quedamos en un posición incomoda, como aquella película del millonario y la sumisa. Yo sujetando sus brazos mientras estaba encima de ella y nuestras caras quedaron a pocos centímetros otra vez.
La miré a los ojos y ella pasó a suavizar su mirada, ya no me juzgaba , si no que buscaban algo otra vez, casi pidiendo algo.
— Te dije que pararas— dije entre inhalaciones y exhalaciones.
— ¿Así tratas a todas las chicas que traes aquí? —rió pudiendo ver sus perfectos dientes a solo centímetros de mi rostro.
Por alguna extraña razón , no tenia la intención de dejar esta posición. Podía verla tan de cerca y oler su perfume otra vez mientras me miraba, y aunque no la estuviera viendo en sujetador como la ultima vez, sentía una gran tentación de besarle sin importar que eso llevara a algo mas.
— Sam, creo que lo intentare con Julian — me miró a los ojos
Sentí como algo dentro de mi hubiera sonado, algo parecido a un crack, pero estoy seguro que no es mi corazón ya que no lo uso desde hace mucho.Solté los brazos de Alma y me senté con normalidad en tanto me rascaba la cabeza algo incomodo.
— Se que ni siquiera debería decírtelo — ella también se sentó con normalidad mientras se arreglaba el cabello— Pero quería saber que pensabas al respecto.
—Sabes que pienso al respecto...
—Pensé que te alegrarías por mi — me miro a los ojos
—Me alegro por ti si es que piensas que encontraste algo bueno — evité su mirada — pero no creo que te deberías estar con el.
—¿Piensas que no debería estar con el porque es malo para mi o porque quieres ocupar su lugar?— me sonrió de forma coqueta.
La miré a los ojos algo sorprendido por su respuesta.
— Sabes que es tu sueño que yo este en su lugar — reí tratando de cambiar los papeles.
—Mas bien una pesadilla — rió junto a mi.
La miré un momento mientras reía, pero quizás ella tenia razón. Mas de tener miedo de que el le haga algún daño, me gustaría que me hubiera considerado a mi para ese lugar en vez de Julian, quizás hubiera hecho un mejor trabajo.
—¿Tengo algo en mi cara?
—Solo fealdad — reí
Alma agarró su celular y miró la hora, no pareció alarmarse pero agarró su bolso y comenzó a pararse.
—Espera — tomé su mano
—Ya es hora que vayamos a clases ¿No crees?
—¿Quieres quedarte esta hora aquí conmigo? — la mire a los ojos
—¿Es un tipo de proposición indecente? — puso cara confundida— Porque si es así, yo no pue...
—Claro que no — solté su mano y me recosté en el césped— Es solo si tu quieres, solo nosotros dos, hablando...
Ella me miró y sonrió con ternura, quizás tanta ternura que me dieron unas inmensas ganas de besarla.
—Esta bien, pero esta sera primera y ultima vez ¿Prometido?
—Prometido — dije levantando mi mano derecha.
Creo que si no la puedo tener ahora, puedo esperar un poco mas.
— Y dime ...— la miré con la cabeza ladeada— ¿Cuando me invitaras a tu casa?
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