Capítulo 06.
El amanecer llegó lentamente, llenando la residencia con una cálida luz que se filtraba a través de las cortinas. Taehyung se removió en su cama, acostumbrado al suave silencio de su hogar, pero algo diferente llamó su atención esa mañana. Un débil aroma a tostadas y café flotaba en el aire, despertando su curiosidad. No era común que alguien más utilizara la cocina a esas horas.
La noche anterior había sido tensa pero civilizada. Tras la conversación con Jungkook, Taehyung le había mostrado una habitación separada, insistiendo en mantener cierta distancia mientras encontraban una forma de convivir bajo el mismo techo. Jungkook no había protestado, aunque su expresión había reflejado una mezcla de resignación y aceptación. Ahora, con el aroma que provenía de la cocina, Taehyung se sentía intrigado y algo cauteloso.
Se levantó lentamente, vistiendo una bata ligera, y se dirigió hacia la cocina. Lo que encontró lo dejó perplejo. Jungkook estaba allí, de pie frente a la estufa, vistiendo una camisa blanca remangada y unos pantalones oscuros. Movía una sartén con destreza mientras mantenía un ojo en la cafetera que burbujeaba al lado.
—¿Qué estás haciendo?—Preguntó el doncel desde el marco de la puerta, su tono mezcla de sorpresa y desconfianza.
Jungkook giró la cabeza hacia él, ofreciendo una pequeña sonrisa.
—Buenos días, Taehyung.—Saludó con un aire deslumbrante, demasiado para el gusto del contrario.—No estaba seguro de si tenías alguien que preparara el desayuno, por lo que decidí hacerlo yo.
Taehyung cruzó los brazos sobre su pecho, observándolo con cuidado.
—No era necesario. Yo soy quien suele preparar el desayuno, solo somos Daehyun y yo.
—Lo puedo imaginar.—Respondió el pelirrojo mientras colocaba cuidadosamente las tostadas en un plato.—Pero quería hacerlo yo. Considéralo un gesto de buena voluntad, prometo que no está envenenado.
El rubio suspiró, acostumbrándose rápidamente a las respuestas de Jungkook, aunque no pudo evitar notar el esfuerzo genuino detrás de las acciones del contrario. Se acercó lentamente, tomando asiento en la barra de la cocina mientras observaba cómo el pelirrojo servía dos platos con huevos, tostadas y frutas frescas. Jungkook colocó uno frente a Taehyung y tomó asiento al otro lado, manteniendo una distancia respetuosa.
—Espero que esté bien.—Dijo Jungkook mientras comenzaba a comer.—No soy un chef profesional, pero creo que se me da bien.
Taehyung probó un bocado, manteniendo su expresión neutral. Sin embargo, el sabor cálido y reconfortante le arrancó un leve asentimiento de aprobación, tratando de mantener una postura tranquila.
—Está bien.—Admitió, aunque su tono seguía siendo cauteloso.—No esperaba que supieras cocinar, te ves como el tipo de persona que le gusta tener personal para todo.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí, Taehyung.—Respondió Jungkook con una leve sonrisa. Aunque la frase podía interpretarse de muchas maneras, su tono era ligero, casi bromista.
Antes de que el doncel pudiera contestar ante ello, unos pasos avecinándose lo detuvieron para hacerlo girar hacia el pasillo, encontrándose con los ojos somnolientos de Daehyun, mismo pequeño que frotaba con una mano su mejilla y la otra retenía un bostezo.
—¿Qué haces despierto, cariño? Pensé que seguirías durmiendo hasta más tarde.—Taehyung se acercó hasta él, acuclillándose para quedar a su misma altura y peinar su cabello hacia atrás.
—Me dio hambre con el olor.—Susurró, tratando de buscar comida sobre la barra de la cocina.
Jungkook le sonrió, señalando el plato extra que había preparado para él.—También te preparé algo, ¿Por qué no nos acompañas a desayunar?
El pequeño asintió y corrió hasta donde se encontraba el pelirrojo, ayudándose de él para subirse a una de las sillas altas de la barra y observar el plato frente a él. No muy diferente a su desayuno, este nada más contaba con una porción extra dulce para acompañar el resto de los ingredientes.
Taehyung miró la escena desconcertado, no lograba acostumbrarse a la cercanía que Daehyun parecía tener con Jungkook, y eso ciertamente no le gustaba. Aún no conocía todas las intenciones con las que el pelirrojo maquinaba dentro suyo, así como aún trataba de descubrir su forma de pensar y actuar, ¿Por qué seguía pareciendo ser todo lo contrario a lo que pensó ser? Eso solo alertaba más a su ser, ¿Y si actuaba en contra suya tan pronto como bajara la guardia? No podía permitirse hacerlo, no cuando estaban viviendo bajo el mismo techo y su hijo se encontraba presente.
Dándoles una última mirada, volvió a su lugar antes de retomar su desayuno, compartiendo el mismo espacio en silencio hasta que Daehyung decidió parlotear de lo delicioso que estaba su plato y que debería de tener más dulce en él.
La conversación continuó de forma pausada con Taehyung haciéndole ver a su hijo que no podía consentirlo con tanto dulce, con comentarios ocasionales de Jungkook que parecía al margen de la situación, como si comprendiera la posición en la que se sentía estar el rubio. Sin embargo, el ambiente cambió abruptamente cuando uno de los hombres del doncel apareció en la puerta con una expresión neutral.
—Saejegin, disculpe la interrupción, pero acaba de llegar una notificación urgente de los miembros del clan. Solicitan su presencia inmediata en la sala de reuniones.
El doncel dejó su tenedor sobre el plato, suspirando con cansancio. No le gustaba ser interrumpido frente a su hijo, no cuando sus ojos curiosos lo miraban con cierto conocimiento de que tendría que dejarlo al cuidado de alguien más mientras atendía asuntos personales.
—Entendido. Diles que estaré allí en unos minutos.
El hombre asintió y se retiró, dejando a ambos líderes en un silencio incómodo. Taehyung se levantó, preparando mentalmente lo que fuera que le esperara.
—¿Qué pasa?—Preguntó Jungkook, levantándose también.
—Es una reunión de clan. Algo urgente, como siempre.—Respondió el rubio mientras se levantaba de la silla, dirigiendo su mirada hacia su hijo.—Sigue desayunando, cariño. Atenderé estos asuntos, mientras termina de alistarte y volveré para ver qué haremos hoy, ¿De acuerdo?
Recibiendo un asentimiento, el doncel giró brevemente su mirada hacia el pelirrojo antes de encaminarse hacia su habitación para cambiarse. Las reuniones ya no serían solamente con el encabezando las decisiones, sentía que este sería el primer reto que ambos enfrentarían al tener que compartir el liderazgo de los clanes.
Minutos después, ambos se encontraban en la sala de reuniones, un espacio amplio y decorado con elegancia. Los miembros de ambos clanes estaban presentes, cada uno con expresiones serias que dejaban claro que el asunto no era menor.
—Saejegin Kim, Saejegin Jeon.—Comenzó uno de los ancianos.—La reciente unión entre sus clanes ha traído estabilidad, pero también ha despertado ciertos resentimientos entre aliados menos confiables. Anoche se recibió información sobre un posible movimiento en contra de esta alianza.
Taehyung frunció el ceño, cruzando los brazos mientras escuchaba atentamente. Jungkook, a su lado, mantenía una postura firme, aunque sus ojos se estrecharon al procesar la información.
—¿De quién sospechan?—Preguntó Taehyung directamente, su tono frío y calculador.
—No podemos confirmarlo aún, pero hay indicios de que uno de los clanes menores está fomentando la oposición. Necesitamos una respuesta estratégica antes de que esto escale.
Jungkook tomó la palabra, su voz resonando con autoridad.
—Si este es el caso, debemos actuar con rapidez. Una muestra de fuerza podría ser suficiente para disuadir cualquier intento de rebelión.
Taehyung lo miró de reojo, su expresión mostrando un leve desacuerdo.
—Una muestra de fuerza podría provocar exactamente lo contrario. Necesitamos diplomacia primero. Hablar con los líderes y entender sus motivos antes de recurrir a medidas drásticas.
Jungkook se giró hacia Taehyung, su ceño fruncido mostrando su frustración.
—No siempre puedes confiar en que las palabras resolverán todo, Taehyung. Algunas veces, mostrar nuestra capacidad de defensa es lo único que garantiza la seguridad.
—Y arriesgarías que eso nos convierta en un blanco mayor.—Replicó Taehyung, su voz firme pero controlada.—Prefiero explorar todas las opciones antes de recurrir a algo que podría desencadenar un conflicto abierto, eso es lo último que necesitamos.
La tensión en la sala se hizo palpable, pero antes de que la discusión pudiera intensificarse, uno de los miembros mayores levantó una mano.
—Basta. Ambos tienen puntos válidos, pero necesitamos una decisión conjunta, de ser así no llegaremos a nada y el conflicto no se resolverá.
El pelirrojo suspiró, cruzándose de brazos.
—Muy bien, propongo que enviemos una delegación para investigar y reunir información. Si detectamos alguna amenaza inminente, actuaremos en consecuencia.
Taehyung asintió lentamente, evaluando la propuesta.
—Eso podría funcionar, pero la delegación debe ser discreta. Y si surge la oportunidad de dialogar con los líderes menores, deberíamos aprovecharla.
—Entonces llegamos a un acuerdo.—Murmuró Jungkook, extendiendo una mano hacia Taehyung.
El doncel lo miró por un momento antes de estrechar su mano, sellando el acuerdo. Ambos se giraron hacia los miembros, quienes asintieron aprobando la estrategia.
—Así se hará.—Dijo el miembro principal, Seokjin.—Informaremos los avances en cuanto los tengamos.
Cuando la reunión finalmente concluyó, Taehyung y Jungkook regresaron a la residencia en silencio. El rubio estaba visiblemente agotado ante la falta de descanso en esos días, pero no pudo evitar notar la forma en que Jungkook lo miraba, como si intentara descifrar sus pensamientos.
—Hoy fue un buen comienzo.—Dijo Jungkook finalmente, rompiendo el silencio mientras entraban a la casa.
Taehyung lo miró con escepticismo, aunque había un atisbo de acuerdo en su expresión.
—Quizás.—Admitió.—Pero todavía hay mucho por resolver.
El pelirrojo asintió, sonriendo levemente.
—Lo sé. Pero estamos en esto juntos, ¿No?
Por primera vez, Taehyung no tuvo una respuesta inmediata. En lugar de eso, simplemente asintió, permitiendo que esa pequeña concesión marcara el final de un día largo y complicado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro