Capítulo 11.
Cuando se avecinaba un día malo, Taehyung era el menos indicado para afrontarlo.
A lo largo de su vida, en pocas ocasiones perdía el control de sí mismo, probablemente podía contar aquellas ocasiones con una sola mano. Le gustaba el orden, sentir que tenía todo bajo control y, en caso de ser necesario, recurrir a medidas extraordinarias si ese era el caso. Ponía mano dura y podía mandar a todos sus hombres, pero cuando se trataba del interior de su hogar, específicamente su hijo, las cosas cambiaban para él y es cuando sentía que no tenía todo controlado como aparentaba.
Como cada semana, su reunión con los miembros del clan estaba próxima a llegar, teniendo que partir temprano para regresar por la tarde y tener un día con su hijo. Sin embargo, cuando tuvo que levantarse antes de que sonara la alarma por los lloriqueos de Daehyun, supo que ese día no iba a ser fácil por afrontar.
—Necesito que me escuches, cariño.—Pidió, pasando sus manos por el cabello del menor.—Tengo que salir de casa, pero prometo que volveré pronto.
—¡No!—El grito de horror de Daehyun solo le estaba provocando un fuerte apretón en el pecho.
Daehyun se encontraba enfermo, entre la fiebre alta que no abandonaba su cuerpo y los vómitos que había tenido desde que se despertó, Taehyung se encontraba preocupado por su salud y sabía que su médico de confianza llegaría en cualquier momento, su niñera se encontraba presente como cada día de la semana acordado para su cuidado, pero el pequeño se negaba a soltar su mano y dejarlo marcharse.
—No tardaré mas que una hora, cachorro.—Comentó, tratando de mostrar una sonrisa.—Cuando llegue haremos todo lo que tú quieras, pero por mientras tendrás que descansar para que el doctor te revise y saber qué es lo que tienes.
—No quiero que te vayas, no me dejes solo.—Taehyung era débil ante esos grandes ojos que el pequeño le mostraba, aferrándose a él como su salvavidas.
El doncel estaba debatido entre saber qué hacer. Si posponía la reunión un día podría alertar a los miembros de que algo estaba ocurriendo, lo último que necesitaba era tenerlos detrás suyo vigilando sus pasos. Si movía la reunión a una hora más tarde probablemente tendría mejor oportunidad de asistir, acabar con los informes semanales y volver para centrarse únicamente en su hijo. Se trataba de esos momentos donde detestaba tener que dividir sus tiempos, ¿Cómo podría preferir ir a una reunión a estar cuidado de su hijo? Pero ninguno de los miembros lo entenderían y sería imposible explicar una situación como ella.
—Tienes a MinJi para cuidarte mientras no estoy, ¿Acaso no te gusta pasar tiempo con ella? A MinJi le gusta jugar contigo y cuidarte, estarás bien con ella.
—Yo te quiero a ti, papi.
Antes de que Taehyung pudiera contestar, un toque en la puerta lo hizo girar, enfrentándose la mirada de Jungkook. Miró la hora que marcaba el reloj en la mesita de noche y maldijo por lo bajo, no quedaba más tiempo para partir.
—Es momento de irnos, Taehyung. El auto está esperando por nosotros.—Dijo, moviendo su mirada entre el doncel y su hijo.
—Adelántate, en un minuto bajo.
Daehyun comenzó a sollozar con pequeños hipidos, negando desesperadamente mientras escalaba hasta estar en los brazos de Taehyung, sin querer dejarlo ir.—¡No, no, no!
Jungkook no pudo apartar la mirada de la escena frente suyo. Taehyung trataba de seguir convenciendo a Daehyun de tener que irse, pero el pequeño se encontraba en una constante negación que algo removió en el interior del pelirrojo, observando llorando y pidiéndole a su padre que se quedara con él ciertamente había movido fibras vulnerables en su interior, haciéndolo reaccionar por inercia antes de siquiera meditar sus palabras.
—Taehyung, si necesitas quedarte entonces hazlo, yo me presentaré en la reunión de hoy.—Al visualizar el brillo de desesperación en los ojos del rubio, continuó.—Inventaré alguna excusa de tu ausencia, de todas maneras solo son los informes de la semana. Si algo más grande surge, te notificaré.
Girando su rostro para ver el de su hijo, soltó un suspiro de cansancio y aceptó.—De acuerdo, estaré al pendiente del celular en caso de ser necesario.
Con una última mirada, el pelirrojo se sintió dudoso si entrar a la habitación y verificar que todo estuviera bien con Daehyun, o simplemente salir de ahí e ignorar el tirón incómodo que sentía en su cuerpo. Pero sin ceder a sus impulsos, dió un último asentimiento antes de salir por el pasillo sin mirar atrás, alejando cualquier clase de pensamiento que comprometiera sus propias emociones.
Mientras del otro lado, Taehyung decidió ignorar el significado de esa acción y concentrarse en su hijo, siendo notificado poco después que el médico llegó. Y a pesar de tratar de mantener toda su concentración puesta en las indicaciones que el hombre le daba, sentía una parte de sus pensamientos dirigirse al pelirrojo.
(...)
Cuando Jungkook regresó a la residencia, dejó su abrigo sobre el perchero y caminó hasta la sala, encontrando todo en silencio. Eran aproximadamente las cinco de la tarde, la reunión se había extendido más de la cuenta para desviar la atención con la ausencia de Taehyung, enfocándose en las próximas negociaciones por hacer y un par de ajustes de cuentas en las cuales debía de poner en marcha. Los miembros se habían removido incómodos al ver la ausencia repentina del doncel, pero el pelirrojo trató de mantenerlo en orden.
"—Se encuentra indispuesto para asistir el día de hoy. Pero como su esposo y también líder de esta unión, podemos llevar a cabo la reunión sin ningún problema.—" No mentía, tampoco planeaba dar más detalles de los necesarios ante la situación.
Y si fuera poco, aprovechó las circunstancias para aclarar un tema en específico que le había hecho ruido en los últimos días. Realmente quería mantenerse al margen con la organización y sus miembros, pero si Taehyung no planeaba corregirlos, entonces él tendría que hacerlo.
"—Antes de terminar con la reunión, me gustaría tocar un tema importante, además de ser algo que me está causando cierto conflicto.—Había mencionado, bajando la mirada a los papeles frente suyo, mostrando una sonrisa que carecía de cualquier emoción, inclusive sintiéndose fría.—Cuando se refieran a mi esposo, me gustaría que respetaran el nombre que por ley tiene al estar casado conmigo. Estimo su devoción por él, pero dejemos en claro que su nombre ahora está entrelazado al mío, por lo que esperaría que se refieran a él como señor Jeon, o en su caso, Saejegin Jeon."
El comentario había traído consigo miradas curiosas y expectantes, pero ninguno refutó en su contra. La reunión había terminado con esa última declaración y el capo tomó ese momento el indicado para retirarse. También se había detenido en su antigua residencia para supervisar cómo se encontraba el lugar, encontrándolo exactamente como fue dejada, y no era algo que realmente le quitara el sueño por la noche, pero se encontraba inquieto al tener que regresar con Taehyung y no saber cómo reaccionar.
Pero al llegar y ver todo en silencio y a oscuras, sintió una nueva inquietud formarse dentro de él. ¿Por qué no le asentaba bien aquella soledad? Posiblemente ya se estaba acostumbrando a las cálidas miradas que Daehyun le ofrecía tan pronto como lo veía llegar, o la manera en que Taehyung se movía por todo el lugar con total libertad, a pesar de ser su propia residencia, pero había algo en él que lo hacía seguirlo por inercia.
Revisó en la cocina y en el comedor, pero no encontró indicios de que alguien se hubiera acercado en un tiempo cercano. Caminó por el pasillo en dirección al despacho de Taehyung, pero al igual que las dos habitaciones anteriores, se encontraba en completa soledad. Se dirigió hasta el pasillo de las recamaras, encontrando la puerta entreabierta de la habitación de Daehyun, visualizando como Taehyung y su hijo se encontraban durmiendo sobre la cama, ajenos a todo su alrededor.
Jungkook se detuvo un momento para memorizar la escena frente suyo, reteniendo la respiración. Taehyung abrazaba contra su cuerpo a Daehyun, pareciendo descansar profundamente después de tantos días de desvelo; el pequeño llevaba su pijama puesta y un paño sobre su frente, removiéndose sobre la cama para encontrar una posición más cómoda. El tiempo pasó volando, la noche cayó y el pelirrojo se sentía estancado sobre el marco de la puerta, incapaz de decidir sobre qué tenía que hacer.
¿Era mejor refugiarse en su habitación e ignorar esto, o debería de acercarse y comprobar que todo estuviera realmente bien? Debatiéndose, fue un movimiento en la cama quien lo puso en alerta, escuchando un bajo quejido por parte de Daehyun que parecía removerse incómodo sin encontrar un consuelo.
—Hey, Daehyun.—Murmuró por lo bajo, acuclillándose frente suyo.
Retiró el paño de su frente y se levantó para dirigirse al baño, humedeciéndolo lo suficiente antes de colocarlo nuevamente sobre su piel, sintiendo consigo como la temperatura aún no parecía ceder. Si Taehyung seguía ahí, lo más probable era que también se contagiara, inclusive para él podría significar enfermarse, por lo que decidió actuar por instinto.
Encaminándose al otro extremo de la cama, trató de alejar a Taehyung del cuerpo de su hijo, asegurándose de no molestar a ninguno de los dos antes de cargarlo entre sus brazos y sostenerlo cerca de su cuerpo, escuchando un suave jadeo contra la piel de su cuello ante el movimiento. El doncel parecía desorientado por la acción, pero demasiado perezoso para siquiera reaccionar.
—Jungkook...—El susurro bajo provocó escalofríos en el cuerpo contrario, dirigiéndose fuera de la habitación.
—Será mejor que descanses en tu propia habitación, me haré cargo del resto.—Mencionó, sin estar seguro de ser escuchado.
Empujando la puerta de la habitación con su pie, entró sin fijarse a detalle en el lugar, siendo la primera vez que entraba. Dejando el cuerpo del doncel sobre la cama, se aseguró de abrirlo lo suficientemente bien antes de apartarse, deteniéndose al tiempo que Taehyung pareció sostener su mano entre las suyas, pero manteniendo sus ojos cerrados. La acción desconcertó a Jungkook, pero quedándose a su lado por unos minutos hasta que sintió como el agarre perdía fuerza, al igual que su semblante que parecía relajarse mientras observaba a detalle al rubio sobre la cama.
Las facciones relajadas sobre su rostro lo incentivaban acercarse, maldición, con solo bajar la mirada a sus labios podía volver a sentir el hormigueo sobre los suyos al recordar la leve fricción que tuvieron apenas unos días atrás. Había necesitado un simple toque para hacerlo caer en la tentación, dispuesto a sacrificar su alma por una probada más de aquel néctar que el doncel poseía, pero del cual no se sentía aún privilegiado de tomar.
Sin embargo, actuó por impulso cuando se inclinó y sus labios tocaron suavemente los ajenos, una leve fricción que lo hizo suspirar en añoranza y pedir por más, volviéndose codicioso desde el primer segundo en que pudo hacerlo. El tacto no duró tanto como quisiera, terminándose al escuchar un ruido provenir desde el pasillo, activando todos sus sentidos al momento en que giraba y se encontraba los grandes ojos de Daehyun observándolo, sosteniendo el paño entre sus manos.
—¿Qué sucede, Daehyun? Deberías de estar acostado.—Murmuró en voz baja, caminando hacia él.
—Quiero a mi papi.—Repitió las mismas palabras que en la mañana, haciendo sonreír al pelirrojo.
—Él también debe descansar, ¿Por qué no te hago compañía mientras él descansa? Prometo ser divertido como él.—Acuclillándose, pasó su mano por la pequeña mejilla regordeta, haciendo reír al niño.
Recibiendo un asentimiento, cargó al pequeño de vuelta a su habitación, preguntándole cómo se sentía y si había algo que deseara comer. Pasar el rato con Daehyun no fue tan malo como Jungkook hubiera imaginado desde un principio, inclusive fue agradable pasar tiempo con él, era entretenido conocerlo.
Y eso de cierta manera le provocaba conflictos internos al pelirrojo.
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