Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1

El goteo continuo lo estaba fastidiando. 

Lo que más odiaba de su trabajo era, sin lugar a dudas, los gritos y el gotear de la sangre. Odiaba su trabajo y a su padre por darle esas tareas. A veces no comprendía por qué dejaba que un chico de 17 años se encargara de las torturas a los traidores de la organización.

—¡POR FAVOR, UZUMAKI-SAMA! ¡L-LE JURO QUE NO HABLÉ CON LOS UCHIHAS! ¡AGH!— Exclamó tras recibir otro corte.

—Mentiroso. ¿Crees que mi padre te tendría así de ser inocente? Él no es tonto. Es más que obvio que sabe lo que hiciste. A pesar de que mi padre es un sanguinario amante del dolor ajeno, mi madre no hubiera dejado que te torturaran solo porque sí.

El hombre no dijo nada, solo bajó su mirada con arrepentimiento y dolor. El goteo seguía sonando sin parar, y Boruto Uzumaki se veía tentado a descolgarlo de la pared para que finalmente no hubiera más ruido. Lastimosamente, era protocolo. 

Oh, ¿pero qué importaba? Era el siguiente líder. El hijo mayor del famoso Naruto Uzumaki. Podía hacer lo que se le diera la maldita gana.

El sonido del cuerpo caer resonó por todo el pequeño y oscuro cuarto. Boruto se alejó un poco ante las gotas de sangre que salpicaron. Colocó una cara de asco mientras se cercioraba que nada de esa sucia sangre de traidor hubiera ensuciado sus caros zapatos negros o su fina camisa manga larga blanca.

—Ya han pasado dos horas y me está comenzando a dar hambre. ¿Por qué no te rindes, aceptas lo que hiciste y te mato rápido? Así todos estaremos contentos; tú dejas de sentir dolor y yo como una hamburguesa. 

—Y-yo... no hablé...

El rubio suspiró fuertemente mientras se colocaba una mano en su cuello. Estaba seriamente cansado. Sabía que su padre le había dicho que no lo matara hasta que dijera la verdad, pero ya no lo toleraba. Fue entonces que se le ocurrió una idea. 

Se alejó del cuerpo y abrió la única puerta del lugar. Observó a su alrededor y luego salió al pasillo oscuro. Tras cerrar la puerta con llave, se fue corriendo hasta llegar a una puerta de metal. Al abrirla, el panorama cambió por completo. Un fino pasillo con alfombra de lana roja y paredes amarillas. Solo asomó su cabeza unos momentos y luego se aclaró la garganta.

—¡Himawari!

—¿¡Sí!?

El de ojos azules sonrió al escuchar la voz de su hermana menor. Ella siempre andaba por esos pasillos curioseando. Una joven de unos 15 años se acercó de inmediato a su hermano con una sonrisa.

—¿Qué sucede?

—¿Me puedes ayudar en algo?

La chica hizo un puchero y se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

—¿De nuevo? No quiero. Papá me va a castigar.

—Sabes que nunca lo hace. Eres la niña de sus ojos.

—Pero si me regañará...

—Ni siquiera será tan fuerte.

Himawari lo observó fijamente con un poco de enojo. Boruto suspiró.

—Bien. Te compraré una consola nueva, ¿ok?

—¡Bien!

Himawari entró en la puerta y Boruto, tras cerciorarse que nadie los había visto, cerró la puerta.

—Himawari, ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? No interrumpas a Boruto mientras está trabajando.

—¡Perdón papi! P-Pero es que quería ayudar a mi hermanito.

Himawari estaba llorando en el suelo mientras era regañada por su padre. El rubio mayor solo soltó un suspiro mientras la levantaba con delicadeza. No podía tolerar ver a su hija llorando. En cambio, Hinata Uzumaki podía leer muy bien a sus retoños, por lo que solo fruncía su ceño mientras observaba de reojo a Boruto.

—Boruto, ¿y cómo fue que tu hermana consiguió un arma y le pegó un tiro en la cabeza a ese hombre? Ella no tiene ningún acceso a eso.

—Pues, pff, ya sabes, la dejé en la mesa de tortura por un momento y pues la tomó. Es decir, no creí que Himawari la tomaría, madre.— Desvió su mirada mientras sudaba levemente.

Hinata sabía lo que su hijo había hecho.

—Bueno, no creo que podamos hacer mucho ahora. Lo mejor será que mande a Shikamaru a limpiar todo. Pero, Boruto, estarás castigado por dos meses.

—¿¡Qué!? ¡Tengo 17! No puedes castigarme.

—Y por esa misma razón es que te castigo. ¿Tienes 17 años, y aún así no aprendiste a seguir el protocolo? Sé que tú le pediste a Himawari que lo matara.

Boruto cerró su boca de inmediato y bajó su mirada. Himawari solo soltó un suspiro mientras murmuraba un ligero "perdón". Naruto se sentó en el sofá de su sala al lado de su esposa.

—Mejor váyanse.— Soltó con pesadez. A Naruto le costaba no darle un castigo más severo a Boruto por desacato de protocolo. Pero intentaba ser suave con él solo por su amada esposa. 

Boruto y Himawari se inclinaron levemente y luego se fueron sin decir nada. 

—Al parecer ya no puedes usar la misma excusa, nii-san.

—Tsk. 

Himawari observó de reojo a su hermano, quien parecía muy enojado.

—Ese viejo solo me castigó a mi. Como se nota la preferencia en esta familia.

Himawari soltó una gran risa ante eso.

—Es decir, ¿a mi me reclama que tenga 17, y a ti no te reclama ayudarme a pesar de tener 15? O el viejo te sigue viendo como una niña de 8 años o simplemente me tiene manía.

Himawari negó con la cabeza.—Yo mejor me voy a mi cuarto. Kae-chan quedó de llamarme hoy para organizar la salida pre-cumpleaños.

—Eso no existe.

—Pues ahora sí. 

Boruto observó como su hermana se desviaba y lo dejaba andando solo. Le restó importancia casi al momento y se fue a su cuarto. Mientras iba caminando su vista estaba puesta en el hermoso exterior que los ventanales de su mansión le dejaban apreciar. Su hogar yacía un tanto alejada de la población, puesto que su padre no solo era un empresario millonario. Estar en un lugar más apartado era lo mejor para los Uzumaki. Eso y la relativa tranquilidad que se gozaba al tener a la ciudad a unos 20 km. 

Pero esa distancia era estratégica. De esos 20 km, 15 estaban monitoreados y resguardados por los subordinados de su padre. 

Se metió a su cuarto y se acostó en su cama king size sin dudar. Cualquiera diría que era demasiado para una sola persona, pero a él le encantaban los lujos y la comodidad. Si iba a morir algún día—algo que era muy probable teniendo en cuenta el tipo de vida que llevaría—, por lo menos lo haría habiendo vivido una vida cómoda. Sacó su celular y comenzó a ver sus redes sociales. O más bien, se metió a TikTok solo para perder el tiempo viendo vídeos estúpidos como por dos horas.

"Boruto, ¿puedes venir a mi cuarto? Tengo algo que decirte."

Su ceja se enarcó al leer el mensaje de WhatsApp. De inmediato colocó una sonrisa en su cara. Seguramente era algún chisme que había oído en algún lugar.

"Yendo 🏃‍♂️"

Apagó su teléfono y salió de inmediato. Caminó por el extenso pasillo hasta llegar a una puerta grande y elegante; del mismo material y diseño que la suya. Ni siquiera tocó, simplemente se adentró en la habitación.

—¡Bien! ¿Qué tienes para mi, hermanito? Oh, ¿y podrías bajar el arma, por favor? Por mucho que desearía ser aprueba de balas, no lo soy.

—P-Perdón. Es que ya sabes, siempre tenemos que estar alerta y pues tú me asustaste mucho. 

El joven guardó su arma y se acercó a Boruto.

—¿Y bien?

No dijo nada. En cambio, se acercó a la puerta, observó ambos lados del pasillo y luego cerró con llave. Posteriormente, se fue a sentar a su cama; Boruto ya se encontraba acostado a la mitad del colchón.

—Es que, no sé si escuché mal, pero... creo que nuestro padre hará una alianza. 

—¿Una alianza? Eso es raro. Ya no hay enemigos a los que tenga que pedirles alianza y-...

Su boca se cerró de inmediato al analizar sus propias palabras. Giró su cabeza de inmediato y observó a su hermano.

—¿No me digas que... ?

—Sí. Al parecer, la alianza es con los Uchihas.

Un gruñido salió de la garganta del rubio y cruzó sus brazos en su nuca. Su ceño fruncido delataba lo enojado y disgustado que se mostraba, pero se relajó a los pocos segundos.

—Debiste de haber oído mal. Es imposible que mi padre se quiera aliar con ellos. Es decir, nos llevamos odiando con ellos desde hace unos cinco siglos. Somos como enemigos naturales. ¿Por qué hacer una alianza?

—No lo sé. Lo poco que escuché fue algo de una alianza y sobre unos tratados.

—Pero, ¿estás seguro de que es con ellos?

—¿Cómo no estar seguro? Papá se enojó en una parte de la conversación y gritó "¡Conmigo no juegas, Sasuke Uchiha!". ¿Tú conoces a otro Sasuke Uchiha?

Boruto no respondió.

—Pero es que... una alianza con ellos es como... imposible. Incluso si llegamos a pactar la alianza, no nos toleraríamos. Los Uchihas son arrogantes y prepotentes, estoy seguro de que ese viejo de Sasuke querrá tomar el control de toda la alianza, mi papá no cederá y hasta ahí queda la alianza. 

—Pues la verdad es que no sé como se desarrollará, pero yo escuché que... papá llegó al acuerdo.

—¿¡En serio!?

Su hermano asintió con algo de pesar. Boruto se sentó y colocó una mano en su barbilla; intentando adivinar como pudo haber sido esa conversación como para llegar a la conclusión de que la alianza era algo factible y funcional. De todas formas, ¿por qué su padre necesitaría una alianza con los Uchiha? El poder y los contactos le sobraban, sin mencionar la gran astucia que poseía—y con eso se refería a la astucia de tener como mejor amigo a Shikamaru Nara—.

—Supongo que es tarde o temprano para que papá nos diga sobre la alianza y todos los detalles.

—Sí... pero de todas formas, ¿Cómo y cuando terminaste oyendo esto?

—Uh, bueno, pues eso... uh, simplemente iba por algo de comer a eso de las dos de la madrugada, escuché a papá hablando y pues... me ganó la curiosidad... ¡Q-Quita esa cara y no le digas a papá!

La sonrisa de Boruto se convirtió en una carcajada sonora.

—Así que fue en la madrugada. ¿Sabes, Haru? Creo que simplemente estabas alucinando por la falta de sueño.

La cara de indignación de Haru fue lo único que recibió mientras se levantaba de la cama.

—Estoy seguro de que eso de la alianza no es real. Ya lo veras. Si fuera verdad, papá no podría pasar ni un solo día sin contarnos. Y ya es casi la hora de la cena, así que ya sabes la respuesta.

Tras decir eso, Boruto salió de la habitación.

—¿¡QUÉ!?

Haru contuvo una carcajada ante el gran grito que su hermano había pegado.

—Lo que escuchaste, Boruto. Haremos una alianza con los Uchihas.

—¿¡POR QUÉ!?

Boruto se había levantado con furia de su asiento. Naruto soltó un suspiro, pues ya tenía prevista la reacción de su primogénito.

—Es algo... necesario.

—¿¡Necesario!? ¡Nosotros nunca nos aliaríamos con esos bastardos por algo "necesario"! ¡Ellos son unos malditos psicópatas arrogantes! Y mira que nosotros no somos los más santos para hablar.

—Boruto, siéntate y deja de gritar.— Habló Hinata con el ceño fruncido. 

El rubio frunció su ceño, pero le hizo caso a su madre; aunque eso no evitó que siguiera viendo a su padre con mucho enojo.

—Escucha, Boruto. Esto no es algo que yo quiera. Se me es sumamente repulsivo tenerlos de aliados, pero es necesario. Los... Otsutsuki vienen a Japón.—Tanto Boruto como Himawari y Haru abrieron sus ojos con mucha sorpresa.— Quieren tomar todo el país y, teniendo en cuenta que son ellos, lo lograrán sin dudarlo. Yo no soy suficiente para defender mi parte ni Sasuke lo es para defender la suya.

Ambas mafias poseían su parte de Japón. Naruto poseía la parte norte mientras que Sasuke la sur. Ambos terminaban sus territorios en la región de Chubu; teniendo Naruto "Nagano" y Sasuke "Nagoya". Ambos no tocaban el territorio del contrario, esto para estar en relativa paz. Entre los dos controlaban los negocios ilícitos de Japón. Sin ellos, el país sería un verdadero infierno lleno de drogadictos y muerte.

Pero los Otsutsuki eran una cosa completamente diferente. Son una mafia proveniente de Rusia. Ellos controlaban todo ese país y casi toda Europa. En términos de poder, lo sobrepasaba en gran medida. 

Pero si ambos se unían, habría una esperanza para Japón.

Por mucho que los dos no se toleren y por muchos siglos que sus familias lleven odiándose a muerte; ambos debían hacer un sacrificio. Tanto por el país como por su familia.

—Por eso hemos decidido pactar una alianza temporal. En lo que logramos remarcar nuestro territorio, estaremos aliados con los Uchihas.

—Pero... ¿Cómo estar seguros de que los Uchihas no planearán aprovecharse luego de la situación? ¿Y si cuando todo termine, ellos se quieren apoderar de nuestro territorio; traicionándonos y posiblemente causándonos grandes bajas?— Habló Haru con preocupación.

—Eso es fácil de resolver. Simplemente, nosotros tenemos que dar el golpe primero. Así, las bajas grandes serán de ellos.— Cínicamente, comentó Himawari mientras jugaba con una albóndiga en su plato.

—No, nada de eso. Ninguno de nosotros se traicionará. 

Los herederos lo miraron confundidos y con una ceja arqueada.

—Nosotros, para asegurar que no habrá traición, hemos establecido una regla de oro. Si se llega a quebrantar, el honor se nos será despojado.

—¿Y de qué regla hablas, padre?— Preguntó Boruto mientras intentaba quitarle una albóndiga a su hermana con el tenedor.

Naruto volteó a ver a su esposa, quien asintió levemente con una sonrisa suave. El mayor soltó un suspiro y observó enseriado a su primogénito.

—Acordamos que ni yo ni Sasuke estaríamos involucrados en las reuniones u operaciones que se hagan. 

—¿Eh? ¿Mandarás a Shikamaru o al viejo Jiraiya a las reuniones? Tiene sentido, así no estarás expuesto al peligro y la prepotencia de esos idiotas.— Sonrió al lograr su cometido de robarle la comida a su hermana, quien solo le mostró un ceño fruncido.— Sabia decisión, papá.— Se llevó la albóndiga a la boca.

—No. De hecho, acordamos que... ustedes serán los que asistirán a las reuniones.

El sonido de ahogamiento por parte de Boruto hizo que su madre actuara rápido y le golpeara levemente la espalda. Haru se quedó en shock mientras que Himawari miraba a su padre con confusión.

—No comprendo del todo... ¿nosotros nos encargaremos de las negociaciones y las reuniones con los Uchihas?

—Así es, Himawari. 

—¿¡Pero por qué!?— Exclamó Boruto luego de expulsar el trozo de albóndiga.

—Es como una medida de "precaución". No me estaría arriesgando y, ustedes al ser mis hijos, pueden hacer los acuerdos y organizar las reuniones en mi nombre. 

—Pero somos adolescentes.

—Lo sé, pero tengo la plena confianza en que los he educado bien. Los de la organización se negarían a que yo fuera cara a cara con Sasuke y pasa lo mismo con los Uchiha. Así que llegamos a un acuerdo. 

—¿Y-Y cual es, en sí?— Preguntó Haru con nerviosismo. 

—Yo tengo dos hijos y una hija, Sasuke tiene dos hijos y una hija. Es equitativo. Ustedes lo son todo para mi así como los hijos de Sasuke lo son todo para él. El acuerdo se basa en que no se puede lastimar a ninguno de ustedes, de lo contrario, se pagará con la misma moneda.

—Ósea que, en el caso hipotético de que maten a Boruto, ¿los Uchihas matarían al primogénito de los Uchiha?— Preguntó Himawari.

—Así es. 

Los tres hermanos se tensaron de inmediato. Su padre a veces podía pensar de manera un tanto despiadada de forma no intencional. Su costumbre y naturaleza, supusieron ellos.

—Fue un acuerdo verbal, pero se cumplirá al pie de la letra. El código de la mafia establece que el ser un hombre de honor es una regla inquebrantable. Y, aunque no quiera admitirlo, Sasuke es alguien con mucho honor. No haría ningún movimiento que pusiera en duda eso. Al igual que yo tampoco lo haría. 

—Y-Ya veo. Pero... de todas formas habrá un líder, ¿no?

Naruto volteó a ver a su primogénito y le sonrió levemente. Boruto se espantó de inmediato y se levantó de la silla.

—No...

—Sí. Sasuke y yo acordamos que nuestros primogénitos serían los jefes de cada bando. Por lo tanto, Boruto, tú serás el jefe en esta "misión".

—Padre...

—Te he enseñado todo lo que sé. Yo confío en que serás un gran líder. Además, eres mi heredero principal, por lo que esto te servirá de práctica.

Boruto solo se quedó callado con una mirada llena de horror. Todavía no se sentía preparado para asumir un cargo tan grande. A penas y estaba entrando a la universidad. Todavía quería disfrutar su vida como adolescente despreocupado. 

Oh bueno, medianamente despreocupado.

—Se me fue el hambre. Iré a mi cuarto. Buenas noches.

Y sin decir más, Boruto se fue del lugar. Naruto no lo detuvo, puesto que sabía que la información le había caído de golpe. El joven Uzumaki estaba consternado; no queriendo imaginar su futuro como líder de práctica. Y mucho menos en una "misión" en colaboración con los Uchiha.

Y aún peor, con el primogénito Uchiha como líder del otro bando.

Ambos estudiaban en la misma universidad y, aunque no se lo encontraba muy a menudo al ser de facultades diferentes—Boruto agradecía eso enormemente—. Pero cuando se veían, no solo lo miraba como si fuera alguna lacra o pedazo de basura, sino que su cara siempre estaba plagada de seriedad y de burla cuando se encontraban. Siempre lo observaba fumando con el resto de su facultad. Sus ojeras marcadas solo le daban un aire de seriedad más acentuado. Y sus ojos verdes eran tan inexpresivos que Boruto podía jurar que en vez de globos oculares tenía cubos de hielo.

"De medicina tenía que ser."

No era que quisiera discriminar a toda una facultad, pero era bien sabido que los de medicina—al menos en su universidad—eran sumamente arrogantes y se creían la última coca cola en el desierto. Sin mencionar el sin fin de adicciones que presentaban, ya sea al tabaco, al alcohol o a la marihuana—casi todos complementaban con la ninfomanía—. Por eso, pasar por ahí era considerado un martirio respiratorio. 

Y claro, si los de esa facultad eran arrogantes, Inosuke Uchiha lo era aún más al ser un prodigio en su carrera. Pues si ya de por sí era difícil entrar a esa carrera con la edad promedio de 17-18 años, era mucho más difícil ser aceptado—y con la mejor puntuación, cabía recalcar—a la edad de tan solo 15 años.

Tanto él como Inosuke eran parte de un mismo club; el club de voleibol. No se toleraban en lo absoluto, era factible decir que se odiaban a muerte como buenos Uchiha y Uzumaki que era. Y el hecho de que sean candidatos a ser parte del equipo de la universidad solo hacía que se odiaran más.

¿Y ahora le dicen que tenía que trabajar con él?

No conocía ni a su hermano ni a su hermana. Lo único que sabía es que su hermana era un año menor que él y su hermano dos. Pero no dudaba en que fueran iguales a su hermano mayor. De solo imaginarse rodeado de tres Uchihas arrogantes y prepotentes lo hacía querer vomitar.

Vaya mierda.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro